2. Un deseo del corazón
me lleva a escribiros.
Cada uno de nuestros
encuentros refuerza la
comunión en el
Instituto.
3. En este momento histórico estamos particularmente unidas a la
Iglesia y nos sentimos Iglesia, para agradecer al Señor por el nuevo
Papa Jorge Mario Bergoglio que ha escogido el nombre de
Francisco. Lo acogemos con la misma actitud que nuestros
Fundadores tuvieron por el Vicario de Cristo, mientras conservamos
una profunda gratitud hacia Benedicto XVI
4. Desde ahora expresamos
una total adhesión a su
Magisterio y ofrecemos
nuestra oración para que,
en este Año de la Fe, a
través del nuevo Pastor,
pueda resonar en el
mundo el anuncio gozoso
del Evangelio de Jesús
5. Algunos ecos que me llegan
dicen que estáis preparando la
Fiesta del Gracias a nivel
mundial en relación con los
acontecimientos eclesiales que
estamos viviendo.
Lo que unifica todos mis
sentimientos es la gratitud a
Dios, a la Iglesia, al Instituto, a
cada una de vosotras, a las
personas dedicadas a la misión
educativa y al anuncio, a las
jóvenes
y a los jóvenes hacia quienes
renuevo mi confianza,
simpatía y afecto.
6. Un agradecimiento especial a la
Inspectora y Hermanas de la
inspectoría «Santo Tomás Apóstol»
que han escogido para la Fiesta
del Gracias en el Año de la Fe un
tema significativo:
7. Agradezco desde ahora por
la generosidad con la cual
responderéis al doble
llamado de solidaridad y de
comunión para la misión de
Sri Lanka y por las
necesidades siempre más
fuertes de la misión del
Instituto ya que la pobreza
se extiende más y más por
todo el mundo.
8. Tres anillos que tienen unida
nuestra experiencia de
personas consagradas hoy y
nos permiten ir a «la Fuente»
que alimenta nuestro
testimonio y nuestro don a las
jóvenes generaciones.
10. Esta «FUENTE» es la
presencia misma de Dios. Ella
se manifiesta a través de los
acontecimientos que tocan
nuestra vida pero siempre
colmados de ternura y de
sabiduría.
Estamos viviendo tiempos
inéditos para la Iglesia
universal y algunos
acontecimientos significativos
de Instituto que nos llevan a
agradecer al Señor por los
signos de vida de los que
están llenos
11. A la luz de estos
acontecimientos la fe se
refuerza, se renueva y se
convierte en portadora de
vida nueva.
Me refiero a la decisión del
Papa Benedicto XVI, quien
escuchando la Voz de Dios
ha decidido servir a la
Iglesia con una modalidad
compatible con sus fuerzas
físicas.
12. Seguirá sirviendo a la
Iglesia «Con la misma
dedicación y con el
mismo amor» como lo
ha hecho hasta ahora.
En esta decisión sufrida y
meditada en la oración, Él
acoge la Voluntad de Dios
que lo llama a «subir al
monte» para dedicarse
más intensamente a la
oración y a la meditación.
13. Es un gesto de profunda y
granítica fe que testimonia
cómo es fundamental no huir
de la Voluntad de Dios, sino
acogerla, abrazarla, amarla
hasta el final, también cuando
conlleva opciones difíciles que
expresan un gran gesto de
amor. Este es el ejemplo que
Benedicto XVI nos ha dejado y
que quedará impreso en el
corazón como luz que ilumina
nuestro camino de fe y de
amor a la Iglesia.
14. Con afecto y gratitud hemos seguido los últimos días de su
Pontificado. En su última audiencia ha dicho el Papa: «No
abandono la cruz, permanezco de un modo nuevo cerca al Señor
Crucificado… Continuaré y acompañaré el camino de la Iglesia con
la oración y la reflexión…»
15. «Soy solamente un
peregrino que inicia la
última etapa de su
peregrinar en esta Tierra.
Todavía quisiera con
todo mi corazón, con mi
amor, con mi oración, con
mi reflexión, con todas
mis fuerzas interiores,
trabajar por el bien
común y el bien de la
Iglesia y de la
humanidad».
(Castelgandolfo 28 de febrero de
2013)
16. Queridas Hermanas: me he
detenido en este punto
porque estoy convencida que
el Señor se ha hecho presente
en la Iglesia, en cada una de
nosotras, en la Familia
Salesiana, a través de un
Maestro y Pastor que nos ha
recordado con su humildad y
transparencia de vida, la
belleza del seguimiento de
Jesús y la alegría que se
deriva de anunciar valores
que llevan a la verdadera
felicidad, la de las
Bienaventuranzas.
17. Benedicto XVI ha dejado a la Vida Consagrada una herencia
espiritual que acogemos como don incomparable… «Os invito a
alimentar una fe capaz de iluminar vuestra vocación… Os invito a una
fe que sepa reconocer la sabiduría de la debilidad… Os invito a
renovar la fe que os hará peregrinos hacia el futuro»
19. Oremos al Espíritu Santo para que libere nuestro corazón y
nuestra mente de todo lo que puede impedir o frenar cuanto nos
ha sido dado como don para ser siempre más
coherentes FMA.
