1. Argumento
Es una obra de denuncia contra los peligros de la penetración imperialista en el Perú que se realiza
por intermedio de las grandes transnacionales mineras, las cuales son apoyadas por la oligarquía local,
así como por otros oportunistas, cuyo único interés es el mayor lucro posible, para lo cual no tienen
escrúpulos en expropiar a precio irrisorrio las tierras de los nativos, pagar a los obreros salarios
ínfimos y cometer una serie de crímenes, abusos y tropelías contra la población local, todo a nombre
de la «modernidad» y el «progreso». Sin embargo, para el autor, una luz de esperanza se ilumina a
través de idealistas que se proponen luchar por la justicia social.
Resumen
Los sucesos relatados en la novela ocurren en la década de 1910. La empresa norteamericana
MiningSociety se adueña de las minas de tungsteno de Quivilca, situada hipotéticamente en el
departamento del Cuzco.4 Desde Nueva York, ante el inminente ingreso de los Estados Unidos a la
primera guerra mundial, la gerencia dispone agilizar la extracción del mineral. Así empieza el
reclutamiento de peones y empleados indios para las labores mineras. El primer grupo de estos
parten de Colca (capital de Quivilca), junto con algunos altos mandos de la empresa, y se asientan
en un desolado paraje, en torno a las cabañas de lossoras, indígenas que se habían mantenido hasta
entonces alejados de la modernidad.
Luego, el argumento se concentra en torno al dueño del bazar y contratista de peones para la mina,
José Marino, quien junto con su hermano Mateo (dueño de otro bazar en Colca) forman la sociedad
“Marino Hermanos”, que tiene la exclusividad comercial con la empresa minera. Ambiciosos y
desalmados, empiezan por arrebatarles sus tierras a los indios soras, dándoles a cambio baratijas y
objetos de valor irrisorio.
En el bazar de José Marino, se reúne a menudo el grupo dominante de la mina (y lo por tanto, del
pueblo) que incluye a los dos administradores extranjeros, Mr. Taik y Mr. Weiss. En una de esas
sesiones, José Marino decide entregar a su amante Graciela ("La Rosada") al comisario Baldazari
para que se la "cuide" durante su viaje, pero la verdad es que se trata de un intercambio de favores.
La reunión deviene en una gran borrachera que termina con la múltiple violación y muerte de la
muchacha. Oficialmente Graciela fallece por “muerte natural”, pero todo el pueblo sabe la verdad.
Ante la huida de trabajadores de la mina, desengañados por las pésimas condiciones y el bajo
salario, los hermanos Marino solicitan al Subprefecto Luna que le envíe gendarmes (policías), para
capturar a los fugitivos y hacerles cumplir los contratos. Luna se excusa de hacerlo pues se halla
embargado en la pesquisa de conscriptos para el Ejército. Sin embargo, ven la posibilidad de que sus
intereses confluyan en beneficio mutuo. Dos jóvenes indios, Isidoro Yepez y Braulio Conchucos, son
capturados y llevados a rastras hasta Colca para comparecer ante la Junta Conscriptora Militar.
Debido al atroz maltrato sufrido en el trayecto, Braulio Conchucos fallece en presencia de todos. Un
herrero, el audaz Servando Huanca, tiene la inmensa valentía de protestar abiertamente contra la
injusticia y desencadena un levantamiento del pueblo, que es ferozmente reprimido por los
gendarmes, con muertos y heridos. Varios indios son apresados, acusados de subversión; entonces
los Marino solicitan al subprefecto que de entre ellos se escojan a algunos para enviarlos a trabajar
a las minas. De esa manera pueden cumplir con el contrato que tienen con la empresa
minera.Finalmente, el relato da pase a discusiones y reflexiones políticas entre Servando Huanca y
dos personajes: el apuntador de la mina (ex amante de la Rosada) y el agrimensor LeonidasBenites;
éste último había sido expulsado de la empresa minera y se hallaba resentido. El herrero Huanca les
habla y les ilustra del movimiento revolucionario mundial en la que todos los explotadores serán
vencidos y los obreros e indios de todas partes del mundo serán liberados. El apuntador se
muestra entusiasta con el plan y promete dar su apoyo; por su parte Benites, que al principio se
muestra reticente, finalmente acepta también ponerse al servicio de la causa de los oprimidos en
la futura y cercana rebelión. Así termina la novela.
Apreciación critica :Entonces, muchos quizá, hemos llegado a la conclusión de que no era esa –
aquella planteada por Vallejo en su obra- la forma mejor de darle solución a tanta injusticia, pero
ignoramos, hasta hoy, cuál es la mejor manera de conseguir equidad, porque lo sucedido, en estos
tiempos, en nuestros países, no nos ha mostrado progreso alguno en el ideal de conseguir una
sociedad más pareja, con un mejor reparto de los bienes, pero, sobre todo, una sociedad segura de
la transparencia de sus gobiernos, vale decir, de no-corrupción. Es por ello el planteamiento que
hice al inicio de este artículo. Aún hoy, para no distanciarme de la temática de la novela aquí
comentada, subsiste el abuso en contra de las poblaciones cercanas a los diversos yacimientos
mineros. Hace poco, vimos en la televisión local un documental[8] que mostraba la grave situación
de los comuneros y sus familias, en la ciudad de Cerro de Pasco, incluso de los cerreños que se
desempeñan en otras actividades. Todos ellos sufren cada día el continuo deterioro de sus viviendas
por causa de la explotación a tajo abierto, un tajo que va, literalmente, devorando las
casashumildes de los cerreños, por lo que éstos deben ir abandonando sus moradas para edificar
2. otrasen un continuo originado en la ampliación del tajo debida a la demanda de minerales. Como
en la historia que se narra en El Tungsteno, donde los verdaderos moradores parecen no tener vida
propia, en Cerro de Pasco las vidas de sus habitantes no son más importantes que la explotación del
mineral, sus tranquilidades tampoco, continuos temblores de tierra los alarman; y la salud de sus
niños, que no alcanzan la talla apropiada a sus edades, está en peligro; pero si no es por un
documental, no nos informamos, las autoridades locales callan y el gobierno central promete
trasladar la ciudad.