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SANTIAGO POSTEGUILLO




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  1. 1. Un recorrido por algunos de los enigmas más famosos y controvertidos de la historia de la Literatura Universal A la venta el 18 de septiembre Nº de páginas: 230 – PVP: 18 € www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  2. 2. SANTIAGO POSTEGUILLO Santiago Posteguillo es profesor de lengua y literatura en la Universitat Jaume I. Doctor europeo por Universidad de Valencia, estudió literatura creativa en Estados Unidos y lingüística, análisis del discurso y traducción en Reino Unido. Ha publicado varias novelas históricas Africanus, el hijo del cónsul (2006), Las legiones malditas (2008) y La traición de Roma (2009) que han sido aplaudidas por miles de lectores y merecedora de grandes elogios por parte de expertos y crítica. Reconocido como uno de los "Valencianos del siglo XXI" por el periódico Las Provincias, ha sido finalista del Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, premiado por la Semana de Novela Histórica de Cartagena y ha recibido los galardones His libris.com 2009 al mejor novelista histórico y a la mejor novela histórica. En 2010 recibió el prestigioso Premio a Las Letras de la Generalitat Valenciana. Es autor de la novela Los asesinos del emperador (Planeta), un relato impactante, descrito con un trepidante puso narrativo donde traslada al lector a la Roma imperial de los Césares, y cuyos derechos ya han sido vendidos a Italia antes de su publicación. Links de interés www.santiagoposteguillo.es @SPosteguillo http://www.facebook.com/group.php?gid=38525998266&v=wall www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  3. 3. LA NOCHE EN QUE FRANKENSTEIN LEYÓ EL QUIJOTE Un apasionante libro donde los lectores descubrirán algunos de los secretos mejor guardados y más codiciados sobre las figuras literarias y las novelas más significativas de la literatura universal de todos los tiempos ¿Sabías que el éxito de Harry Potter se debe a una niña de ocho años? ¿Que los seguidores de las aventuras de Sherlock Holmes obligaron a su autor a resucitar a su héroe? ¿Que la Gestapo intentó impedir la publicación de las obras de Kafka? Santiago Posteguillo es uno de los escritores españoles contemporáneos con más seguidores y uno de los mejores autores de novela histórica. En esta obra utiliza su impresionante habilidad narrativa para contar algunos interesantes pasajes de la vida secreta de los libros. En esta deliciosa serie de capítulos breves, Posteguillo muestra al lector lo que se esconde detrás de algunos títulos de la literatura universal. Responde a preguntas sobre la misteriosa vida de algunos escritores, desvela enigmas y relata anécdotas, curiosidades, intrigas, casualidades y datos interesantes concernientes a la historia de los libros y de sus autores. Esta interesante recopilación de piezas breves son destellos de grandes momentos de la historia de la literatura universal que atañen a Miguel de Cervantes, Alejandro Dumas, James Joyce, Shakespeare, el autor anónimo de El lazarillo de Tormes, Sir Walter Scott, José Zorrilla, Mary Shelley, Jane Austen, Fiódor Dostoievski, Rosalía de Castro, Benito Pérez Galdós, Arthur Conan Doyle, Raymond Chandler, Franz Kafka, J.R.R. Tolkien, Antoine de Saint Exupery, Alexander Solzhenitsyn, Julio Verne, Anne Perry, William Burroughs o J.K. Rowling. Santiago Postiguillo nos desvela parte de sus secretos con su destreza habitual. Pone ante los ojos del lector, con el ritmo y la fuerza visual que le caracteriza, a Ruíz de Alarcón convenciendo a José Zorrilla para que ingrese en la Real Academia de la Lengua; a Mary Shelley escuchando a su marido Percy B.Shelley leer el Quijote en voz alta al calor de una hoguera; a Alejandro Dumas recibiendo de manos de Maquet el fajo de páginas que contiene el argumento de Los tres Mosqueteros; o a Don Miguel de Cervantes escribiendo los primeros pasajes de El Quijote en una sombría celda de la prisión de Sevilla… Pero, ¿por qué hay libros anónimos? ¿Quién inventó el orden alfabético? ¿Qué escritores molestaban a la Gestapo o al KGB? ¿Cómo han influido los vikingos en la literatura? El autor de Los asesinos del emperador responde a éstas y otras preguntas www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  4. 