A fin de alimentar a su familia, Zorro roba pavos, patos y pollos a tres granjeros vecinos acomodados pero malvados: Benito, Buñuelo y Bufón.
Los agricultores están hartos de los robos de Don Zorro e intentan matarlo. Una noche, los granjeros esperan afuera de la guarida del zorro con el fin de emboscarlo. Cuando este sale de su agujero, los granjeros le disparan. Sin embargo, éstos solo logran volarle la cola.
Resueltos a atraparlo, los granjeros utilizan picos y palas para cavar un camino a la casa de los zorros. No obstante, Don Zorro, su esposa y sus cuatro hijos logran escapar al cavar un túnel más hondo. Entonces los granjeros usan una excavadora para llegar aún más profundo, pero fallan en su intento, por lo que deciden vigilar la entrada del túnel con las armas preparadas, mientras otros labradores patrullan el área para asegurarse de que los demás zorros no escapen.
Después de tres días de hambruna, a Don Zorro se le ocurre un plan: él y sus hijos cavarán un túnel dentro de los corrales de pollo de Bufón, donde robarán algunos animales y se irán sin dejar rastro. También entran en el almacén de patos, gansos y verduras, y en la bodega de sidra de Benito.
Durante el camino, los zorros conocen a don Tejón y otros animales cavadores, quienes también están famélicos debido al asedio de los granjeros. Don Zorro, sintiéndose responsable de todo el asunto, invita a los animales a comer un festín con el botín encontrado. Ahí los animales deciden hacer un pueblo bajo tierra donde estén seguros, obteniendo comida discretamente de los granjeros.
Mientras tanto, Benito, Buñuelo y Bufón hacen guardia en la entrada del túnel durante la lluvia, sin darse cuenta de que Don Zorro y sus amigos están robando su comida bajo sus narices.
1. 1
LOS TRES GRANJEROS
En un valle, existían tres granjas y allí tres granjeros bastante feos,
llamados: Benito, Buñuelo y Bufón.
Bufón era gordo y criaba pollos.
Buñuelo era tripón y bajito, se dedicaba a criar patos. Tenía un genio
malhumorado.
Benito era alto y muy flaquito, criaba pavos y cultivaba manzanas. Era
el más listo de los tres.
2
DON ZORRO
Encima del valle había un bosque. Allí vivía don Zorro dentro de un
árbol, que era su madriguera. Vivía con doña Zorra y sus cuatro crías.
Don Zorro se internaba en la granja de los granjeros para hurtar el
animal que se le antojaba comer a su familia.
Los granjeros se enteraron de las trastadas de don Zorro y planearon
atraparlo o matarlo de un balazo.
Pero don Zorro era demasiado listo y no se dejaba atrapar.
Hicieron un primer intento y fallaron. Los tres estaban furiosos.
Planificaron acorralarlo a la entrada de su madriguera, que conocía muy
bien Benito.
3
LA CAZA
Don Zorro salió de la madriguera en busca de patos para complacer el
apetito de su esposa. Lo que no sabía don Zorro es que los tres
granjeros le esperaban afuera listos cada uno con una escopeta
cargada de cartuchos.
Don Zorro no percibió el olor de los granjeros pues el viento no estaba
a su favor.
2. De pronto sintió que algo se movía, luego vio un brillo y dedujo que era
una escopeta. Cierto, intempestivamente una ráfaga de balazos estalló
a su alrededor, hiriéndole la cola.
Los granjeros maldijeron de no haberle dado y se propusieron cavar la
madriguera con palas hasta encontrar al zorro y a toda su familia.
4
LAS TERRIBLES PALAS
En la madriguera doña Zorra curaba la cola de su marido, quien se
quejaba de que sería el único Zorro sin rabo y que nunca más le
crecería.
De improvisto un fuerte ruido se dejó oír por encima de la madriguera.
