Merryman & Pérez-Perdomo. - La tradicion jurídica romano-canónica [2015].pdf
Representaciones sociales
1. U. N. T. Facultad de Filosofía y Letras
Trab Soc con Grupos Intervención Transformadora
Lic. Mirtha E. Costas
REPRESENTACIONES SOCIALES
Introducción
El hombre nace inserto en una realidad concreta -mundo material-, ya existente,
dentro de un sistema económico, en nuestro caso en el sistema capitalista, lo que le
otorga un lugar concreto acorde a un estrato social de pertenencia que le permite tener
una visión particular de mundo coherente con su posición social, debió aprehender los
valores, expectativas y la forma de reproducción social deseables y aceptadas de su
grupo, naturalizarlas y reproducirlas si quiere manejarse exitosamente en la vida.
Este hombre como ser de necesidades tenderá a satisfacerlas en una relación activa
con el mundo, transformando ese mundo y siendo transformado por el.
Algunos Antecedentes teóricos.
Serge Moscovici publicó su tesis doctoral “La psychanalyse, son imàge et son public”.
el contenido de la misma se dirigía al entendimiento de la naturaleza del pensamiento
social.
Moscovici estudió cómo las personas construyen y son construidas por la realidad
social y a partir de sus elaboraciones propuso una teoría cuyo objeto de estudio es el
conocimiento del sentido común enfocado desde una doble vía: desde su producción
en el plano social e intelectual y como forma de construcción social de la realidad
(Banchs, 1988).
En este sentido la noción de realidad social y su proceso de construcción es un
elemento clave para la comprensión de esta teoría.
La construcción social de la realidad es una idea fundante de la sociología. Durkheim
fue quien más la desarrolló y posteriormente Schutz “sociologiza” los aportes
filosóficos de la fenomenología de Husserl y desarrolla su teoría de la importancia de
los significados sociales (Ritzer, 1 9 9 7 ) .
A partir de los planteamientos de Schutz, Peter Berger y Thomas Luckmann son
quienes más desarrollan el concepto. Para Berger y Luckmann (1991), la
construcción social de la realidad hace referencia a la tendencia fenomenológica de
las personas a considerar los procesos subjetivos como realidades objetivas. Las
personas aprehenden la vida cotidiana como una realidad ordenada, es decir, las
1
2. personas perciben la realidad como independiente de su propia aprehensión,
apareciendo ante ellas objetivada y como algo que se les impone.
Las inserciones de las personas en diferentes categorías sociales y su adscripción a
distintos grupos, constituyen fuentes de determinación que inciden con fuerza en la
elaboración individual de la realidad social, y esto es, precisamente, lo que genera
visiones compartidas de la realidad e interpretaciones similares de los
acontecimientos. La realidad de la vida cotidiana, por tanto, es una construcción
intersubjetiva, un mundo compartido. Ello presupone procesos de interacción y
comunicación mediante los cuales las personas comparten y experimentan a los otros
y a las otras. En esta construcción, la posición social de las personas así como el
lenguaje juegan un papel decisivo al posibilitar la acumulación o acopio social del
conocimiento que se transmite de generación en generación.
En resumen, el medio cultural en que viven las personas, el lugar que ocupan en la
estructura social, y las experiencias concretas con las que se enfrentan a diario
influyen en su forma de ser, su identidad social y la forma en que perciben la realidad
social.
Otra posición, por el contrario, señala que la realidad presenta una serie de
propiedades que, aun y siendo “realmente” constitutivas de la misma, no dejan de ser
absolutamente subjetivas. O sea, son propiedades que conforman la realidad objetiva,
pero que resultan de las actividades cognitivas y, en términos más generales, de las
actividades simbólicas desarrolladas por las personas. Esto implica que la realidad tal
y como es está parcialmente determinada por la realidad tal y como es para las
personas. Significa ello que, en cierta medida, la realidad pasa a ser el resultado —o el
producto— de la construcción subjetiva que de la misma realizan las personas.
Efectivamente, el estudio sobre los razonamientos que hacen las personas en su vida
cotidiana y sobre las categorías que utilizan espontáneamente para dar cuenta de la
realidad, ha permitido la aproximación a las leyes y a la lógica del pensamiento social.
