2. Un hombre trabajaba en una fábrica distante cincuenta minutos de ómnibus de su casa.
3. En la siguiente parada entraba una señora anciana que siempre se sentaba junto a la ventana. Ella abría la bolsa, sacaba un paquetito y se pasaba todo el viaje arrojando alguna cosa para fuera.
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7. Diciendo esto, se dio vuelta hacia la ventana y recomenzó su trabajo. El hombre descendió luego más adelante, pensando que la señora ya estaba senil.
8. Un tiempo después... Un día, en el mismo ómnibus, el hombre al mirar para afuera percibió flores en la vera del camino ... Muchas flores... ¡El paisaje colorido, perfumado y lindo!
9. Se acordó entonces de aquella señora. La buscó en vano. Le preguntó al chofer, que conocía a todos los pasajeros de viaje. - ¿La viejecita de las semillas?.... Pues ... Murió hace cerca de un mes.
10. el hombre se volvió a su lugar y continuó mirando el pasisaje florido por la ventana “ Quién diría, las flores han brotado!” “ ¿Pero de qué le valió su trabajo? Murió y no pudo ver toda esta belleza.”
11. En ese instante, oyó risas de criatura. En el asiento de enfrente, una niña señalaba por la ventana, entusiasmada: - ¡Mirá qué lindo! Cuántas flores por la calle... ¿Cómo se llaman aquellas...?
12. Entonces, entendió lo que aquella señora había hecho. Aunque no estaba ahí para ver, hizo su parte, dejó su marca, la belleza para la contemplación y la felicidad de las personas.
13. Al día siguiente, el hombre subió al ómnibus, se sentó junto a la ventana, sacó un paquetito de semillas del bolso... Y así dio continuidad a la Vida , sembrando con entusiasmo y alegría sus semillas...
14. El futuro depende de nuestras acciones presentes Y si sembramos buenas semillas, los frutos serán igualmente buenos
15. ¡Vayamos a sembrar nuestras semillas ahora! BIENVENIDOS JOVENES A PRO-JOVEN CICGERCOM CHICLAYO -PERU