4. con rigor y amenidad. Este libro es una entretenida lección de una Historia de la Literatura muy especial que se fija en los detalles, en las coincidencias, en pequeños factores que han incidido en los autores y en sus obras e indirectamente en los lectores. Y cuenta todos estos detalles en forma de micro novelas protagonizadas por grandes maestros de las letras de todos los tiempos. Disfrutarán todos los amantes de la literatura y los que tengan mentes curiosas e inquietas. ¿Quién inventó el orden alfabético? A mediados del siglo III A.c. se descompone el Imperio de Alejandro Magno. Tolomeo gobierna a partir de entonces Egipto (desde el sur de Siria hasta recónditos rincones del valle del Nilo) y es él quien ordena construir la gran Biblioteca de Alejandría. Su hijo, Tolomeo II, encargará a Zenodoto que ordene el caos: cerca de un millón de rollos de papiros se amontonan sin orden ni concierto… Zenodoto, que estaba entonces terminando un glosario de términos arcaicos de unos poemas de Homero tiene la idea de colocar los textos siguiendo un orden alfabético. Se le encendió la bombilla al revisar sus notas con palabras utilizadas por Homero. Los vikingos y la literatura Tienen una antigua relación. Fundaron una auténtica ciudad vikinga en una bahía lejana a sus tierras. A esta ciudad la llamaron Dubh Linn (laguna negra en gaélico) y a ella se llevaron sus sagas nórdicas, como el poema Beowulf, el equivalente al Poema del Mío Cid español. La mezcla de estas sagas vikingas y la imaginación celta han dado grandes frutos literarios. Dublín es una de las ciudades que más ha aportado a la literatura universal (además, es ciudad de la literatura por la Unesco). Es la cuna de grandes autores como los dramaturgos del siglo XVII Congrevey Sheridan; y de Oscar Wilde; William Butler Yeats (Premio Nobel en 1923); George Bernard Shaw (Premio Nobel en 1925); Samuel Beckett (Premio Nobel en 1969); James Joyce o Bram Stoker… Como concluye Posteguillo, “los libros forman parte integral de la vida irlandesa”. Algo tuvo que ver la semilla vikinga… El autor secreto No se sabe quién fue el autor de El lazarillo de Tormes. Se ha sospechado de Diego Hurtado de Mendoza, un secretario erasmista de Carlos V; de Fernando de Rojas, autor de La Celestina; del jerónimo Fray Juan de Ortega; de Sebastián de Horozco; de Lope de Rueda; de Juan Maldonado; de Gonzalo Pérez; de Bartolomé Torres Naharro y de Luis Vives. El no saber con certeza quién lo escribió salvó a esta joya de nuestra literatura de las llamas de la Inquisición. En opinión de Santiago Posteguillo, “el anonimato de ese escritor es una de las victorias de la literatura universal”. ¿Escribió Shakespeare las obras de Shakespeare? En 1943 tuvo lugar en una taberna de Deptford una pelea en la que murió el escritor británico Christopher Marlowe. Su muerte estuvo rodeada de extrañas casualidades, www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  5. 5. como la inmediata llegada a la taberna de un juez que certificara su muerte y su meteórico enterramiento. Además, antes de su trágica desaparición, William Shakespeare no había publicado nada, un dato que alimenta las sospechas de quienes piensan que fue Marlowe y no Shakespeare el verdadero autor de las obras atribuidas al bardo de Stradford upon Avon. Estos sostienen que Marlowe fingió su muerte y escribió bajo el nombre de Shakespeare, un actor de poca monta y escasa cultura, incapaz, por lo tanto, de haber creado obras tan magnas. ¿Es posible que un hombre sin formación académica como Shakespeare fuera capaz de crear los sonetos y tragedias que se le atribuyen? Varios expertos han publicado sesudos estudios en publicaciones académicas donde lo dudan y apuestan por Marlowe. Calvin Hoffman incluso dejó estipulada en su testamento una jugosa recompensa para quien pruebe que el autor verdadero de las obras de Shakespeare era Christopher Marlowe. La prisión Entre 1597 y 1602 estuvo preso en la cárcel pública de Sevilla don Miguel de Cervantes Saavedra. Entre sus muros, entre mugre, sollozos y sombras, engendró “para asombro y delicia del mundo”, como subraya Santiago Posteguillo su gran obra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Y