La conectividad eduinformatica colegio san nicolas [modo de compatibilidad]
Rupert sheldrake
1. RUPERT SHELDRAKE
La Mente Expandida
Rupert Sheldrake es un biólogo y filósofo de la mente muy debatido y criticado en determinados
ambientes, tanto como admirado y citado en otros. Su idea más conocida es la descripción de
los campos mórficos que serian los responsables de dar forma tanto a los organismos vivos
como a la materia inerte con cierta tendencia a adoptar formas, como sucede con los cristales.
También explicaria el aprendizaje entre individuos de la misma especie no contigüos.
Sheldrake argumenta que en el código genético -el ADN- no se encuentran codificados los
planos de la casa sino sólo como deben de juntarse los ladrillos, efectivamente los genes no son
más que instrucciones para la síntesis de proteinas pero no contienen ningun plan para
desarrollar un organismo vivo al completo. Si en los genes no están los planos ¿donde están?,
esta es en síntesis una de las ideas mas revolucionarias y transgresoras de Sheldrake. Concluye
que tiene que haber un campo invisible, sin localidad que está en todas y cada una de las células
de nuestro cuerpo y del mismo modo está por fuera del cuerpo y que representaría algo asi
como la memoria mórfica de la especie. Se trataria de un campo energético que prestaría la
forma (los planos) a todo proceso de arquitectura viviente a partir de un registro mnéstico que
no está determinado por la genética sino que está en continua evolución.
Sheldrake resucita asi la vieja teoria lamarckiana de que los rasgos adquiridos pueden ser
trasmitidos al resto de la especie no por via genética sino por resonancia mórfica. Y que
argumenta del siguiente modo: cualquier aprendizaje de un cierto número de miembros de una
especie determinada acaba por universalizarse a toda la especie cuando se alcanza una
determinada masa crítica.
La idea de campo mórfico presenta algunas debilidades estructurales. Por ejemplo Sheldrake no
aclara cual seria la energia que alimenta este campo: ¿los campos mórficos serían ondas de baja
energia, luz, infrarojos o ultrasonidos?
Pero simultáneamente con esta debilidad posee algunas fortalezas que proceden de fenómenos
que no tienen explicación segun las leyes de la fisica que conocemos en la actualidad.
2. Y pone algunos ejemplos extraidos de la vida cotidiana para explicar en que consiste la
resonancia que es según él el mecanismo de comunicación entre campos mórficos e individuos.
La resonancia es un fenómeno que afecta a los sistemas que disponen de movimientos
periódicos sometidos a oscilación, asi hay una resonancia química y una resonancia acústica o
eléctrica. En realidad resonancia significa el reforzamiento de una señal, una especie de
amplificación como sucede en acústica con los armónicos o con el laser en la luz donde la
coherencia de fase parece tener mucho que ver con el termino resonancia al menos tal y como
lo emplea Sheldrake. En cualquier caso es evidente que “resonancia” implica un cierto grado de
sintonización entre emisor y receptor de una señal cualquiera que esta sea.
¿Como sabe mi perro que estoy subiendo por el ascensor o que acabo de aparcar en el garage?
Este es un conocido ejemplo de los que Sheldrake propone para ejemplificar la sintonización.
Simplemente mi perro se encuentra sintonizado conmigo y con todos los miembros de mi
familia y por eso es capaz de reaccionar ante mi presencia mucho antes de que esta se
produzca, algo que no puede explicarse a través del sonido o del olor. Mi perro reacciona mucho
antes de que huela u oiga nada de mi.
A nivel popular también tenemos una palabra para designar este curioso y conocido efecto,
“estar en la onda” significa ese algo más de simpatía o empatia que hace que una persona aun
desconocida nos produzca “buenas vibraciones”. Hay algo extrasensorial que está provocando
ese fenómeno que no puede ser explicado de una forma racional: la antipatía o el prejuicio
tambien podrian ser explicadas a través de este mecanismo de la sintonización o mejor de la
desintonización o interferencia.
Recientemente Sheldrake ha publicado un libro titulado “El séptimo sentido: la mente
extendida” donde da forma a una idea que venia rondando por su cabeza desde tiempo atrás
segun he podido observar a través de diálogos con Krishnamurti, Mc Kenna o David Bohm y que
se encuentran disponibles en español en youtube. También podeís visitar la web del propio
Sheldrake.
Aqui mismo hay un articulo donde hablan de este libro y de las tesis que sostiene Sheldrake al
dar una nueva vuelta de tuerca a sus ideas sobre los campos mórficos y en relación con la
conciencia humana.
