El documento habla sobre cómo la Navidad es una oportunidad para acoger a Jesús en el corazón y cambiar la vida. También contiene oraciones de alabanza a Jesús por venir a la tierra como un bebé y morir para salvarnos, dándonos la vida eterna. Finalmente, invita a celebrar el verdadero significado de la Navidad acogiendo a Jesús personalmente.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
La verdadera razón de la Navidad
1. CAMBIA TU MUNDO CAMBIANDO TU VIDA
LA
VERDADERA
NAVIDAD
La puerta se abre desde
dentro
ÁNGELES
NAVIDEÑOS
Lo único que necesitas es
amor
UNA PROMESA
NAVIDEÑA
La esperanza cobra formas
inesperadas
3. Guía dar
para dar
LINDA SALAZAR —MAMÁ, ME PARECE QUE A TI te gustan presentes años después. Su ejemplo de
esos juguetes más que a nosotros —solía generosidad contribuyó a inculcarme el
decirle a mi madre cuando íbamos de sentido de la Navidad. Los regalos en sí
compras a las tiendas de saldos. casi no los recuerdo, pero nunca olvidaré
Por la forma en que inspeccionaba el entusiasmo con que daban mis padres.
cada libro, contaba las piezas de los Claro está que la tradición de hacer
rompecabezas y se fijaba en que todos obsequios data de tiempos inmemoriales
los juegos estuvieran completos —a y constituye una estupenda expresión de
veces a los artículos de saldo les faltan cariño. Y para los niños los regalos han
piezas—, yo hubiera jurado que a ella le sido siempre algo fascinante. Tal vez esa
fascinaban esos juguetes tanto como a fue la intención de nuestro Padre celestial
nosotros. Siempre estaba pendiente de las aquella primera Navidad cuando nos
Detente a liquidaciones, pues esa era la única forma manifestó Su amor de la forma en que
en que ella y mi padre —que trabajaba mejor lo entenderíamos. Con sencillez y
pensar en los arduamente— podían ponernos regalitos humildad nos dio el regalo más valioso y
regalos que debajo del árbol de Navidad. perdurable que jamás se haya entregado:
Sin embargo, mis padres no se limita- Su amor y Su Espíritu encarnados en un
te han hecho ban a darnos cosas materiales. A veces tierno bebito. Jesús fue y sigue siendo el
nos obsequiaban su compañía, como regalo navideño más preciado que Dios
que se te cuando nos llevaban a un parque para nos haya dado a todos.
jugar juntos a uno de nuestros juegos Hoy son tantos los días festivos que,
han quedado preferidos. O cuando salíamos a pasear por instigación de los directores de mar-
por el bosque o nos llevaban a visitar un keting, celebramos con regalos, que todos
grabados en la sitio histórico. terminamos un poco aturdidos sin saber
Ahora que lo pienso, no es que a mis qué día es cuál y a santo de qué damos
memoria y en padres les gustaran tanto los juguetes y tal y cual obsequio. Pero detente a pensar
demás, como a mí me parecía. Lo que les en los regalos que te han hecho que se te
el motivo por el gustaba en realidad era dar. Se caracteri- han quedado grabados en la memoria y
zaban por su generosidad. Nos entrega- en el motivo por el que todavía los recuer-
que todavía los ban su tiempo y atención, nos prestaban das con cariño. ¿Fueron las cosas visibles
recuerdas con ayuda con nuestras tareas escolares o y tangibles? ¿O más bien el amor en que
actividades manuales, se tomaban el venían envueltas?
cariño. tiempo para escucharnos... lo que dieran, Que en esta y en todas las Navida-
siempre lo daban de corazón. des sigamos, en lo que a dar se refiere, el
Ahora que se acerca la Navidad, ejemplo de nuestro Padre celestial. h
no puedo menos que recordar y maravi-
llarme de aquellos obsequios sencillos y LINDA SALAZAR ES VOLUNTARIA DE LA
llenos de amor. Todavía los tengo muy FAMILIA EN LOS ESTADOS UNIDOS.
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4. La verdadera Nav
LA VERDADERA NAVIDAD
VIRGINIA BRANDT BERG
ALGUNAS PERSONAS NO ALCANZAN a su nombre Admirable, Consejero,
comprender cómo es que Dios bajó del Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Cielo y se encarnó, pero así fue. A mí Paz» (Isaías 9:6).
no me resulta extraño. Es más, no me Su nombre es Admirable, porque
cuesta creerlo porque todos los días vivió admirablemente. Fue por todos
veo nacer a Jesús en muchas almas. Él lados haciendo el bien y sanando a
viene a morar en el corazón humano los oprimidos (Hechos 10:38). Fue
y a transformar vidas, y eso para mí es admirable Su muerte, toda vez que
un gran milagro. De hecho, es un mila- murió por nosotros para que alcan-
gro enorme el que Él pueda nacer en tu záramos la vida eterna (1 Pedro 2:24;
corazón y en el mío, vivir en nosotros e 1 Juan 4:9). Admirable fue también Su
identificarse así con nosotros. resurrección, ya que se levantó de los
La Palabra de Dios dice que Jesús muertos para que nosotros también
será llamado Admirable. «Un niño nos pudiéramos resucitar (1 Corintios
es nacido, Hijo nos es dado, y el prin- 15:20,21). Por último, es también
cipado sobre Su hombro; y se llamará admirable ahora en Su vida después
de la muerte, pues vive
para interceder por
nosotros (Hebreos
7:25).
