1. Marco A. Corcuera
corcuera14@yahoo.es
John Dewey fue un filósofo, educador y
psicólogo, que nació en Burlington, Vermont el
20 de Octubre de 1859.
En 1882 se matriculó en la Universidad Johns
Hopkins. Le influyó especialmente el ambiente
hegeliano de la universidad. La huella de
Hegel se refleja en tres rasgos que le
influyeron poderosamente: el gusto por la
esquematización lógica, el interés por las
cuestiones sociales y psicológicas, y la
atribución de una raíz común a lo objetivo y a
lo subjetivo, al hombre y a la naturaleza..
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2. En 1884 obtuvo el doctorado por una
tesis sobre Kant. Se casó con una
antigua alumna llamada Alice
Chipman, la cual contribuyó más que
nadie a interesar a Dewey en los
temas educativos y, colaboró
estrechamente con él.
Fue un hombre de acción, que
aspiraba a la unificación de
pensamiento y acción, de teoría y
práctica.
Defendió la igualdad de la mujer, incluyendo el
derecho al voto.
Dewey tuvo una gran influencia en el desarrollo
del progresismo pedagógico, desempeñando un
papel protagonista que abarca desde finales del
XIX hasta la Primera Guerra Mundial.
Fue el pedagogo más original, renombrado e
influyente de los Estados Unidos y uno de los
educadores más perspicaces y geniales de la
época contemporánea, influyendo en el curso de
tres generaciones.
El padre de la psicología progresista murió el 1 de
junio de 1952 con 92 años de edad..
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3. Sostiene la instrumentalidad de la educación para la supervivencia
social, esa instrumentalidad no es externa a la sociedad; sino que
forma parte de ella como una de sus funciones esenciales.
El niño debe buscar, inquirir, explorar y sumergirse en el ambiente y
aprender de la experiencia. Esto llevaría a un crecimiento (forma más
deseable de comportamiento humano), disposición de reaccionar
siempre a las nuevas situaciones con interés, flexibilidad y curiosidad.
Lo contrario es responder con una solución dada, un prejuicio donde
se mantiene una actitud estática.
Concibe una teoría de la experiencia (la educación debe darse en
la experiencia del niño, y este debe tomar conciencia de lo que
hace); configurando de este modo un “Corpus de Certezas” y
prescripciones que la escuela debe propiciar:
El alumno como centro de acción educativa.
El aprender haciendo (interacción y continuidad).
La escuela como el lugar donde el valor del conocimiento es
resolver situaciones problemáticas. Representa la vida
presente (real).
La educación la ve como una necesidad social que obedece a
circunstancias especiales: edad, sexo, etc.
De este modo existen dos educaciones:
Formal: dada por la escuela
No Formal: Sociedad
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4. La mejor manera para que el niño aprenda, debe contemplar la
sociedad y su actividad (hábitos, tradiciones, sentimientos), no de
una manera física; sino a su espíritu pero a través del propio
medio social.
Hace al niño querer lo que hace (no enfrenta al individuo con la
sociedad; sino la reconcilia con ella).
La vida busca su propia razón de ser, que el hombre se procura
mediante la sociedad organizada. La educación permite que el
individuo mantenga su propia continuidad aprendiendo las
técnicas de supervivencia y de desarrollo a partir de la experiencia
acumulada por su grupo.
La educación se transforma en algo formal y dirigida a lograr que
el joven acabe aceptando la moralidad de la sociedad.
La educación no tiene fines trascendentales, sino que están al
servicio de la vida.
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