Es decir, del tipo de pensamiento que las personas utilizan como miembros de una
sociedad y de una cultura, para forjar su visión de mundo (de las personas, de las
cosas, de los acontecimientos y de la vida en general).
La teoría de las R S constituye tan solo una manera particular de enfocar la
construcción social de la realidad. La ventaja de este enfoque, sin embargo, es que
toma en consideración y conjuga por igual las dimensiones cognitivas y las
dimensiones sociales de la construcción de la realidad. Ello hace que su óptica de
análisis; la elección de aspectos relevantes a investigar y la interpretación de los
resultados difiera en gran medida de la cognición social.
2
3. La teoría de las Representaciones Sociales se ocupa de un tipo específico de
conocimiento, es una forma de conocimiento, elaborado socialmente, compartido por
el grupo, que tiene una orientación hacia la práctica, y por consiguiente, orientado a la
construcción de una realidad social. Las Representaciones Sociales se caracterizan
por su ubicación estratégica en la intersección, constituyen una manera particular de
enfocar la construcción social de la realidad. Este enfoque presenta la gran ventaja de
situarse en un punto que conjuga, por igual, las dimensiones cognitivas y las
dimensiones sociales. Jodelet (1986), por su parte, las define como modalidades de
pensamiento práctico orientados hacia la comunicación, la comprensión y el dominio
del entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características
específicas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la
lógica.
Representaciones Sociales: Acercándonos a la definición del concepto
Cuando hablamos de representación en teoría del conocimiento es la imagen, idea,
noción o pensamiento que se forma en el psiquismo. Puede ser de tipos muy
diferentes: captación intelectual de un objeto presente, reproducción intelectual de
situaciones pasadas, anticipación de acontecimientos futuros, unión de diferentes
contenidos (como ocurre en la fantasía o en la imaginación). Es un proceso de
internalización de objetos, situaciones, procesos. Conlleva también elementos del
orden de la afectividad y de las significaciones, es decir, no es solo una idea lo que se
presenta al psiquismo ya que porta en si significaciones.
Cuando las personas hacen referencia a los objetos sociales, los clasifican, los
explican y, además, los evalúan, es porque tienen una representación social de ese
objeto.
Las personas conocen la realidad que les circunda mediante explicaciones que
extraen de los procesos de comunicación y del pensamiento social. Las
representaciones sociales (R S) sintetizan dichas explicaciones y en consecuencia,
hacen referencia a un tipo específico de conocimiento que juega un papel crucial sobre
cómo la gente piensa y organiza su vida cotidiana: el conocimiento del sentido común.
El sentido común es, en principio, una forma de percibir, razonar y actuar (Reid,1998).
El conocimiento del sentido común es conocimiento social porque está socialmente
elaborado. Incluye contenidos cognitivos, afectivos y simbólicos que tienen una función
3
4. no solo en ciertas orientaciones de las conductas de las personas en su vida cotidiana,
sino también en las formas de organización y comunicación que poseen tanto en sus
relaciones interindividuales como entre los grupos sociales en que se desarrollan.
LA REPRESENTACIÓN SOCIAL ES EL PENSAMIENTO DE INDIVIDUOS Y
GRUPOS SOBRE UN OBJETO SIGNIFICATIVO. Objeto que debe tener su base en la
realidad objetiva y debe ser factible de ser comunicado. (Sirvent).
Las representaciones sociales refieren A FORMAS DE CONOCIMIENTO
ELABORADAS Y COMPARTIDAS AL INTERIOR DE UN GRUPO QUE PARTICIPA
DE PRÁCTICAS SOCIALES COMUNES Y QUE TIENE UNA DETERMINADA
INSERCIÓN EN LA ESTRUCTURA SOCIAL (Moscovici, 1984; Jodelet, 1986). Estas
representaciones orientarían la acción de los miembros de un determinado colectivo,
prescribiendo comportamientos y condicionando adhesiones, toda vez que permitirían
soportar la identidad de los mismos. De este modo, el contenido de las
representaciones que los individuos poseen depende de los grupos y las relaciones
sociales en que estos participan (Doise, 1991), no existiendo una representación
homogénea para todas las personas, sino derivándose representaciones diferenciadas
para los diversos contextos sociales, económicos y culturales existentes.
