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GUIÓN SIN CANCIONES DEL DOMINGO 3º DE CUARESMA. CICLO C. DIA 28 DE FEBRERO DEL 2016
1. GUIÓN SIN CANCIONES DEL DOMINGO 3º DE CUARESMA. CICLO C. DIA 28 DE FEBRERO
DEL 2016
Monición de entrada:
La liturgia de este tercer Domingo nos habla de la paciencia de Dios y de lo importantes que somos
para Él cada uno de nosotros.
Jesús está preocupado por nosotros y una vez más demuestra su inquebrantable confianza en que un
día daremos frutos de amor y de gloria a Dios. En esa esperanza adquieren sentido la gracia y la
constante intercesión de Jesús por nosotros.
Lejos de nosotros ser como una higuera estéril año tras año. Con sentimiento y deseos de conversión
comenzamos la Eucaristía.
Acto penitencial:
No basta aparentar. Una higuera frondosa, pero “de higos nada”. Cristianos con apariencia de
buenos, pero frutos cristianos, nada…
Por algo dice la gente que “las apariencias engañan”, pero luego todos cuidamos mucho
nuestras apariencias. Si tenemos tanto interés en que los demás vean en nosotros algo bueno
de verdad, ¿por qué luego cuidamos tan poco la verdad de nuestro ser?
Porque muchas veces cerramos los oídos y el corazón a las necesidades de los demás. Oh
Señor, escucha y ten piedad.
Porque muchas veces somos indiferentes ante los problemas ajenos. Oh Señor, escucha y
ten piedad.
Porque fácilmente culpamos a Dios y a los demás de todos los problemas sin mirarnos nunca
a nosotros. Oh Señor, escucha y ten piedad.
El Dios del Amor y de la Misericordia perdone nuestros pecados, nos llene de su gracia, nos
dé su Salvación y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración Colecta
Señor: Somos tus higueras plantadas en la viña de la Iglesia.
Muchos creen que somos buenos, porque nuestras apariencias engañan.
Tú eres el único que conoce la verdad de nuestro corazón.
Tú eres el único que cada día buscas en mí frutos de bondad.
A ti no te interesan los engaños, las apariencias.
Cada día vienes a nosotros esperando frutos de santidad.
Nos duele defraudarte, tantos años…
Nos duele que tu gracia no haya sido más eficaz en nosotros…
Gracias por saber que sigues esperándonos.
Gracias por saber que aún nos dejas crecer en tu Iglesia.
Gracias porque aún sigues poniendo esperanzas en nosotros. Por JNS… Amén
Oración de los fieles
Oramos a Dios nuestro Padre, pidiendo por el mundo entero. Contestamos a cada petición diciendo
juntos: AYUDANOS, SEÑOR, A DAR FRUTOS DE JUSTICIA.
– Que la Iglesia proclame en medio del mundo el estilo de vida que Jesús nos propone en el
Evangelio sin perderse en condenas ni discursos estériles.
Oremos.
– Que el Señor aumente nuestra fe en la adversidad y nos haga solidarios con quienes más
sufren.
Oremos.
2. – Que cuidemos la naturaleza y nos empeñemos en que todas las personas, a quienes más
afectan las catástrofes que azotan nuestro mundo, tengan una vivienda digna.
Oremos.
– Que no nos ciegue el miedo y veamos la paciencia que Dios tiene con nosotros dándonos
siempre una nueva oportunidad.
Oremos.
Te lo pedimos por JNS.
Prefacio…
Te damos gracias, Padre,
y te bendecimos.
Tú no estás lejos del que te busca sinceramente
ni apartas tu vista de quien vuelve a ti.
Desde siempre y por siempre
te has hecho encontradizo con el hombre
y has recorrido sus caminos
para que el hombre volviera a tus caminos.
Nos apartábamos de ti
y siempre saliste al encuentro de los alejados.
¡Cómo no darte gracias!
¡Cómo no presentarte un corazón humillado y agradecido!
¡Cómo no cantar tu misericordia y paciencia!
¡Cómo quedar mudos ante tanto derroche de amor!
¡Cómo no amarte con todo el corazón y el alma toda!
¡Cómo no pregonar que no hay dios como nuestro Dios!
¡Cómo no unirnos a los coros de los ángeles y santos para cantar a una sola voz….
Santo, Santo, Santo…
Padre nuestro
Padre compasivo y misericordioso, te alabamos porque siempre escuchas las quejas de todos
los que sufren. Tú eres un Dios vivo y verdadero a quien afecta el clamor de los que te
invocan. Agradeciendo tus dones y tu bondad, te decimos… Padre nuestro…
Oración de acción de gracias
Te damos gracias, Padre Bueno, porque defiendes la causa de todos los oprimidos.
Como a Moisés, sigues convocando a hombres y mujeres para que establezcan tu Reino y tu
Justicia y sean reflejo de tu bondad.
Tus llamadas resuenan en nosotros, y nos impulsan a: humanizar la vida, extender la
fraternidad y hacer crecer la comunión.
En verdad, todos valemos para impulsar tu Reino.
Padre, que nuestra vida sea el mejor culto
y la mejor alabanza para Ti. Te lo pedimos por JNS…
DIOS ESPERA
Esperar es, algo que nosotros no sabemos hacer.
Esperar, es para nosotros, “desesperar”. Nos hemos olvidado de esperar. Todo lo queremos
al instante. Apretar el botón y que salga ya el premio. Por eso llevamos dentro tanta angustia,
no sabemos dar tiempo al tiempo.
Ahí está la diferencia con Dios.
Dios no tiene prisas esperándonos.
Dios no tiene prisas esperando nuestros frutos.
Dios no tiene prisas esperando que algún le digamos un “sí” de verdad.
Es que el tiempo de Dios es la eternidad,
mientras que nosotros vivimos esclavos del reloj.
Saber esperar que nuestro matrimonio mejorará.
3. Saber esperar que nuestros hijos cambiarán.
Saber esperar que algún día conseguiremos trabajo.
Saber esperar que algún día seremos más felices.
Las prisas hacen más doloroso el presente.
Las prisas hacen que perdamos la esperanza.
Las prisas hacen que no veamos el futuro.
Las prisas hacen tan larga la noche que nunca llega el amanecer.
“Señor, déjala todavía un año; yo cavaré alrededor, le echaré estiércol, a ver si da fruto”.
Cada uno es esa “higuera de Dios” sin frutos y a la que Dios esperará un año más. Me
pregunto cuántos años lleva ya esperándome. Lo único que me consuela es que el año de
Dios no tiene trescientos sesenta y cinco días, sino que el año de Dios es toda mi vida. Por
eso no pierdo la esperanza que algún día mi corazón cambiará de verdad.
Bendición:
Se nos ha dicho que no podemos perder la vida estérilmente. Se nos ha exhortado a que
vivamos con atención, dando culto a Dios con nuestro comportamiento en la vida de cada día,
siendo conscientes de nuestra fragilidad.
Ahora vamos a regresar a la vida para seguir dando la talla de nuestra vocación cristiana.
Dios nos envía y nos acompaña como a Moisés.
Para ello que la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda
sobre vosotros.