El problema principal es la dificultad que tienen las personas sordas para comunicarse con otras personas que no conocen la lengua de señas. Esto las aísla socialmente y les impide acceder a la información y servicios de manera efectiva. Una posible solución es desarrollar una aplicación móvil que permita traducir texto escrito y hablado a lenguaje de señas de diferentes idiomas, facilitando así la comunicación entre personas sordas y oyentes.