“Creo que las estrategias nearshore deben acelerar nuevos acuerdos comerciales en los próximos años, principalmente en el ámbito de la Alianza del Pacífico [Chile, Colombia, Perú y México] y Mercosur [Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay]”, dijo Alejandro Romero, CEO global de la consultora LLYC. “En términos nacionales, la búsqueda de beneficios nearshore también debe traer, por parte de los países, incentivos fiscales y financieros efectivos, líneas de crédito y financiamiento para empresas interesadas en establecer operaciones en su territorio, el establecimiento de zonas económicas especiales (ZEE) o zonas francas -donde las empresas pueden operar con impuestos reducidos o libres de impuestos- y, sobre todo, la creación de un entorno de negocios favorable a la innovación y el emprendimiento”.