1. Las personas toxicas
¿Por qué algunas personas cercanas, queridas o
amigas, nos hieren, se enfadan con nosotros, tratan de
vencernos, buscan disgustarnos o intentan dañarnos
con frases sarcásticas o respuestas que desaniman o al
alegrarse falsamente de nuestra felicidad o éxito?
Hay personas en nuestro entorno familiar, laboral o
social, cuyos comentarios y actitudes nos complican la
existencia. Gente peligrosa para nuestra salud mental,
emocional y física, a quienes conviene mantener
alejados, o al menos a raya, si no tenemos más remedio
que convivir o coincidir con esas personas tóxicas.
1
2. La gente tóxica, también conocida como “vampiros
psíquicos” son aquellos que tienen tan baja autoestima
y se sienten muy deprimidos consigo mismos, que para
subirse su estado de ánimo, hace que a los otros se les
decaiga el suyo infundiéndoles confusión, inseguridad,
dolor y tristeza en sus mejores momentos: días
comunes en que te vea bien, o una fiesta, un
cumpleaños, un viaje que te ilusionaba, un nuevo
empleo, una alegría cualquiera.. ..Pueden parecer tu
mejor amigo, tu pareja, y hasta pareciera que te quiere,
pero OJO, en un dos por tres, pueden pasar a criticarte,
hasta a mentir sobre tu vida, si es necesario, siempre de
forma “inocente”, y “para ayudarte”, para que se caigan
tus mejores momentos. Lo puede hacer directamente (a
vos) o indirectamente, contando indiscreciones
verdaderas o no, al resto Es gente que absorbe tu
alegría, a través de su propia negatividad camuflajeada
en “críticas constructivas” Son los que antes o después
o durante una linda fiesta o reunión, te hacen un
comentario o te dicen algo, que te enveneno la sangre,
o se pelean sin sentido, te provocan, y después te
pueden abrazar y decirte que todo está bien, que te
olvides de todo, “que ya no peleen más” (cuando a vos,
ni se te ocurrió) y que disfrutes de la reunión….. .pero
ya no podes, lo lograron. Se alimentan de matarte, de
una forma u otra, tus ilusiones.
2
3. Los celos, el ansia de éxito y el amor de los demás en
exclusiva, están en el origen de los vínculos dañinos.
Hay seres tóxicos capaces de infectarnos con su
negatividad, pero también antídotos y técnicas para
librarse de quienes nos amargan la vida e impiden
crecer. Hay personas en nuestro entorno familiar,
laboral o social, cuyos comentarios y actitudes nos
complican la existencia. Gente peligrosa para nuestra
salud mental, emocional y física, a quienes conviene
mantener alejados, o al menos a raya, si no tenemos
más remedio que convivir o coincidir con esas personas
tóxicas. Cualquiera que nos aflige con su actitud hacia
nosotros, que no nos deja crecer, que no se muestra
contento con nuestros éxitos y que pone barreras a
nuestros esfuerzos para ser más felices, puede
considerarse una persona tóxica para nuestra vida,
aunque para cualquier otro individuo pueda resultar
inofensiva. Para la psicóloga estadounidense Lillian
Glass, la raíz de toda toxicidad en las relaciones
humanas son los celos. ¿Por qué algunas personas
cercanas, queridas o amigas, nos hieren, se enfadan con
nosotros, tratan de vencernos, buscan disgustarnos o
intentan dañarnos con frases sarcásticas o respuestas
3
4. que desaniman o al alegrarse falsamente de nuestra
felicidad o éxito?
¿Por qué nos hacen críticas destructivas? , “Debido a
los celos y su concomitante envidia”, señala Glass, para
quien el descontento y los sentimientos de insuficiencia
provocan el ansia de posesión, del éxito y del amor de
otras personas, así como el deseo de tenerlas para uno
mismo, en exclusividad. Caldo de cultivo: Los Celos La
frustración de otras personas que nos ven como
ganadores y se consideran a sí mismas como
perdedoras, las impulsa a golpearnos mental y
verbalmente, y a veces incluso mediante la violencia
física. También les lleva a involucrarnos en juegos
molestos, palabras crueles y comportamientos sucios.
