La lluvia ácida se forma cuando los óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre de la industria y los vehículos reaccionan con la humedad, acidificando aguas y dañando ecosistemas. El reciclaje transforma materiales de desecho en nuevos productos, reduciendo la contaminación y preservando recursos; sin embargo, los procesos de reciclaje también requieren energía y pueden ser costosos.