Obra corta sobre las buenas acciones (4
personajes)
Obra de teatro para 4 personajes. La misma nos deja una gran reflexión sobre la
paciencia y las buenas acciones.
Título: “El profesor sustituto”
Autor: Manuel Martínez
4 personajes:
VALENTIN.- 38 años, profesor sustituto. Llega con
miedo al Instituto, pero pronto hace valer su autoridad.
EZEQUIEL.- 17 años, repetidor, es un mal estudiante
que no teme a ninguna autoridad.
SOFÍA.- 40 años, profesora más veterana del Instituto.
DIRECTOR.- 56 años, director del Instituto.
ACTO I
Pasillo del Instituto Félix Valoir. Las clases están a punto de
empezar, los alumnos ya están en las clases esperando a que
cada profesor entre en el aula.
Valentín, camina junto con Sofía una profesora compañera de
Instituto. Hasta que se detienen en la puerta de un aula.
SOFÍA: Bueno, pues ya hemos llegado.
VALENTÍN: ¿No era Segundo A?
SOFÍA: Sí, esta es segundo A
VALENTÍN: Ah, vale, pensé que los de segundo estaban en la
planta de arriba.
SOFÍA: Bueno, no te preocupes, tu tranquilo y sobretodo no
entres al trapo con ellos.
VALENTÍN: ¿Son muy rebeldes?
SOFÍA: Son un curso difícil. Pero si te muestras fuerte te los
puedes ganar.
VALENTÍN: ¿Cómo fuerte?
SOFÍA: Sí, que no dudes, que estés muy seguro de ti mismo,
cómo dudes hacen contigo lo que quieras.
VALENTÍN: Joder, me estás poniendo más nervioso, jeje.
SOFÍA: Pues no, tienes que estar muy tranquilo.
VALENTÍN: ¿Tengo que tener cuidado especial con algún
alumno?
SOFÍA: No te ha dicho nada Enrique.
Valentín se muestra confuso.
SOFÍA: Enrique el jefe de estudios.
VALENTÍN: No, ¿qué tendría que saber?
SOFÍA: Supongo que a los profesores sustitutos no se os cuenta
todo, Ezequiel, un chaval que ha repetido un par de veces, hoy lo
tendrás el primer día en primera fila y créeme que te la va a jugar.
VALENTÍN: ¿Y por qué tengo que tener especial cuidado?
SOFÍA: Supongo que no te han dicho nada. Entonces mejor que
sea así, tú simplemente vigílalo.
VALENTÍN: Bueno pues tendré cuidado.
SOFÍA: Ya verás cómo pasados cinco minutos todo va bien.
ACTO II
Clase de segundo A, Valentín entra en la clase ante la atenta
mirada de los alumnos. Sentado en primera fila está Ezequiel.
Valentín deposita en su mesa su maletín y saca una lista de su
interior.
VALENTIN: Buenos días chicos.
EZEQUIEL (Irónico): Buenos días señor profesor.
VALENTÍN: Será mejor que me presente. Mi nombre es
Valentín…
EZEQUIEL: Que valiente.
VALENTÍN: ¿Cómo dices?
EZEQUIEL: Que, qué bonito nombre.
VALENTIN: Gracias. Por donde iba, soy Valentín, profesor
titulado desde hace cinco años, me han llamado para que venga a
cubrir la baja de vuestro profesor Mariano.
EZEQUIEL: Pobrecillo, ese ya no vuelve.
VALENTIN: Esperemos que sí, ¿no?
EZEQUIEL: Sí, sí. Ojalá vuelva.
VALENTIN: Eso.
EZEQUIEL (Susurrando):Con él sí que era fácil copiar.
Valentín mira fijamente a Ezequiel
VALENTIN: Quería que os presentarais, pero ya me queda claro
quién es el gracioso de la clase.
EZEQUIEL: ¿Quién profesor?, ¿quién señor profesor?
VALENTIN: Le preguntamos a la clase o te das ya por aludido.
La mayoría de la clase se ríe ante el último comentario del
profesor. Ezequiel empieza a mirar seriamente hacía atrás para
acallar las risas.
EZEQUIEL: Se está usted pasando y no me conoce.
VALENTIN: ¿Qué debería conocer?
EZEQUIEL: Que no me está usted tomando en serio.
VALENTIN: Te tomo en serio como a cualquier compañero,
ahora si no quieres dar tú la clase, déjame hacer mi trabajo y
seguir con la clase, sino por mí, al menos por tus compañeros.
EZEQUIEL: No sabes lo que le paso a Mariano, ¿verdad?
VALENTIN: No, pero seguro que tú me lo vas a contar.
EZEQUIEL: Sólo te digo que él también vino muy chulito y acabo
pidiendo la baja.
VALENTIN: ¿Y después de esta apasionante historia podemos
seguir con la clase?
Valentín se agacha en su mesa para sacar del cajón el borrador
de la pizarra cuando un libro pasa a pocos centímetros de la
cabeza de Valentín impactando en la pared. Valentín sorprendido
se incorpora mira a Ezequiel.
VALENTIN (En un tono severo): Ezequiel sal conmigo.
Ezequiel y Valentín salen de la clase.
ACTO III
Pasillo del Instituto, vacío y en silencio, todos los alumnos se
encuentran en sus clases. Valentín y Ezequiel están fuera de su
aula, cerca de la puerta.
VALENTIN: Escúchame bien, a mí me da igual todas las
tonterías que quieras comentar en mi clase. Doy por hecho que
siempre voy a tener un payaso en ellas.
EZEQUIEL: Un momento, a mí nadie me llama payaso.
VALENTIN: No te estaba llamando payaso.
EZEQUIEL: Cómo que no, si acabo de oírlo perfectamente.
VALENTIN: Déjame hablar, por favor. No te estaba llamando
payaso.
EZEQUIEL: ¿Entonces?
VALENTIN: Déjame hablar. A mí me da igual si tienes que decir
o hacer gracietas. Yo tengo tres opciones o te mando al director y a
la larga te acabamos expulsando, o te ignoro y aguanto tus
tonterías, o consigo que te involucres un poco y aprendas algo.
El Director del instituto se acerca a los dos sin que estos
adviertan su presencia
EZEQUIEL: Yo tengo otra opción. Te la lío muy gorda y acabo
consiguiendo que te vayas a tomar por…
DIRECTOR: ¿Cómo dice alumno?
Ezequiel se gira sorprendido. Acompáñeme anda y usted
Valentín vuelva a su clase.
VALENTIN: Disculpe, director es culpa mía.
DIRECTOR: ¿Y cómo es eso?
VALENTIN: Le había pedido al alumno Ezequiel que me
acompañara fuera para que saliera a ver si me había dejado el
coche abierto, pero creo que me he extralimitado.
DIRECTOR: Pero cómo se le ocurre. Que no vuelva a repetirse,
no haga que me arrepienta de haberlo contratado. Vuelvan a su
clase inmediatamente.
EZEQUIEL: Sí señor director
VALENTIN: Ahora mismo.
El director continúa su camino por el pasillo.
VALENTIN: ¿Continuamos la clase?
EZEQUIEL: Sí, estaba usted presentándose, puede continuar.
FIN