20. Estamos llamadas, hoy, a
testimoniar «la nueva vida
de las Bienaventuranzas»
en una Comunidad
animada por el espíritu
apostólico de D. Bosco y
M. Mazzarello, anunciando
Cristo a los jóvenes en la
Comunidad Educativa,
para irradiar en el mundo,
en círculos concéntricos
cada vez más amplios, la
Buena Noticia del
Evangelio de Jesús.
21. El tema del Capítulo nos hace
sentir la urgencia de reavivar
nuestra fe y por lo tanto
«dejarnos evangelizar para
que nuestra vida sea
evangelizadora a partir de la
propia coherencia, del estilo de
las relaciones comunitarias, de
la opción por los más pobres.
Evangeliza una Comunidad
que testimonia con alegría la
presencia de Dios y se pone en
búsqueda de quienes no han
hecho esa experiencia»
22. «Quisiera que cada una dijera en su
corazón: El Instituto también soy yo,
no es una realidad fuera de mí. No
es una organización en la cual me
encuentro para demostrar mis
competencias e invertir mis recursos
para obtener reconocimientos,
gratificaciones oportunistas. El
Instituto es mi Familia Religiosa
querida por el Espíritu Santo para
ser en la Iglesia «respuesta de
salvación a las expectativas
profundas de los jóvenes» Sí, yo
quiero ser una «piedra viva» del
Monumento que D. Bosco ha querido
como signo de gratitud a Aquella que
ha sido la Inspiradora de nuestro
Instituto»
23. Nos preguntamos: ¿Advierto
que mi misión, que la nuestra,
ahora más que siempre es la
de ser una FMA disponible
para construir «la casa que
evangeliza», que tiene siempre
las puertas abiertas para dejar
entrar la luz y el Amor de Dios?
¿Estoy convencida que es Él
quien la hace nueva, bella,
acogedora para hospedar a
mis Hermanas, las personas
que encuentro, sobre todo los
jóvenes más pobres que no
dejan de soñar un futuro para
su vida?
25. Cuanto os he dicho hasta
ahora es motivo de
gratitud fruto de una
lectura creyente de la
realidad; de ella se deriva
la llamada a una caridad
operante. Pidamos las
unas por las otras la gracia
de saber penetrar, con la
luz que viene del Espíritu
Santo, los pliegues de
nuestra vida cotidiana
para leer cada
acontecimiento como
espacio habitado por Dios
26. Palabra de Dios Tenemos la
oportunidad de
acoger los signos de fe
y de vida que ya están
presentes en nuestro
contexto y que
merecen ser
portadores de luz,
apreciados y
reconocidos con
humildad y alegría
que vienen de la fe
renovada en la
escuela de la Palabra
de Dios.
27. La alegría encuentra su
origen en creer que el Señor
no nos deja faltar los signos
de su Amor que se expresan
en Hermanas buenas y
coherentes que viven junto a
nosotras y con las cuales
compartimos momentos de
luz y de fatiga, personas que,
a pesar de su fragilidad, de
sufrimientos físicos o
espirituales se abandonan en
las manos de Dios y en Él
encuentran su fuerza para
«dar razón de la esperanza
que hay en ellas».
28. Os pienso a todas vosotras, que en algunos momentos, experimentáis
sufrimientos que ponen a prueba vuestra fe y que requieren
disponibilidad para dejarse irradiar por el Misterio Pascual de Jesús.
29. Pienso en tantas familias
que, con valor, saben
mantener la fe que
recibieron en su
consagración bautismal
compartiéndola y
testimoniándola sin
timidez y en la verdad
30. Pienso en muchos
jóvenes que deciden
gastar sus energías y
capacidades en
defensa de los
Derechos Humanos,
sobre todo con los
jóvenes más
indefensos cuando
están expuestos al
peligro.
31. Comprendo que el
camino de la fe no es
fácil pero es posible
porque no es el
resultado de nuestras
fuerzas ni de la
voluntad de hacer
cosas buenas; es un
don que viene de Dios.
32. Toda la vida cristiana es una respuesta al Amor de Dios. La
primera respuesta es la fe como acogida llena de maravilla y de
gratitud por la iniciativa divina que nos precede y solicita. Es el
«SÍ» de la fe que marca el inicio de una historia luminosa de
amistad con el Señor, que llena y da pleno sentido a toda nuestra
existencia»
Mensaje de Cuaresma de Benedicto XVI 2013
33. Con esta convicción podemos
ser audaces en creer, fuertes
para afrontar las dificultades y
enfrentarnos cada día con
nuestros miedos y nuestros
límites; humildes para ver en
nuestras fragilidades una
nueva oportunidad de
crecimiento.
