2. TEXTO CLAVE
“Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para perdón de
los pecados, y recibiréis el don
del Espíritu Santo”
Hechos 2:38
8. Durante todas las épocas, Dios ha
ordenado ritos para enseñar a los
creyentes verdades espirituales.
A los patriarcas, les
ordenó el rito de los
sacrificios de
animales.
En el Sinaí, le ordenó
al pueblo de Israel
un sistema complejo
de ritos.
Jesús también
ordenó diversos ritos
para la naciente
iglesia.
En cada caso, unos ritos sustituyeron a los anteriores, según
avanzaba el Plan de Redención.
9. En los primeros tiempos de la iglesia
cristiana, estos ritos recibieron el nombre de
“misterios” o “sacramentos”.
Durante la Edad Media, estos sacramentos
fueron revestidos de un supuesto poder
intrínseco. De esta forma, ritos como el
bautismo o la unción de enfermos fueron
considerados como algo “mágico”;
sacramentos que tenían en sí poder para
perdonar pecados o cambiar a una persona.
A partir de la Reforma, esta idea fue
felizmente rechazada y se volvió a pensar en
los ritos como lo que originalmente fueron:
órdenes divinas (ordenanzas) que nos
ayudan en nuestra vida espiritual, pero sin
ningún poder especial en sí mismas.
10. Esta semana estudiaremos tres de los
ritos que Jesús ordenó a su Iglesia.
EL BAUTISMO
• “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”
(Mateo 28:19)
EL RITO DE HUMILDAD
• “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos a los otros”
(Juan 13:14)
LA SANTA CENA
• “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es
partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la
copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en
mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de
mí”
(1 Corintios 11:23-25)
11. ¿Qué simboliza el bautismo?
Al sumergirnos en el agua, simbolizamos la
muerte a la antigua vida de pecado. Al salir
del agua, simbolizamos el nacimiento a una
vida nueva en Cristo (Romanos 6:4)
Simboliza también el pacto del creyente con
Dios, y le permite formar parte de Su pueblo
(Hechos 2:41)
Es importante entender que el bautismo no
cambia a las personas, sino que es un símbolo
externo del cambio que ya se ha producido en
ellas.
Por ello, el bautismo no puede ser impartido sin
que se hayan cumplido unos requisitos previos:
↗ El catecúmeno debe haber sido instruido en las enseñanzas de Jesús (Mateo, 28:19-20)
↗ Debe existir arrepentimiento (Hechos 2:38)
Estos requisitos excluyen a los infantes, pues no tienen capacidad para comprender el
significado de las doctrinas o del arrepentimiento verdadero.
12.
13. “se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una
toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a
lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla
con que estaba ceñido” (Juan 13:4-5)
Tras un tiempo prudencial para
comprobar que nadie estaba dispuesto a
asumir el papel de siervo, Jesús se hizo
siervo y lavó los pies de sus discípulos.
Se humilló a sí mismo para darnos un
ejemplo de humildad.
Jesús no lavó solo los pies de
aquellos que le eran fieles, sino
también los del que le estaba
traicionando. Y nos pide que
nosotros hagamos lo mismo: que nos
humillemos, sirvamos y perdonemos.
“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos a los otros” (Juan 13:14)
14. “Hay en el hombre una disposición a estimarse más que a su hermano, a trabajar para
sí, a buscar el lugar más alto; y con frecuencia esto produce malas sospechas y
amargura de espíritu. El rito que precede a la Cena del Señor, está destinado a aclarar
estos malentendidos, a sacar al hombre de su egoísmo, a bajarle de sus zancos de
exaltación propia, a la humildad de corazón que le inducirá a servir a su hermano.
El rito del lavamiento de los pies ilustra muy enérgicamente la necesidad de
verdadera humildad. Mientras los discípulos discutían por la posición más alta en el
reino prometido, Cristo se ciñó a sí mismo y efectuó la labor de un siervo al lavar los
pies de aquellos que lo llamaban Señor.
Habiendo lavado los pies de los discípulos, dijo: "Ejemplo os he dado, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagáis". Cristo instituía un servicio religioso.
Por el acto de nuestro Señor, esta ceremonia humillante fue transformada en rito
consagrado que debía ser observado por los discípulos, a fin de que recordasen
siempre sus lecciones, de humildad y servicio”
Elena G. de White, Dios nos cuida, 25 de marzo
15. La última cena que Jesús tomó con sus discípulos tenía un triple significado:
pasado, presente y futuro.
PRESENTE
PASADO
“Y él dijo: Id a la ciudad
a cierto hombre, y
decidle: El Maestro dice:
Mi tiempo está cerca; en
tu casa celebraré la
pascua con mis
discípulos” (Mateo 26:18)
“Y mientras comían, tomó Jesús el
pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo. Y tomando la
copa, y habiendo dado gracias, les
dio, diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada
para remisión de los pecados”
(Mateo 26:26-28)
FUTURO
“Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la
vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre” (Mateo 26:29)
16. La Pascua que Jesús celebró conmemoraba la salida del pueblo de Israel de Egipto.
En aquella noche, el cordero libró de la muerte a los israelitas gracias a su sangre.
Gracias a su carne, les dio alimento y fuerzas para emprender el largo viaje de
huida de Egipto a través del desierto.
De igual manera, el Cordero nos da su carne y su sangre para librarnos de la
muerte eterna y darnos fuerzas para vivir una vida nueva, huyendo del pecado
hacia una vida de santidad.
17. “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis
esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”
(1 Corintios 11:26)
Al participar de los símbolos del cuerpo y la sangre de Jesús, no
solo recordamos lo que Él hizo y hace aún por nosotros, sino que
también anunciamos su Venida.
Él prometió abstenerse de beber vino hasta el día en que lo beba
junto a todos los redimidos cuando estemos juntos en el Cielo.
18. APLICACIÓN
• ¿Qué hemos aprendido hoy?
• El bautismo, el lavamiento de los
pies y la Cena del Señor son actos
simbólicos que conmemoran
eventos espirituales
importantes, centrales en la vida del
creyente.
• Para qué nos servirá lo aprendido?
19. CREATIVIDAD
• ¿Te quedaste alguna vez sin
participar de la Cena del
Señor? Con oración decide
participar la próxima vez
que tu iglesia organice la
Cena del Señor. ¡Se un
Vencedor!
20. JESÚS TE HA INVITADO A SU CENA…
ACEPTA HOY SU INVITACIÓN
21.
22. ESTE SERVICIO ES GRATUITO Y PUEDES USARLO
Valioso para
GRUPOS PEQUEÑOS
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Te invito a bajar y estudiar cada una de las
13 lecciones que tratan sobre el tema
“Crecer en Cristo”