Estas representaciones constituirían el campo psicológico interno (Galam y Moscovici,
1991) que delimita los grados de libertad que tendrán los sujetos a la hora de tomar
decisiones y actuar.
Entre estas funciones se encuentra la de familiarizar a los sujetos con lo extraño y lo
novedoso, permitiendo incorporar los esquemas extraños en aquellos preexistentes.
Se trataría de un saber práctico, del saber del sentido común, que permitiría
racionalizar las prácticas sociales toda vez que anclar lo nuevo en las categorías de
pensamiento preexistentes, de modo de permitir al sujeto dominio sobre su ambiente y
la anticipación de las conductas de los otros grupos. Es decir, produce y orienta las
conductas y la comunicación social (Moscovici, 1979, 1984; Carugati & Palmonari,
1991) de los miembros de un grupo, permitiéndonos asistir a la construcción social de
la realidad.
En relación a diferentes conceptos como: los discursos sobre la política y la
democracia, la participación social, la crianza de la prole, etc. podemos considerar que
existen diversos significados asociados a estos, de modo tal que más allá de las
definiciones académicas disponibles podemos encontrar versiones simplificadas de
dichos conceptos que designan el modo en que el sentido común las utiliza y entiende
4
5. (y que en muchas ocasiones tienen un contenido y una lógica propia, más
idiosincrásica, aunque no por ello menos ideológica), y que condicionan fuertemente el
sentido de sus actuaciones. El concepto de representación social también se basa en
la circulación de la información disponible al interior de los grupos y en las
comunicaciones informales de sus miembros, presentando por ello un carácter
dinámico y diverso, y permitiendo justificar ciertos rumbos de acción (Echebarría,
Fernández y González, 1993; Echebarría y Álvarez, 1996) y coordinar las acciones de
los individuos con las de su grupo mediante un proceso de reconstrucción de los
objetos sociales (Jodelet, 1986). Es justamente aquí donde se torna relevante
considerar la diferente implantación social de los sujetos, sus diversas características
demográficas y sus diferentes orientaciones ideológicas.
En consecuencia, conocer o establecer una representación social implica determinar
qué se sabe (información), qué se cree, cómo se interpreta (campo de la
representación
Las r. s. no es una opinión momentánea y fragmentaria, sino una construcción en
torno a determinados aspectos del mundo circundante que estructura un amplia gama
de informaciones, percepciones, imágenes, creencias y actitudes vigentes en un
sistema social determinado.
Dicha representación permite captar las estructuras internalizadas de creencias,
valores y normas de un grupo social sobre diversos aspectos de la vida cotidiana.
(Sirvent)
Las Representaciones que son compartidas en el grupo. De esta manera las
Representaciones tienen una verdad fiduciaria (legitimada), que ha sido generada por
la confianza que los individuos depositan en la información y los juicios compartidos en
el grupo. Pero el consenso no es el que se alcanza a través de la suma de las
creencias compartidas de los sujetos, no es un consenso numérico, sino un consenso
funcional.
Este tipo de consenso permite al grupo mantenerse como una unidad reflexiva, con
una identidad social.
Las R S, en definitiva, constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer
la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener
una orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, a su vez, como
sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y
orientadores de las prácticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual se
5
6. rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades de la forma
en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo.
¿Por qué estudiar las representaciones sociales?
¿Por qué las personas no usan preservativo, a pesar de las evidencias de su carácter
preventivo del VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual? ¿Por qué las
mujeres víctimas de violencia doméstica, esperan — algunas, dolorosamente, hasta su
muerte— la conversión del agresor? ¿Cuál es la representación social de “amor”,
“cuerpo” “violencia” o “sexo” que está acompañando estas prácticas?