3. La idea que Sheldrake propone en este libro tiene mucho que ver con mi post anterior donde
hablé precisamente de “Luz y visión”.
La idea que exploraba en este post era la posibilidad de que pudieramos ver sin ver, esto es, si
más allá de los circuitos ópticos no habria otra manera de ver que no dependiera de la luz. Me
preguntaba en ese post acerca de la contradicción entre lo que vemos (ahi afuera) y el lugar
donde se forman las imágenes cerebrales (en el lóbulo occipital) y me preguntaba si no habria
alguna forma mediante la que el cerebro proyectaba esas imágenes en la realidad desde el
interior del cerebro.
Me preguntaba también de donde sale la luz con la que se iluminan nuestros sueños y otros
estados modificados de conciencia y planteaba si la melatonina no estaría implicada de alguna
forma en aportar “luminosidad” a la conciencia en determinados circunstancias del mismo
modo en que entendemos que trasduce la luz (en la glandula pineal) para transformar la energia
electromagnética en química.
Lo cierto es que unos dias después de haber subido ese post me di de bruces con un artículo
donde se hablaba precisamente del libro de Sheldrake en un extraño bucle de sincronicidad.
Pero Sheldrake va más allá de lo que yo mismo sugerí en aquel post y declara que las imagenes
visuales se forma por contacto, es decir que más allá de que nuestro cerebro tenga noticias de
las mismas a través de la representación que la via óptica acaba haciendo en el lóbulo occipital,
lo que vemos ahi afuera es el resultado de haber tocado los objetos literalmente a través de
nuestro campo mental. El cerebro seria secundario en este proceso que dependeria de la mente
visual y sólo seria un amplificador de señales, una especie de modulador entre lo que ya hemos
visto y lo que nos representamos, una doble computación que es probablemente lo que da
coherencia a lo que se ve. De este modo la experiencia de mirar es profundamente mental y de
alguna forma táctil y no depende más que de un modo secundario con las imágenes formadas
en la corteza visual del cortex occipital.
Los budistas suponen que el pensamiento, es decir la capacidad de abstraer, pensar o imaginar
son y representan un sexto sentido, nosotros hablariamos mejor de intuición. Para Sheldrake el
séptimo sentido supone un paso más allá: se refiere a la capacidad de saber algo de alguien por
4. una via no convencional, no sensorial, fenómenos como la telepatia podrian ser explicados -de
existir- a través de este septimo sentido.
En cualquier caso, la tesis más importante de este libro no son los ejemplos marginales sino su
teorización acerca del cerebro como una especie de sintonizador. Para Sheldrake la mente no
procede del cerebro sino que utiliza al cerebro como interface de expresión, en realidad el
cerebro se hallaria diseñado y facilitado para sintonizar con unas emisoras pero no con otras. Es
como si el cerebro fuera una especie de transistor que pudiera a través de sus diales encontrar
una emisora con mas facilidad que otras, pero esas emisoras no están en el cerebro
propiamente dicho sino en la memoria mórfica, una especie de base de datos cósmica donde se
encuentra tambien la memoria individual que Sheldrake niega que se encuentre en el cerebro
individual.
Esta idea fuerte a mi juicio es bastante coherente con lo que sabemos sobre los modos de estar
en mundo: estos no son infinitos sino que se reducen a una docena de supuestos, del mismo
modo que aprendimos a entender los creodos de la subjetividad humana a través del mito
podemos aprender la conducta humana en base a la frecuencia en que un determinado
comportamiento se manifiesta. Hay sólo algunas formas de estar en el mundo y aunque la
mayor parte de nosotros presentemos múltiples diferencias procedentes de distintas
educaciones, circunstancias, entornos geográficos y culturales o demás, lo cierto es que las
formas de estar en el mundo pueden contarse con los dedos de la mano.
Del mismo modo sucede con las enfermedades, son las que son aunque evolucionan y no son
fijas y aunque cada vez más existen neoformaciones enfermizas patentadas por la cultura, lo
cierto es que las enfermedades son finitas. Solamente puede enfermarse siguiendo unas guías
ya recorridas con anterioridad, una enfermedad no puede sino parecerse cada vez mas a sí
misma soportando a veces burdas imitaciones pues existe un patrón de memoria en su
representación. Fueron patentadas ya por la tradición y aunque un individuo puede inventar
una enfermedad nueva, esta no podrá manifestarse hasta que alcance la suficiente masa crítica
para hacerlo: una suficiente masa de acólitos sintonizados por un determinado sufrimiento, una
emisora que trasmita noche y dia.
