1. La hojita
de los niños
Año XIX • nº 1.189 • 15 de junio de 2014
¡la buena noticia para todos! • la santísima trinidad
El mEnsajE dE
la Palabra dE dios
Para Esta sEmana
Vivir en armonía y
paz suele ser difícil en
una sociedad donde
parece que cada vez
hay mayores expre-
siones de violencia y
de intolerancia entre
las personas.
Muchos se esfuerzan
en tratar de conseguir
esa armonía y esa paz
poniendo normas y
leyes que regulen el
comportamiento y la
conducta y, sin em-
bargo, no hay que
buscarlas fuera, sino
en nuestro interior.
En lo profundo del co-
razón, Dios se mani-
fiesta con su amor
para darnos esa paz
que es necesario lle-
var a nuestros hoga-
res y a los amigos.
m a n d
a s u
j u z g
d o s i
a l v a r
o
h
a
n
l
i
r
o
o
p a r a s
j o p a r a
d i o s n o
a l m u n
Filas voladoras
Colocá cada fila en su lugar para que puedas leer una
frase relacionada con el Evangelio de hoy.
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2. ermanos: alégrense, trabajen para al-
canzar la perfección, anímense unos a
otros, vivan en armonía y en paz.
Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá
con ustedes.
Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los her-
manos les envían saludos. La gracia del Señor Jesucristo,
el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo perma-
nezcan con todos ustedes.
ijo Jesús: Dios amó tanto al mundo,
que entregó a su Hijo único para
que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida
eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino
para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no
es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque
no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
la biblia, el libro de la Palabra de dios
las lECturas dE la misa dEl domingo
sEgunda lECtura
sEgunda Carta a los Corintios 13, 11-13
EvangElio
juan 3, 16-18
H
D
historias de la Biblia (volumen 6)
los milagros de jesús
Jesús recorrió pueblos y ciudades curando enfermos y
obrando milagros; así demostraba su inmenso amor y
daba a conocer el poder de su papá Dios.
Mientras te divertís resolviendo crucigramas, sopas de
letras, laberintos y muchos otros juegos entretenidos,
revivís estos milagros que tanto asombraron al mundo.
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3. Mario iba a la casa de sus abuelos, que según
su mamá, lo dejaban hacer cualquier cosa.
–Tus abuelos no te ponen límites –le decía una
y otra vez. Y retaba a la abuela diciendo que a
ella, cuando era chica, no le dejaba hacer todo
lo que hacía Mario.
–Nosotros no podíamos mirar tele en tu cama,
y menos, comer ahí. Ahora Mario come tosta-
das con manteca, te llena
todo de miguitas y no decís
nada –protestaba.
La abuela sonreía y no le
contestaba. Disfrutaba un
poco con los celos de su
hija y se divertía tanto con
su nieto Mario, que no le
importaba que, cuando él
se fuera estuviera una hora
arreglando la casa.
Sin embargo, Mario no es-
taba de acuerdo con eso
que le dejaban hacer lo
que quería. Había algo en la casa que nunca le
habían dejado tocar: cerca de la puerta de en-
trada, contra una pared, había una pequeña bi-
blioteca que tenía dos puertitas con llave. Esas
puertas siempre estaban cerradas. Mario recor-
daba que, cuando era más pequeño, le había
pedido a la abuela que las abriera, pero ella le
había dicho que ahí había algo muy importante
para los abuelos, y luego lo había distraído con
otra cosa. Mario se había dado cuenta de que
no quería abrir las puertas, y no insistió. Sin em-
bargo, a la hora de la siesta, cuando los abuelos
se iban a descansar, él salía al patio e imaginaba
todo lo que podía haber detrás de elas.
Soñaba que era la puerta a otra dimensión en
la cual él podía ser un super héroe que salvaba
el mundo, un niño perdido en la selva, un nave-
gante que llegaba a América antes que los es-
pañoles, o un super detective…
Cierta vez, la mamá le preguntó qué era lo que
le gustaba más de las visitas a la casa de la
abuela, y Mario, sin pensarlo, le contestó que lo
mejor era la hora de la
siesta, aunque no le explicó
por qué.
La mamá le preguntó a la
abuela qué pasaba en la
hora de la siesta, y ella le
contestó que Mario salía al
jardín y jugaba entre las
plantas, armaba castillos
con las sillas del quincho
debajo de los árboles y tú-
neles con las sábanas.
Jugaba un ratito solo, unos
quince minutos, la abuela
no necesitaba más para recuperar las fuerzas, y
después, le llevaba jugo y galletitas y leía algo
mientras él seguía jugando.
Una tarde, al llevar el jugo, la abuela le preguntó
cómo se le había ocurrido ese juego. Mario le
contó que todo venía de la intriga que reprodu-
cían las puertitas con llave que ella no había
querido abrirle. La abuela se rió, se paró, entró
a la casa y, a los pocos minutos, salió con algo
entre las manos. Era una bolsa roja.
–Esto es lo que hay en las puertitas –dijo.
Abrió la bolsa y sacó dos libros viejos. Le explicó
que eran los libros preferidos del abuelo y de
ella cuando eran chicos.
Efemérides fantásticas
15 dE junio:
día naCional dEl libro
dE maría inés Casalá y juan Carlos Pisano - dibujo dE Hania KollEnbErgEr
Durante nueve domingos, a partir de la efeméride del día, vamos a dejar volar la imaginación. Es decir
que, si bien la efeméride será real, lo que escribiremos será ficción.
Si querés tener los nueve relatos, podés pedirlos a: inescasala@gmail.com
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4. • ¿Hay algún libro que para vos tenga
algún significado especial?
• ¿Sabés cuáles son los libros preferidos de tus
padres o de tus abuelos?
• ¿Podés disfrutar de la lectura «viajando» a
esos lugares donde todo es posible?
Para pensar y
conversar con los amigos
La serpiente sabe lo que es
«meterse» con Dios.
La serpiente simboliza el mal
que enfrenta a Dios desde
el principio de la historia.
Los tenían guardados porque para ellos repre-
sentaban su infancia, los momentos lindos que
habían vivido recorriendo sus páginas.
La abuela tomó su libro en las manos y le contó
que pasaba las horas de la siesta leyéndolo.
Con esa novela, había soñado que viajaba por
Francia en la época de Napoleón, que había
entrado a un castillo convertido en cárcel y
había sentido el frío del mar en su piel cuando
había logrado escapar.
Mario, a través de la pasión que había puesto
su abuela en el relato, ese día descubrió, todo
lo que podía encerrar un libro.
Muchos años después, caminando por una
calle de la ciudad de Buenos Aires, uno de esos
días en que las librerías están abiertas toda la
noche, en una vidriera muy iluminada, vio el
mismo libro que tenía su abuela.
Sin dudarlo, entró, pidió la edición de «El
conde de Montecristo», de Alejandro Dumas,
que estaba en vidriera y lo compró.
Lo llevó a su casa como si llevara una copa de
cristal que pudiera romperse. Llegó, se sentó
en un sillón, prendió la luz de la lámpara que
daba directamente sobre el libro, y esa noche
viajó por mar y por tierra y visitó los lugares
más pobres y los más ricos junto con la abuela
y con Edmundo Dantés.
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico.No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina.Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires.Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo.Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.092.508 - 24/4/13
Dirección: P.Aderico Dolzani y Juan Carlos Pisano.Redactores: Inés Casalá y Juan Carlos Pisano.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento).Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs.As.,Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00 / Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425
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Suc. 2 (B): Franqueo a pagar cuenta 14.471 – En Uruguay: SAN PABLO, Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO,
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