1. La fidelidad conyugal:
una mirada integral
Tema 10
Señor, Padre santo,
Dios omnipotente y eterno,
te damos gracias y bendecimos
tu santo Nombre. Tú has creado
al hombre y a la mujer
para que el uno sea para el otro
ayuda y apoyo.
Acuérdate hoy de nosotros. Protégenos y
concédenos
que nuestro amor sea entrega
y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia.
Ilumínanos y fortalécenos en la tarea
de la formación futura de nuestros hijos,
para que sean auténticos cristianos
y constructores de la ciudad terrena.
Haz que vivamos juntos por largo tiempo,
en alegría y paz,
para que nuestros corazones
se puedan elevar siempre hacia Ti,
por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo.
Amén
Dinámicadelosanillosrotos
ÆÆ ¿Creen que una de las principales causas para
el rompimiento de un matrimonio sea la falta de
fidelidad?, ¿por qué?
De manera individual, cada uno observará la imagen
mostrada. Luego de unos minutos escribirán alrededor
las posibles causas que destruyen una unión matrimonial
y, en paralelo, sus reconstituyentes.
Compara tus respuestas con la de tu novio (a) y observa
las similitudes. Dialoguen sobre las razones que los llevó
a colocar ello y sobre el por qué creen haber coincidido.
Indicaciones
Nos conocemos
112 113La fidelidad conyugal: una mirada integralEncuentro IV: Iglesia doméstica y sacramento de amor
2. El vocablo castellano fidelidad proviene del latín fidelitas-atis y viene a significar «lealtad»,
«cumplida adhesión», «observancia de la fe que uno debe a otro», «verdad», «sinceridad»,
«constancia en los afectos y en el cumplimiento de sus obligaciones»; en definitiva, denota
a aquel que cumple sus promesas y por ello se muestra digno de confianza.
ÆÆ La fidelidad humana tiene que aspirar a ser divina, pues somos creados a imagen
y semejanza de la Trinidad. Dada esta constitución real, podemos deducir que la
fidelidad no es una imposición externa, sino un llamado desde lo profundo de nuestro
ser, es decir, una vocación.
ÆÆ El amor humano, firmado en el matrimonio, es confirmado por Dios para toda la
vida. No puede ya dar marcha atrás, como no lo puede el tiempo. Debe vivir en esta
certeza y saber que la indisolubilidad en que se envolvió representa para él el más
extraordinario de los privilegios, no una obligación penosa.
ÆÆ La convivencia, las uniones de hecho, «el matrimonio a prueba» o la cohabitación
más impersonal, no poseen en sí, ni la intención de exclusividad e irrevocabilidad, ni
la gracia de unión. Los mantiene el bienestar, el aprovechamiento, el goce pasajero
–acaso intenso–, o la conveniencia. Sea lo que fuere, las puertas permanecerán
siempre abiertas. Si apareciese una incomodidad intolerable, por alguna de las dos
partes, la separación será la salida más fácil.
ÆÆ La gracia del matrimonio consiste exactamente en conceder a los esposos la fuerza
deseada para poder seguir siempre adelante y para amarse cada vez más. Les
permitirá volver a encontrarse –después de las inevitables diferencias, después de los
conflictos pequeños y grandes, que componen el «combo» de toda vida en común–,
más sólidamente unidos que nunca.
ÆÆ En la gracia, los esposos encontrarán la fuerza, la estabilidad, la madurez de su
amor. A través de ella, un amor tan frágil como su propia libertad podrá hacerse
suficientemente estable para mantenerlos juntos durante toda la vida, «en la salud y
en la enfermedad».
ÆÆ Dios es el paradigma de fidelidad porque su alianza con la humanidad permanece para
siempre, no en abstracto y de forma genérica; sino más bien como un compromiso
con cada uno de los hombres y mujeres, sean santos o pecadores, asumido en toda
la magnitud desde su libérrima voluntad y naturaleza, ser y amor.
ÆÆ El matrimonio tiene un carácter único y por ello admirable. Es una elección irrevocable
que se dirige hacia alguien que se admira por la verdad que representa, la verdad de
ser mujer o la verdad de ser varón.
ÆÆ Luego acontece el enamoramiento como camino de comunión. Será comunión plena
cuando encuentre su coronación en el matrimonio y su finalidad en la procreación y
educación de los hijos que nazcan de esa relación.
ÆÆ Todo lo existente y amable nos invita a la fidelidad porque nos compromete en su
desarrollo. Se entiende entonces el sustrato común a las diversas fidelidades: fidelidad
al enamorado, al novio o al cónyuge.
