Educación, Integración y Atención a la Diversidad - Conferencia disertada por el Lic. Gustavo Gotbeter durante el 1º Congreso Provincial de Educación desarrollado los días 17, 18 y 19 de Noviembre de 2005 en la ciudad de Esquel, Chubut

1. Educación, Integración y Atención a la Diversidad - Lic. Gustavo Gotbeter
Conferencia
Lo que quiero hablar y que sirva para pensar básicamente es de la imperiosa, básica la
fundamental necesidad que tenemos todos los seres humanos de reconocimiento. Y voy a ser un
pequeño recorrido en relación a atender la diversidad. Es una cuestión mas conceptual y voy a
empezar con alguien que para mi es muy querido que es mi papá, y ustedes se preguntaran por que
voy a hablar de él, es por que lo que le pasa en estos momentos me hizo pensar algunas cosas. Mi
viejo tiene 80 años, es médico, trabaja hace 50 años de médico hace exactamente en el mismo
lugar, en un barrio, en una ciudad de partido Avellaneda que queda al sur del cono urbano
bonaerense, en una localidad que se llama Wilde, yo vivía ahí hace muchos años y cuando el
comenzó prácticamente no habían médicos y el sigue trabajando como médico ahí. Mi viejo es de
mal carácter y ama mucho su profesión y hace varios años que se queja, ya esta grande ya esta
viejo para seguir trabajando, soportando un montón de cosas. Habla de los viejos del P. A. M. I. que
en realidad muchos son mas jóvenes que él, los importunos que en el momento que el quiere
descansar y yo le digo escúchame por que no dejas y disfrutas del momento para descansar, tenés
una jubilación, para poder salir, además es medio osco y no es de tener una vida social muy
importante y él me contesta: lo que pasa es que me voy a aburrir. Ahora esto de aburrir es a medias
porque yo digo que lo más importante es lo que le va a pasar a mi viejo y esto para mí es fuerte, es
que todos vivimos en relación a los viejos, situaciones parecidas, mi sensación es que mi viejo si
deja de trabajar se va a morir. Eso es muy fuerte. Ahora digo y por qué estoy tan seguro, entonces
yo no le insisto y viene mi hermano y me dice por qué no le decimos a papá que deje de trabajar.
Yo le digo no, no, déjalo que se siga quejando porque en realidad 50 años que él es alguien en ese
lugar. Y tiene que ver que todos los seres humanos en mayor o menor medida, yo estaba
escuchando acá que los chicos incluso son sicóticos, que por su estructura síquica les cuesta
establecer lazo social, también necesitan ser reconocidos por el otro. Los que no padecemos graves
aficiones psíquicas o siquiátricas parece que es muy importante esto de ser reconocidos, miren mi
viejo hace 50 años que es el médico del barrio es alguien para el otro y esto se ve mucho en la
gente que se jubila que pierde su lugar de trabajo, en nuestra sociedad los viejos son reconocidos
por los que no saben o vienen los nietos y le dicen ¡ah, abuelo vos no entendés nada! Por más cariño
que les tengan, porque su opinión no es valiosa, nadie les da demasiada bollilla, no son importantes
ni son relevantes únicamente al momento de votar, algunos que por ahí y esto si las diferencias
individuales son muy importantes, logran mantener lazos sociales, etc. Pero esto de sentirse útil es
sentirse alguien para el otro.
Me ha pasado un caso que no tiene nada que ver y que todos conocemos la terrible conmoción
que se esta produciendo en Europa, Francia donde particularmente donde todos estos chicos son
nietos de inmigrantes y que se la pasan incendiando autos. Uno puede decir bueno se volvieron
locos pero la verdad yo creo que la principal problema que estos chicos tienen es que no son
reconocidos dentro de su sociedad, ni siquiera como francés a pesar de que son franceses por
tercera generación, o sea, son nietos de inmigrantes. Sin embargo la sociedad francesa les ha dado
la espalda sistemáticamente. El que conoce Paris esa hermosa ciudad, pasea por esos grandes
bulevares, por el barrio Latino, la torre Eiffel, una maravilla están las marcas más caras, los autos
más lindos, la gente más linda caminando y sin embargo los inmigrantes están ahí a un costado
como pasan en muchas ciudades de Latino América también. Buenos Aires también es una ciudad
típica, hubo todo un proyecto en la época de la dictadura donde a los pobres y feos había que
dejarlos un poco al costado como para que no se noten, ¿no? Esto dejo secuelas muy importantes,
¿no? Y en Francia esto es dramático. Lo que sienten esos pibes es que no se sienten reconocidos por
la sociedad. Reconocido significa sentirse alguien valorado y la forma del desconocimiento de este
reconocimiento puede tener dos formas, o la indiferencia absoluta o sea, no sos nadie, primero es
algo que nos pasa a cualquiera de nosotros que vamos a una fiesta que no nos conoce nadie, no nos
saluda nadie, no nos ve nadie, pasamos un momento donde nos sentimos como la mona decimos,
qué hacemos acá sintiéndonos como sapo de otro pozo, por ahí ciertas personas usan alguna
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2. estrategia para llamar un poco la atención, pero digamos cuando uno entra a un lugar donde se
siente sapo de otro pozo la sensación es: nadie nos da bolilla , no somos nada para nadie en ese