Sin embargo, no
basta que Cristo,
el Rey de reyes,
naciera en Belén
bajo aquella estre-
lla que anunció Su
venida; Él no halla
Su verdadero trono
hasta que no nace
también en tu cora-
zón. ¿Lo invitarás a
formar parte de tu
vida?
Tal vez hayas
visto el famoso
cuadro de William
Holman Hunt en
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5. ALABANZAS NAVIDEÑAS
Al reunirte con tus seres queridos esta Navidad, tal
vidad
vez desees aprovechar la oportunidad para agradecerle
al Señor todo lo que nos dio hace mucho tiempo cuando
vino a la Tierra encarnado en un tierno bebito.
A continuación te ofrecemos algunas oraciones
breves de gratitud que pueden leerse privadamente o en
grupo, por turno.
¡Que Dios te dé una Navidad colmada de alaban-
zas!
el que se aprecia a Jesús de pie ante
Navidad. ¡Qué época ¡Feliz cumpleaños, Jesús!
una puerta cerrada, llevando un farol.
tan particular! Gracias, Te amamos y te bendeci-
Poco después que el pintor conclu-
Jesús, por darnos esta mos por todo lo que has
yera lo que a la postre fue su obra más singular ocasión para hecho por nosotros y por
renombrada, alguien se llegó hasta él amarte y disfrutar de ser nuestro íntimo amigo.
y le comentó que había cometido un Tu compañía y de la de
error: la puerta no tenía manija. nuestros seres queridos. Eres lo más dulce que
—No fue un error —replicó Hunt—. hay. Muévenos a amarte
La puerta debe abrirse desde dentro. Gracias por abandonar no solo el día de Navi-
La manija está del lado de dentro. la corte celestial para dad, sino todos los días
Jesús, el Salvador, no puede tras- traernos un cachito de del año.
pasar una puerta a menos que se la Cielo a la Tierra.
abran desde dentro. La Palabra de Eres más bello que
Dios dice: «A todos los que le recibie- Así como el cántico de ningún árbol de Navi-
ron, a los que creen en Su nombre, los ángeles guió a los dad, más estupendo
les dio potestad de ser hechos hijos pastores a Tu cuna, que que ningún regalo, más
las campanas de la emocionante que ninguna
de Dios» (Juan 1:12). Recíbelo en esta
Navidad nos lleven a fiesta de Pascua. ¡Llenas
Navidad. Cambiará tu vida. Acógelo
arrodillarnos y rendirte de sentido nuestra vida!
en tu corazón. culto con alabanzas.
Teniéndote en nuestro
Si aún no has recibido el don más Gracias por prodigarnos corazón, la Navidad
precioso de Dios —Jesús—, hazlo tantos dones: la maravi- cobra un sentido maravi-
ahora mismo rezando una sencilla lla de Tu amor, el tesoro lloso. Ayúdanos a difun-
plegaria como la que sigue: de Tu Espíritu, la calidez dir Tu amor para que los
que nos manifiestas, el demás también puedan
Gracias, Jesús, por venir a la Tierra gozo de Tu presencia, la disfrutar de la Navidad
a vivir igual que uno de nosotros y salvación, la felicidad, los como nosotros.
a sufrir todas las cosas que nosotros objetivos, la paz interior
sufrimos para que llegáramos a cono- y muchas cosas más que Te damos gracias por la
cer el amor de nuestro Padre celestial. nos das. Navidad. Gracias por
darnos este día especial
Gracias también por morir por mí,
Mira lo que iniciaste, para disfrutar de Ti y de
para que pudiera reconciliarme con Él
Jesús, cuando accediste a nuestros seres queridos.
y alcanzar la vida eterna en el Cielo. Te venir a la Tierra por noso- Gracias por vivir y morir
acepto ahora como Salvador. Te ruego tros después que Tu Padre por nosotros. Gracias
que me perdones todas mis faltas y que te lo pidió. A cambio, por el don imperecedero
pueda llegar a conocerte y a amarte de ayúdame a acceder a de la vida, que podemos
forma profunda y personal. Amén. h todo lo que Tú me pidas. compartir con los demás.
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6. UNA PROMESA NAVIDEÑA
TERRI MOORE
Dale vino a vernos una noche en que
estaba sumida en la desesperación y
hecha un mar de lágrimas. Había que-
dado embarazada. Su padre le exigía
que se practicara un aborto y la había
echado. La recibimos en casa y, mientras
se quedaba con nosotros, conoció a
Jesús y aceptó Su amor. Decidió llevar el
embarazo a término, y al poco tiempo
su padre cambió de actitud y la acogió
nuevamente en casa.
Luego nació nuestra hija. Dimos
gracias a Dios por lo bien que se había
portado con nosotros y por bendecirnos
con una familia hermosa.