Los celos o la falta de amor propio son la razón de
muchos comportamientos negativos hacia nosotros,
pero también la causa encubierta de conductas
similares de nosotros hacia los demás. La doctora
Lillian Glass, sugiere emplear ciertas técnicas para que
los ataques emocionales de la gente tóxica no
repercutan sobre nuestra salud física y mental. Para la
experta, esto es una cuestión de supervivencia, porque
4
5. buena parte del bienestar y éxito en nuestra vida
dependen de que se mantenga nuestra fortaleza
psicológica y emocional. A veces, para contrarrestar la
toxicidad ajena o intentar que no nos afecte, se recurre
al consumo de drogas, tranquilizantes o a la
alimentación compulsiva. Pero ello sólo es una forma
de autodestrucción inconsciente, que sólo ocasiona que
esa situación negativa se agudice cuando han pasado
los efectos en apariencia placenteros de esos métodos
para huir de la realidad. Tampoco hay que responder
con la violencia física, ya que las agresiones a los
individuos tóxicos sólo consiguen convertir en víctimas
a quienes en realidad son los verdaderos agresores, lo
cual realimenta su papel negativo en nuestra
existencia: es como intentar apagar un incendio
echándole más combustible. La amenaza en casa.
Cuando las personas tóxicas forman parte de la propia
familia, pueden plantear un verdadero problema
psicológico, debido a la continuidad de la convivencia y
el vínculo. Si están en el trabajo, pueden poner en
riesgo nuestra continuidad laboral, debido a que se
resiente nuestro rendimiento a los continuos conflictos.
Ya sean nuestros padres, hijos o cónyuges, nuestros
jefes o compañeros de trabajo, a las personas tóxicas
hay que aprender a tratarlas, para que no trastornen
nuestro equilibrio vital. Según la investigadora Lillian
Glass, la fórmula magistral para desintoxicar nuestras
relaciones consiste en comunicarse para afrontar lo que
nos molesta del otro y decirlo sin tapujos. Si tiene un
jefe, amigo o familiar que le hace sentir inferior. Si su
madre, padre o ambos le han regañado a lo largo de
5
6. toda la vida. Si está en contacto con un médico,
profesor o cliente que le insulta o simplemente le pone
enfermo. Si mantiene algunas de éstas u otras
relaciones tóxicas, necesita sobrevivir a ellas. Para
conseguir una convivencia tranquila y feliz, la experta
sugiere aplicar una serie de antídotos contra la
negatividad. Una solución consiste en mantener el
sentido del humor. Relajar las tensiones y divertirse,
con ello permite responder al sujeto tóxico y conseguir
el beneficio de la risa. Primero hay que relajarse,
respirando lentamente unos segundos y exhalando
mientras se recuerdan las palabras y acciones tóxicas,
como si se las expulsara del cuerpo junto con el aire.
Después hay que decir algo divertido, que ponga en
evidencia al agresor verbal. Esto sirve para expulsar la
tensión acumulada. También es importante dejar de
pensar todo el tiempo en el problema, los cual sólo
contribuye a amplificarlo, ya que la mente es cómo una
lupa: aumenta aquello que enfoca. Existen momentos
en que una persona tóxica parece colapsar nuestra
mente, convirtiéndose en lo único en que podemos
pensar, lo cual es perjudicial. Hay que gritar o decir
mentalmente ¡Basta de pensar! y apoyar esta expresión
con frases positivas, como “soy importante”, “mi vida
es valiosa” o “me siento feliz”. La técnica del espejo. La
doctora Glass también aconseja actuar como si
fuéramos un espejo. Se puede obligar a las personas
tóxicas a ver reflejados sus comportamientos. Si
alguien no para de hablar impidiendo que los demás lo
hagan, la respuesta puede ser ponerse a ladrar. Cuando
el tóxico se calle y pregunte “¿qué pasa?”, se le
6
7. explicará que esa es la actitud que él mantiene con los
demás. Para que los individuos tóxicos vean cuán
absurdas son sus ideas, comentarios y actitudes, lo
mejor es formularles con tranquilidad interrogantes
sencillos que se conviertan en una progresión lógica
que vaya desbaratando sus argumentos, uno tras otro.
A aquellos que odian a los negros puede
preguntárseles: ¿conoce mucha gente de color?, ¿ha
convivido con ella?, ¿alguien le odia por ser quién es?
