El documento propone organizar un Club Regional de Aventureros para ayudar a las familias y niños de 6 a 9 años. El propósito es promover la unión entre la iglesia y la escuela, auxiliar a los padres y desarrollar actividades que aumenten el amor por Jesús. El Club también busca descubrir las habilidades de los niños y usarlas para el bien, fomentar la creatividad y ofrecer alegría al aprender de manera correcta.