Emprender estudios acerca de la representación de un objeto social —VIH/SIDA;
relaciones entre mujeres y hombres, por ejemplo— permite reconocer los modos y
procesos de constitución del pensamiento social, por medio del cual las personas
construyen y son construidas por la realidad social. Pero además, nos aproxima a la
“visión de mundo” que las personas o grupos tienen, pues el conocimiento del sentido
común es el que la gente utiliza para actuar o tomar posición ante los distintos objetos
sociales.
El abordaje de las RS posibilita, por tanto, entender la dinámica de las interacciones
sociales y aclarar los determinantes de las prácticas sociales, pues la representación,
el discurso y la práctica se generan mutuamente (Abric, 1994).
De lo anterior se deriva la importancia de conocer, desentrañar y cuestionar el núcleo
figurativo de una RS alrededor del cual se articulan creencias ideologizadas, pues ello
constituye un paso significativo para la modificación de una representación y por ende
de una práctica social. (Banchs, 1991).
Formación de las representaciones sociales
Las R S se construyen a partir de una serie de materiales de muy diversas
procedencias:
• El fondo cultural acumulado en la sociedad a lo largo de su historia. Dicho fondo está
constituido por las creencias ampliamente compartidas, los valores considerados como
básicos y las referencias históricas y culturales que conforman la memoria colectiva y
la identidad de la propia sociedad. Todo ello se materializa en las diversas
instituciones sociales, por ejemplo en la lengua y en general en todos los objetos
materiales. De acuerdo con Ibáñez (op.cit.), las fuentes de determinación de las R S
se encuentran en el conjunto de condiciones económicas, sociales e históricas que
caracterizan a una sociedad determinada y en el sistema de creencias y de valores
que circulan en su seno.
• Los mecanismos de anclaje y objetivación. Ambos son mecanismos que provienen
de la propia dinámica de las representaciones sociales. El primero de ellos concierne a
6
7. la forma en que los saberes y las ideas acerca de determinados objetos entran a
formar parte de las R S de dichos objetos mediante una serie de transformaciones
específicas. El segundo da cuenta de cómo inciden las estructuras sociales sobre la
formación de las representaciones sociales, y de cómo intervienen los esquemas ya
constituidos en la elaboración de nuevas representaciones.
• El conjunto de prácticas sociales que se encuentran relacionadas con las diversas
modalidades de la comunicación social. Es, en efecto, en los procesos de
comunicación social donde se origina principalmente la construcción de las R S. En
este sentido, los medios de comunicación de masas tienen un peso preponderante
para transmitir valores, conocimientos, creencias y modelos de conductas. Tanto los
medios que tienen un alcance general, la televisión o los que se dirigen a categorías
sociales específicas como las revistas de divulgación científica, por ejemplo,
desempeñan un papel fundamental en la conformación de la visión de la realidad que
tienen las personas sometidas a su influencia. La comunicación interpersonal y en
particular la de las innumerables conversaciones en las que participa toda persona
durante el transcurso de un día cualquiera de su vida cotidiana, es otra modalidad de
la comunicación social cuya influencia es igualmente significativa.
Es importante recordar que la inserción social o la ubicación de las personas en la
estructura social, no sola interviene para la exposición selectiva de distintos contenidos
conversacionales, sino que ejerce también una influencia sobre el tipo de experiencia
personal que se establece con relación al objeto de la representación. Esta
experiencia, variable según las distintas ubicaciones sociales, condiciona la relación
con el objeto así como la naturaleza del conocimiento que se alcanza sobre él.
Todos estos elementos contribuyen a la configuración de la representación social,
entrelazando sus efectos con los que provienen de las comunicaciones sociales.
Funciones de las representaciones sociales
Sandoval (1997) señala que las R S tienen cuatro funciones:
• La comprensión, función que posibilita pensar el mundo y sus relaciones.
• La valoración, que permite calificar o enjuiciar hechos.
• La comunicación, a partir de la cual las personas interactúan mediante la creación y
recreación de las representaciones sociales.
• La actuación, que está condicionada por las representaciones sociales.