Varios meses antes el Señor nos
había dicho: «Por medio de este bebé
LA NENA LLEGÓ EN EL OTOÑO DE 1976, se darán cuenta de lo veraces que son
poco antes de Navidad. ¡Era estupendo Mis promesas». Ese fue el nombre que
IZQUIERDA:
tener una bebita! Ya teníamos un varón, le pusimos: Promise. En aquel momento
PROMISE
Michael, que para entonces contaba un ni nos imaginábamos cuán radicalmente
DERECHA, ARRIBA:
año y medio de edad y era la dicha de cumpliría el Señor Su palabra ni lo pronto
BILL Y TERRI
nuestro corazón. ¡Qué contentos estába- que lo haría.
DERECHA, ABAJO:
mos de tener también una niña! ¡El futuro Los otros misioneros con quienes
PROMISE
no podía ser más prometedor! El Señor vivíamos, trabajábamos y compartíamos
nos había bendecido enormemente. los gastos tuvieron que partir inesperada-
Mi esposo, Bill, y yo somos voluntarios mente, y al poco tiempo se hizo evidente
de La Familia. Poco antes de nacer nuestra que no podríamos continuar por nuestra
hija partimos a nuestra primera misión en cuenta. Tendríamos que cerrar nues-
el extranjero. Fuimos de Estados Unidos, de tra incipiente obra misionera. Cuando
donde somos oriundos, a la costa orien- emprendimos solitos esa ardua tarea, nos
tal de Australia, a una pequeña ciudad enfermamos. A Michael le dio una fiebre
llamada Newcastle. Ahí la situación se nos tan alta que estaba permanentemente al
iba a poner muy difícil. Tal vez el Señor borde de una crisis convulsiva. Después
quería poner a prueba nuestra dedicación caímos enfermas Promise y yo. Yo estaba
a Su servicio. Tal vez deseaba estrechar muy débil para ayudar a Bill con los niños.
nuestra relación con Él. Quizá quería ilus- Es más, casi no podía hacer nada.
trarnos en lo tocante a Sus prodigios. ¿O Con el tiempo, Michael comenzó a
no sería un poco de las tres cosas? recuperarse; no obstante, Promise se puso
Nuestro pequeño rebaño de creyentes peor. La llevamos a consulta al hospital,
era de lo más variopinto. Entre ellos había pero después que el médico supo lo que
un poeta de mediana edad, un travesti habíamos contraído Michael y yo, llegó
que se había sentido atraído por el a la conclusión de que Promise había
mensaje de Jesús, y una chica de 16 años contraído la misma gripe y que se iba a
llamada Dale, que llegó a ser una de poner bien.
nuestras mejores amigas y colaboradoras. La llevamos a casa, pero su estado
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7. cada vez se agravaba más. Dos noches riana y que una punción lumbar lo había
después le apareció un salpullido rojizo en confirmado. Existen dos tipos de meningi-
la nuca, que poco a poco se le fue exten- tis; la que tenía Promise era incurable. Los
diendo por la espalda. Al mismo tiempo médicos le practicaron varios análisis más
le subió la temperatura hasta 39,5°C. y una segunda punción lumbar. En medio
Nuestra nenita de seis semanas estaba de nuestra consternación y pesadumbre,
sufriendo unos dolores terribles. Algo muy lo único que nos quedaba por hacer era
grave le pasaba. Volvimos corriendo al aguardar los resultados en oración.
hospital. Una hora después los médicos
El médico de guardia en la sala de anunciaron que los resultados de la
urgencias le echó un vistazo y llamó a segunda tanda de análisis eran «confusos
otros dos facultativos para que emitieran y posiblemente contradictorios». De golpe
su opinión. A través del panel que nos vislumbramos un rayito de esperanza:
separaba de los médicos, Bill y yo logra- quizás el Señor había comenzado a
mos escuchar una palabra aterradora: sanarla.
meningitis. Dado que los últimos análisis no
El primer médico salió de detrás del habían sido concluyentes, se hacía
panel y, en un alarde de insensibilidad, necesario que le hicieran a nuestra hijita
nos ordenó que internáramos inmedia- una tercera punción lumbar sumamente
tamente a Promise. Le pedimos que nos dolorosa. Rezamos como nunca para que
explicara el diagnóstico, pero se negó. se obrara un milagro.
Desde luego éramos jóvenes e inexpertos, De vuelta en el hospital, los médicos
«En la mañana pero no nos esperábamos el trato áspero nos dijeron que estaban seguros de que
que nos dispensó aquel médico. tenía meningitis bacteriana, pero los
estará muerta». —Si no internan a esa bebita ahora resultados de las pruebas seguían siendo
mismo —nos advirtió—, en la mañana «imprecisos, poco claros y desconcertan-
Las palabras estará muerta. tes». No lograban explicar lo que suce-
«En la mañana estará muerta». Las día, pero nosotros sí. Al momento en que
me resonaron palabras me resonaron en los oídos. nos pusimos a orar, Dios comenzó a obrar
Cuando le entregué la nena al médico y un milagro de curación en el pequeño
en los oídos. se la llevaron, una flojera me invadió el organismo de nuestro retoñito. Estaba
cuerpo. cumpliendo Su palabra. Nos estaba ense-
Cuando le Bill y yo esperamos los resultados de ñando lo legítimas que son Sus promesas.
