Maria Mercedes López candidata por el Presidente Juan Manuel Santos a la Procuraduría General de la Nación.

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Colmada de orgullo, me presento hoy ante ustedes como candidata para
ser elegida como la primera Procuradora General de la Nación.
La Procuraduría General de la Nación es la entidad que representa
verdaderamente los intereses del pueblo colombiano y por eso, con el
apoyo de ustedes, me he trazado la meta de trabajar denodadamente
para la recuperación de la institucionalidad que representa la
Procuraduría.
Honorables senadores. Soy, como casi todos ustedes, una mujer de
provincia. Nací en Santa Rosa de Osos, Antioquia. Soy esposa y madre
orgullosa de dos hijos. Vengo de una familia tradicional antioqueña. A mí
y a mis 6 hermanos, nos enseñaron a trabajar en equipo para el logro de
objetivos comunes. Aunque todos fuéramos distintos, crecimos sabiendo
que aquellos objetivos comunes requerían de la unión y el esfuerzo
coordinado de todos.
Aprendí de mi padre que quien le aporta al bienestar de su prójimo es
aquel que trabaja con honestidad, que cumple férreamente los
compromisos que adquiere, que ayuda a quien lo necesita. Desde niña
ese ha sido mi código general de conducta: ayudar, servir, colaborar,
trabajar mancomunadamente, oír sugerencias, pedir consejos.
Con profunda gratitud y orgullo recibí el pasado 16 de septiembre la
noticia de que el señor presidente Juan Manuel Santos me había
postulado como su candidata para ocupar el más alto cargo en la
Procuraduría General de la Nación.

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Cada cosa que he hecho en mi vida ha sido transparente y a todas las
tareas que he emprendido les he impreso el mayor empeño y dedicación.
Por eso, desde el instante en que acepté ser parte de la terna, emprendí
una intensa campaña para presentarle a Colombia y a mis electores mi
hoja de vida porque tengo las competencias suficientes para ser la
primera Procuradora General de la Nación en la historia de nuestro país.
Visualizo a la Procuraduría General de la Nación como un órgano que
debe concentrarse en la prevención y el acompañamiento más que en la
sanción de las conductas disciplinables.
Durante 8 años fui magistrada del Consejo Superior de la Judicatura,
quien fuera el organismo de cierre en materia disciplinaria de Colombia
y la experiencia que ese cargo me proveyó aunada a la adquirida en el
consejo seccional de la judicatura del Tolima, me permite decirles con
toda certeza que tengo el conocimiento para aplicar y ejercer el derecho
disciplinario, una de las funciones vertebrales de la Procuraduría General
de la Nación.
Honorables senadores: les puedo dar a ustedes la garantía de que sé
exactamente cuáles son las funciones y cómo es el trabajo del día a día
en la Procuraduría General de la Nación. Durante más de 10 años fui
Ministerio público y aquello me permite decirles con toda claridad que
conozco por dentro cómo funciona la institución. Conozco también la
razón de ser de la Procuraduría y por eso soy una convencida de que la
principal misión que tendré como Procuradora, si ustedes me brindan su
voto, será la de fortalecer los mecanismos de prevención en materia
disciplinaria. Pueden ustedes estar completamente seguros que al

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elegirme, a la cabeza del ministerio Público llegará una verdadera experta
en derecho disciplinario que es, al fin y al cabo, lo que se necesita saber
para desempeñar con éxito el cargo.
María Mercedes López ha hecho la carrera completa: fui abogada
asesora, luego personera delegada en lo penal, delegada del ministerio
público y después llegué al Consejo Superior de la Judicatura, del que fui
su presidenta.
Honorables senadores: les ofrezco mi experiencia y conocimiento que
empezó a forjarse a lo largo del camino que he recorrido, partiendo
desde las regiones. Conocí de primera mano el fenómeno de violencia
que se desató entre las bandas de los barrios marginales de Medellín y
como delegada del Ministerio público me di a la tarea de identificar e
implementar las medidas para garantizar los derechos humanos en
dichas zonas.
A lo largo de mi vida, he trabajado con las víctimas, conozco su dolor, he
vivido su drama y sé que merecen todo el acompañamiento y respaldo
por parte del Estado.
Han pasado 9 años desde aquel día que comparecí ante este Senado de
la República en búsqueda de su apoyo para mi elección como magistrada
del Consejo Superior de la Judicatura. Ustedes confiaron en mí, cumplí y
por ello acudo nuevamente ante ustedes a que renueven ese voto de
confianza.

