Multitudinarias manifestaciones han ocurrido en toda España exigiendo el derecho a una vivienda digna, mientras que los suicidios relacionados con desahucios continúan. Aquellos que enfrentan desalojo forzoso debido al impago de hipotecas o alquiler se ven obligados a dejar las casas que habitan, a menos que puedan llegar a acuerdos de refinanciación, carencia o dación de pago con los acreedores.