los análisis sentados en la escalinata del Las tres semanas que siguieron las
entregué la hospital. Nos miramos atónitos el uno al pasé en el hospital con Promise, a la
nena al médico otro sin poder creer lo que sucedía. La que mantenían en una incubadora y
vida de nuestra bebita de apenas seis alimentaban por vía intravenosa. Allí
y se la llevaron, semanas pendía de un hilo. leí El borde de Su manto, un breve libro
Nos tomamos de las manos y roga- autobiográfico escrito por Virginia Brandt
una flojera mos al Señor que interviniera misericor- Berg, una de las primeras evangelizado-
diosamente. En ese momento nos volvió a ras de los Estados Unidos. La señora Berg
me invadió el recordar lo que nos había dicho: que se experimentó una curación milagrosa que
valdría de nuestra bebita para hacernos dio inicio a un ministerio de sanación en
cuerpo. ver lo veraces que son Sus promesas. beneficio de los demás. Yo me aferraba a
Invocamos todos los versículos que nos cada palabra, a cada promesa.
habíamos memorizado acerca de la Entretanto Bill estaba en casa cui-
sanación y le imploramos al Señor que dando de Michael y haciendo nuestras
cumpliera cada uno de ellos. maletas. Puesto que nos disponíamos a
Nos fuimos a casa y esperamos ansio- cerrar nuestro centro misionero, habíamos
samente las noticias del hospital. Por telé- dado aviso de nuestra partida al propie-
fono el médico nos dijo que Promise tenía tario de la casa que alquilábamos, por
todos los síntomas de meningitis bacte-
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8. Ángeles DAVID BRANDT BERG
navideños
PARA LOS CRISTIANOS, todos los días
pueden ser Navidad. Jesús nos prodiga
Su amor cada día del año. Lamenta-
blemente, no es así para mucha gente
desdichada que aún no ha descubierto
el verdadero sentido de la celebración.
Hay muchas personas perdidas, que
sufren de soledad, opresión, debilidad
y agotamiento. Algunos son débiles nes se encuentran sumidos en un mar
físicamente; otros anímicamente; y de vaciedad; quienes sienten dolor,
otros en cuerpo, mente y espíritu. rencor y remordimiento; quienes
Hay quienes viven pisoteados: los están atormentados por su pasado,
pobres, los perseguidos y los ham- y quienes temen al futuro. El mundo
brientos, las víctimas de la guerra, el actual está lleno de gente perdida y
crimen y la explotación, la gente a la desesperanzada.
que nadie quiere y por la que nadie Me recuerda lo que decía una vieja
se preocupa, que posee poquísimos canción de los Beatles: «All the lonely
bienes de este mundo y carece hasta people, where do they all come from?
de lo más esencial. (¿De dónde viene toda esa gente
Por otra parte, están los que sí solitaria?)» Pues te diré por qué hay
poseen bienes tanta gente así: es por el modo de
Hay quienes llevan una sonrisa en materiales y que vida egoísta que impera en el mundo
a los ojos de los actual.
el rostro, mas sufren por dentro.
demás gozan de Toda la gente que sufre de soledad,
una situación los perdidos y los desamparados, son
privilegiada, pero que andan desorien- fruto de una sociedad en la que cada
tados y son prisioneros solitarios de sus cual se preocupa de sus necesidades
propios intereses egoístas. Son gente y no se interesa en absoluto por las
agobiada, apesadumbrada por los de los demás. A eso se debe que haya
problemas, el estrés, los temores y las tanta gente solitaria: es víctima de
fobias. una sociedad en la que prima una
Hay quienes llevan una sonrisa en competencia brutal; es fruto de llevar
el rostro, mas sufren por dentro; quie- por mucho tiempo una vida desati-
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9. nada; es consecuencia de las doctri- qué tantas dificultades y pesares? La
nas del Diablo, de hacer cada uno lo gente se plantea esos interrogantes. Y
que le da la gana y buscar lo suyo. A quienes edificaron sobre la arena o no
eso se debe tanta soledad. Toda esa construyeron sobre ningún cimiento,
gente afligida de soledad es producto no hallan respuestas. Nunca ha tenido
de un mundo que ha olvidado a su el mundo tal sed de amor auténtico y
Creador. Son víctimas. Son la lamen- legítimas soluciones.
table consecuencia de vivir al margen Me recuerda el conocido villancico
del amor. Noche gloriosa: «Noche gloriosa de
cielos estrellados en que nació nues-
tro buen Salvador. Yacía el mundo
Más tinieblas sumido en el pecado; al llegar Él, puso
Cada vez hay más tinieblas y más fin al dolor...»
frialdad, y mucha gente se da cuenta Nunca en la Historia ha habido
de ello. Puede que no lo entienda y una época de tanto pecado y dolor.
que no siempre quiera reconocerlo; Se habla de
no obstante, es un hecho. El sol se avances y
está poniendo, está oscureciendo, y el del mejora- Nunca ha tenido el mundo tal sed
mundo busca un rayo de esperanza, miento de la de amor auténtico y legítimas
un haz de luz. humanidad
Cantidad de sucesos han dejado —medicina soluciones.
perplejas a las naciones. ¿Por qué de vanguar-
pasa esto y aquello? ¿Por qué hay dia, adelantos tecnológicos, nuevos
tanto dolor y contiendas? ¿Por qué inventos, formas de gobierno per-
la matanza de los inocentes? ¿Por feccionadas para labrar un mundo
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10. mejor—, se habla de progreso, cuando oscurece y que soplan vientos fríos, tú
en realidad el mundo vive una verda- debes mantener la luz en alto. Debes
dera regresión. ¡Mira a tu alrededor, sostenerla con firmeza para que todos
es innegable! No te dejes embaucar. la vean.