de la celda a la eternidad… El Ave María de Schubert y la novela histórica Sir Walter Scott fue un niño marcado por la cojera que le dejó la poliomielitis. Encontró consuelo y divertimento en los relatos escoceses que le contaba su tía Jenny. Y cuando de mayor empezó a escribir historias basadas en esos antiguos relatos y el público se entusiasmó con ellos, le apodaron El mago del Norte. Los textos de Scott sedujeron también al rey Jorge III y al compositor Schubert, que puso música a su poema The lady in the lake. Como empezaba con las palabras Ave María, Schubert pensó en adaptar la obra musical a la oración de la virgen… Alejandro Dumas y la larga sombra de Auguste Maquet Posteguillo recrea la escena en la que Auguste Maquet visita a Alejandro Dumas en su lujosa mansión y le entrega las páginas con el argumento de Los tres Mosqueteros. Es sabido que Alejandro Dumas recurrió a colaboradores y se cree que Maquet estaba detrás de las tramas de El conde de Montecristo y La reina Margot, entre otras novelas firmadas por Dumas. Dumas era ambicioso y buen amigo del lujo y el gasto desenfrenado, y las editoriales le presionaban reclamándole nuevas historias con las que atraer más y más lectores. Es muy posible que cayera en la tentación de “dejarse ayudar”. Y es que su obra es muy extensa: la suma de sus novelas históricas, libros de viajes, y de terror supera el centenar. Lo de utilizar negros no ha sido tampoco tan raro: en 1662 se publicó una versión de Medida por medida, de Thomas Middleton, pero con la firma de Shakespeare para atraer a más público; El ángel que nos mira, atribuida a Thomas Wolfe, fue retocada por Maxwell Perkings… Y hay muchos otros casos. www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  6. 6. No obstante, “mi conclusión es que Dumas tenía un toque genial, un saber hacer, un saber transformar en aventura y ritmo trepidante relatos que otros no llegaban presentar de la forma más impactante y emotiva posible”, dice Posteguillo. El discurso En mayo de 1885 Pedro Antonio de Alarcón y Gaspar Núñez de Arce visitaron a José Zorrilla en su casa para convencerle de que aceptara ingresar en la Real Academia Española de la Lengua. El autor de Don Juan Tenorio estaba enfadado con aquella institución porque en 1847 prefirieron a José Joaquín de Mora antes que a él. Al año siguiente, en 1948 se decantaron por Zorrilla, pero el escritor no acudió a aceptar el ingreso. Finalmente, y tras mucha insistencia convencieron a Zorrilla para que aceptara un sillón en la Real Academia. El día del ingreso fue todo un acontecimiento con la presencia del rey Alfonso XII, Antonio Cánovas del Castillo, varios ministros y muchas autoridades. Pero Zorrilla les sorprendió con un discurso ¡en verso! que comenzaba diciendo: “Mi recepción para ser natural va a ser excéntrica” y discurrió íntegramente en endecasílabos rimados… La noche en que Frankenstein leyó el Quijote Mary Shelley contó en su diario cómo durante las noches de todo un mes, su marido Percy B. Shelley leyó en voz alta El Quijote cuando un grupo de escritores, entre ellos Lord Byron, se resguardaban en Suiza del mal tiempo. Entonces fue cuando convocaron un concurso de relatos de terror que sólo se tomó en serio Mary. De aquella iniciativa nació la historia del monstruo creado por el doctor Víctor Frankenstein inventada por Mary Shelley. Las lecturas quijotescas hicieron mella en Mary: hay una referencia a Sancho Panza en el prólogo; la escritora utiliza la misma técnica narrativa que Cervantes, con múltiples narradores; además, Mary recrea la famosa historia del cautivo en un episodio similar de Frankenstein. No es la única incursión española de Mary Shelley, entre 1835 y 1837 escribió Vidas de los más eminentes hombres de la ciencia y la literatura de Italia, España y Portugal donde biografíaba las vidas de Garcilaso de la Vega, Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo o Calderón de la Barca. Mary hablaba inglés, francés, italiano, portugués y español, idioma que aprendió para leer, en 1820, El Quijote en versión original. Por lo que, quien ya sepa leer en lengua castellana… ¡no tiene excusa! Primeras impresiones En 1797 el editor Thomas Cadell Jr recibió un nuevo manuscrito en su oficina. Era una novela romántica escrita por una mujer. A su socio le gustó, pero el padre de Cadell, fundador de la editorial, que había editado a David Hume, a Edward Gibbon y a Tobias Smollett, estaba harto de “novelas románticas de mujeres”. Cuando Jane Asuten, de 21 años, recibió la carta en la que rechazaba, sin más, su manuscrito, se derrumbó. Pero su familia continuó arropándola y animándola. En 1811, catorce años después, el hermano de Jane persuadió a Thomas Egerton para que publicara Sentido y sensibilidad. En pocos meses se agotó la edición. Egerton www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  7. 