El sonido aumentaba y se acercaba. Eran las palas de los granjeros que
cavaban para atraparlos.
¡Matarán a nuestros hijos! ¡Qué podemos hacer! Se alarmaba doña
Zorra.
¡Eso nunca! Exclamó don Zorro.
Kraj, kraj, kraj, el ruido de las palas era cada vez más fuerte.
Los zorritos se desesperaban y la mamá Zorra solo atinaba a abrazarlos
sollozando.
A don Zorro se le ocurrió una gran idea, toda la familia se puso a cavar
en sentido contrario a las palas y se internaron profundamente, donde
los granjeros no pudieron alcanzarlos. Después de una hora, don Zorro
y su familia estaban libres de peligro.
5
LOS TERRIBLES TRACTORES
Los granjeros seguían cavando hasta el amanecer y no conseguían
ningún resultado favorable. Comenzaron a discutir la mala idea de
cavar. Increpaban a Benito el haber sugerido una idea tan estúpida. A
3. lo que Benito contestó que no desmayaría hasta tener la piel del zorro
en su azotea.
Se le ocurrió otra gran idea, utilizar tractores para cavar más profundo
y con más rapidez. Dejaron a Bufón, con escopeta en mano, cuidando
que no escape el zorro. Se fueron a buscar las máquinas con las cuales
llegaron al poco rato y comenzaron a cavar comiéndose la tierra a
grandes bocados.
La familia del zorro que descansaba tranquila fueron turbados por el
espantoso sonido que producían los tractores, que al verlos quedaron
horrorizados.
6
LA CARRERA
Así empezó la carrera desesperada de los zorros por librarse de los
enormes dientes de las máquinas. Después de una hora las máquinas
se habían comido un gran trozo de la colina.
¡De prisa!, ¡de prisa!, no paréis. Gritaba doña zorra.
¡De prisa!, ¡de prisa! ¡Ya los tenemos!, gritaba Bufón.
Al mediodía, la carrera continuaba, no se rendían. La colina casi había
desaparecido.
¡Prepárate zorrete! De esta no te escapas gritaban los granjeros. Los
tres granjeros se habían vuelto locos. El hoyo que habían cavado
parecía el cráter de un volcán.
La gente del pueblo se asomaba a la boca del cráter, se reían de estos
tres chiflados.
7
¡NO SE ESCAPARÁ!
A las seis de la tarde estaban cansados de tanto ruido, tanta tierra y
tanto trabajo sin lograr nada.
4. ¿Y ahora qué hacemos? Preguntó Bufón.
Hicieron un gran juramento de no regresar a sus granjas hasta no haber
dado muerte al zorro.
El siguiente plan que propuso Benito, fue que esperarían hasta que el
zorro y su familia mueran de hambre. Acamparían allí cerca y vigilarían
el agujero día y noche. mandaron buscar carpas, sacos de dormir y una
buena cena.
8
LOS ZORROS PASAN HAMBRE
Las tres carpas rodeaban el túnel.
Bufón provocó a los zorros acercando pollo frito a la boca del túnel. Uno
de los zorritos muerto de hambre, quiso subir a robarle el pollo al
granjero a lo que el zorro dijo que eso es lo que quieren los granjeros
que subamos para matarnos.
Solo quedaba esperar.
Al caer la noche Benito y Buñuelo encendieron las luces de los tractores
e hicieron vigilia por turnos.
¿Pero qué pasaría si los zorros cavan el túnel hasta el otro lado de la
colina y huyen? Inquirió Benito. Tienes razón dijeron los otros dos.
Entonces hicieron un plan, convocarían a sus trabajadores que hacían
un total de ciento ocho hombres y rodearon la colina para evitar que el
zorro huya.
9
DON ZORRO TIENE UN PLAN
Pasaron tres días y tres noches y todo continuaba igual, ni don Zorro ni
los granjeros se daban por vencidos.