Hoy en día la gente vive sumida en Si haces resplandecer esa luz sobre
el pecado, angustiada, sufriendo por la gente, el Señor hará lo demás. Hará
dentro. Nunca había habido tanta que esa luz cumpla su propósito en la
confusión, tantas voces que excla- vida, en el corazón y en la conciencia
man: «Este es el camino», tantas falsas de las personas.
proclamas que engañan a la gente. El
mundo nunca ha necesitado con tanta
urgencia conocer la verdad. Amor en acción
En la actualidad, más que oír la
verdad, el mundo necesita verla. No
¡Se levantan ángeles! sólo le hace falta oír que existe amor
¿Cómo sigue la canción? «Se vis- auténtico; es preciso que lo vea. La
lumbró un rayo de esperanza; la gente precisa un ejemplo vivo de
Tierra vio nacer al Redentor». El amor.
mundo nunca ha necesitado tanto un Es humano no entender a veces lo
rayo de esperanza. Nunca ha tenido que se nos dice. Pero no hay confusión
tanta necesidad de que le hablen del posible cuando vemos un ejemplo.
alba radiante y gloriosa que está por Dice un poema del connotado escritor
despuntar. Edgar Guest: «Prefiero que me den
El estribillo es también muy revela- ejemplo a escuchar un gran sermón.
dor: «Dóblese toda rodilla en Su pre- Prefiero que vengan conmigo a que
sencia, y escuchen los hombres el coro simplemente me den orientación». En
angelical» El Señor quiere que la gente el caso de la mayoría de la gente, es
oiga hoy ese coro angelical, tal como preciso predicar con el ejemplo para
los pastores oyeron a los ángeles que que acepte la verdad.
anunciaron el nacimiento de Cristo. Jesús dijo: «En esto conocerán todos
Te tengo una sorpresa: tú puedes que sois Mis discípulos, si tuviereis
ser uno de los integrantes de ese amor los unos con los otros» (Juan
coro. Puedes ser uno de esos ángeles 13:35). ¿Por qué crees que dijo eso? ¿No
navideños enviado por el propio Jesús basta con hablarle a la gente del amor
para proclamar la Buena Nueva a la de Jesús? ¿No podría haber dicho: «En
gente que vive perdida y solitaria, para esto conocerán todos que sois Mis dis-
transmitir ese rayo de esperanza que cípulos, si predicáis Mi mensaje»? ¿No
el mundo anhela. ¿Quiénes pueden habría sido eso suficiente?
ser mejores instrumentos de Dios que Evidentemente no, pues el Señor
Sus propios hijos, los portadores de las dijo que todos conocerían a los Suyos
Palabras de vida, los que conocen Su por el amor que se tuvieran entre sí.
verdad y se han enriquecido en fe? Y si se aman, sin lugar a dudas mani-
En esta época de odio y dureza festarán ese amor a lo largo del día de
de corazón, de caos y engaños, de formas claramente visibles.
complots y malicia, de fachadas y No basta con hablar de amor; Jesús
encubrimientos, hace gran falta que dijo que es preciso tener amor, vivir
resplandezca Su amor. Ahora que con amor. Él sabía que el ejemplo es
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11. irrebatible. Pide al Señor en oración que te
ayude a vivir la Navidad todos los días
del año sin excepción, que te ayude
¿Qué puedes darle? a cumplir Su gran mandamiento de
Esta Navidad y a lo largo del año, amar al prójimo como a ti mismo. Ese
hazle al Señor los obsequios que es el verdadero sentido de la Navidad.
más le agradan: regalos de amor. Esa es la esencia. Es el motivo por el
Reparte amor. Entrégate a los demás. que Jesús vino al mundo: para que
Transmite la luz y el cariño de Jesús tuviéramos vida eterna, sí; pero tam-
mediante el brillo de tus ojos, de bién para enseñarnos a amar, para
tu mirada de amor y de palabras y que nosotros también comunicára-
gestos amables. Encarna a Jesús para mos esa vida a otras personas.
los demás. Sé la prueba viviente del Entrégate a los demás. Manifiés-
mensaje, la prueba material de que da tales amor, ora por ellos, dedícales
resultado. tiempo y atención, bríndales cuida- Manifiesta
¿Qué mejor forma de vivir la Navi- dos. Ama a Dios amando a tu prójimo.
dad cada día del año que entregarse Amplía tu amor esta Navidad, y juntos amor a los
continuamente a los que nos rodean cantaremos con todo nuestro corazón demás, ora
y vivir como Él nos enseñó, practicar los últimos versos de este villancico,
Su amor en multitud de detallitos a lo proclamando el poder y la gloria del por ellos,
largo del día, para presentar al mundo Señor.
