Los grandes eventos que se celebran en una ciudad deben aprovecharse como una oportunidad de transformación y de rediseño de la ciudad. Este enfoque se plantea para el caso de Lima y los Juegos Panamericanos que debe organizar en 2019.
Juegos Panamericanos, la gran oportunidad de transformación de Lima
1. Juegos Panamericanos, la gran oportunidad de Lima
Las ciudades tienen momentos históricos, momentos decisivos en su evolución que las
transforman para siempre y cambian su realidad de forma radical en cuestión de pocos años.
Esas ocasiones, no obstante, ocurren muy infrecuentemente, quizá una vez en cada siglo y es
fundamental que la ciudad sea capaz de entender esos momentos y de aunar esfuerzos para
dar el salto que le corresponde.
Y ahí está Lima, ante uno de esos raros momentos de la historia que le pueden permitir
transformarse completamente y convertirse en una ciudad referente que compita entre las
grandes ciudades del mundo.
Esa oportunidad, por supuesto, es la organización de los Juegos Panamericanos del año 2019,
uno de los mayores retos a los que puede enfrentarse una gran metrópoli en el ámbito de los
eventos internacionales que congregan a centenares de miles de personas durante un periodo
corto de tiempo. Es un gran reto pero es, sobre todo, una gran oportunidad.
Una oportunidad porque el evento hará afluir grandes inversiones en un periodo de pocos años.
Una concentración de inversiones de todo tipo que difícilmente va a repetirse en otro momento
de la historia de la ciudad. Esa oportunidad se presenta, además, en un momento en que la
ciudad, tras décadas de crecimiento es ya, en el día de hoy, una megalópolis que supera los 10
millones de habitantes. Todas las previsiones, además, indican que Lima va a seguir acogiendo
más y más habitantes en el futuro. Por ello, la ciudad tiene la necesidad imperiosa de
repensarse y rediseñarse de manera que adquiera la capacidad de mejorar significativamente
la calidad de los servicios que ofrece a sus habitantes presentes y futuros.
Pero, he dicho que esa oportunidad “puede transformar” la ciudad. Y eso significa que esa
avalancha de inversiones también podría “no transformar” la ciudad si no se planifica
adecuadamente. Puede significar una gran cantidad de dinero, materializada en gran cantidad
de equipamientos y infraestructuras pero que eso no represente ni para la ciudad ni para sus
ciudadanos, un antes y un después en su forma de vida.
Los objetivos a alcanzar
Por eso puede ser interesante, en el momento de abordar el proceso de Lima, considerar la
experiencia de la ciudad de Barcelona que organizó, en 1992, los Juegos Olímpicos que, aún
hoy, siguen considerándose los más exitosos de la historia. Y cuando hablamos de éxito,
significa que Barcelona salió airosa, seguramente podríamos decir que triunfó, en los distintos
aspectos que deben considerarse.
Si repasamos esos aspectos, está claro que uno de los objetivos a alcanzar es la superación
de los déficits que tiene la ciudad en la actualidad y prepararla para los próximos decenios. A
eso es a lo que vamos a llamar, la transformación de la ciudad. El segundo objetivo sería la
propia organización del evento. Tenemos luego, el reto deportivo. Un cuarto objetivo que
2. debería fijarse Lima, tal como se lo planteó Barcelona en su día, es la proyección
internacional de la ciudad. Por último, y no menos importante para el futuro de la ciudad, está
la necesidad del éxito financiero del conjunto de la operación. Vamos a hablar brevemente de
cada uno de estos objetivos
La transformación de la ciudad. Lima debe plantearse, de hecho lo está haciendo a través de
su Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao al 2035, cómo quiere ser en el
futuro para superar los problemas y las limitaciones de la ciudad actual. El colapso circulatorio
quizá sea el problema más visible pero otros retos importantes son el crecimiento
descontrolado de la periferia de la ciudad por la llegada continua de nuevos habitantes, el poco
aprovechamiento que la ciudad hace de su espectacular frente marítimo, la seguridad
ciudadana o una distribución equilibrada de los servicios a la ciudadanía (educativos,
sanitarios, culturales, deportivos,....) en todos los distritos de la ciudad. Por supuesto, entran en
este apartado las grandes infraestructuras (aeropuerto, carreteras, ferrocarril, tren eléctrico,
principales arterias de la ciudad,.....).