Sus respuestas evidenciarán lo ridículo de sus ideas. Y
siempre habrá más preguntas para ponerles en
evidencia. Aunque parezca difícil, hay que intentar
emplear la cordialidad. Convertir el enfado en
amabilidad es una respuesta ideal frente a muchos que
van de duros por la vida. Los motivos de su actuación
suelen ser la inseguridad y la falta de amor propio. Al
saber que esas son las causas de su toxicidad, puede
controlarse el enojo y transformarse en amabilidad,
con lo que se “sosiega a la fiera”. Muchas personas que
7
8. tratan con el público hacen gala de esta capacidad, que
da frutos asombrosos. Otro antídoto para la toxicidad
mental, consiste en desprenderse de cualquier emoción
con respecto a la persona venenosa: sacarla de nuestra
vida, no preocuparse por ella, no desearle ni bien ni
mal, visualizar la desconexión con ella, dejarla atrás.
Catálogo de Personas Venenosas. Según Glass, estas
técnicas son efectivas para contrarrestar a los que ella
denomina “treinta tipos de terrores tóxicos”, entre los
que incluye al parlanchín, el chismoso, el cortante, la
víctima sombría y condenada, el apuñalador de dos
caras, el bromista, el matón rencoroso y autoritario, y
el mentiroso. Todas son distintas formas de
personalidades que coinciden en intoxicar la vida
ajena. Otras versiones de individuos tóxicos, que
podemos descubrir en nuestro entorno, son el
individuo entrometido, el fanático, el presumido, el
competidor, el maniático del control, el crítico acusador
o el arrogante sabelotodo. A veces, la presencia de
conflictos continuos, puede indicar que el ser tóxico es
uno mismo, en vez de los demás. Lo cual no cambia
excesivamente las cosas, porque el resultado es similar:
un continuo malestar y dificultades para relacionarnos.
En ese caso hay que reconocer el problema y dejar de
amargar a los demás con nuestros celos más o menos
encubiertos. La clave, como siempre, es la
comunicación: con uno mismo, para descubrir la
verdadera raíz de nuestro comportamiento, y con los
demás, para dejar de hacerles la vida imposible.
El mete-culpas
8
9. El mete-culpas, en la versión chilena sería Espinita, de
“La Oficina”, ése personaje que siempre nos hace sentir
culpable por cuestiones propias o ajenas; es él que nos
cuestiona lo que hacemos y no hacemos hasta
paralizarnos y, lo peor de todo, es que nos hace vivir
insatisfechos, victimizándonos. Frases como “mi dolor
es más grande que el tuyo” pueden ser devastadoras
para quienes caen en sus redes.
El envidioso. Hay diferentes estilos, pero basta fijarse
un poco en Quico, del “Chavo del 8”, quien llega a ser
insoportable porque tiene mucho más que el otro, pero
siempre lo quiere todo. Este personaje expresa en su
insatisfacción un deseo más profundo, el de venganza,
y claramente es mejor alejarse de él.
El descalificador que en versión homosexual se
encuentra en el diseñador de ropa Hugo Lombardi, de
9
10. la teleserie “Betty, la fea”. Como objetivo, el
descalificador pretende controlar nuestra autoestima
de manera que sólo él pueda brillar y ser el centro del
universo. “Excelente trabajo, lástima que lo entregaste
tarde” viene como anillo al dedo para graficar sus
técnicas. Si quieres una clave, nunca lo contradigas ni
confrontes en público.
El agresivo verbal encuentra su mejor representante en
“El señor de la Querencia”, José Luis Echeñique; es
muy violento y aplica es violencia psicológica en forma
cotidiana. Hay que tener presente que el objetivo del
violento verbal será siempre confundirnos, de manera
de cambiar el eje y hacer pasar lo normal por anormal.
Y de paso, quiere intimidar, coartándonos.
El falso tiene un buen representante en Che Copete de
“Condorito”. Según Stamateas, este ser puede adquirir
múltiples identidades y usa las máscaras de poder, de
superioridad o de víctima. Claramente, el trasfondo es
la inseguridad.
El psicópata o su símil, Julián García de “Alguien te
mira”. Son pocos –por suerte- pero cuando rondan por
ahí pueden ser peligrosos, porque reúnen muchas de
las características de los otros tóxicos. La definición
señala que no son personas antisociales a simple vista,
y que por el contrario, se caracterizan por su capacidad
para saber adaptarse a las situaciones.