lugar y a veces nos sentimos mal y algunos con mayor hidalguidad podemos o pueden tolerar esta
situación por ahí otros se sienten un poco peor y obviamente todos sabemos que incluso la propia
auto estima o sea la valoración que tenemos de nosotros surge en la magia de la infancia de la
valoración de los otros que tuvieron de nosotros mismos o sea cuanto nos han reconocido como
persona, esto se ha interiorizado en algún momento en la vida entonces es un poco la marca que
tiene la propia valoración que nosotros tenemos de nosotros mismos. Hay un concepto de un
sociólogo de hace muchos años, planteo dos conceptos muy sencillos uno se llamaba “Frustración
absoluta y frustración relativa”, se llamaba Lewis Coser, y el tipo decía hay dos tipo de frustración,
es absoluta cuando es la frustración básica de la vida, digamos, no hay para comer y yo me muero
de hambre, el hambre es absoluto. Pero el concepto mas interesante era el concepto de frustración
relativa, por que uno puede ver como viven realmente estos inmigrantes franceses y los compara
muchas veces como viven muchas gente acá en la Argentina se dice estos son re chanta de que
están hablando si viven diez veces mejor los marginados por ahí en Latinoamérica pero siempre la
relación es muy relativa siempre se lo relaciona a alguien, digamos hoy que en una casa no allá luz
por que no se pueda tener luz evidentemente es una cosa catastrófica, es un mal social muy fuerte
y no es extraño que en el siglo XVIII nadie tenia luz eléctrica, entonces eso no era un problema
entonces por lo tanto siempre las frustraciones en relación a alguien o en relación a algo que se
pueda tener. Este concepto me resulta bastante interesante y salto ahora a otra cuestión que tiene
que ver con las hinchadas de fútbol, entonces pienso que la identidad por ejemplo yo doy el
ejemplo de la hinchada de fútbol por que es bastante dramática y en mi caso el doble por que soy
hincha de Racing y tenemos el signo de cierta cosa melancólica de cierta aceptación a la desgracia,
que nos a fortalecido por otra parte.
Pero yo cuando voy a la cancha y de repente Racing un gol, bueno, y me pongo a abrazarme con
el tipo que está a mi lado que no tiene nada que ver conmigo, no lo conozco y nos abrazamos como
si fuéramos hermanos de toda la vida, que compartimos los intereses más nobles y en realidad lo
único que nos une es pertenecer digamos, sentir identificación con un cuadro de fútbol.
Las identidades creo yo, las identidades de todos los grupos hasta de nacionalidad se hacen en
función de ciertos rasgos y de ciertos símbolos, y yo creo que uno llena de contenido después a
veces esas cosas y que en realidad primero esta el rasgo, fíjense hasta que punto uno se puede
encontrar con un hermano, uno se entera que tiene un hermano, yo me entero que tengo 46 años
que tengo un hermano supongamos que vive no sé dónde.
Resulta que me entero, estoy totalmente conmocionado, me encuentro con él, me abrazo,
lloramos largamente y qué me une a ese hermano. La verdad desde la realidad en el contenido si el
tipo vive en otro país habla otro idioma, no supo nada de mi, no supe nada de él, no conozco su vida
no conozco a nadie sin embargo me junto con él, lo abrazo, lloro como si me estuviera encontrando
no sé con qué persona, digamos con un amigo de toda la vida. Lo que me une es un rasgo, somos
hermanos evidentemente venimos de la misma madre del mismo padre y eso nos une. Una
característica un rasgo algo al que después podemos llenar de contenidos pero en principio es un
rasgo y fíjense, las hinchadas de fútbol, las patotas y los grupos muchas veces tienen que ver
justamente con que muchos individuos, muchas personas en la sociedad buscan un grupo y muchas
veces estos grupos son asociales o antisociales como suele decirse, como una manera de encontrar
en ese grupo una identidad, encontrar una protección y encontrar la posibilidad de sentirse
reconocido como seres humanos como personas ser valorados. Porque uno se pregunta: por qué a
veces un chico en una escuela o una persona a veces tiene actitudes antisociales, arman patotas
todos esos grupos busca sobresaltar, yo creo la verdad que en gran parte me permito decirles que es
el fruto del no reconocimiento ni a su individualidad en cuanto a lo personal; ni a su identidad social
y esto si creo que tiene mucho que ver con el tema de la diversidad. Toda pertenencia a un grupo
además se da, creo yo, por oposición a otro, no existiría Boca si no existiera River, no existiría un
partido político si no hay en frente otro a quien oponerse y fíjense que muchas veces que los grupos
antisociales teóricamente se definen por ser más anti que otra cosa, son anti y lo que les da mucha
veces identidad es justamente eso “ser anti”, hay cuestiones ideológicas como decía Daniel López
gente que se junta con un argumento social ideológico y le dicen no a ciertas cosas. Pero no un
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3. montón de organizaciones, una patota que se junta y que destruye, que incendia autos, o un grupo
de chicos que lo único que quiere hacer es maltratar a otro, o tratan mal a los bolivianos por ser
bolivianos o por ser paraguayos o aborígenes o por lo que fuera o por ser gordos simplemente.
