4. Entrevistas El FC Barcelona derrotó al Espanyol en el derbi casero y deja la Liga más sentenciada que nunca, ya que sumando un punto ante el Levante el próximo miércoles, levantará su tercer entorchado consecutivo. Después de la borrachera de clásicos ante el Madrid, quedaba un último derbi en donde había dudas sobre cómo respondería el equipo tras el desgaste en los últimos 20 días, sin embargo, pronto quedaron disipadas. Ante el Espanyol no hubo un baño de goles como en Cornellà, pero la superioridad de los culés fue abrumadora. El 'once' que presentó Guardiola ante el Espanyol fue una declaración de intenciones en toda regla. El técnico tan sólo reservó al Puyol, al que sustituyó el joven Fontàs, repitiendo titularidad después de haber jugado también en Anoeta. Los de Pochettino quisieron plantar batalla en los primeros minutos, pero sólo fue eso, un intento. Enseguida se vio la diferencia de calidad entre uno y otro equipo y el Barça se hizo rápidamente con el control del partido. Bien cerrado atrás, con un gran partido de toda la línea defensiva, pero en especial de Mascherano y Piqué, el líder salió a finiquitar el campeonato. Tan sólo Osvaldo, con alguna que otra acción aislada creó peligro en el área de Valdés. Dani Alves salvó quizá la más clara al evitar 'in extremis' que un centro de callejón encontrara rematador. Villa y Pedro fueron los primeros en avisar a Kameni, pero el marcador no lo inauguraron ni ellos ni Xavi ni Messi. Tras una genialidad marca de la casa, Andrés Iniesta se fue de su marcador y 'croquetita' incluida, chutó un tiro cruzado que supuso el 1-0 en el minuto 28. Para entonces, Busquets, Xavi y el propio Andrés eran los amos del centro del campo y si no llegaron más goles fue porque Villa volvió a no tener una de sus mejores tardes.