1. EL DIVORCIO
Claudia Milena Bermúdez Arroyo
1,063,955,814
Universidad Nacional Abierta y a Distancia
CEAD – Valledupar
Psicología
2. El divorcio es la disolución
del matrimonio, mientras que, en
un sentido amplio, se refiere al
proceso que tiene como intención
dar término a una unión conyugal.
3. El divorcio se diferencia de la separación de
hecho en que, dependiendo del ordenamiento
jurídico de cada país, puede tener o no
algunos efectos jurídicos. Por otro lado, no se
debe confundir con la anulación del
matrimonio, que no es más que el declarar
que el matrimonio nunca existió, y que no
solo se encuentra normado en
el ordenamiento jurídico de algunos países,
sino que, además, se encuentra regulado en
el derecho canónico con larga data.
4. El divorcio no es el problema, sino el
resultado de un conjunto de
inconvenientes, desavenencias y
problemáticas vividas en el contexto
del matrimonio que puede radicar con
uno u ambos
cónyuges, catalogándose por un
sinnúmero de investigadores como el
segundo proceso más estresante
durante la edad adulta,
inmediatamente después de la
muerte de uno de los cónyuges.
5. Tipos de
divorcio
Divorcio por mutuo
consentimiento
Es la disolución del vínculo matrimonial
que se obtiene gracias a una sentencia
judicial que pone fin a un
procedimiento el cual se inició por una
solicitud en la que ambos cónyuges
estuvieron de acuerdo en realizar y
han cumplido con todos los requisitos
legales que la ley marca para lograr se
dicte sentencia.
Divorcio sin el
consentimiento de alguna
de las partes
En general, es la disolución del vínculo
matrimonial que se obtiene gracias a
una sentencia judicial que pone fin a un
procedimiento el cual inició por la
petición o demanda de uno de los
cónyuges en la cual dicho cónyuge
solicitante sin el consentimiento del otro
pide al Juez la terminación del vínculo
matrimonial y la petición o demanda
tiene apoyo en hechos que la ley
considera como suficientes para que se
otorgue el divorcio (causales de
divorcio)".
6. Divorcio unilateral o incausado
Una de las principales críticas a esta modalidad de
divorcio se centra en que no busca solucionar las
necesidades sociales más apremiantes, que consisten en
problemas de abandono, la negativa a contribuir con el
sostenimiento del hogar, violencia intrafamiliar e
infidelidad, como se puede apreciar en los datos
estadísticos oficiales; y por el contrario, privilegia la
libertad individual, al punto que solamente basta que
manifieste por escrito que ya no quiere seguir en
matrimonio, como sucede en el caso del repudio, para que
se decrete la disolución de su vínculo y la persona
interesada pueda contraer nuevas nupcias.