Fíjense que en muchos casos el oponerme al otro el ser indiferente con el otro o eliminarlo, lo único
que lo fundamenta es el tratar de afirmarme yo. Si yo le digo al otro “sos un boliviano” es por que
yo no lo soy, si yo le digo como se dice un Buenos Aires y justamente los que más lo dicen son los de
la clase social más bajas, le dice muerto de hambre o le dice cualquier apelación pobre o cualquier
cosa que sea despectiva o incluso del punto de vista social yo estoy diciendo poniéndome en esa
situación vos lo sos yo no lo soy, vos sos desvalorizado yo no, vos sos boliviano yo soy argentino, vos
sos paraguayo yo soy argentino de pura sepa por más que el padre haya sido italiano o el abuelo
haya sido vaya a saber de dónde, vos sos gordo yo soy flaco, vos sos feo yo soy lindo, vos sosa si yo
soy asa. Entonces esa construcción a quien se desvaloriza o quien se le es indiferente o se maltrata
o se considera menos, la razón de eso, creo yo, está en que quienes lo hacen buscan una manera de
protegerse para no ser a su vez desvalorizados, porque en muchos casos en conductas asociales se
ha demostrado que quienes tienen participación activa en ese tipo de conductas han sufrido muchas
veces el padecimiento del conocimiento, la falta de reconocimiento, el desprecio, la
desvalorización. Creo que este tipo de cosas generan además violencia, se habló mucho desde hoy a
la mañana que estoy de la palabra violencia y creo que cuando nosotros o cuando alguien no
reconoce al otro, no le da lugar, no lo valora, está generando potencialmente una persona violenta.
¿Ustedes vieron la película “Elefante” de Gus Vanzan?, bueno hay una película que se llama
“Escuela de asesinos”, que está basada en una obra de teatro, que se llama “BamBam tú estás
muerto”, es interesante porque muestra situaciones de chicos que se transforman en asesinos
porque han sido sometidos a cualquier tipo de humillaciones, por partes de compañeros, eso es el
resultado cuando discriminamos, discriminar significa desvalorizar al otro, el decir vos sos nada, el
decir vos no existís, actúas como si el otro no existe, genera un acto que seguro va a dejar huellas,
cuando al otro lo reconocemos como que existe pero no le hablamos, estamos generando una
persona que se siente desconocida y desvalorizada, hay emergentes que en esa persona van a
generar violencia, no solo porque nosotros no le hablemos o lo ignoremos, sino por la propia familia.
Hay que tener cuidado y prestar atención porque muchos de los actos que tienen que ver con
violencia psíquica y física, hacía afuera y hacía adentro tiene que ver con profundas deficiencias en
el sentimiento de desvalorización que tienen de parte del otro, y eso es un arma letal.
Con una mano en el corazón, cuánto de nosotros nos sentimos valorados por la pareja, cuánto
valoramos a nuestros hijos, cuánto por nuestros amigos, es evidente eso para mi. No creo que uno
sea resultado de la valorización de una persona, pero es la raíz fundamental que nosotros vamos a
tener para las actitudes con los otros.
Hay una interesante investigación del año 78 que observaron que cuando se inducía a una
persona que clasificara de hostil a otra, experimentalmente, ésta comenzaba a comportarse
hostilmente. Hay una investigación de Karina Kaplan, acerca de chicos inteligentes y chicos que no
los son, y ella decía de que manera los docentes a veces presuponiendo que los chicos son
inteligentes, buenos o malos, terminamos generando nosotros chicos con ese rasgo. Y ustedes lo van
a ver a esto muy fuerte en un caso extremo, en la paranoia, un paranoico es una persona que siente
que lo persigue cuando nadie lo hace, o hablan mal, lo miran o lo agraden. Pero fíjense que
interesante, pero que termina generando un paranoico, termina generando en nosotros lo que el
quiere encontrar, porque si una persona a ustedes le termina diciendo, no me persigas, no me
mires, por qué te burlás, uno termina mandándolo al demonio. Otro caso son los celos, cuando en
una pareja uno es celoso, el que es celado termina engañando, porque justamente los celos generan
reciprocidad.
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