Artculo 2 argelio el entrenador de futbol base promotor de salud
1. “El entrenador de fútbol base como promotor de salud”
Argelio González Rodríguez
argeliogr@gmail.com
Entrenador Nacional de Fútbol
Profesor de “Bases Psicopedagógicas del Deporte”, “Dirección de Equipos”,
“Fundamentos Sociológicos del Deporte” y “Metodología del Entrenamiento Deportivo”
de la Escuela Tinerfeña de Entrenadores de Fútbol.
Según la Organización Mundial de la Salud se entiende por salud el
estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de
afecciones y enfermedades.
El deporte es un excepcional medio saludable para lograr un desarrollo
integral de nuestros niños y niñas a nivel biopsicosocial, y el entrenador de
fútbol base, es un importante referente para que este desarrollo integral se
promueva con todas las garantías.
El entrenador tiene una importante responsabilidad en su labor como
educador. Pero para educar, y para enseñar hay una premisa lógica,
fundamental y evidente, y es que debe haber sido educado y formado para ello.
¿Qué diríamos si el profesor o profesora de nuestros hijos e hijas en la escuela
no estuviera preparado para enseñar? Seguramente pondríamos el grito en el
cielo. ¿Y qué pasa en el fútbol? Pues en eso del fútbol parece ser que
cualquiera vale para enseñar, para ser entrenador de un grupo de niños y
niñas. Gravísimo error. Para que un maestro o maestra pueda enseñar a
nuestros hijos e hijas es necesario que haya estudiado, pero para ser
entrenadores de fútbol solo es necesario creer que se sabe de fútbol, y con que
se trate bien a los niños, que faltaría más, ya es suficiente para ser un buen
entrenador.
Cuando enseñamos creyendo que sabemos, estamos siendo
imprudentes e irresponsables. Estamos atentando con la salud de niños y niñas
y vulnerando unos de los principales derechos de los deportistas jóvenes que
es el “Derecho a tener un entrenador cualificado y a tener una preparación
adecuada para poder participar en las competiciones”. La Organización
Internacional Save of the Childen, recomienda que el entrenador de futbol base
2. tenga la suficiente formación para el desempeño de su trabajo con niños y
niñas.
¿Y qué tenemos que aprender y saber para entrenar a un niño o niña,
por ejemplo, alevín? Además de tener valores y actitudes, debemos tener
conocimiento en: Primeros Auxilios y Anatomía, Táctica, Metodología de
Entrenamiento, Técnica, Preparación Física, Reglas del Juego, Sociología,
Dirección de Equipos y en Psicología. Quién domine estas áreas puede decir
que está mínimamente preparado para ser un entrenador de fútbol base, para
entrenar, por ejemplo, a ese equipo alevín. Estos mínimos conocimientos se
aprenden en las Escuelas de Entrenadores de Fútbol. Un entrenador no solo
transmite conocimientos sobre fútbol, es prácticamente imposible. En este
proceso de enseñanza aprendizaje están implicados una serie de valores y
actitudes de forma explícita e implícita como la adquisición de hábitos
saludables y de una vida activa, trabajo en equipo, relaciones interpersonales,
tolerancia, respeto a las normas sociales, disciplina, esfuerzo, amistad,
paciencia, solidaridad, igualdad, satisfacción personal, justicia deportividad,
respeto, lealtad, control emocional, autoestima, autoconcepto, etc.
Un error muy frecuente es pensar que los entrenadores jóvenes, que
empiezan a entrenar con toda la ilusión del mundo, van a aprender todo esto
por su propia cuenta, por acción divina o por efecto de la magia, o bien viendo
los partidos de los sábados por televisión, oyendo los comentarios de los
periodistas o leyendo la prensa deportiva cada día. Nada más lejos de la
realidad. Como dice Concepción Arenal “con la ignorancia se armonizan bien
los errores”.
Un ejemplo real de todo esto fue lo que vieron mis ojos y el resto del
alumnado que se está formando para ser entrenador, en el Ciclo Formativo de
Grado Medio de Técnico Deportivo en Fútbol en las instalaciones del Mundialito
de Tenerife y que me sirvió para orientar la clase de Bases Psicopedagógicas
del Deporte que íbamos a comenzar:
Un joven entrenador, del Alevín Yanira realiza un ejercicio de tiro a
puerta desde fuera del área con sus jugadores, digo realiza porque él
también forma parte del ejercicio disparando a puerta y metiendo sus
3. goles por la escuadra, parece que está más preocupado de su balón que
de lo que hacen sus jugadores. Varios niños golpean al suelo en lugar
de al balón, y lo hacen con fuerza, ya que para llegar a la portería deben
golpear con contundencia. El entrenador no corrige la peligrosa acción
técnica en ningún momento. ¿Y los porteros? Como si no estuvieran,
parece que solo es un ejercicio para los que golpean. De repente al
joven entrenador le apetece fumar, y en medio del ejercicio se dirige a
sus enseres personales y enciende su cigarrillo, y continúa participando
en el ejercicio. Supongo que no sería la primera vez.
Uno de los aspectos fundamentales que debemos tener presente los
entrenadores de de base es que somos modelos de referencia para esos
niños y niñas. Debemos hacer todo lo posible por transmitirles conductas y
valores saludables. Tomar conciencia nos permite cambiar y mejorar en
nuestra práctica profesional.
Todo esto es un pequeño ejemplo de la situación que está sufriendo el
fútbol base. Esto también es educación, pero no una educación integral para
nuestros jugadores jóvenes, ni una educación saludable. Es una negligencia.
¿Y negligencia por parte de quién? de las personas responsables que
permiten que entrenadores sin un mínimo de formación estén al frente de un
equipo de niños y niñas, por los padres y madres que permiten que cualquiera
entrene a sus hijos e hijas y por todas aquellas personas que menosprecian y/o
intentan normalizar este tipo de situaciones.
Por último, me gustaría felicitar a todas esas personas que han hecho o
están haciendo el esfuerzo por aprender a ser buenos entrenadores de fútbol,
que se preocupan cada día por ser mejores profesionales y que son
conscientes de la seriedad y de la importancia que tiene el hecho de dirigir a un
equipo de niños y niñas cada día. Y a esos dirigentes, que exigen que sus
entrenadores estén mínimamente preparados, y a esas madres y padres que
se preocupan y protegen a sus hijos e hijas cuando practican deporte. En
definitiva, felicito a todas las personas que se preocupan por la salud de la
infancia.