Los intercambios verbales de la vida cotidiana exigen algo más que la utilización de un
mismo código lingüístico. Exigen que se comparta un mismo trasfondo de
representaciones sociales, aunque sea para expresar posturas contrapuestas. Este
trasfondo común suple el estricto rigor discursivo que es necesario para transmitir sin
ambigüedades los significados adecuados, rigor que es obviamente imposible
7
8. mantener en las improvisaciones espontáneas de la vida cotidiana. Es así como a
partir de las representaciones sociales, las personas producen los significados que se
requieren para comprender, evaluar, comunicar y actuar en el mundo social.
Finalmente:
Una representación social es una forma de pensamiento construida comunitariamente
mediante procesos de comunicación grupal. Se trata del denominado «pensamiento
del sentido común». Ahora bien, decíamos que tiene un carácter práctico en tanto
prescribe comportamientos a los miembros del grupo y en tanto permite que en esas
prácticas sus integrantes puedan encontrar un soporte de su identidad. Una
representación integra la información que circula en el medio social y permite hacer
inteligible el entorno en que tiene lugar la convivencia entre grupos.
Las R.S. en tanto sistema de interpretación, se presenta como una via de acceso a los
procesos de construcción de la identidad y de la memoria del sujeto.
Si entendemos la Identidad como una construcción permanente individual y colectiva
en la que se hacen presentes elementos contradictorios que se mantienen en tensión
y lucha; que se va configurando, desarrollando, transformando en relación dialéctica
con aspectos de la vida biológica, material y social que, permiten a los sujetos
identificarse a la vez que diferenciarse. La identidad constituye el sostén del psiquismo
y nos constituye como sujetos.
La identidad como construcción permanente tiene como escenario privilegiado de
constitución la vida cotidiana, sin por esto negar otros, pues es en el devenir cotidiano
donde nos dan cuentan de que somos y que esperan de cada uno.
La memoria implica una inscripción y una articulación entre lo individual y lo colectivo.
El contenido de la memoria no resulta solo de procesos internos sino que es el
producto de relaciones, intercambios y vínculos. Las interacciones sociales
condicionan las huellas dentro de la memoria; de allí que analizar las R. S. nos permite
acceder a formas constructivas y constitutivas de la identidad a partir de construcción
de los intercambios y reciprocidades.
La identidad del grupo es la memoria colectiva construida en la interacción
socialmente que se apoya en rasgos de semejanzas, en la historia de un grupo, en los
estilos de producción, de resolución del mismo, como el grupo organiza la memoria:
8
9. recuerdos, tiempos, eventos, registros de las personas, etc. El grupo se inscribe dentro
de la imagen que se construye1
, así se articulan con la identidad
En la construcción y organización de las R S se expresan diferentes aspectos donde
es posible identificar procesos ligados a la memoria e identidad de sujetos y grupos y
que son constitutivos de la subjetividad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berger T. y Luckman P.: La construcción social de la realidad. Amorrortu. 1991.
Jodelet, D. (1986): «La representación social: fenómenos, concepto y teoría». En S.
Moscovici (editor): Introducción a la psicología social. Barcelona: Paidós.
Moscovici (editores): Social Representations. Londres: Cambridge University Press.
Sirvent Maria Teresa. Cultura Popular y Participación. Miño y Davila Editores. 1999.
Buenos Aires.
1
Entendemos los procesos de inscripción y construcciòn como procesos dialécticos y continuos.
9
10. recuerdos, tiempos, eventos, registros de las personas, etc. El grupo se inscribe dentro
de la imagen que se construye1
, así se articulan con la identidad
En la construcción y organización de las R S se expresan diferentes aspectos donde
es posible identificar procesos ligados a la memoria e identidad de sujetos y grupos y
que son constitutivos de la subjetividad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berger T. y Luckman P.: La construcción social de la realidad. Amorrortu. 1991.
Jodelet, D. (1986): «La representación social: fenómenos, concepto y teoría». En S.
Moscovici (editor): Introducción a la psicología social. Barcelona: Paidós.
Moscovici (editores): Social Representations. Londres: Cambridge University Press.
Sirvent Maria Teresa. Cultura Popular y Participación. Miño y Davila Editores. 1999.
Buenos Aires.
1
Entendemos los procesos de inscripción y construcciòn como procesos dialécticos y continuos.
9