Existen 5 hipótesis principales sobre la formación de la Luna: captura, acreción binaria, fisión, precipitación e impacto. La hipótesis más razonable es la de impacto, la cual propone que hace aproximadamente 4,500 millones de años, un cuerpo del tamaño de Marte chocó con la Tierra de forma tangencial, lanzando material que se condensó en órbita para formar la Luna.
Era un astro independiente que, al pasar cerca de la Tierra, quedó capturado en órbita. La Tierra y la Luna nacieron de la misma masa de materia que giraba alrededor del Sol. La luna surgió de una especie de "hinchazón" de la Tierra que se desprendió por la fuerza centrífuga. Actualmente se admite una cuarta teoría que es como una mezcla de las otras tres: cuando la Tierra se estaba formando, sufrió un choque con un gran cuerpo del espacio. Parte de la masa salió expulsada y se aglutinó para formar nuestro satélite. Y, aún, una quinta teoría que describe la formación de la Luna a partir de los materiales que los monstruosos volcanes de la época de formación lanzaban a grandes alturas.