Lo similar resuena con lo similar y es por eso que yo tengo la sensacion de poseer un Yo, pues
resueno con facilidad conmigo mismo y con lo que fui ayer que con cualquier otra cosa, lo
mismo les sucede a las enfermedades y a los patrones de comportamiento, hay como un hábito,
una adicción o resonancia a parecerse cada vez mas a sí mismo.
5. Todo parece indicar que es el sufrimiento lo que nos aglutina en torno a lo humano, mientras
que es el placer lo que nos dispersa o diferencia.
La idea de campo mórfico de Sheldrake es muy parecida al concepto jungiano de inconsciente
colectivo (en esta web podeis leer un buen articulo sobre el asunto). Para Jung el inconsciente
colectivo era algo que constituía y estructuraba lo humano más allá de sus circunstancias
personales y que explicaba los similares sueños entre sujetos alejados o las distintas
cosmogonias tan similares unas a otras, la similitud procederia precisamente de esta atracción
que cada campo mórfico ejerce sobre lo parecido.
Del mismo modo que Sheldrake, Jung tampoco supo donde ubicar este inconsciente que es
invisible, inmaterial e intangible pero que parece gobernar las rutas por las que transitan las
formas, los comportamientos humanos, el carácter, la manera de estar en el mundo y los
sueños.
La idea es que estamos conectados a una gran base de datos cósmica que puede entenderse
como un océano de campos que inflitran lo huamano y a la humanidad entera, en este modo de
comprender las cosas determinados fenomenos que hoy consideramos paranormales llegarán a
ser comprendidos por la ciencia. Por ejemplo la telepatía que siempre imaginamos como un
modo de transmitir señales mentales a distancia puede que no tenga nada que ver con esa
imagen del viaje de señales. Simplemente dos personas muy unidas entre sí pueden estar
compartiendo un mismo campo mórfico y una misma conexión-sintonización. En este tipo de
personas -como a veces sucede entre ciertas relaciones entre gemelos o en el vinculo madre-
hijo- puede haber trasducción de señales, no porque haya uno que emite y otro que recibe sino
porque existe un interface común que hace de puente entre ambos, algo asi como si dos
personas separadas entre sí por cientos de kilometros estuvieran oyendo un mismo programa
de radio interactivo y participando por tanto del mismo.
La idea de Seldrake posee aun otro aliciente sobreañadido: la mente no sería -en esta forma de
ver- un subproducto del cerebro sino la energía que le rebasa y al mismo tiempo alimenta y que
proceda de donde proceda lo cierto es que es seguramente el lugar donde están todas las
emisoras emitendo programas continuamente y con las que cada cerebro sintoniza
automáticamente según su querencia particular.
http://pacotraver.wordpress.com/2009/08/27/la-mente-extendida/
6. La Teoría De Los Campos Mórficos De Rupert Sheldrake Y La Psicogenealogía
Rupert Sheldrake es el bioquímico británico que postuló la hipótesis más revolucionaria de la
biología contemporánea: la de la Resonancia Mórfica.
Las mentes de todos los individuos de una especie -incluido el hombre- se encontraban unidas y
formando parte de un mismo campo mental planetario. Ese campo mental -al que denominó
morfogenético- afectaría a las mentes de los individuos y las mentes de estos también afectarían
al campo. “Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que
contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman”, afirma Sheldrake. De este
modo si un individuo de una especie animal aprende una nueva habilidad, les será más fácil
aprenderla a todos los individuos de dicha especie, porque la habilidad “resuena” en cada uno,
sin importar la distancia a la que se encuentre. Y cuantos más individuos la aprendan, tanto más
fácil y rápido les resultará al resto.
La teoría de Sheldrake sostiene que la mente no es tan sólo la actividad del cerebro, sino que
éste es el sustento físico a través del cual se puede manifestar la mente.
La transmisión intergeneracional ocurriría pues en este campo mórfico, pues hay una memoria
común compartida por todos los miembros del clan, hayan o no convivido en las mismas
coordenadas espaciotemporales. Esto explica porque los secretos y los no dicho de una
generación ejercen ese tremendo efecto tóxico en las siguientes.
http://planocreativo.wordpress.com/2008/12/31/la-teoria-de-los-campos-morficos-de-rupert-
sheldrake-y-la-psicogenealogia/
Obra "Una nueva Ciencia de la Vida" de Sheldrake
http://books.google.es/books?
id=ADCk69FuWeUC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepag
e&q&f=false — con Paulik Grey.