Código de Procedimiento Minero de la Provincia de Mendoza
Desarrollo Moral Kohlberg
1. El Desarrollo Moral
Todas las personas tenemos la capacidad de
justificar las decisiones que tomamos en la vida
diaria. Si robar, mentir, hacer trampa o ayudar a
otros son buenas o malas acciones, es un
ejercicio que cada uno puede realizar. Estas
afirmaciones (“esto es bueno”, aquello es
malo”), son lo que se llama un juicio moral.
El problema es: ¿cómo justifican las personas
esos juicios?
2. Lawrence Kohlberg, psicólogo norteamericano,
estudió el modo en que las personas realizan
sus juicios morales. Todos, de una u otra
manera, tienen una idea de lo que es justo,
pero no todos tienen la misma idea. Así, lo que
observó Kohlberg es que esta comprensión de
lo justo pasa por distintos niveles de desarrollo.
3. Para efectuar estos estudios, Kohlberg aplicó una
serie de dilemas morales a niños y jóvenes de
distintos lugares del mundo, y observó como
ellos respondían, y cómo justificaban sus
respuestas. De ese modo, concluyó que existen
Tres Niveles de Desarrollo Moral, y aunque
son los mismos para todas las personas, no
todos logran desarrollar todos esos niveles.
4. Estos Niveles son:
• Nivel Preconvencional: En este grado del
desarrollo moral, la persona juzga sus
acciones desde un punto de vista
egocéntrico, sin considerar como sus
decisiones involucran a los demás, ni
considerando tampoco el valor de las normas
sociales.
5. • Nivel Convencional: En este nivel, la
persona considera como criterio de sus
decisiones el modo en que ellas involucran a
otros, así como el modo en que los demás
juzgan lo que hacemos. Así, la persona se
vuelve capaz de hacer lo que la sociedad
espera de él, siguiendo las costumbres de su
cultura y obedeciendo a las instituciones.
Aquel que vaya contra lo que la sociedad
dicta, habitualmente es mal visto.
6. • Nivel Postconvencional: Aunque hacer lo
que hacen los demás y esperar la aprobación
de ellos puede ser bueno en ocasiones, el
logro completo de la conciencia moral está en
la capacidad de decidir y pensar por nuestra
cuenta, lo cual puede incluir juzgar aquellas
costumbres que los demás siguen
ciegamente, y poniendo por sobre lo que es
bien visto, la defensa de valores universales
y el respeto al deber.
7. El Desarrollo de estos niveles depende por una
parte de la maduración biológica, ya que
ciertas formas de juzgar las cosas (sobre todo
el Nivel 3), sólo puede lograrse una vez que se
ha logrado cierto nivel de razonamiento que
nunca es posible antes de la pubertad. Esto no
significa, sin embargo, que todos los
adolescentes estén en el Nivel 3: en realidad
suele ocurrir todo lo contrario.
8. • Pero ante todo, llegar a ser una persona
verdaderamente autónoma depende de la
influencia del ambiente. El ejemplo de los
padres y familiares, el modelo que hayan
propuesto los profesores, el entorno en el que
se ha crecido, son algunos de los factores
que influyen sobre nuestra forma de ser.
9. Ahora bien, cada uno de los niveles
mencionados, está constituido por dos etapas
de desarrollo, dando así seis etapas de
desarrollo. Las últimas dos no son alcanzadas
por todas las personas, ya que la mayoría se
mantiene en el nivel convencional.
Estas etapas son las siguientes:
10. Nivel Preconvencional:
Etapa 1: Obediencia y Temor al Castigo.
En esta etapa, se asume que las autoridades dan
las normas que deben obedecerse, y se asume
desobedecer es malo. Las acciones son
buenas o malas según lo que dicten las
autoridades. En consecuencia, se obedece y se
obra bien para no ser castigado.
11. Etapa 2: Individualismo e Intercambio.
En esta etapa, la persona actúa velando por
aquello que pueda beneficiarle. Asume que las
normas son relativas, que el castigo es un
riesgo, y que lo que importa finalmente es lograr
favorecer los propios intereses. Así, no es raro
que la persona actúe correctamente con el afán
de obtener algo a cambio.
12. Nivel Convencional:
Etapa 3: Expectativas Interpersonales.
En esta etapa, se considera que es importante
actuar según lo que las personas con las que
convivimos esperan de nosotros. Por lo tanto,
importa tener buenas intenciones, cooperar con
los demás y ser considerado con los
sentimientos de otros.
13. Etapa 4: Orden Social.
En esta etapa, lo que importa no es lo que
piensen las personas que conviven con
nosotros, sino que se piensa en la sociedad en
general. En ella, hay ciertas normas que deben
respetarse, no por temor a ser castigados, sino
que porque hacer lo que se nos antoje
perturbaría el orden de la sociedad. Las leyes y
las normas están por sobre las buenas
intenciones.
14. Nivel Post-Convencional:
Etapa 5: Derechos Prioritarios y Contrato Social.
En esta etapa, preservar el orden social es una
prioridad secundaria al lado de otros aspectos
más relevantes, como la apelación a derechos
que se considera de máxima prioridad. Se
considera que no basta con que unas normas
nos digan lo que es justo: lo que importa es
juzgar esas normas, situandose en un punto de
vista del bien común. La resolución democrática
de los problemas es el medio de que haya
justicia.
15. Etapa 6: Principios Universales.
En esta etapa, prevalece un punto de vista según
el cual el único modo de que haya justicia es
decidir tratando a cada uno imparcialmente.
Aquí, la persona debe preguntarse si quisiera
que lo que lo motivará a actuar se diera
también en otras personas. Si es así, entonces
su acción es válida para cualquier
circunstancia, y por ende, es verdaderamente
justa.