7. preguntó por más textos y Jane le entregó el manuscrito de Primeras impresiones. El editor sugirió un cambio de título y pasó a llamarse Orgullo y prejuicio. Así se publicó en 1813. Sucedió dieciséis años después de que Thomas Cadell senior hubiera preferido publicar Las estructuras del sistema moderno de la educación femenina, de Hannah Moore, en vez de la historia de amor, basada en experiencias reales, de aquella desconocida jovencita de nombre Jane Austen… Veintiséis días Fiódor Mijáilovich Dostoievski era un ludópata compulsivo, una enfermedad que tuvo grandes consecuencias en su producción literaria. En noviembre de 1866, asfixiado por las deudas, tuvo que aceptar un maquiavélico contrato con su editor: si publicaba una nueva novela en veintiséis días, el editor le pagaba 3.000 rublos con los que hacer frente a sus acreedores; si no cumplía, perdería los derechos de autor de sus obras. El reto era muy difícil porque además Dostoievski debía entregar los capítulos de Crimen y castigo comprometidos con el periódico El mensajero. El escritor se zambulló en sesiones maratonianas: por las mañanas, Crimen y castigo, y por las tardes, la nueva novela. Pero las manos no le respondían a la velocidad requerida, así que contrató como taquígrafa a Anna Grigorievna Snitkina. Entre ambos lo lograron, entregaron el manuscrito de El jugador el día pactado. El editor intentó esquivar su compromiso así que Dostoievski se fue a una comisaría para que quedara constancia de que él había cumplido su parte del trato. Después se casó con Anna y se fueron de viaje de novios a Baden-Baden donde, lamentablemente, había casino... “A su ludopatía debemos que Dostoievski escribiera, una tras otras, una larga serie de obras maestras de la Literatura Universal”. Hija de la lluvia El Hostal de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela esconde un gran secreto literario. Durante la noche lluviosa del 24 de febrero de 1836 se bautizó allí a una niña. La mujer que la llevaba en brazos dijo que la niña era hija de padres desconocidos. En realidad era hija de un sacerdote y de una hidalga venida a menos, de ahí el bautizo clandestino. Se le puso el nombre de María Rosalía Rita. Su tía paterna se hizo cargo de esa niña que después se convirtió en una de las grandes de la literatura española: Rosalía de Castro. Charles Dickens y la piratería informática La imagen que tenemos de Londres durante el siglo XIX es la que nos dejó Charles Dickens con sus novelas. Las publicaba por entregas en los periódicos y merecieron un éxito fabuloso. Según el diario británico The Telegraph, Historia de dos ciudades ha vendido más de 200 millones de ejemplares desde 1859, lo que la convierte en el libro más leído de la historia (exceptuando la Biblia y otros textos religiosos). Dickens gozó de fama y fortuna en vida, y conservó los recuerdos de su dura infancia y las calamidades que había presenciado. Por eso se embarcó en un proyecto filantrópico: con el fin de recaudar fondos benéficos realizó sin ningún tipo de reserva lecturas públicas de sus obras. Dicen que era un excelente lector, que interpretaba con maestría www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  8. 