5. Los granjeros sospechaban que la familia zorro estaban en las últimas
y en efecto era así. Los pequeños zorritos, clamaban por agua y por
comida. La madre zorra desfallecía.
Don Zorro tenía que tomar una decisión urgente, sino quería ver morir
a su familia. Se le ocurrió una gran idea y pidió a sus hijos que le
apoyaran a seguir cavando.
10
EL SUPERGALLINERO DEL GRANJERO BUFÓN
Así lo hicieron y cavaron en una dirección que su padre Don Zorro les
indicó.
Bien, muchachos esta vez nos dirigimos a un lugar muy especial, dijo
don Zorro.
Cavaron durante largo rato. Luego, lentamente con mucha cautela, los
zorros fueron abriendo un túnel hacia arriba. Subían y subían hasta que
sus cabezas dieron con algo duro, unos tablones de madera que don
Zorro destapó con cuidado. Salieron al exterior y qué maravilla era el
gallinero de Bufón. Los zorritos estaban locos de alegría al ver tanta
comida. Bebieron agua en el abrevadero. Don Zorro cogió tres
hermosas gallinas por el pescuezo y las dejó listas para el gran festín
que se iban a dar. Ordenó a si hijo mayor para qué llevase las gallinas
a su madre para que las cocinase.
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DOÑA ZORRA SE LLEVA UNA SORPRESA
Corría de prisa el zorrito, para llevar el encargo a su madre. Ella dormía
plácidamente para recuperarse y cuando vio a su no creía lo que veía,
pensaba que era un sueño y volvió a dormirse. No es un sueño, mamá
tócalo y veras que es cierto, le dijo el zorrito.
6. Doña Zorra no podía creer lo que sucedía, abrazó a su hijo, quien le
contó a su madre la aventura de cómo cavaron el túnel hasta la granja
del granjero Bufón. Y se pusieron a preparar un suculento banquete.
Mientras tanto don Zorro y sus dos pequeños zorritos seguían cavando.
12
DON TEJÓN
De pronto oyeron sobre sus cabezas una voz que decía: “Hmm…
¿quién anda por ahí?”
Miraron hacia arriba y distinguieron, los hocicos de su amigo el Tejón.
Después de saludarse se contaron las últimas noticias: allí arriba, decía
el Tejón, se ha armado un tornado, el bosque está lleno de hombres con
escopetas y las máquinas destruyen todo, estamos sin comida,
muriéndonos de hambre. Y tenemos entendido que es por tu causa,
Zorrete, amigo.
Lo siento, y es verdad. Pero voy a remediar lo que causé.
¿Pero cómo? Replicó el Tejón.
Ayúdanos y verás que tu familia y todos nuestros amigos gozaremos de
un banquete jamás visto, al cual les invito. Ordenó al hijo del Tejón que
vaya a comunicar a todos los animales subterráneos del gran banquete
que les iba a ofrecer.
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BUÑUELO Y SU SUPER ALMACÉN
Con la ayuda del Tejón y sus poderosas zapas, el trabajo era mucho
más fácil. Cavaron a gran velocidad y pronto llegaron a la despensa del
granjero Buñuelo. Era una enorme habitación. Lo que sus ojos veían
era tan maravilloso, que se habían quedado sin habla. Aquello era el
paraíso de los zorros, de los tejones y de todo bicho viviente con buen
apetito. En las paredes de la habitación se amontonaban hermosos
7. patos, suculentos gansos, de las vigas del techo colgaban tiernos
jamones y deliciosos tocinos.
Con mucho cuidado a indicación de don Zorro cogieron lo necesario
para el banquete. Sin dejar huellas ni rastro alguno que los delate ante
los granjeros. Don zorro ordenó a uno de sus zorritos para que llevase
todo a doña Zorra y prepare el rico banquete para todos los invitados.
14
LAS DUDAS DE DON TEJÓN
Lo que estamos haciendo es robar, increpó don Tejón.