¿Qué ideas distorsionadas se tienen de esta virtud?
¿Qué es la fidelidad? ¿Es posible mantenerla?
¿Por qué razón el amor exige la fidelidad?
¿Por qué razón la fidelidad involucra a todas las dimensiones de nuestra
naturaleza humana?
¿Qué características debe tener un matrimonio cristiano que tenga la fidelidad
como su horizonte?
¿Cuáles son las características de un cónyuge fiel?
¿Qué es la fidelidad? La fidelidad conyugal
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3. 99 El mismo noviazgo es liberador en la medida que se sitúe en un proyecto cuyo fin
es la estabilidad e irrevocabilidad de la relación. La decisión de «elegir a uno entre
tantos» es el inicio de un mayor compromiso y exige exclusividad. Obviamente falta
el sacramento. Pero este actuar maduro dispone mejor la naturaleza de los novios
y de la comunión que han construido, para acoger más vívidamente la gracia y la
bendición.
99 Todo matrimonio que quiera sobrevivir como tal debe velar por su hogar, mantener
la ley de la convergencia que dicta que todo lo que se realiza individualmente, debe
buscar, en cuanto proyectivo, una mayor comunión con el otro. Y se deben arrancar
desde el inicio las semillas de la discordia y la desconfianza.
99 Los matrimonios que se aman no dejan que nada ni nadie se interfiera entre ellos
por temor a que el amor se disuelva en infidelidad. Esta disolución es la muerte de
la felicidad, de la paz del corazón, de la alegría profunda de la ilusión inherente a un
proyecto común que comporta una altísima intimidad.
99 Ser fiel al cónyuge quiere decir, antes que nada, reservar el corazón para él. En suma,
hay que ser fiel al propio amor. Se trata de velar atenta y constantemente. Es infiel,
de hecho, todo el que se olvida de amar como debería y quien deja que su corazón
sea invadido por cualquier preocupación, por noble que sea, menos la de renovar su
amor.
¿De qué forma la fidelidad no se reduce solamente a “no cometer una infidelidad”?
¿Qué opinión les merece esta frase de Gustave Thibon?
¿Qué es la fidelidad mental?¿Qué es la fidelidad del corazón?
ÆÆ Esta fidelidad no debe concebirse exclusivamente en el orden de lo sexual. ¡Cuántas
personas se imaginan que son fieles sólo porque no entregan su cuerpo! Pero
entregan su corazón, y viven en la más grave de las infidelidades: la del corazón.
ÆÆ El mismo Señor Jesús enseña a sus discípulos que la Ley definitiva del amor –la que
Él vino a instaurar como plenitud de la antigua– comporta un obrar casto y puro.
Asimismo, le da un altísimo valor, nunca antes conocido, a las intenciones del corazón:
«No desearás a la mujer de tu prójimo».
ÆÆ Esta fidelidad cordial engendra la fidelidad mental. Donde está su corazón, debería
decirse, ahí se encuentran sus pensamientos, memoria e imaginación. El Evangelio
no podría formular más exactamente las exigencias de la verdadera fidelidad,
cuando nos advierte que aquel que mira a una mujer con el mal deseo ya es
adúltero en su corazón.
ÆÆ La fidelidad exigida por el amor no debe, por lo tanto, ser meramente exterior.
Debe radicar en el poder creador y conservador del espíritu. Todo el ser bio-psico-
espiritual de la persona humana debe fijar su atención y su deseo, también el sexual
evidentemente, en el cónyuge, único y exclusivo destinatario del eros y el ágape.
Esto es tanto más importante cuanto que la infidelidad mental, practicada al mismo
tiempo que la fidelidad exterior, pone al sujeto en un estado de tensión y disociación
tal que, a largo plazo, producirá una neurosis. Los propios psicoterapeutas serios
dan razón de ello.
Fidelidad del corazón
Fidelidad mental
« »
«La verdadera fidelidad consiste en hacer renacer a cada
instante lo que nació una vez: estas pobres semillas de
eternidad depositadas por Dios en el tiempo, que la infidelidad
rechaza y la falsa fidelidad momifica».
Gustave Thibon
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4. ÆÆ Cuando se vive en estado de represión, exacerbado por el pensamiento, se está
condenado al desequilibrio. En la perspectiva propia del matrimonio, esto conducirá
a la multiplicación de los conflictos, a su envenenamiento, al resquebrajamiento de
la unidad. La fidelidad auténtica, además de cordial, debe ser, por tanto, mental.