8. cada personaje. Haciendo un paralelismo con la actualidad, “Dickens no temería a la piratería —piensa Posteguillo— porque la gente pagaría por escucharle en directo”. Esquina Pérez Galdós con Àngel Guimerà Benito Pérez Galdós y Àngel Guimerà son dos escritores con puntos en común: ambos fueron candidatos con altas probabilidades de obtener el Premio Nobel de Literatura; ninguno de ellos lo logró tras años de repetidas candidaturas. Y los dos tienen sendas calles en Valencia, que además confluyen… A Guimerà lo presentó como candidato durante diecisiete años seguidos la Academia de Bellas Artes de Barcelona; y Galdós estuvo a punto de conseguirlo, pero las críticas de sus enemigos políticos pudieron más. Mientras tanto se llevaron el ansiado galardón José de Echegaray (en 1904) y Jacinto Benavente (en 1922, dos años después de morir Galdós y dos años antes del fallecimiento de Guimerà). “La desunión institucional y política propia de nuestro país hizo que sus oportunidades se perdieran”, se lamenta Posteguillo. El asesinato de Sherlock Holmes Sir Arthur Conan Doyle decidió acabar con la vida de Sherlock Holmes porque quería tiempo para escribir otras cosas. Lo hizo caer por el abismo de Reichenbach luchando con su archienemigo el profesor Moriarty. Poco tiempo después recibió una lluvia de cartas suplicando que deshiciera el entuerto: Sherlock no podía morir. Su editor le visitó y le rogó; decenas de seguidores pasearon frente a su casa con crespones negros en los sombreros... La presión fue tal, que Conan Doyle cedió y Sherlock Holmes regresó a la vida en The empty house. Y es que a veces los personajes son casi más reales que sus autores… La trinchera Raymond Chandler participó en la Primera Guerra Mundial en el Regimiento de tropas expedicionarias canadienses. Una decisión, la de no salir de la trinchera cuando arreciaban los bombardeos alemanes, le salvó la vida: todos sus compañeros que intentaron escapar fueron abatidos por ametralladoras. Gracias a esa decisión hemos podido leer El sueño eterno, El largo adiós, La dama del lago o Adiós muñeca. La Gestapo y la literatura Max Brod tenía todos los relatos y novelas de Franz Kafka, excepto los que el escritor checo había entregado a Dora Diamant, una joven actriz a la que había conocido en el sanatorio de Kierling. Brod fue incapaz de obedecer las órdenes expresas de su amigo Kafka y no quemó sus obras como éste le había pedido. Cuando las leyó y se percató de su gran valía decidió publicarlas. Y así, como afirma Posteguillo, “la historia de la literatura universal ya no fue la misma”. Dora Diamant tampoco destruyó las treinta cartas y los veinte cuadernos de notas con relatos que Kafka le entregó. Los escondió en el piso en el que se guareció en Berlín, en www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  9. 9. 1933, para intentar escapar de la Gestapo. Nunca se han encontrado: a Dora la capturaron los nazis y después padeció las purgas soviéticas, su pista se perdió en los campos de concentración de Siberia. El Kafka Project de la Facultad de Humanidades y Letras de la Universidad de San Diego, de Estados Unidos, los sigue buscando en colaboración con el gobierno alemán. El presidente Eisenhower y la rebelión de un Hobbit Tras el éxito de El Hobbit, su primera novela, los editores pidieron a J.R.R Tolkien una segunda parte. El escritor británico tardó doce años en entregar las más de 1.200 páginas de aquella historia tan esperada. Sus editores de Houghton Mifflin, asustados, decidieron publicarla en tres partes para minimizar los daños: estaban convencidos de que venderían poco. La primera parte, La comunidad del anillo, se publicó el 29 de julio 1924. Y gustó. Le siguió Las dos torres, el 11 de noviembre. Los lectores reclamaban una tercera parte: El retorno del rey se publicó el 20 de octubre de 1955. La trilogía de El señor de los anillos también llegó a Estados Unidos, aunque con un éxito menor. En 1965 tuvo allí Tolkien un desencuentro editorial. Ace Books sacó una edición en rústica sin pagar derechos de autor. Se amparaban en que Eisenhower no había firmado el Convenio de Viena —en el que se regula el reconocimiento de estos derechos— hasta meses después de la publicación de la obra. Con mucha paciencia, Tolkien escribió a sus lectores estadounidenses contándoles la situación. Ace Books recibió miles de cartas de protesta y acabó llegando a un acuerdo con el escritor. Menos mal, porque de El señor de los anillos se han vendido 150 millones de ejemplares… El último vuelo Antoine de Saint Exupéry recurrió al presidente de Estados Unidos para que le permitieran reincorporarse a la guerra: había sufrido varios accidentes y no podía girar la