La organización de los Juegos es uno de los aspectos más complejos a resolver. La gestión
de decenas de miles de miembros de las delegaciones plantea necesidades de todo tipo
(alojamiento, transporte, entrenamiento, salud, competición, ocio,....) que requieren una ingente
cantidad de personas dedicadas a proporcionar esos servicios. Barcelona organizó, con años
de antelación, un amplio plan de voluntarios olímpicos. Desde el acompañamiento de
delegaciones, a la gestión informática de resultados miles de personas dedicaron
voluntariamente tiempo a la organización. Además, el programa de voluntariado reforzó
tremendamente el orgullo de pertenencia a la ciudad.
El apartado deportivo. Aquí debemos considerar 3 grandes apartados. Las instalaciones
deportivas, la promoción del deporte de élite y la promoción del deporte ciudadano. Un
programa para potenciar el deporte de élite es necesario para que el Perú consiga un papel
relevante en los resultados deportivos de los Juegos. Pero es, al menos, igualmente
importante, la promoción del deporte entre los ciudadanos: el deporte-salud, el deporte-ocio, o
el deporte como medio de integración social.
He dejado para el final del apartado deportivo la mención a las instalaciones relacionadas
directamente con los Juegos - los estadios, piscinas, canchas y la Villa Olímpica- para
mencionar dos puntos importantes en su planificación y diseño. Debemos insertarlas en la
planificación que hayamos hecho de la ciudad de manera que aprovechemos para dotar el
máximo posible de distritos de la ciudad de instalaciones deportivas de calidad. En cuanto a la
Villa Olímpica, uno de los éxitos de Barcelona fue su construcción pensada para su
reconversión en viviendas a partir del día siguiente a los Juegos.
La proyección internacional es un plus que puede resultar de la celebración de los Juegos
siempre, claro está, que la ciudad trabaje ese aspecto. Lima, y todo el Perú, tienen una riqueza
natural espectacular además de un patrimonio histórico-artístico extraordinario que puede y
3. debe ponerse en valor con motivo de los Juegos. Si le sumamos los elementos culturales
tradicionales a la vez que potenciamos nuevos movimientos artísticos y culturales -la
gastronomía peruana o el nuevo diseño-, puede conseguirse, sin duda, convertir a Lima y al
conjunto del país en un potente foco de atracción turística internacional.
El éxito financiero, es muy importante para asegurar que las inversiones de la Municipalidad
Metropolitana no se convierten en un lastre de deuda insoportable que hipoteque el futuro de la
ciudad. Para eso también es imprescindible considerar desde esta óptica el conjunto de
actuaciones que hagamos. La Villa Olímpica de Barcelona, construida frente al mar, fue
vendida como viviendas, la construcción de la “ronda” de la ciudad, proporcionó a la ciudad la
capacidad de absorber más vehículos, las instalaciones deportivas se diseñaron para su
reconversión posterior en centros de deportes para los vecinos de la ciudad de forma que se
pudiera amortizar también su inversión, el nuevo aeropuerto permitió gestionar los viajes de
muchos más visitantes….y así podríamos seguir enunciando ejemplos.
Conclusión
La importancia de los Juegos para Lima es extraordinaria. Con ellos, la ciudad se juega su
conversión en una de las ciudades faro del continente americano. Para ello, es imprescindible
una buena planificación y una excelente ejecución de cada apartado. El esfuerzo a realizar es
ingente pero el compromiso de los limeños y los mejores esfuerzos de las autoridades locales y
nacionales pueden asegurar que ese tren no pase de largo.
Alain Jordà
Experto en Desarrollo Local
Miembro de Global Barcelona Group