Don Zorro explicó a su amigo: “Mi buen amigo. ¿Te das cuenta de lo
que dices? Tus hijos se están muriendo de hambre y no piensas
ayudarles. ¿Te das cuenta que los granjeros nos quieren matar?
Nosotros en cambio no queremos matarlos a ellos. Solo cogemos un
poco de la comida que a ellos les sobra para salvar a nuestras familias.
Don Tejón quedó más tranquilo y siguió ayudando a su amigo don Zorro.
Llegaron a un lugar donde se toparon con una tapia. Don Zorro dedujo
que era la habitación del granjero Benito.
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DON BENITO Y SU SECRETA SIDRA
Don zorro aflojó con sus uñas el cemento deteriorado de la tapia que
impedía el ingreso a la habitación de Benito, los ladrillos se desprendían
con facilidad, cediendo al poco rato y dejando entrar al zorro y sus
acompañantes a la habitación codiciada. Una rata se les enfrentó
reclamando que era su propiedad privada por haber llegado primero.
Don zorro la ahuyentó amenazándole con comérsela como rata
estofada.
Allí encontraron sidra fermentada de las mejores y se pusieron a beber
por sorbos cada uno. En ese momento se oyó una voz de una mujer
8. que los dejó muy asustados, quedándose helados y quietos como
estatuas.
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LA CRIADA
Era la criada quién bajó a la habitación. Don Zorro y sus acompañantes
tuvieron que esconderse detrás de las garrafas de sidra inmediatamente
para no ser descubiertos. La mujer se acercó al armario tan cerca que
podían oír su respiración.
“¡Señora Benita!” gritó la criada. ¿Cuántas garrafas le subo esta vez?
“¡Sube dos o tres!” le contestó desde arriba su ama.
Estuvo a punto de descubrir a nuestros amigos, quienes se salvaron por
un pelo de ser descubiertos.
La criada subió llevando las garrafas de sidra, pero regresaría con
veneno para matar ratas, pues decía que el lugar apestaba demasiado.
Don Zorro ordenó que rápidamente cada uno cogiera una garrafa de
sidra y se fueran, no sin antes cerrar con mucho cuidado la tapia.
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EL GRAN BANQUETE
Presurosos se condujeron por el túnel, con la boca hecha agua por
disfrutar del tremendo banquete que les esperaba. Después de un largo
trayecto llegaron.
Alrededor de una mesa se habían congregado hasta veintinueve
animales:
Doña Zorra y tres zorritos; doña Tejona y tres tejoncitos; Don
Topo, su señora y cuatro topitos; don Conejo, señora y cinco conejitos;
Doña Comadreja, su esposo y seis comadrejitas.
9. En la mesa se mostraban suculentos pollos, patos, jamón, tocino, dulces
y tartas. Comieron con tanta hambre que el silencio reinaba solo se
escuchaba el chasquido de los huesos en las fauces de los hambrientos
comensales.
Don Tejón, brindó por el Zorro.
Doña Zorra elogió a su marido, diciendo…por algo le llaman el
SUPERZORRO.
Finalmente, Don Zorro dio su discurso entrecortado por dos eructos.
Don Tejón y Don Topo, les ofrecieron vivir una vida subterránea sin
problemas, ni persecuciones de los humanos. Así fue y vivieron felices.
El zorro se encargaría de “ir de compras” cada mañana.
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LA LARGA ESPERA
En la boca del túnel los granjeros; Benito, Buñuelo y Bufón esperaban
sentados, con sus escopetas listas para disparar.
Llovía, el agua les caía en el pescuezo, les mojaba la espalda hasta la
planta de los pies.
No perdían las esperanzas de que salieran en busca de comida.
” ¡No tardarán mucho en salir!” dijo Buñuelo.
“¡Deben estar muertos de hambre!” decía Bufón.
“¡Están a punto de salir!” animaba Benito.
Muy serios esperan hasta ahora.