El documento habla sobre leyendas de la región de Cuenca, Ecuador. Describe una leyenda en particular sobre un perro encadenado con cuernos que asustaba a la gente en los barrios por la noche con sus aullidos y ojos ardientes. La leyenda explica que el perro era el castigo divino enviado desde el infierno para asustar a la sociedad de Cuenca en sus inicios.