PROGRAMA SEMANA SANTA 2024 para la parroquia san Antonio de Padua de Coro....pdf
Evangelio I Domingo de Cuaresma
1. Cuaresma es el tiempo que viene y va, Tiempo para vivirlo en camino, sin instalarse, sin retenerlo, sin lamento, con la esperanza siempre a flor de piel y la mirada fija en otro tiempo, la Pascua, que es definitiva. Florentino Ulibarri Texto evangélico: Mateo 4, 1-11. Primer domingo de Cuaresma –A- Comentarios y presentación; M.Asun Gutiérrez. Música: Wind Spirit
2. 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 2 Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. Jesús caminará siempre movido por el Espíritu. Lo puede llevar al Jordán, al Tabor, a Getsemaní, al Desierto. Todo responde al plan de Dios. A nosotros también nos invita el Espíritu a ir, con Jesús, al desierto. ¿No podría ser este tiempo cuaresmal una estupenda ocasión para procurarnos un poco de desierto? Para buscar momentos de soledad, de silencio, de búsqueda, de escucha, de decisiones, de austeridad, de discernimiento, de oración, de encuentro con uno mismo y con Dios. A Jesús, el Espíritu le hace sentir hambre de servicio, de humildad, de compasión, de entrega, de confianza... ¿ También a mí?
3. 3 Y el tentador, acercándose, le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. 4 Jesús le respondió: “Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Jesús fue tentado por los familiares y por los discípulos, por el pueblo y por las autoridades civiles y religiosas. El objetivo es que Jesús actúe al margen del plan de Dios. La tentación está en considerar la satisfacción de las necesidades materiales como el objetivo último y definitivo. C omo si lo material fuera lo principal . ¿De qué vivo? ¿Cuál es mi alimento para madurar y crecer? Un buen alimento podría ser buscar el encuentro con la Palabra de Jesús, escucharlo en las personas que encuentre y en las circunstancias y acontecimientos de cada día.
4. 5 Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”. 7 Jesús le respondió: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios ” . Es la tentación del afán de dominio, la sed de poder, el deseo de someter a los demás, de exigir obediencia. La alternativa que Jesús propone a esta extendida tentación es el servicio . En el lavatorio de los pies nos deja en testamento la forma de ejercer el poder.
5. 8 El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, 9 y le dijo: “Te daré todo esto, si te postras para adorarme”. 10 Jesús le respondió: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto ”. Sigue siendo actual la tentación de intentar utilizar y manipular a Dios, de querer ser como Dios, hacer a Dios a nuestra medida, pretender que haga nuestra voluntad de forma mágica. La tentación de la arrogancia, los privilegios, el poder, la prepotencia, el prestigio, del monopolio de la verdad, se puede presentar hasta basándose en la Escritura. Adorar sólo a Dios nos hace personas felices, libres y fraternas.
6. 11 Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo. Con su victoria Jesús nos demuestra que todas las debilidades, que sin duda tendremos, pueden ser superadas. Como Él, contamos con la fuerza del Espíritu y la luz de la Palabra. Sentir la tentación-prueba es bueno. Nos ayuda a crecer y madurar, a ser más realistas, más fuertes, más compasivos, más comprensivos, y necesitados de oración constantemente y conversión permanente. “Jesús tolera ser tentado para que en Él aprendamos todos a triunfar” (San Ambrosio)
7. Bendito seas, Padre, por este tiempo tan oportuno, para la conversión y el encuentro, que Tú concedes gratis a todos tus hijas e hijos que andamos desorientados por los caminos de la vida. Bendito seas, Padre, porque llamas a cada hombre y mujer, sea cual sea su historia o su vida, a emprender cada día, de manera más personal y consciente, su compromiso de seguir a Jesús, tu Hijo y nuestro Hermano. Bendito seas, Padre, por despertarnos de nuestros dulces sueños, tan vaporosos e infecundos, por interpelarnos en lo radical de la vida, por liberarnos de nuestras falsas seguridades, por poner al descubierto nuestros ídolos secretos que tanto defendemos e intentamos justificar. Bendito seas, Padre, porque nos das tu Espíritu, el único que puede convertirnos, el único que puede darnos un corazón de hijos, el único que puede atravesar nuestros pensamientos, el único que puede guiarnos por la senda del Evangelio, el único que hace posible nuestra vuelta a tu seno. ¡Bendito seas, Padre, por este tiempo tan propicio! Ulibarri Fl. Tiempo propicio