Laudem gloriae, Alabanza de gloria, es el nuevo nombre, que hizo suyo Isabel de la Trinidad. Con él firmó muchas de las cartas que escribió en los dos últimos años de su vida. Isabel es Laudem Gloriae. ¡Con qué alegría se lo dice a sí misma y nos lo dice! Isabel compartió esta perla preciosa con su hermana pequeña, Guita. En las confidencias que tuvo con ella, en las numerosas cartas que le escribió, le abrió de par en par su corazón, le contó su intimidad. Agotada por la enfermedad, Isabel escribe para su hermana un tratadito que, más adelante, la priora de su convento titulará “El Cielo en la Fe”, en el que describe su vocación de Alabanza de Gloria. Son sus experiencias personales, sus más profundas vivencias. Con profunda emoción, sin apenas fuerzas, Isabel va dibujando sobre un modesto cuaderno escolar el testamento que deja en herencia a su hermana. Isabel quiere que, al morir ella, su vocación de Laudem Gloriae la continúe su hermana. “Tú me sustituirás. Yo seré Jaudem Gloriae ante el trono del Cordero y tú, Laudem Gloriae, en el centro de tu alma”. Ser alabanza de la gloria de Dios, de las huellas de Dios en la humanidad y en cada ser humano, es también nuestra vocación. La alabanza es la lenguaje que el Espíritu nos enseña. La alabanza es la respuesta al Amor que nos inunda. Isabel nos lanza este reto: Convertirnos en Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad. Nos ofrece pistas para lograrlo. “Seamos, en el cielo de nuestra alma, alabanzas de gloria a la Santísima Trinidad y alabanzas de amor a nuestra Madre Inmaculada” (CF 43). Que su cántico nunca se interrumpa.
5. “Fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa...
Para alabanza de su gloria
(Ef 1,14)
ALABANZA DE GLORIA
6. “Un alma que mora en Dios y que le ama con
amor puro y desinteresado, sin buscarse a sí
misma en las dulzuras de ese amor; que le
ama independientemente de todos sus dones
y aunque no hubiese recibido nada de Él; y
que desea el bien al Objeto así amado” (CF
43).
7. Quien quiere buscar a Dios, ha de hacerlo
allí donde se encuentra: en la propia morada
interior. En el más profundo centro solo
somos de Dios.
8. Un alma silenciosa que está como una lira, dócil
al toque misterioso del Espíritu Santo, para que
arranque de ella armonías divinas” (CF 43).
9. El silencio es el ámbito del encuentro con Dios.
Es el cántico de la misma Trinidad en nosotros.
El silencio es el lugar de la comunión con Dios.
10. Un alma que fija en Dios su mirada con fe y con
simplicidad. Es un instrumento que refleja todo
lo que Dios es. Es como un abismo sin fondo
donde Dios puede meterse y expansionarse”
(CF 43).
11. Es también como un cristal en el que Dios
puede reflejarse y contemplar todas sus
perfecciones y su propio resplandor.” (CF 43).
12. Un alma que permite al Ser divino saciar así en
ella su necesidad de comunicar todo lo que Él
es y todo lo que Él tiene, es en realidad la
alabanza de gloria de todos sus dones” (CF 43).
13. Cuando miramos a
Dios y nos dejamos
mirar por Él, la Luz
de nuestra mirada
refleja el Amor que
nos inunda.
14. Alguien que vive en continua acción de gracias.
Todos sus actos y sentimientos, todos sus
pensamientos y aspiraciones, a la vez que la
van enraizando cada vez más profundamente
en el amor, son como un eco del Sanctus
eterno” (CF 43).
15. Isabel siempre fue una joven agradecida. Decía:
“Que cada latido de mi corazón sea un grito de
gratitud y de amor” (NI 4)
16. Un alma que permite al Ser divino saciar enUn alma que permite al Ser divino saciar en
ella su necesidad de dar.ella su necesidad de dar.
17. Un alma donde Dios comunica todo lo que Él es y tiene.Un alma donde Dios comunica todo lo que Él es y tiene.
Un alma que canta la alabanza de todos los dones de Dios.Un alma que canta la alabanza de todos los dones de Dios.
Un alma que vive en continua acción de gracias.Un alma que vive en continua acción de gracias.
18. es ya el oficio que ejercerá en la eternidad.es ya el oficio que ejercerá en la eternidad.
19. Nunca interrumpe su cántico, porque viveNunca interrumpe su cántico, porque vive
bajo la acción del Espíritu que lo hace todobajo la acción del Espíritu que lo hace todo
en ella.en ella.
24. romperá el velo del dulce encuentroromperá el velo del dulce encuentro
para ser introducidos en los atrios eternos.para ser introducidos en los atrios eternos.
25. cantará en el seno del Amor infinitocantará en el seno del Amor infinito
y Dios nos dará «el nombre nuevoy Dios nos dará «el nombre nuevo
prometido al vencedor».prometido al vencedor».
26. Y ese nombre será:Y ese nombre será:
¡Laudem gloriae!¡Laudem gloriae!
¡Alabanza de su gloria!¡Alabanza de su gloria!
27. CENTRO DE INICIATIVAS DE PASTORAL DE ESPIRITUALIDAD
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