una prueba viviente de que el amor de «Entonemos himnos de alegría; Su dedícales
Jesús es eficaz? Nombre honremos por la eternidad. tiempo y
Sigamos con el villancico: «Nos ¡Cristo es el Rey! ¡Su Reino es por los
enseñó a amarnos como hermanos, y siglos! Su gloria y poder por siempre atención,
nos legó el Evangelio de paz». Enseñó proclamad. Su eterna gloria por siem-
a Sus seguidores a amar y les confió pre proclamad».
bríndales
Su ley, que es el amor. Ahora les ¿Exaltarás Su Nombre por la eterni- cuidados.
encomienda que la cumplan, que la dad? ¿Vas a salir a proclamar Su poder
pongan por obra, que vivan en amor, y Su gloria por siempre jamás? ¿De Ama a Dios
para que todos los hombres sepan que qué manera puedes hacerlo? La mejor
son discípulos de Él. forma de anunciar Su poder y Su
amando a tu
¿Cómo sigue la canción? «Llegará el gloria es manifestar amor a los demás, prójimo.
día en que Él reine soberano, y así por entregar amor.
fin la opresión cesará». ¡Gloria a Dios! Con tu vida lo dices todo, porque
El amor tiene mucha fuerza. eres una prueba viviente. Si vives
En fin, ¿deseas saber qué puedes inmerso en el amor de Dios, descen-
regalarle al Señor esta Navidad? derá sobre ti Su poder. Y al verter el
¿Quieres saber qué obsequiarle a Señor Su poder sobre ti, Su poder y Su
Aquel que lo tiene todo? Pues da amor, gloria se darán a conocer al mundo
no sólo al Señor, sino también a quie- por siempre. El poder del amor.
nes tienes a tu alrededor. El quid del «¡Cristo es el Rey! ¡Su Reino es por los
Evangelio es el amor. ¿Qué dices? ¿Vas siglos! ¡Su gloria y poder por siempre
a practicarlo? ¿Se lo vas a comunicar proclamad!»
a los demás? Es posible que no te con- Deja que los demás vean a Jesús
sideres capaz, pero Dios sí lo es, y si lo en ti. Esa es la esencia de la Navidad.
intentas, te ayudará. ¡Feliz Navidad! h
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12. RELATO DE JOHN ROYS
El día que vi a
JESÚS
VIVÍAMOS EN UNA CASA DE ADOBE
situada en un monte desde el que se
domina Belén. Tenía cuatro hermanos
mayores, y toda la familia se dedicaba
al pastoreo. Éramos pobres, y los
impuestos que nos cobraban los
romanos nos hacían la vida aún más
difícil. Pero pese a las privaciones,
nunca perdimos la fe en el único Dios
verdadero ni en Su promesa de la
venida del Mesías.
Un día nos sobrevino una desgra-
cia: estalló un incendió en la casa.
A la sazón yo tenía siete años. Como
mi padre y mis hermanos habían
llevado las ovejas a pastar, mi madre
y yo no conseguimos evitar que el
fuego se extendiera rápidamente.
Salí corriendo de la casa, pero una
puerta en llamas se me cayó encima.
Mi madre logró sacarme, pero se me
quemó gravemente el rostro y perdí
la vista. A la larga, las quemaduras
sanaron, pero seguí ciego.
Me sentía impotente e inútil. Me
quedaba horas sentado, mirando en la
oscuridad sin ver nada y preguntán-
dole a Dios por qué había permitido
que me ocurriera aquello.
Mi madre trataba de animarme
buscándome pequeñas tareas que
pudiera realizar, y a veces mis herma-
nos me llevaban a los pastos con ellos.
Por alguna razón, allí me sentía más
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13. cerca de Dios. Jugaba a que
Él era el pastor y yo una de
Sus ovejas a la que había que
llevar de acá para allá.
Cinco años después del
accidente, me sucedió algo
increíble. Estábamos en el
sitio que más me gustaba,
cuando empezó a ponerse el
sol. Mis hermanos me descri-
bieron la vista. Me hablaron
de cada color y de cada nube,
me contaron cómo giraban y
se arremolinaban armonio-
samente produciendo haces
iridiscentes que cruzaban el
cielo. repentinamente como habían apare-
Tras el ocaso, la noche cubrió la cido, se desvanecieron.
tierra igual que me cubrían a mí las Pasaron varios minutos sin que
tinieblas. Una vez que las ovejas se nadie pudiera emitir palabra. Mi
hubieron recostado, antes de dormir- padre rompió el silencio. —¿Qué es?
nos nosotros, de golpe nos iluminó —Ha nacido nuestro Salvador, y —pregunté.
una luz brillante. Era tan resplande- Dios consideró oportuno anunciarnos
ciente que la percibía en la piel. la buena nueva. ¡Vengan! Vayamos a —No lo
—¿Qué es? —pregunté. Belén a ver al bebé del que nos habla-
—No lo sabemos —respondieron ron los ángeles. sabemos
mis hermanos. Amós dijo que se quedaría con las
Por el tono de su voz me di cuenta ovejas. De todos modos era su turno. —respondieron
de que estaban asustados. —¿Puede quedarse contigo? —le
Entonces escuchamos una voz
mis hermanos.
preguntó mi padre.
bellísima, una voz que parecía Yo sabía que se refería a mí. Por el tono
emanar paz. «No temáis; porque he El ruido de sus pasos se fue per-
aquí os doy nuevas de gran gozo, que diendo después que ,pasaron la de su voz me
será para todo el pueblo —solamente primera curva del sendero. Amós y yo
un ángel es capaz de hablar así—: nos acercamos más al fuego. di cuenta de
que os ha nacido hoy, en la ciudad —Descríbeme otra vez a los ánge-
de David, un Salvador, que es Cristo les, Amós. que estaban
el Señor. Esto os servirá de señal: Mis pensamientos se sucedían ver- asustados.