El mediocre a la larga, son un lastre, incumplidores,
irresponsables y un verdadero problema para los
equipos. En buenas palabras es el clásico conformista
del mínimo esfuerzo.
10
11. El chismoso o Espinita again. Vive de trasmitir
rumores y la mejor forma de frenarlo es atajarlos y no
repetir su comentario.
El jefe autoritario o el señor Zañartu, de “La Oficina”.
Pesado, prepotente, que no escucha y grita. O en un rol
más familiar, Ángel Mercader, el patriarca de
“Machos”.
El neurótico, personificado, en parte, por Alaraco, ya
que este ser es perfeccionista y extremista a la vez.
Pero, desgraciadamente suma otras cualidades
negativas como infantil, culpógeno, conflictivo y
agresivo.
El manipulador, que encuentra su imagen en Cerebro,
de la serie animada “Pinky y Cerebro” o Alberto (Tomás
Vidiella), el capo de “Montecristo”, que desplegaba dos
facetas. Se sienten grandes y poderosos, pero son
improductivos; llevan una doble vida y por ello, una
carga pesada.
El orgulloso….. “¿Qué harías sin mí?” es la frase que
mejor lo delata, porque se cree indispensable. Tienen
un exceso de amor propio y otro tanto de exceso de
confianza en sus capacidades y en su manera de pensar.
El quejoso o Tristón, de la serie de monitos animados
“Leoncio, el león, y Tristón”, lo es definitivamente, pero
si se quiere un personaje de carne y hueso qué mejor
que la Gertrudis, “sooooo lechuza”, esa secretaria que
nunca lograba sacar palabra. Percibe todo negativo y
siempre tiene problemas con los demás. A la larga, es
una persona limitada, de mente cerrada y muy
dependiente.
11
12. Las personas toxicas juegan juegos para robarte la
energía que tienes que utilizar para lograr tus sueños
y metas, así como para vivir en armonía contigo
mismo y con los demás despojándote de la paz que
tienes como derecho experimentar y vivir.
Las personas toxicas, no saben que son toxicas, están
enfermas y enferman a los demás, pero no tienen
consciencia de su grado de toxicidad.
Las personas toxicas, hablan todo el tiempo, no
valoran el silencio, la meditación, la oración, no
pueden hacerlo por que como tóxicos al fin necesitan
desesperadamente la energía que tu les
proporcionaras para que sus vidas puedan tener algún
12
13. sentido, y si juegas el juego ellos se energizaran a tus
costillas, y quedaras completamente desfallecido de
un intercambio energético completamente
inadecuado e inútil, para la evolución y el
crecimiento personal, de todos los involucrados.
Sabrás que te encuentras con personas toxicas cuando
la conversación del día se basa en descalificar,
criticar, abierta o sutilmente, o enmascaradamente, a
personas presentes y ausentes, de tal forma que
mermen la autoestima y el sentido del valor del
sujeto , al menos para su concepto y forma de ver la
vida que obviamente no coincide de manera alguna
con la tuya.
Las personas toxicas, no les gusta aprender de los
demás, puesto que para ellos no hay nada que
asimilar, de los demás, en sus mentes piensan que son
los demás los que tienen que aprender de ellos aun
cuando vivan vidas miserables.
Las personas toxicas pretenden armonía , felicidad,
prosperidad y salud, discutiendo , provocando
conflictos , hablando de la infelicidad que le
producen las circunstancias externas, de la escasez,
de la muerte y de la obscuridad, sin entender que
existe un solo camino hacia la evolución personal y es
a través de la luz, de la buena voluntad, y del
reconocimiento humilde de los errores cometidos para
que puedan ser corregidos, entre otras.
13
14. Todos tenemos que convivir con personas toxicas, y
revisar el grado de toxicidad que nosotros tenemos en
nuestros modelos mentales y de comportamiento
interpersonal, la mayoría de las veces , esto
constituye un punto ciego , es decir que no tenemos
consciencia de que estamos de una u otra forma
contaminados, pero es muy fácil que lo determines,
observando los síntomas de la enfermedad del
Espíritu:
1. Perdida de tu paz interior
2. Discusiones acaloradas fuera de todo contexto
racional y de las buenas costumbres.
3. Incomodidad corporal, dolores de cabeza, dolores
musculares, dolor de estomago, en fin cualquier dolor
en tu cuerpo te esta indicando que estas
desconectada de la fuente adecuada de energía, y
conectado a una fuente altamente toxica para tu
propia salud.
