Nuestras acciones, palabras y pensamientos tienen el poder de afectarnos no solo a nosotros, sino a las personas con las que nos asociamos. Por un lado, pueden lograr un cambio positivo al inspirar y motivar tanto a nosotros mismos como a los demás. Por otro lado, cuando nuestras acciones, palabras y pensamientos son inapropiados, pueden desalentar, despedir y dañar a otros. A pesar de que podemos hacer nuestro mejor esfuerzo y a pesar de nuestras mejores intenciones y esfuerzos, es inevitable que en algún momento de nuestras vidas, nos equivoquemos y nos quedemos cortos. Estos errores / deficiencias pueden ser triviales, por ejemplo, podemos estar tarde para ir al trabajo y comprender con frustración que olvidamos las llaves de nuestro automóvil en el apartamento después de tomar el ascensor diez pisos más abajo. A veces, también cometemos errores graves, como cometer un error de juicio, lo que nos cuesta un cliente clave. En última instancia, cada error causa estrés y desagrado en algún nivel. Pueden dañar las relaciones, costar dinero y perder tiempo y energía. Tenemos nuestras propias formas de procesar este desagrado. Muchas veces, las personas quieren superar los errores rápidamente, por lo que no pasan mucho tiempo pensando en ellos. Por otro lado, algunos de nosotros tratamos de reflexionar y aprender de los errores para poder reinventarnos y prosperar en un esfuerzo por perfeccionar las habilidades, rectificar los malos hábitos y mejorarnos a nosotros mismos en general. Podemos tener éxito hasta cierto punto, pero generalmente nos encontramos incapaces de cambiar por completo. Esto se debe a que nuestras acciones incorrectas, pensamientos y emociones provienen de las impresiones en nuestras mentes subconscientes y para superarlas se necesita energía espiritual. Los psiquiatras y los entrenadores de superación personal han estudiado cómo las personas pueden cambiar a sí mismas en detalle y se ha publicado mucha investigación al respecto. Sin embargo, solo algunos de los estudios de investigación o información disponible sobre cómo las personas pueden cambiar por sí mismas abordan las impresiones en nuestras mentes subconscientes y eso también a un nivel superficial. La razón por la que seguimos experimentando las mismas situaciones preocupantes una y otra vez es que las impresiones negativas (en nuestra mente subconsciente) no se abordan / corrigen, por lo que siguen influyendo de manera adversa en nuestro comportamiento. Por ejemplo, nos enojamos cuando sabemos intelectualmente que no es útil, nos sentimos celosos de los demás a pesar de que no queremos sentirnos de esa manera, o seguimos llegando tarde al trabajo aunque sabemos que eso le desagrada a nuestro jefe.