Hallaréis al niño envuelto en pañales, tiginosamente. Nuestro pueblo había
acostado en un pesebre». esperado tantos años la venida del
Enseguida todos ahogaron un grito Mesías. ¡Cómo me hubiera gustado
cuando un estallido de luz, aún más acompañarlos! Pero ¿de qué habría
intenso que el primero, llenó la noche; servido? Me lamenté de que nunca
y oímos a las huestes celestiales que vería al Salvador.
alababan a Dios: «¡Gloria a Dios en las A la mañana siguiente, cuando el
alturas, y en la Tierra paz a los hom- sol me despertó con sus caricias, el
bres de buena voluntad!» ¡Fue mag- mismo pesar me embargaba el cora-
nífico! Sus voces resonaban con la zón. Entonces escuché voces entu-
gloria y el poder de Dios. Después, tan siastas procedentes del sendero, gritos
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14. de alabanza. Alguien me llamó. Al cabo de unos años llegaron de
—¿Lo vieron? ¿Vieron al Salvador? Galilea novedades emocionantes. Un
—¡Sí! —gritaron todos al unísono. flamante profeta hablaba del reino
—Lo encontramos tal como nos de Dios. Las multitudes lo seguían.
dijo el ángel —afirmó mi padre—. No Su nombre era Jesús. ¿Acaso era el
era más que un establo, y ni siquiera mismo Jesús, aquel del que los ángeles
mejor que el nuestro; pero se percibía nos habían hablado 30 años antes?
Me sobrevino una presencia, algo asombroso. Sin Tenía unas ganas tremendas de que
duda era el Espíritu del Dios viviente. fuera Él, y me moría por conocerlo.
una sensación Nos quedamos tan maravillados y Varios meses después, un día,
increíble fue tal el gozo que sentimos que nos estando en Belén con mi madre, oí
postramos y lo adoramos. gritos, y mucha gente pasó corriendo a
por todo —Se llama Jesús —dijo mi her- mi lado. Se estaba reuniendo una gran
mano mayor—. Fue exactamente multitud al final de la calle.
el cuerpo como lo describió papá. Nunca me —¿Qué es? —pregunté—. ¿Qué pasa?
había sentido así. —¡Quítate del camino, ciego! —me
cuando Jesús Aunque no podía ver el rostro feliz de dijo una voz igual de rústica que las
mi hermano, por el tono de su voz me manos que me empujaron contra el
me cubrió los
daba cuenta de que había cambiado. muro—. Viene el profeta, Jesús de
ojos con las Al emprender el regreso a casa, el Nazaret.
nombre no dejaba de darme vueltas ¿Sería Él de verdad?
manos. en la cabeza. Jesús. Jesús. Jesús. —¡Jesús! ¡Jesús!
Pasaron los años, pero nunca olvidé Mis gritos se ahogaban entre el
aquella noche ni aquel nombre. bullicio de la muchedumbre.
Mi padre murió cuando yo tenía 20 —¡JESÚS! ¡JESÚS! —grité más fuerte.
años. Todos mis hermanos se casaron, De pronto todos dejaron de gritar y
y dos de ellos se mudaron a otra parte de empujar. ¿Qué sucedía?
en busca de mejores trabajos. Los otros —¡JESÚS! —grité una vez más en
dos todavía cuidaban de las ovejas. Yo mi desesperación.
ayudaba a mi madre en el huerto. La voz que me respondió venía
de delante mismo de mí, una voz
vibrante de amor y compasión.
—¿Sí? ¿Qué quieres que haga por ti?
—¡Señor! —dije mientras alzaba la
cabeza atónito—. Deseo que me sanes
los ojos para recobrar la vista.
Me sobrevino una sensación increí-
ble por todo el cuerpo cuando Jesús
me cubrió los ojos con las manos y
rogó a Su Padre celestial.
—Sean sanos.
Ya antes de abrir los ojos sabía
que me había curado. Me invadió un
hermoso sentimiento de paz y amor.
Todo el pesar, la desesperanza y los
temores de largos años se evaporaron
en aquel instante. Caí de rodillas ante
Él y alcé la vista para contemplar el
rostro de mi Señor y Salvador. h
JOHN ROYS ES MISIONERO DE LA FAMILIA
EN INDONESIA.
