Los cristales están formados por átomos u moléculas dispuestas en una estructura ordenada a distancias regulares. Los granos de sal común y azúcar tienen formas cristalinas cúbicas casi perfectas, mientras que otros sólidos como el cuarzo pueden cristalizar de formas hexagonales u otras determinadas. Los cristales crecen de forma dendrítica, con pequeños cristales primarios ramificándose como un árbol y atrapando impurezas hasta formar granos irregulares.