2. En la antigüedad Delfos era uno de los más importantes centros religiosos. Situado al pie del monte Parnaso, atraía a un gran número de peregrinos que venían a consultar el oráculo. Su carácter sagrado deriva en principio de su propia belleza
3.
4. La presencia de Apolo se manifestaba a través de oráculos trasmitidos por una sacerdotisa, la Pitia. Esta se sentaba en una celda subterránea del templo sobre un trípode y era envuelta en humo de laurel y de harina de cebada(algunos autores sugieren emanaciones de azufre del suelo. Después de las rituales abluciones, y habiendo pagado la tarifa, los peregrinos (sólo hombres) eran conducidos hasta ella para formular su pregunta, hasta los reyes preguntaban acerca de asuntos de gobierno.
5. Entre todos los lugares de culto en la época arcaica Delfos ejerció la influencia más profunda en el alma de los griegos. A ambos lados de la vía Sacra se alineaban las ofrendas que ciudades. El tesoro de los Atenienses, que fue construido sobre el 480 a. C., con parte del botín capturado a los persas en Maratón.
7. El muro poligonal, del s. VI a.C. donde están inscritas 800 actas de liberación de esclavos
8. Del Templo de Apolo se conserva muy poco pero era casi tan grande como el Partenón. Fue construido a base de suscripciones procedentes de todo el mundo griego
9. Sobre el templo de Apolo se encuentra el teatro, original del s. IV a. C. y remodelado más tarde en época romana. Podía albergar hasta 5000 espectadores.
10. Unos metros más arriba, el estadio, de 178 m. de longitud, 12 graderíos bastante bien conservadas y una capacidad para 6500 espectadores. En él se celebraban los Juegos Píticos (en conmemoración de la muerte de la serpiente Pitón), con ejercicios deportivos, concurso de música y representaciones teatrales.
11. De las muchas piezas del museo, destacamos el auriga de Delfos, estatua de bronce del 478 a.C., erigido como monumento votivo tras una carrera.