Apenas el 11% de la población mundial tiene acceso a Internet, con el 90% de las personas conectadas que viven en países industrializados. Mientras que el 30% de las conexiones provienen de América del Norte, Europa, Asia y el Pacífico, solo el 10% proviene del 82% de la población mundial. Los principales problemas son los altos costos de telecomunicaciones e infraestructura en los países en desarrollo, lo que dificulta el acceso universal a la información y la libertad de expresión.