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Uno de mis principales compromisos es el de recuperar la
institucionalidad de la Procuraduría General de la Nación. Insisto en
afirmar que la función preventiva debe ser la principal responsabilidad
de la procuraduría y mi empeño será el de ayudar a evitar antes que en
sancionar. Mi compromiso será el de acompañar el actuar de los
servidores públicos, sin emitir opiniones sobre su gestión.
Muchas veces se transgrede el código único disciplinario por
desconocimiento del mismo. Vamos a socializarlo con los funcionarios
del Estado con el fin de crear una cultura de la legalidad. Desde donde se
prevenga más y se sancione menos.
Ahora bien, cuando haya faltas, quiero que el país sepa que María
Mercedes López será una procuradora imparcial, objetiva, sin
preferencia política o ideológica alguna. Les doy mi palabra: trataré a
todos los ciudadanos(a) con igual respeto y reconocimiento de sus
derechos.
Podrán contar con un acompañamiento permanente. Quiero que sientan
que la procuraduría es amiga y cercana. Tengo el propósito, así mismo,
de impulsar y posicionar al “Centro de Estudios del Ministerio Público”
que durante los últimos años ha perdido vigencia.
Gracias a este centro de estudios, vamos a poder llegar a cada región de
Colombia a las que estaremos enviando la información suficiente que les
permitirá a los funcionarios consultar toda la jurisprudencia, todos los
precedentes y ello les significará una invaluable ayuda para el
desempeño de su gestión. Esto lo lograremos de la mano del Instituto

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Colombiano de Derecho Disciplinario el cual me honro integrar y que
recoge la experiencia de los más importantes abogados de esta
especialidad incluyendo a los señores ex-procuradores generales de la
nación.
La Procuraduría General de la Nación debe someterse a un proceso
profundo de modernización que incorpore los medios necesarios para
poder transmitir información en tiempo real a todos los funcionarios de
la entidad a lo largo y ancho del país.
Si ustedes me permiten ser la próxima procuradora, me esforzaré porque
se implementen los canales de comunicación que permitan el flujo de
información que sirva de insumo para el ejercicio adecuado de las
funciones de vigilancia y control de la Procuraduría.
Tengo la certeza de que al garantizar el acceso oportuno a la información
pública a través del fortalecimiento y modernización de herramientas
tecnológicas como el sistema de información misional, será posible
construir la confianza de la ciudadanía en la institución.
Les aseguro que no ahorraré esfuerzo alguno para convertir a la
Procuraduría en un modelo de gestión y transparencia, principios que
facilitaran que la entidad se gane el respeto de la comunidad.
Vamos a enfrentar a la corrupción sin temor ni vacilación, sin olvidar que
la persecución por razones políticas o ideológicas desde un organismo de
control también es corrupción. No dudaré un instante en abrir las
investigaciones que corresponda, pero estaré muy atenta a impedir que

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estos procesos tengan matices políticos. Las sanciones deben impartirse
de acuerdo a lo que indican las leyes y no los cálculos y las conveniencias
políticas de momento.
Como Procuradora General de la Nación los invitaré a que de manera
mancomunada elaboremos un proyecto de acto legislativo que tenga
como objetivo desprender la facultad de investigación que tiene la
procuradora sobre sus nominadores. No es sano para el equilibrio de
poderes, ni para la autonomía de las entidades que quien resulta
nominada sea, a su vez el juez de sus nominadores.
En ese sentido, para superar las contenciones que puedan presentarse
entre las normas internas y los tratados internacionales suscritos y
ratificados por Colombia, como Procuradora General de la Nación
dispondré lo necesario presentando proyectos legislativos en relación
con las sanciones que desde autoridades administrativas se puedan
imponer contra funcionarios elegidos popularmente.
No puedo dejar de referirme al proceso de paz que vive nuestro país.
Todos, los que votamos por el SÍ y quienes votaron por el NO, sumados a
nuestros compatriotas que no concurrieron a las urnas el pasado 2 de
octubre, anhelamos que Colombia alcance la paz.
Ayudaré, desde la Procuraduría, a construir la reconciliación en los
colombianos. Vamos a ser un sello de garantía y ejerceremos un
acompañamiento preventivo a todos los funcionarios del Estado que
tendrán la responsabilidad de llevar a feliz término el proceso de paz y
de reconciliación de nuestra sociedad.