Existen distintos tipos de personas toxicas, y grados
de
toxicidad:
Los Intimidadores, son las personas que discuten,
siempre quieren tener la razón, te amenazan,
ofenden verbalmente y en el peor de los casos se van
a las manos.Los distantes, te ignoran, eres un sujeto
absolutamente invisible, simplemente no existe, y a
través de un aislamiento maquiavélicamente
premeditado te hacen sentir un cero a la izquierda,
esa es la idea , robar tu atención y energía.
14
15. Los interrogadores, son los críticos audaces,
disfrazados de lo que en la actualidad le denominan
críticas constructivas, pero en el fondo, son
habilidosos para destruir poco a poco a través de un
cuestionamiento incesante tu conducta, tus actos y tu
manera de proceder, para robarte la energía, y
hacerte perder el valioso tiempo que debes canalizar
hacia la consecución de tus metas y objetivos
importantes, haciendo de lo intrascendente e
irrelevante el quid del asunto, cuando realmente no
lo
es.
Los Pobres de mi, son aquellos sujetos que desde que
llegan al encuentro o reunión, no hacen otra cosa que
lamentarse de su situación, de la situación del país,
de las condiciones del clima, de la economía, de los
pobres, de los ricos, de lo que sea , la idea es hacerte
sentir culpable si tú eres feliz, puesto que eres un
inconsciente que no vives las realidades ajenas, ( Es
decir la de ellos ) es decir un estado mental de
pobreza mental e indefensión, impotencia ante la
vida y las circunstancias que no son capaces de asumir
en su totalidad, buscando atención, caricias para
dejarte completa y absolutamente sin energía para
disfrutar, vivir, amar y compartir de manera natural
hacia un intercambio sano, constructivo y edificante.
Los Distantes, marcan distancia y categoría luego de
haber intimado contigo, se alejan al sentir su propia
vulnerabilidad, y fragilidad
necesitan ocultarla,
15
16. esconderla hay un temor inmenso a seguirte
mostrando su mundo interior y que puedas hacer uso
de lo que han compartido, se sienten tan vulnerables
e indefensos , que el temor supera el deseo de
convivir y amar. Los distantes necesitan hacerte
sentir débil a ti, a través de la indiferencia, el
ostracismo, la incomunicación eso si después de
haberte entregado una parte importante de sí
mismos, entiende que el problema lo tienen ellos, no
tu, el problema lo tienen aquellos que tienen miedo a
la intimidad, se sienten amenazados , por el
sagrado encuentro de dos almas , tan sencillo por
qué
no
han
evolucionado
lo
suficiente
como para admitir su propia oscuridad, pero sobre
todo su autoimagen de fortaleza que han construido
como a un fortín, se ve amenazada ante la realidad
de su propia humanidad compartida , pero todavía no
aceptada e integrada por ellos mismos. No te lo
tomes de manera personal, sigue con tu vida, ignora a
los que te ignoran, se indiferente a los que son
indiferentes contigo, no caigas en la trampa de
quedarte
paralizado
frente
al
juego
del
aislamiento, déjalos a ellos en su propio mundo y tu
continua viviendo y escribiendo tu propia historia
feliz, con aquellos que si se atreven a ser ellos
mismos sin mascaras sociales y sin sentirse
amenazados por su propia humanidad
aun
no confesada
y
admitida.
La forma que tenemos para salir victoriosos de esos
encuentros tóxicos, es estar preparados, mentalmente
16
17. para entender y comprender cuales son los juegos que
están o estamos jugando y decidir si participaremos o
no, si caeremos o no en la tentación, con sus temibles
consecuencias, entender que nuestra paz es asunto
nuestro y no de los demás, que para discutir hacen
falta dos personas, y que en el peor de los casos, si te
has visto involucrado en algunos de los juegos , tomar
consciencia, y salirte de ellos, lo antes posible con la
finalidad de mejorar tu energía y la calidad del
encuentro, así como también pedir excusas o perdón
ante algún improperio o imprudencia , se hace
necesario para actuar en base a la cordura y las
buenas costumbres de personas civilizadas en una
comunidad
que
quiere
seguir
creciendo
y
evolucionando en conjunto y hacer de los encuentros
momentos especiales para la vida y los buenos
recuerdos de momentos compartidos.
17