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15. VIENE DE LA PÁGINA 7
lo que teníamos que dejar el inmueble Nuestra situación se parecía a la de José
apenas dieran de alta a Promise en el y María una memorable noche dos mil Bill y yo nos
hospital. Se acercaba la Navidad, y yo años antes. No teníamos morada para
no había tenido ocasión de pensar en el nuestra pequeña familia. Sin embargo, mirábamos
asunto. Ni siquiera había estado en casa aquel buen hombre nos había preparado
las últimas tres semanas. Nuestras tribu- un lugar, como el posadero de Belén hizo a los ojos.
laciones habían desplazado la alegría con José y María.
típica de la Navidad. Sin embargo, Dios Michael y Promise y nuestros demás Ambos
estaba por darnos el obsequio navideño hijos ya son mayores. Pero nunca olvida-
más estupendo que podíamos haberle remos aquella Navidad en que las manos sabíamos
pedido. de Dios nos sostuvieron, Su amor nos pro-
En Nochebuena se produjo el tegió y Sus ángeles nos ayudaron. Algu- exactamente
milagro. La promesa que Dios nos había nos fueron personas comunes y corrientes
hecho terminó de cumplirse. Dieron de de las que el Señor se valió como instru- lo que
alta a Promise. ¡El parte médico decía que mentos de Su amor. Mi oración aquella
estaba totalmente sana! Nuestro corazón Navidad —y todas las Navidades desde pensábamos:
rebosaba de gratitud y alegría. entonces— es que no vacile en ayudar a
A pesar de la felicidad que nos trajo los demás, del mismo modo que otros no
acabábamos
aquella noticia, nuestra situación seguía vacilaron en ayudarnos a nosotros. ¡Las
de presenciar
siendo muy apremiante. Bill había lla- promesas de Dios son veraces! h
mado por teléfono a un amigo de Sydney un milagro.
que nos dijo que nos daría alojamiento. TERRI MOORE ES VOLUNTARIA DE LA FAMILIA
Bill nos recogería a Promise y a mí en el EN LOS ESTADOS UNIDOS.
hospital, y los cuatro —con todas nues-
tras pertenencias— tendríamos que irnos
directamente a la estación a tomar el tren.
Hubiéramos preferido no tener que viajar
con Promise en aquella situación todavía
LA NAVIDAD ES…
comprometida, pero no nos quedaba otro IAN BACH
remedio. Nos abandonamos a la miseri-
cordia de Dios. El amor de una madre por su pequeño.
Cuando Bill llegó a buscarnos, solo Un sacrificio que llevó dicha a otros.
traía algunos de nuestros bártulos —los
Desvelos de un padre por un hijo ajeno.
que podía acarrear por sí solo—, pero me
dijo que no me preocupara. Un mensaje desde un excelso trono.
Llegamos a la estación en el preciso Un aparente mal que en bien redundó.
momento en que arribaba el tren, y ahí Coros celestes en la noche sombría.
vimos venir por el andén a nuestra que- Una profecía que al fin se cumplió.
rida amiga Dale, la menudita, trayendo
consigo el resto de nuestras pertenencias. Un gran milagro porque Dios lo quería.
Nunca olvidaré esa escena. Fue nuestro Un don de amor que de la ternura nace.
ángel navideño. La reconciliación de los enemigos.
Estreché a mi hijito entre mis brazos Un esfuerzo sincero que se hace
durante todo el trayecto hasta Sydney
para entender lo que siente un amigo.
mientras Promise dormía plácidamente.
Bill y yo nos mirábamos a los ojos. Ambos Un viaje por una corazonada,
sabíamos exactamente lo que pensá- tras una estrella, buscando la verdad.
bamos: acabábamos de presenciar un Un novio que reclama a su amada.
milagro. Todo eso y más es la Navidad.
Eso no fue todo. Al llegar a Sydney
aquella Nochebuena, uno de nuestros
queridos hermanos en Cristo nos recibió IAN BACH ES MISIONERO DE LA FAMILIA
con los brazos abiertos. Sin duda senti- EN EL MEDIO ORIENTE.
mos el amor de Jesús aquella Navidad.
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16. DE JESÚS, CON CARIÑO
Déjame reconfortarte
esta Navidad
Aunque el abatimiento se haya apoderado de ti,
aunque estés cesante y tengas la billetera o la cuenta
corriente vacía, aunque te aflijan la soledad o la enfer-
medad, aunque hayas perdido a un ser querido, aunque
la guerra, el odio, la injusticia o la indiferencia de los
demás te hayan enfriado el corazón esta Navidad, Mi
amor puede cambiar eso. Quiero que hoy se recuerde
Mi nacimiento y todo lo que anunciaba. Deja que Mi
amor te colme y otorgue sentido a tu existencia.
El mundo también estaba plagado de males en la
época en que nací y a lo largo de Mi vida en la Tierra.
Ten en cuenta las horrorosas circunstancias que rodearon
Mi nacimiento. Piensa en las madres que lloraban la
matanza de sus hijos varones ordenada por un rey ebrio
de poder. Recuerda la opresión reinante en aquel tiempo.
En medio de aquellas densas tinieblas apareció la
luz más esplendorosa que el mundo haya conocido; en
medio de gran angustia se concedió el más grande de
los obsequios. Mi Padre me envió como un niño débil
e indefenso para que me criara y viviera en las mismas
condiciones que cualquier ser humano, para que experi-
mentara los mismos pesares y sufriera a manos de perso-
nas injustas. Me hice hombre para salvar a los hombres.
Abre tu corazón para que la verdad y el amor que
traje conmigo aquel primer día de Navidad te iluminen
interiormente en este preciso instante. Déjame disipar tus
temores y enjugar tus lágrimas. Déjame reconfortarte esta
Navidad.