ÆÆ Quien ama guarda su cuerpo, lo mismo que su corazón, para el amado. Además, en
razón de la unidad de los componentes de la naturaleza humana, no se da nunca algo
de la carne, sin dejar también en ella algo del alma.
ÆÆ A la fidelidad interior debe, por tanto, agregarse la fidelidad exterior, para que se
defienda plenamente el amor y la unidad conyugal. Los que se nieguen a la fidelidad
integral están condenados al «desamor». Están resquebrajando su hogar, su amor,
su vida y su felicidad. ¿Qué les queda? El recuerdo vacío de un placer pasado, la
conciencia de que han sido y son indignos, el amargo gesto de la traición, el dolor de
haber dejado una certeza por una quimera.
ÆÆ El adulterio lleva consigo su propio castigo, pues termina siempre por destruir
a aquellos o a aquellas que crean encontrar su bien en él. Una vez revelado, se
transforma en una catástrofe, si queda en secreto es un veneno para la psiqué y
para la conciencia. Los que se entregan a él pierden toda la verdadera libertad del
amor. ¿Cómo volverán a su cónyuge, después de haberles engañado, y de haber
dilapidado su amor, profanando su corazón y la dignidad de su cuerpo?
ÆÆ Hay que obrar el bien para hacer crecer el amor. Este esfuerzo queda condensado en
estas leyes que todo matrimonio debe seguir con sentido de urgencia:
ÆÆ Como se trata de leyes, terminaremos con esta frase que es muy esencial: «La
fidelidad se construye día a día, o un día descubres que no la tienes más».
99 Ley de la lucha: el amor es una conquista, hay que hacerlo realidad con esfuerzo
cotidiano.
99 Ley del dinamismo: es necesario vivir en permanente referencia al otro,
proyectados hacia él, convirtiendo al cónyuge en nuestro proyecto vital.
99 Ley de la vigilancia: hay que estar atentos a los signos de división que se puedan
presentar en la relación. Detectarlos a tiempo, y separarlos como la maleza, debe
ser nuestra prioridad.
99 Ley del desprendimiento: habrá que esforzarse por suprimir todo aquello que
posea una naturaleza capaz de apartar, por poco que sea, al marido y a la mujer.
99 Ley de la esperanza: certeza de que todo amor, bien vivido, tiene como resultado
la felicidad.
99 Ley de la estima: el amor exige que cada uno se convierta en objeto fascinante
para el otro.
99 Ley del sacrificio: para amarse siempre, renunciar siempre.
99 Ley de la alegría: compartir la alegría de amarse.
99 Ley de la paz: vivir desarmados.
99 Ley del progreso hacia Dios: vivir en marcha, tendiendo hacia el infinito.
ÆÆ Ser fiel es ser persona humana. Una vida fiel es la única vida auténtica. Tal cualidad
es propicia para encumbrarnos hacia la cima de los ideales más hermosamente
humanos. Y los proyectos personales siempre se formulan en positivo; razón por
la cual aumenta la expectativa por una mayor perfección, la confianza en lograrlo
finalmente, y como corolario una gran felicidad e ilusión.
Fidelidad sexual
Las leyes de la fidelidad
Hacia una fidelidad existencial
¿Qué es la fidelidad carnal?
¿Cómo proteger y alimentar la fidelidad conyugal?
¿Qué es la fidelidad existencial?
118 119La fidelidad conyugal: una mirada integralEncuentro IV: Iglesia doméstica y sacramento de amor
5. Dialoguemos
en pareja
¿Somos conscientes de la importancia de la fidelidad integral?, ¿qué frutos de ella valoramos más?
¿Qué ideas distorsionadas hemos tenido sobre este tema?
¿Somos conscientes que nuestra fidelidad tiene como referente la de Dios
con nosotros?, ¿cómo alimentamos esta perspectiva?
¿Cómo podemos purificar nuestra mente y prepararnos así para la fidelidad
conyugal?
¿Qué podemos hacer para crecer en la fidelidad del corazón?
¿Cómo prevenimos una infidelidad carnal?
¿Qué medios vamos a poner para hacer de la fidelidad un estilo de vida
personal y relacional?
¿Bajo qué leyes hemos estado realizando nuestro amor?, ¿qué leyes debemos
seguir para complementar las anteriores?
¿Somos conscientes que la fidelidad (o infidelidad) se construye día a día?
¿Qué hemos aprendido en esta sesión?, ¿a qué nos compromete todo ello?
Individual
Pareja
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