El doble ánimo se refiere a la inconstancia y falta de convicción, como cuando una persona dice una cosa hoy y lo contrario mañana o cree en Dios sólo cuando las cosas van bien pero no cuando enfrenta dificultades. Las personas con doble ánimo no son de fiar, son inseguras, carecen de autocontrol y son inconstantes. Esto puede dañar su testimonio, familia e iglesia. La única solución es el arrepentimiento total, negarse a sí mismo y entregarse completamente a Cristo y a los demás.