2. “OREN incesantemente.” (1 Tesalonicenses 5:17.) “Perseveren en la oración.” (Romanos 12:12.) “Dense a conocer sus peticiones a Dios.” (Filipenses 4:6.) Si eres cristiano, conocerás muy bien estos versículos.
3. Quizá también sepas que la oración es el medio de comunicación más asombroso que existe.
4. Fíjate: puedes hablar con el Todopoderoso a cualquier hora del día, y la Biblia afirma que “él nos oye” (1 Juan 5:14).
5. Con todo, tal vez te sea difícil orar. Una situación así podría compararse a estar ante una puerta cerrada con llave. ¿Qué harías en tal caso? Esta presentación te ayudará a:
6. 1) identificar los obstáculos que te dificultan orar como si fueran una cerradura, 2) proponerte un objetivo y 3) usar la llave adecuada para “abrir la puerta” y lograr tu objetivo.
7. En primer lugar, identifiquemos la “cerradura”. Para ello, anota lo que te dificulta hablar con Dios.
8. El siguiente paso es fijarte un objetivo. Marca una de las casillas que aparecen a continuación o escribe otro objetivo en la última línea. □ Orar más a menudo. □ No decir siempre lo mismo. □ Expresarme con más sentimiento. □ Otro …………………………
9. ¿Cómo abrir la puerta? La oración es como una puerta que puedes abrir cuando quieras. Sin embargo, muchas personas admiten que no la abren con la regularidad o con la confianza suficientes. Si ese es tu caso, no te desanimes.
10. Ya has identificado los obstáculos y te has propuesto un objetivo. Ahora solo necesitas una llave que abra esa puerta.
12. Ya has identificado los obstáculos y te has propuesto un objetivo. Ahora solo necesitas una llave que abra esa puerta. Veamos ciertos obstáculos que pudieran presentarse y algunos consejos para superarlos.
14. La llave “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos” (Efesios 5:15, 16).
15. Consejos Fija de antemano un momento del día para orar. Es más, ¿qué tal si escribes un recordatorio como cuando tienes una cita? “
16. “Siempre me distraigo y tengo la cabeza en todas partes, menos en lo que digo.” Falta de concentración
17. “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). La llave
18. Consejos Si tu mente divaga con facilidad, procura hacer oraciones más breves. Con el tiempo mejorarás tu capacidad de concentración. También te ayudará orar sobre asuntos que de veras te interesen.
19. Monotonía “Me he dado cuenta de que siempre repito lo mismo en mis oraciones.”
20. La llave “Meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente” (Salmo 77:12).
21. Consejos Si crees que tus oraciones son rutinarias, escribe cada día algo que consideres una bendición en tu vida y dale gracias a Jehová. Al cabo de una semana le habrás mencionado siete nuevos asuntos.
22. Dudas “Una vez tuve un problema y pedí ayuda en oración, pero nunca se solucionó. Al contrario, me llovieron las dificultades. Por eso pensé que si de todos modos Jehová no me escuchaba, no tenía caso seguir orando.”
23. “Junto con la tentación también [Jehová] dispondrá la salida para que puedan aguantarla” (1 Corintios 10:13). La llave
24. Consejos Sin lugar a dudas, Jehová es el “Oidor de la oración” (Salmo 65:2). Así que, después de orar sobre un asunto, procura ver el cuadro completo.
25. En vez de esperar una respuesta en particular, piensa si ya la has recibido de otra manera. El hecho de que afrontes la situación como todo un cristiano demuestra que Jehová ya te ha contestado: no te ha quitado el problema, pero te ha dado fuerzas para sobrellevarlo (Filipenses 4:13).
26. Verguenza “Me abochorna tan solo pensar en lo que dirían mis compañeros si me vieran orando a la hora del almuerzo.”
27. La llave “Hay un tiempo [...] para todo” (Eclesiastés 3:1).
28. Consejos Es cierto que pudiéramos dar una buena impresión a quienes nos vean orar discretamente, pero no hay porqué ofrecer un espectáculo.
29. Por ejemplo, Nehemías, un fiel siervo de Dios, hizo una oración breve y silenciosa delante del rey Artajerjes, y al parecer el rey ni se dio cuenta (Nehemías 2:1-5). A veces, tú también podrías orar en público sin que nadie lo note (Filipenses 4:5).
30. Baja autoestima “Jehová sabe muy bien cuáles son mis problemas. Y si yo ya estoy harta, supongo que él también. A veces creo que ni siquiera merezco hablarle.”
31. La llave “Echen sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes” (1 Pedro 5:7).
32. Consejos Busca información sobre 12:6, 7; Juan 6:44; Hebreos 4:16; 6:10 y 2 Pedro 3:9. Estos versículos te ayudarán a ver que Jehová quiere escucharte y que no tienes que ser un santo para merecer su atención.
33. Consejos El salmista David, quien pasó muchas angustias, declaró convencido que “Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están aplastados en espíritu” (Salmo 34:18).