34. No nos asuste la fatiga de
creer, de creer poco o, a
veces, de sentirnos débiles y
quizás privadas de la fe. Hay
experiencias que hacen sufrir,
dejándonos un sentido de
soledad y la percepción del
abandono de Dios. Él, con su
fuerza creadora, nos ofrece
vivir estas situaciones para
consolidarnos en su Amor y y
ser así testimonios, sobre
todo para los jóvenes que
buscan su rostro.
35. En esta Fiesta del Gracias ¿queremos intercambiar el don de ser
misioneras de la fe, haciendo nacer gérmenes de vida en la
Comunidad, en las Comunidades Educativas, entre los jóvenes?
36. Quiero hacer memoria de Madre Marinella Castagno, de su
estatura de mujer profundamente enraizada en el carisma,
con intuición de futuro, con valentía y coherencia en las
decisiones para el bien de las y los jóvenes
«Miremos adelante con la
mirada de D. Bosco, trabajemos
con su fe y su caridad, unamos
nuestras fuerzas a cuantos
trabajan por el bien, estimulemos
con confianza
las energías latentes de tantos
«obreros» que no trabajan
bastante en la viña del Señor,
quizás porque no sabemos
hacernos portavoces
eficaces de
la llamada divina» (Cir. 678)
38. La autenticidad de la
vida de fe se mide por la
apertura a los otros, por
la comprensión de sus
expectativas, por la
solidaridad hacia el
pobre y sufriente, por el
crear comunión como
elemento fascinante y
esencial para ser «casa
que evangeliza»
39. El gracias auténtico que sale
del corazón, da una luz
nueva a nuestros ojos para
entrever cuáles caminos
tenemos que recorrer para
que «todos tengan vida y
vida en abundancia».
40. El empeño mayor en el
campo de la Nueva
Evangelización es el de
ayudar a la humanidad, las
generaciones jóvenes, a salir
del desierto espiritual.
Como ha dicho Benedicto
XVI: «Es propio de la
experiencia de este desierto,
de este vacío, el que
podamos nuevamente
descubrir la alegría de creer,
su importancia vital para
nosotros, hombres y mujeres.
41. En el desierto se descubre el
valor de lo que es esencial
para vivir, así en el mundo
contemporáneo son
innumerables los signos de
la sed de Dios, del sentido
último de la vida. En el
desierto hay necesidad,
sobre todo, de personas de
fe que con su vida indiquen
el camino hacia la Tierra
Prometida y mantengan
despierta la esperanza.
42. «La fe vivida abre el
corazón a la Gracia de
Dios que libera del
pesimismo. Hoy más
que nunca evangelizar
quiere decir
testimoniar una vida
nueva, transformada
por Dios, y así indicar el
camino».
43. Los caminos del futuro están representados por este descubrimiento de
lo esencial. Como la mujer de Samaría, nos sentaremos cerca del pozo
de nuestra vida con un ánfora vacía y con la esperanza de encontrar el
agotamiento de nuestro deseo de plenitud existencial
44. Jesús no tardará en
presentarse como el
peregrino que tiene
necesidad de nosotros, y
al mismo tiempo, como
aquel que puede
satisfacer nuestra sed. Del
encuentro con Él
recibiremos Vida nueva y
seremos enviadas a ser
para los otros,
anunciadoras de la
verdad y del amor.
45. El empeño por la Nueva
Evangelización nace del
empuje interior para
acompañar otros a «la
Fuente». Les revelaremos
en particular a las y los
jóvenes, la belleza y la
novedad del encuentro con
Jesús que transforma la
vida.
Acompañar a «la Fuente»
quiere decir testimoniar la
calidad del encuentro con Él
que nos convierte y nos
hace descubrir al otro como
prójimo que debemos amar
sin condiciones
46. El Rector Mayor, en el Aguinaldo 2013, nos ha recordado cómo amar las
jóvenes generaciones en la óptica del Sistema Preventivo de D. Bosco: «La
pedagogía de la bondad es la estrategia más eficaz porque implica el
encuentro con la parte más profunda de los mismos jóvenes donde
algunas veces está escondido el deseo de Dios que solo Él puede saciar».
47. El futuro se jugará sobre la
calidad de nuestras
relaciones, sobre la belleza
de nuestra vida, capaz de
transmitir un sueño que se
realiza en el aquí y en el
ahora, donde Jesús se hace
nuestro compañero de
camino y nos invita a
«sentarnos cerca al pozo»
para armarnos de valor y
anunciar a los otros el mismo
sueño que nos hace vivir y
alegrarnos.
48. La alegría ilumina el
camino que nos
proponemos porque la
alegría es Jesús que
camina con nosotros. Ésa
lleva en sí los gérmenes de
vida, las semillas de la
Resurrección, de la
Pascua.
49. María, Madre de los
creyentes, que ha
sabido vivir la fe en la
experiencia de la
anunciación, en la
oscuridad de la
crucifixión de Jesús, en
el esplendor de la
resurrección, nos
acompañe cada día,
cada instante de
nuestra vida.