cabeza hacia un lado, ni vestirse solo. Tan insistente fue que consiguió que lo aceptaran. Lo destinaron a una base de la Francia Libre en Argelia. Pero antes de partir entregó un manuscrito con una historia extraña. El 31 de julio de 1944 Exupéry desapareció cuando realizaba una misión de reconocimiento en un avión P-38. Y su manuscrito se publicó. Es El principito, una historia difícil de clasificar, “la obra de alguien que había visto la muerte de cerca muchas veces en su vida”, piensa Posteguillo. El KGB y el manuscrito mortal Elizaveta Voronnyasnskaya fue detenida y torturada hasta la muerte por intentar proteger un manuscrito en el que se revelaba la muerte de millones de inocentes. Ella había mecanografiado el texto de Alexander Solzhenitsyn que buscaban los agentes del KGB. Pero Solzhenitsyn, sabedor de la persecución, había ocultado otras copias en casas de diferentes amigos y consiguió que una de ellas saliera de manera clandestina de la URSS y llegara a Francia, donde se publicó en 1974. Solzhenitsyn fue entonces expulsado de la URSS y se le retiró la nacionalidad. Actualmente, Archipiélago gulag, esa obra antes perseguida incluso con la muerte, es lectura obligada en los institutos de secundaria de Rusia. www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es
  10. 10. La novela perdida En 1989, un bisnieto de Julio Verne encontró una novela inédita de su antepasado en un cajón. Era su segunda novela y su editor, Pierre-Jules Hetzel, la había rechazado. Ni siquiera Verne, que fue un acertado visionario y adivinó increíbles inventos posteriores a él, pudo imaginar que ochenta y nueve años después de su muerte esta obra se publicaría. Sin embargo, París en el sigloXX, esta novela póstuma no tuvo éxito. Acertó en muchas cosas: en las calles iluminadas de noche, en coches que circulaban sin caballos que los propulsaran y en la soberanía del mundo financiero. Pero “Julio Verne escribió pensando en retratar el mundo de 1960, y no tuvo en cuenta que más bien describía el mundo del siglo XXI”, sostiene Posteguillo. Escritores asesinos Cuando era adolescente, Juliet Hulme asesinó a la madre de su mejor amiga. Las dos adolescentes acabaron con la mujer dándole cuarenta y cinco ladrillazos. Lo hicieron porque no querían que las separaran. Tras cinco años de cárcel, Juliet cambió de identidad y se convirtió en Anne Perry, escritora de novela negra y de terror y experta en la era victoriana y en la Primera Guerra Mundial. No es la única escritora que se ha manchado de sangre. William Burroughs mató a su mujer de un disparo cuando jugaba a emular a Guillermo Tell. O Henry Abbot, un hombre de buena pluma pero de gatillo fácil… El secreto de Alice Newton El editor Barry Cunningham se llevó un manuscrito a su casa porque su hija Alice, de ocho años, le pedía lecturas nuevas constantemente. El que le llevó ese día entusiasmó a la niña, y porque ella se lo rogó, el dueño de la editorial Bloomsbury aceptó publicarlo pagando un adelanto de 1.500 libras. Cuando pagó a la autora de aquella historia, una mujer que pasaba por serias penurias económicas, le advirtió no obstante de que era muy difícil que llegara a vivir de la escritura. Se equivocó. Aquella mujer era J.K. Rowling, y la historia, Harry Potter y la piedra filosofal. Cada uno de los mil ejemplares de la primera edición de ese libro vale ahora entre 16.000 y 15.000 libras, y de la saga protagonizada por el niño mago se han vendido 400 millones de de libros. Aquella niña, Alice Newton, tuvo buen olfato… El libro electrónico o el pergamino del siglo XX En Los asesinos del emperador, Marco Ulpio Trajano lleva a su hijo a las bibliotecas de la colina palatina de Roma. Buscan un texto que no está disponible, el bibliotecario les recomienda que lo compren en una librería en un formato nuevo, en pergaminos pegados por un lateral. “Hay quien dice que esos códices reemplazarán a los rollos de pergamino”, les advierte el bibliotecario. Santiago Posteguillo utiliza este pasaje de su novela para hablar de los cambios en el mundo del libro y a propósito de la irrupción del libro electrónico, un invento con pros y contras… www.novedadesplaneta.es comunicacioneditorialplaneta@planeta.es

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