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Gracias a ese acompañamiento preventivo, podré garantizar desde la
Procuraduría el cumplimiento con la legalidad y la constitucionalidad en
todas las etapas del proceso de paz.
Seremos unos ojos muy pendientes de ayudar, de colaborar como un
garante del respeto de los Derechos Humanos y del Derecho
Internacional Humanitario.
Debemos tener la capacidad para dimensionar todos los derechos que
están en juego con ocasión de este proceso de paz. Esos derechos
debemos enaltecerlos ahora que está a punto de culminar el conflicto y
garantizarlos durante el posconflicto.
Entiendo que una de las principales preocupaciones de la sociedad
colombiana frente a los acuerdos de paz es la tensión que existe entre el
derecho a vivir tranquila y sosegadamente y la aplicación de los principios
de verdad, justicia y reparación a las víctimas.
Nunca podemos perder de foco que la paz es el valor supremo de toda
sociedad y por ende es el fin último de nuestra normativa superior. La de
1991 es la constitución de la paz y nos ha llegado la hora de cumplir a
cabalidad con ese mandato.
Paz para todos los sectores de nuestra sociedad, garantías para todos los
colombianos.

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En tal sentido, dentro de mis límites constitucionales, acompañaré las
políticas que en materia de paz haya dictado o dicte el gobierno nacional.
Este es el mejor momento para que una representante de la mujer
colombiana, ocupe el cargo de Procuradora General de la Nación.
Las mujeres aceptamos las diferencias, toleramos los disensos, creemos
en la pluralidad y eso se debe a nuestra naturaleza maternal. Todos
nuestros hijos son distintos el uno del otro, pero los amamos con igual
devoción.
El medio ambiente será una de las prioridades de la Procuraduría General
de la Nación. Ratifico acá, ante ustedes, mi compromiso con la
implementación de estrategias que propendan por la inclusión de la
variable ambiental en las etapas tempranas de los proyectos, como parte
fundante de la planificación estratégica.
Crearemos canales permanentes y eficientes de comunicación entre las
autoridades ambientales para que la coordinación interinstitucional
redunde en beneficio de las comunidades y del desarrollo adecuado de
los proyectos.
La Procuraduría tendrá el firme propósito de facilitar la coordinación
interinstitucional entre las autoridades ambientales y las demás
autoridades públicas.
Todos tenemos derecho a vivir y disfrutar de un ambiente en paz, en
armonía donde cada una de las personas se sienta reconocida.

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Como Procuradora, seré defensora de los derechos fundamentales de
toda la sociedad colombiana, incluyendo a los indígenas y
afrodescendientes, quienes a lo largo de los años han sido excluidos.
Si el honorable senado de la República me da la oportunidad de tomar
las riendas de la Procuraduría General de la Nación, el país sabrá que el
ministerio público estará ocupando sus esfuerzos en apoyar y ayudar a
las comunidades minoritarias.
Somos una sociedad pluricultural en la que los derechos de las mayorías
y de las minorías deben protegerse pues así nos lo manda la constitución.
Acá no existe prevalencia de derechos. Todos, absolutamente todos
tenemos los mismos derechos y la función esencial de la Procuraduría no
es la de proteger los derechos de unos u otros, sino los de toda la
sociedad sin distingo, matiz o sesgo alguno.
Honorables senadores: quiero que estén muy claros en que mi
compromiso y la “única” agenda que tendré como Procuradora General
de la Nación, será la de centrarme exclusivamente en el ejercicio de las
competencias legales y constitucionales de la entidad: la defensa de los
Derechos Humanos y el control disciplinario sobre los funcionarios
públicos, no son temas sobre los cuales debamos improvisar.
Mi compromiso es con la sociedad, con ustedes honorables Senadores
que son los representantes democráticamente elegidos para representar
al pueblo.

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Que su decisión sobre el nombre del próximo procurador y espero que
en este caso sea Procuradora, esté desprovista de todo manto partidista
o ideológico.
Ha llegado el momento de darle un impulso a la democracia de américa
latina en general y a la de Colombia en particular. Elegir por primera vez
a una mujer que tiene un sólido proyecto para la Procuraduría General
de la Nación sería un mensaje real de equilibrio e igualdad para la
sociedad colombiana.
Con su acompañamiento, Asumiré el alto compromiso de ser la primera
mujer Procuradora General de la Nación con todo el respeto, y serenidad
que esta responsabilidad encarna.
Quiero, honorables Senadores, ser la Procuradora de la reconciliación
nacional. Ser la Procuradora del posconflicto colombiano.
Muchas gracias.