No hay necesidad de discutir largamente sobre los efectos del alcohol. Su mismo nombre árabe (igual al de la estrella algol, que representa la cabeza de Medusa, cortada por Perseo) quiere decir sencillamente el Demonio...
2. Soy el príncipe de todas las alegrías. El compañero de todos los goces humanos y mundanos. El rey que gobierna al mundo... un mundo muy mío en cuyo reinar, soy el Amo. El mensajero de la muerte…
3. Estoy presente en todas partes. En todas las ceremonias. Ninguna reunión es tal sin mi presencia. Fabrico adulterios. Hago nacer en los corazones pensamientos negros y criminales.
4. A jóvenes y adultos los hago inmorales y los contemplo satisfecho. Soy el padre de la corrupción, de la desgracia... Enveneno la raza y la sangre. Mancho los hogares. Traigo el envilecimiento y la depravación. La locura. El crimen. El suicidio. Yo acabo con la familia. Ocasiono conflictos en todos los países. Y entre todos los hombres: crímenes y desgracias. En los hogares hago nacer niños raquíticos y retardados.
5. Yo soy causante de las enfermedades más dolorosas e incurables. Aspiro a ver al mundo en un hospital... en un manicomio... en presidios...
6. Porque yo nazco en todas partes. Mi patria es La Tierra. ¡Yo soy el Rey! Su Majestad... EL ALCOHOL Mis esclavos: los hombres y mujeres. Mi casa: el infierno.
7. El alcoholismo no diferencia sexo, raza ni edad. Es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona.