El Libro de Enoch
Con notas e imágenes ilustrativas.
Un libro único en su contenido, que aunque no forma parte del canon
bíblico, es considerado por muchos inspirado por Dios.
El Libro de Enoc es calificado “Apocalíptico” dentro de la literatura
judía.
Es un libro que contiene visiones y revelaciones del tiempo futuro y que
deben ser examinadas desde la perspectiva cristiana y bíblica.
Te invitamos a conocer todos nuestros libros publicados aquí en: LIBROS
DEL PASTOR GONZALO SANABRIA .
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sin autorización expresa del autor.
Introducción:
Antes de comenzar la lectura y estudio de este interesante texto, debemos
tener en cuenta que en la misma Biblia este texto “El Libro de Enoc” es
mencionado o citado en dos pasajes directamente en el Nuevo Testamento
(y esto nos permite concluir que era un texto leído y de importancia especial
para los cristianos del primer siglo).
Estos pasajes donde se menciona el Libro de Enoc en las Sagradas
Escrituras son: Judas versículos 6, y 14-16, y 2 Pedro 2:4.
El Libro de Enoc es una antigua obra religiosa judía, la tradición presenta a
Enoc como su autor, Enoc bisabuelo de Noé, texto que ha sido importante
en el pensamiento y visión de los escritores del Nuevo Testamento, además
fue utilizado y valorado por la comunidad religiosa que originalmente
estudio y recopiló los rollos del mar muero en las cuevas de Qumrán.
Por lo tanto, el Libro de Enoc, facilita a los estudios y comentaristas de la
Biblia información de gran valor respecto a aquello que creían los antiguos
judíos y los primeros cristianos.
Dentro de la literatura judía el Libro de Enoc es un texto calificado como:
Apocalíptico. Un libro, que aunque no forma parte del canon bíblico,
contiene visiones y revelaciones de los tiempos futuros y que deben ser
evaluadas desde la perspectiva cristiana.
El Libro de Enoc no fue aceptado para formar parte de la Biblia, pero es de
gran valor histórico, cultural y religioso. Muchos lo consideran inspirado
por Dios y es fundamento de fe varias iglesias.
El libro de Enoc es una obra literaria judía de carácter religioso, antiguo
texto que se ha adjudicado a Enoc. Aunque en el tiempo presente, muchos
eruditos sostienen que algunas secciones (sobre todo la correspondiente a
los Vigilantes) fueron escritas alrededor del año trescientos A.C.
Este libro llama profundamente la atención por su narración fuerte,
dinámica y colorida, expone temas muy interesantes, como la dramática
narración de los Vigilantes o grupo de ángeles que pecaron al tomar
mujeres de entre las hijas de los hombres, y fueron castigados por el Señor.
Asunto que ha sido tema de discusión por mucho tiempo.
El Libro de Enoc de manera detallada presenta una gran diversidad de
ángeles, sus funciones, diálogos, etc. El texto presenta no sólo a los
arcángeles, sino a otros ángeles, su caída y rebelión, así como narra los
orígenes de la maldad.
Un aspecto de gran interés, es la narración que expone a los ángeles
enseñando a los seres humanos misterios y secretos del cielo, secretos que
no podían revelar a los hombres. Secretos que a la postre hicieron daño a la
raza humana.
Algunos de aquellos secretos que enseñaron los ángeles y que son
mencionados en este libro son: Los poderes de las raíces de las plantas, los
secretos de las estrellas y de sus órbitas, los misterios respecto a los metales
y sus características, así como el arte de las armas, entre otras cosas.
Más adelante, sobre todo con el hallazgo de los rollos de Qumrán, se
estableció que el Libro de Enoc, no era en realidad un solo libro, sino cinco
textos, distribuidos así en el texto original:
1) El Libro de los vigilantes: capítulos 1-36.
2) El Libro de las parábolas: capítulos 37-71.
3) El Libro astronómico: capítulos 72-82.
4) El Libro de los sueños: capítulos 83-90.
5) Las cartas de Enoc: capítulos 91-105.
Debemos también tener en cuenta, que el Libro de Enoc aparece citado en
otros escritos de la literatura judía, lo que nos permite ver que era
importante para estos escritores y para este pueblo de Israel.
Algunos libros en donde el Libro de Enoc es utilizado como referencia son:
Epístola no canónica de Bernabe, escritos de Irineo, Clemente de
Alejandría, Tertuliano, Justino Mártir, entre otros más.
Es muy probable, que los textos que aparecen entre paréntesis, no forman
parte del Libro de Enoc original, especialmente apartes del capítulo ciento
ocho (son comienzos de otro texto). Pero, sí aparecen en los escritos griegos
y/o etíopes.
Al considerar a Enoc, como persona, en las Sagradas Escrituras (Biblia) es
presentado como descendiente de Set, padre de Matusalén, y bisabuelo de
Noé.
La Biblia enseña que Dios se lo llevó a los cielos en vida, después de vivir
trescientos sesenta y cinco años, de los cuales trescientos caminó con Dios
(así lo enseña la Biblia en el libro de Génesis 5:21-24).
Contenido
Libro de los Vigilantes
¿Quién fue Enoc?
Libro de las parábolas
Libro astronómico
“Libro de los Sueños”
Las Cartas de Enoc.
Fragmento del Libro de Noé
Anexo 1: Teorías respecto al origen de los demonios y los ángeles caídos
Anexo 2: Origen y formación del Libro de Enoc:
Anexo 3: El ángel Abadón o Apolión, y el toque de la quinta trompeta:
Anexo 4: Los gigantes desde tiempos antiguos y la Biblia:
Anexo 5: La antigua y extensa batalla de las simientes
(Te invitamos a conocer todos nuestros libros publicados aquí en: LIBROS DEL PASTOR
GONZALO SANABRIA ).
El libro de Enoc Secciones del libro original, y comentarios al respecto:
Libro de los Vigilantes
En esta sección hay varias similitudes con la Biblia, pues menciona o hace
referencia a eventos y personajes como Adán, Eva, Caín, Abel. Además
expone la unión de ángeles con las hijas de los hombres, narración similar
el evento de Génesis 6 de la Biblia.
De hecho, el tema principal del Libro de los Vigilantes narra la rebelión o
caída de estos ángeles, quienes tomaron para sí mujeres, escogiendo de
entre las hijas de los hombres, pecando así contra Dios, lo que generó su
castigo.
En este primer capítulo el Señor proclama sus bendiciones para los justos, y
advierte acerca del juicio para los pecadores. Concepto que aparece
repetidamente en este libro. También Enoc, nos habla del orden de la
naturaleza y del orden en el cielo, cada una de estas cosas sigue un mandato
y disposición determinados por el diseño de Dios.
Capítulo uno (Libro de Enoc):
1.
Estas son las palabras que declaró Enoc para bendecir a los justos
elegidos que enfrentarán el tiempo de la tribulación, en el día en que
vivirán el rechazo los impíos y todos los malvados, en el tiempo en
que serán salvados los justos.
2.
A Enoc, hombre justo y piadoso delante del Señor, se le reveló una
visión del Santo y del cielo, por lo cual declaró profecía diciendo: Me
fue revelada la visión del Señor de los cielos y por eso escuché
aquellas palabras de los Santos y las palabras de los Vigilantes, y por
eso pude aprender todas las cosas de ellos, y pude comprender que mis
palabras no son para la generación de hoy, sino para una generación
lejana que vendrá en un futuro.
3.
Hoy declaró mi profecía acerca de los elegidos y por motivo de ellos:
El Señor Santo y Único desde su morada vendrá.
4.
Surgirá con todo su poder desde lo alto de los cielos, encima del Monte
Sinaí con su poderoso e inmenso ejército se manifestará, el Señor Dios
Eterno caminará sobre la faz de la tierra.
5.
Y como resultado de esto, temblarán y serán castigados en regiones
secretas todos los Vigilantes, se agrietarán todos los extremos de la
tierra, tendrán miedo y temblarán los Vigilantes en todos los lugares de
la tierra.
(Comentario: Este texto refleja el temor que genera el poder y juicio de
Dios en los ángeles (“Vigilantes”), conscientes de que han pecado. La
Biblia expone de manera contundente y clara esta verdad en Santiago 2:19
donde nos dice: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los
demonios creen, y tiemblan”).
6.
Y cómo se comporta la cera ante la llama de fuego, así serán las
montañas altas y las colinas de la tierra, las cuales se agrietarán, serán
derrumbadas, se rebajarán y se fundirán.
7.
Todo aquellos que esté sobre la faz de la tierra quedará sin vida, la
tierra misma se dividirá, y vendrá sobre todos los habitantes un juicio.
8.
Los justos serán felices y llenos de bendiciones, pues con ellos el
Señor hará la paz, dará protección a los elegidos, sobre todos ellos
derramará su compasión y serán todos propiedad de Dios, con su poder
los ayudará y hará resplandecer su luz sobre todos ellos.
(Comentario : De este pasaje es que se vale el apóstol Judas para escribir
esta cita en su carta, la cual forma parte del Canon bíblico, donde
textualmente dice así:
“De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí,
vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra
todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que
han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos
han hablado contra él”.
Esto es muy interesante, pues confirma a la persona de Enoc como profeta,
quien ve la gloria de Dios venir con sus ejércitos celestiales para castigar a
los malvados, por su injusticia, violencia y por levantar sus palabras contra
el Todopoderoso.
La palabra de Dios nos enseña que Enoc fue un profeta antediluviano, era
un hombre inspirado por el Espíritu Santo, escuchaba Su voz porque era
amigo de Dios. En los trescientos años que caminó con el Señor
experimentó, sin duda alguna, maravillosas verdades y revelaciones del
cielo ).
Capítulo dos:
1.
Con atención mirad todos los eventos que en el cielo suceden, mirad
que las luminarias en el cielo permanecen de acuerdo al camino y
posiciones que les fueron asignadas, cómo ellas nacen y se ponen,
todas en un maravilloso orden según su estación o tiempo, y ninguna
desobedece el decreto.
(Comentario: En el libro de Enoc también se relata muchos detalles acerca
de los astros, sus órbitas y características, destacando su orden y respeto al
seguir el camino que se les ha ordenado. La palabra de Dios, por el
Espíritu Santo, nos dice en el Libro de los Hechos que Dios es quien da
vida y ha establecido el orden para todas las cosas, Hechos 17:25-26
“Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha
hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de
la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su
habitación”).
2.
Observad la faz de la tierra y sus obras con mucha atención, pues todas
ellas son evidentes, y desde el comienzo hasta el fin toda la obra del
Señor permanece, ella no cambia, sigue el orden de Dios.
3.
Mirad, cómo las nubes riegan con su lluvia la faz de la tierra, y ésta se
llena de agua; observad los signos del verano y los signos o señales del
invierno, todo se ejecuta en orden.
(Comentario: Es muy interesante, ver que en los evangelios el Señor Jesús
habla sobre la practica humana de considerar el estado del cielo para
determinar si va a hacer o no buen tiempo. Les recuerda que así mismo,
deben considerar el tiempo que estaban viviendo, y la manera correcta de
juzgar y actuar. Por ejemplo, en Lucas 12:54-57 el Maestro dijo:
“Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así
sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.
Hipócritas. Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no
distinguís este tiempo? ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es
justo?).
Capítulo cuatro (Libro de Enoc):
1.
En el tiempo del verano mirad sus señales, pues el sol con su fuerza
baña y calienta toda la faz de la tierra, y encima de aquella superficie
que arde, los habitantes buscan refugio y sombra para ocultarse del sol,
y no pueden seguir caminando por ningún lugar debido al intenso calor
sobre la tierra.
Capítulo cinco:
1.
Mirad y considerad cómo el Señor Dios vivo ha hecho todas las cosas,
pues él hizo todos los árboles del campo, y de todos estos brotan
verdes hojas que les sirve de cubierta, y los frutos que dan sirven de
adorno y gloria.
Mirad, cómo permanecen y continúan las obras de Dios hasta siempre por
todos los años, todo permanece y le obedece al Señor sin ninguna
alteración, todo ocurre según él lo ha establecido; de igual manera, le
obedecen los mares y los ríos en la tierra.
Sin embargo, los seres humanos alteran las obras de Dios y desobedecen su
palabra, insultan la gloria y grandeza del Señor con palabras altanera y
ofensivas declaradas por bocas impías. Esta dureza de corazón no permitirá
que tengan paz, ni hallen misericordia.
(Comentario: Desde el Antiguo Testamento la Biblia nos enseña la
recompensa y múltiples bendiciones para los mansos de corazón, no sólo
serán prosperados sino bendecidos con abundancia de paz, nos dice el
Salmo 37:11 “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con
abundancia de paz”.
En el Nuevo Testamento el Señor Jesucristo dijo: “Bienaventurados los que
lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos,
porque ellos recibirán la tierra por heredad” según Mateo 5:4-5).
Capítulo seis (Libro de Enoc):
1.
Aconteció transcurriendo el tiempo, que los hijos de los hombres se
multiplicaron sobre la faz de la tierra, y entonces les nacieron
hermosas hijas.
2.
En aquel tiempo los Vigilantes, ángeles hijos del cielo, las
contemplaron y las desearon, y ante esto, entre ellos hablaron
diciendo: “Vamos y de entra las hermosas hijas de los hombres,
escojamos mujeres y engendremos de ellas hijos”.
(Comentario: Este es un pasaje muy parecido a lo que hallamos en el libro
de Génesis 6:1-4 donde se nos dice que “Aconteció que cuando
comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les
nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres
eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se
llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron
hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de
renombre”.
Como vemos, hay quienes consideran que “los hijos de Dios” son los hijos
de la línea piadosa de Set, y otros consideran que se trata de seres
celestiales, ángeles, y hay pasajes bíblicos que permiten afirmar esto, Judas
14-16 y 2 Pedro 2:4.
Es de anotar, que muchos pueblos de la antigüedad creían que la raza de
gigantes habría nacido de la unión antinatural de seres sobrenaturales con
mujeres de la tierra.
Debemos tener en cuenta en todo caso, que aunque el pasaje bíblico tiene
aspectos de difícil interpretación, el objetivo es afirmar una vez más, la
incontenible expansión del pecado y la maldad en el mundo, así como su
corrupción, por lo cual el juicio era inminente.
Considerando los hechos, los resultados de los mismos (quiero decir:
gigantes y valientes), lo que nos permite ver 2 Pedro 2:4 y Judas 14-16, y
la precisa traducción de las palabras originales hebreas, debemos llegar a
la conclusión de que algunos seres del grupo celestial (ángeles) realmente
tomaron para sí como esposas, mujeres de la tierra, y es probable que
hayan utilizado una fuerza superior para conquistarlas).
Continúa el capítulo seis (Libro de Enoc):
3.
En aquel momento, Shemihaza, quien era su jefe, habló diciendo:
“Tengo temor de ser el único que se haga responsable de este gran
pecado, y que vosotros no deseéis cumplir con esta acción”.
4.
Entonces, los otros ángeles le respondieron a Shemihaza: “Debemos
realizar un juramento todos nosotros, con el compromiso de
someternos bajo un anatema sino no cumplimos con este plan
realmente”.
Eran por todos aquellos ángeles doscientos, los que descendieron sobre la
cumbre del monte que ellos mismos denominaron “Hermon”, pues allí
hicieron el juramento y todos se comprometieron bajo anatema a cumplir lo
dicho.
(Comentario: En esta sección, nos relata el libro de Enoc como doscientos
ángeles del cielo descendieron a la tierra y tomaron para sí hermosas
mujeres, las cuales dieron a luz gigantes, con un apetito voraz, que llegaron
incluso a devorar animales y seres humanos, incluso hasta devorarse entre
ellos mismos.
Esto fue catalogado como un gran pecado delante de Dios según narra
Enoc, y además los ángeles que habían hecho esta maldad, enseñaron a las
mujeres la ciencia delos árboles y las plantas (agricultura). También les
enseñaron las artes ocultas, es decir, la brujería, la magia y el corte de las
raíces, astrología, etc.
Estos malvados ángeles también enseñaron a los hombres al arte de
fabricar las armas, como las espadas, los escudos, cuchillos, corazas, entre
otros. También enseñaron el arte de los metales.
Estos ángeles enseñaron también el arte de pintarse los ojos con antimonio,
cómo pintar y embellecer los parpados, los tintes de color y enseñaron lo
referente a las piedras preciosas. Con todo esto, los seres humanos cayeron
en pecado y vino entonces el juicio del Señor).
Capítulo siete:
1.
Entonces, todos los que habían descendido y con sus jefes, escogieron
entre las mujeres de la tierra, y empezaron a juntarse con ellas, y se
contaminaron con ellas, además les enseñaron a ellas las prácticas de
la brujería, de la magia y el corte de las raíces, y también les enseñaron
acerca de las plantas.
2.
Sucedió entonces, que las mujeres quedaron embarazadas de ellos, y
luego dieron a luz gigantes de unos tres mil codos de altura, estos
nacieron sobre la tierra y crecieron de acuerdo a su propia niñez.
3.
Ellos devoraban el resultado de las labores y trabajo de los seres
humanos, hasta que llegó el momento cuando los hijos de los hombres
no lograron abastecerles más.
4.
Fue en aquel tiempo cuando los gigantes se volvieron contra los hijos
de los hombres quitándoles la vida y devorando sus cuerpos.
( Comentario : Es muy interesante ver a la tierra realizando acciones
propias según este pasaje anterior: “la tierra acusó a los impíos”. En la
Biblia se nos dice por ejemplo que a causa de la maldad de los cananeos,
ellos fueron expulsados de la tierra, literalmente nos dice: “y la tierra fue
contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus
moradores” Levítico 18:25.
También podemos ver otra acción de la tierra en Apocalipsis 12:16 en
donde se nos dice: “Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su
boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca”).
Capítulo ocho (Libro de Enoc):
1.
También sucedió en este tiempo, que Asael dio la enseñanza a los
hombres acerca de la fabricación de las espadas de hierro, así como de
las corazas de cobre; también les enseñó como extraer y laborar hasta
dejar listo el oro; además les instruyó todo lo relacionado con la plata,
cómo tallarla y cómo diseñar brazaletes, collares y otros ornamentos.
Además, a las mujeres las instruyó respecto al uso del antimonio, las
tinturas, sobre las piedras preciosas y sobre el uso del maquillaje de los
ojos.
2.
Como resultado de todas estas cosas, la maldad se multiplicó, y ellos
decidieron ir por los malos caminos, y de esta manera llegaron en
todas las formas a corromperse.
Después de estas palabras, nos narra el Libro de Enoc, que Dios manda a su
ángel Sariel para que le diga a Noé, que debe esconderse pues él va a enviar
un diluvio sobre la tierra como castigo sobre los ángeles malvados.
Da instrucciones a Miguel para que haga desaparecer la injusticia, la
violencia y la opresión de la tierra, y sea la justicia y la verdad los valores
que prevalezcan, y todos los seres humanos bendigan y adoren al Señor.
(Comentario: Desde la perspectiva bíblica ¿Cuál es la interpretación del
pasaje similar de Génesis capítulo seis versículo dos? Literalmente la
Biblia Reina Valera dice: “que viendo los hijos de Dios que las hijas de los
hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”.
Una línea de interpretación expone que la expresión “los hijos de Dios”
hace referencia a los descendientes piadosos de Set quienes se acercaron y
tomaron mujeres de la descendencia impía de Caín, quienes serían
identificadas con la expresión “las hijas de los hombres”.
Esto entonces, debilitó la descendencia piadosa, y generó maldad en la
tierra hasta traer sobre la humanidad el juicio mediante el diluvio.
La otra línea de interpretación enseña que “los hijos de Dios” eran
realmente ángeles caídos, los cuales tomaron para sí mujeres de entre las
hijas de los hombres y les engendraron hijos, los cuales vinieron a ser una
raza de gigantes. Pasajes bíblicos como 2 Pedro 2:4 y Judas 14-16
favorecen esta segunda interpretación).
Capítulo nueve (Libro de Enoc):
1.
Desde el santuario celestial, Miguel, Rafael, Sariel y Gabriel pudieron
ver hacia la tierra y contemplaron sangre en gran medida esparcida
sobre la faz de la tierra, estaba además llena de injusticia y violencia.
Entonces, vinieron al Señor del mundo diciendo: Tú eres nuestro gran
Señor, el Dios de dioses, el Señor de señores y Rey de reyes.
Tú has visto lo que ha hecho Asael, enseñando toda injusticia sobre la faz
de la tierra y ha enseñado los secretos eternos que se cumplen en los cielos.
Mira, ahora, que las almas de aquellos que han muerto gritan y se lamentan
hasta las puertas del cielo y su gemido ha subido y no deja de ser, esto
debido a la injusticia y violencia que se comete en la tierra.
( Comentario : Aunque hablamos en contextos diferentes, pues aquí se
habla de la maldad como resultado de la unión de ángeles y mujeres
terrenales, este pasaje del libro de Enoc, guarda mucha similitud con la
realidad que nos enseña la Biblia en el libro de Apocalipsis seis, respecto al
clamor de los santos y fieles muertos durante la tribulación, el texto bíblico
dice:
“Y clamaban a gran voz, diciendo ¿Hasta cuándo, Señor, santo y
verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la
tierra?” según Apocalipsis 6:10).
Capítulo diez (Libro de Enoc):
1.
En aquel momento, el Altísimo, Todopoderoso y Santo habló, y mandó
a Sariel al hijo de Lamec.
2.
Le habló diciendo: “Debes ir a Noé, y decirle en mi nombre:
Escóndete, y muéstrale los acontecimientos que están por venir, pues
va morir la tierra entera, es un diluvio que está por llegar sobre la faz
de la tierra, y morirá todo lo que esté sobre ella.
3.
Por eso, ve enseguida e instruye al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe
realizar para que sea salva su alma para vivir y pueda huir en realidad,
ya que por Noé vendrá la semilla que será plantada y serán fundadas
todas las generaciones por venir.
Entonces, tú Miguel, debes limpiar toda la faz de la tierra de toda opresión,
de toda injusticia, de toda violencia y de todo pecado.
(Comentario: Más adelante, Enoc menciona con cierta frecuencia a los
reyes, los poderosos y los que gobiernan sobre la faz de la tierra, como
personas y líderes que el Señor va a castigar por sus conductas opresivas e
injustas. Enoc, ve su final muy cerca, pues apremia el deseo del Señor de
establecer justicia, verdad y armonía sobre la faz de la tierra.
Según nos sigue narrando el Libro, Enoc es llevado o ascendido, en un
sueño a los cielos. Allí, Dios le encomienda hablar a los ángeles malos,
quienes han enseñado los secretos de los cielos a las mujeres, quienes han
difundido estos secretos, generando maldad en la tierra. (Podemos ver
alguna relación con Eva, quien fue tentada por la serpiente, y esto la llevó
a la desobediencia con Adán).
A continuación, Enoc narra su recorrido por la casa o habitación de la
tempestad, la luz y del trueno, allí también tiene una visión de los vientos y
sus destinos, y de las siete montañas de piedras preciosas. También puede
ver un gran abismo de fuego y de siete estrellas, estas encadenadas a los
extremos del cielo y de la tierra.
También, describe Enoc la visión de la mansión o casa de las almas de los
muertos antes del juicio que se llevará a cabo al final de los tiempos,
describe el paraíso terrestre, el árbol de la ciencia, y las puertas por donde
nacen los astros y las constelaciones).
Comentario al capítulo diez, numerales 12 y 13 del Libro de Enoc:
12. Entonces los hijos de los ángeles rebeldes perecerán y ellos verán la
destrucción de sus seres amados. Debes encadenarlos por setenta
generaciones en los valles de la tierra, y allí estarán hasta cuando llegue el
gran día del juicio.
13. En aquellos días serán conducidos al abismo de fuego, donde están los
tormentos, y será su encierro en la prisión por los siglos y siglos para
siempre.
( Comentario : Estos pasajes del Libro de Enoc (numerales 12 y 13) nos
recuerdan las palabras de Pedro y Judas. El apóstol Pedro hablando de los
falsos maestros, utiliza el ejemplo de lo sucedido con los ángeles y con la
generación antediluviana, es decir, que así como ellos fueron juzgados por
su pecado, los falsos maestros también lo serán.
Textualmente 2 Pedro 2:4-5 nos dice: “Porque sí Dios no perdonó a los
ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a
prisiones de oscuridad , para ser reservados al juicio; y si no perdonó al
mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras
siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos”.
Es interesante considerar aquí, la expresión: “prisiones de oscuridad” pues
nos revela el lugar donde estos ángeles están actualmente. Además Judas
seis nos dice: “Y a los ángeles que nos guardaron su dignidad, sino que
abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo prisiones de
oscuridad, en prisiones eternas , para el juicio del gran día”.
¿Cuáles son esas prisiones de oscuridad, y dónde están ubicadas? En
primer lugar 2 Pedro 2:4 dice que fueron arrojados al infierno, aquellas
prisiones son regiones espirituales en las que con cadenas están encerrados
estos ángeles.
La palabra griega usada aquí para “infierno” es “tartaroo”, palabra que
hace referencia al abismo más profundo del Hades (es la sección de más
abajo). Se describe como “prisiones de oscuridad” y se traduce en la VM
como: “abismos de tinieblas”.
Es interesante también, tener en cuenta que en Apocalipsis 20:1-3 respecto
al encarcelamiento del diablo por mil años se utilizan palabras similares, lo
que nos reafirma la existencia de estos lugares de encarcelamiento
espiritual:
“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran
cadena en su mano. Y prendió a Satanás… y lo ató por mil años; y lo arrojó
al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él…” Apocalipsis 20:1-3).
A continuación, apartes del libro de Enoc, en los cuales nos permite ver la
narración original del texto en la que Enoc describe su experiencia en las
habitaciones, depósitos y tesoros del viento, las siete montañas de las
piedras preciosas, etc.
Capítulo doce (Libro de Enoc):
1.
Ante las cosas sucedidas, Enoc había sido ocultado, y no hubo ninguna
persona que conociera donde estaba él escondido, ni sabían lo que le
había ocurrido.
( Comentario : Esta referencia del Libro de Enoc la podemos relacionar
con lo que nos dice la Biblia en dos pasajes de la Escritura, veamos:
Génesis 5:23-24 “Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y
cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció , porque le llevó
Dios”.
En la Epístola a los Hebreos 11:5 nos dice la Escritura: “Por la fe Enoc fue
traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y
antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
Ambos textos nos enseñan que efectivamente, Enoc, por voluntad de Dios,
fue levantado de esta tierra, sin experimentar la muerte. El texto bíblico
dice: “Porque lo traspuso Dios” fue un traslado divino, “traspuso” es un
término que se traduce de la palabra griega “metatídsemi” que además
quiere decir: transferir, transportar, arrebatar, transformar.
Por eso, la Biblia Nueva Versión Internacional dice: “Por la fe Enoc fue
sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque
Dios se lo llevó”.
Ya que la Biblia dice que está establecido para los hombres que mueran
una sola vez y después de esto el juicio (Hebreos 9:27), y Elías fue otra
persona que fue llevada viva al cielo, algunos interpretan que los dos
testigos de Apocalipsis once, son Enoc y Elías, y como está escrito, en
aquel momento van a morir, Apocalipsis 11:3-8).
Capítulo dieciocho (Libro de Enoc):
1.
Pude ver entonces, cómo el Señor ha engalanado toda la hermosa
creación y los cimientos de la tierra con los tesoros de los vientos.
2.
Entonces, mire y vi los cuatro vientos que sirven de sustento para la
tierra y el firmamento, y también pude ver la piedra angular de la
tierra.
3.
Y pude ver además las columnas del cielo, pues los vientos ensanchan
el manto del cielo extendiéndolo en lo alto, entre la tierra y el cielo.
Capítulo diecinueve:
1. Luego, me habló Sariel diciendo: “Aquí estarán los Vigilantes que se han
unido con mujeres por su propia decisión, ellos se han corrompido y han
descarriado a los seres humanos para que ofrezcan sacrificios a los
demonios y a los dioses, hasta el juicio del gran día.
Y yo Enoc, solo, he sido quien ha visto la visión, ésta que es el final de
todas las cosas, y ninguna persona ha visto estas cosas que yo he podido
ver.
Capítulo veinte:
1 Ahora, a continuación los nombres de los ángeles santos encargados de
vigilar:
Uriel, llamado también el del trueno y el temblor,
Rafael, el de los espíritus de los seres humanos,
Rauel, el que se venga del mundo de las luminarias,
Miguel, otros de los santos ángeles, encargados de la mejor parte de los
seres humanos.
( Comentario : Es muy interesante ver que en la Biblia, a lo largo de ella,
podemos ver la manifestación clara, evidente y abundante de la obra de los
ángeles. Desde el Edén cuando se nos dice que “y puso al oriente del
huerto de Edén querubines” (Génesis 3:24) hasta el libro de Apocalipsis
donde la actividad angelical es muy intensa, fuerte y dinámica, por
ejemplo:
“Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete
trompetas”, Apocalipsis 8:2.
La Biblia nos menciona además, algunos nombres de ellos, por ejemplo:
Gabriel, cuyo nombres significa: Dios es mi fortaleza. Él es mensajero de
Dios por excelencia, según la Biblia llevando siempre un mensaje de Dios o
poderosas revelaciones.
Miguel es otro ángel mencionado en la Biblia, no es un mensajero en la
proporción de Gabriel. Miguel es un arcángel o “ángel principal”, es de
alta jerarquía y aparece como un guerrero, lucha contra Satanás y los
ángeles caídos, ayudando al pueblo de Dios.
Otro ángel querubín mencionado en la Biblia es Lucifer, quien era al
principio una hermosa creación de Dios, pero al rebelarse contra su
Creador se convirtió en diablo y satanás.
También la Biblia nos menciona en Apocalipsis 9:11 al ángel del abismo:
“Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo
es Abadón, y en griego Apolión”. Ángel que lidera las langostas (ejército
de demonios) que traerán muerte y destrucción sobre la faz de la tierra
durante los últimos tiempos.
Los ángeles estuvieron presentes a lo largo de la vida de Jesús, por
ejemplo, Dios envió un ángel para hablar a José respecto al embarazo de
María; muchos ángeles se manifestaron a los pastores cuando el niño Jesús
nació; ángeles vinieron a servir a Jesús al terminar el ayuno de cuarenta
días; un ángel fue enviado para fortalecerlo en el huerto de Getsemaní
antes de la cruz; ángeles dieron testimonio de la resurrección del Señor,
etc).
Capítulo veintidós (Libro de Enoc):
1 Desde aquel lugar fui a otra región, a una montaña de roca muy dura; y
habían allí cuatro profundos pozos, muy lisos y muy anchos.
En aquel mismo momento, el vigilante Rafael, el santo, quien estaba a mi
lado, me habló diciendo: Estos pozos han sido creados con el fin de que los
espíritus de las almas de los muertos puedan reunirse aquí. Entonces, estos
pozos les servirán de cárcel.
( Comentario : En la Biblia se nos hace mención a aquellas regiones
espirituales profundas, lugar de los muertos (Seol, palabra hebrea usada
en el Antiguo Testamento; y Hades, palabra griega usada en el Nuevo
Testamento).
Cuando el Señor Jesucristo murió, como lo había dicho antes, fue al
corazón de la tierra: “Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres
días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra
tres días y tres noches” Mateo 12:40.
El apóstol Pablo por el Espíritu confirma que el Señor Jesús descendió a
las partes profundas de la tierra: “Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que
también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?”.
Entonces, el Señor fue al Hades, y por eso también estaba escrito al
respecto: “No dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea
corrupción” Hechos 2:27.
Allí el Señor proclamó su verdad y el cumplimiento de la profecía
mesiánica en él, y levantó a los habitantes del seno de Abraham y se los
llevó al paraíso, por eso dice Efesios 4:8 “subiendo a lo alto, llevó cautiva
la cautividad, y dio dones a los hombres”.
El apóstol Pedro nos confirma este suceso, cuando la Biblia nos dice: “en
el cual fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo
desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días
de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por agua”.
Entonces, el Señor levantó al seno de Abraham con los piados que allí
estaban y los llevo consigo, y los espíritus encarcelados allí quedaron para
el juicio final).
Capítulo veintisiete (Libro de Enoc):
1 En aquel momento hablé diciendo: ¿Por qué esta tierra está con bendición
y llena de árboles, y en el medio se encuentran estos bendita y llena de
árboles, y en medio están estos barrancos de maldición?
2 Entonces, el vigilante y santo Sariel, me respondió diciendo: Este
barranco de maldición está destinado para los que están bajo maldición
eterna, allí serán reunidos aquellos que con su boca declararon palabras
indecorosas contra el Señor, y allí se ha establecido el lugar de su juicio.
( Comentario : En este caso en particular el Libro de Enoc menciona el
pecado de los rebeldes al declarar con su boca palabras contra Dios. En la
Biblia, en la Epístola de Judas vemos el juicio contra aquellos que han
hablado contra el Señor, palabras profetizadas por Enoc:
“De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí,
vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer convictos a
todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de
todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él”.
También la Biblia nos confirma el juicio de Dios contra aquellos que
hablan contra las autoridades superiores (celestiales), cuando 2 Pedro 2:9-
10 nos dice:
“El Señor reserva a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y
mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e
inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen
decir mal de las potestades superiores”).
Comentario al Libro de los Vigilantes:
Esta primera sección se llamó el libro de los Vigilantes, sección que nos
presenta una parte significativa de contenido en común con la Biblia. Por
ejemplo, podemos ver personajes referidos o mencionados directamente,
como: Adán y Eva, los hermanos Caín y Abel.
Por supuesto, un tema que llama profundamente la atención: el matrimonio
o unión de los ángeles (“hijos de Dios”) con las hijas de los hombres. Este
último tema, es asunto de discusión por teólogos e intérpretes de la Biblia
hoy día.
Respecto a la (posible) unión de ángeles con las hijas de los hombres, la
Biblia hace mención en algunos versículos de Génesis seis, mientras que
esta narración viene a ser el principal tema del Libro de los Vigilantes en el
Libro de Enoc, tema que se cruza con la narración de la caída de los ángeles
malos. Caída que se da por la rebelión de los Vigilantes o seres celestiales
que trae la maldad sobre la tierra y predice el juicio del Señor.
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DEL PASTOR GONZALO SANABRIA ).
Antes de continuar con la segunda parte del Libro de Enoc, creemos que es
muy importante considerar al personaje que se presenta como autor de este
libro y profeta del Señor desde tiempos muy antiguos:
¿Quién fue Enoc?
Las ideas respecto a Enoc y su destino son diversas, desde creer que se
convirtió en el ángel ayudante y consejero de Dios y patrono de los niños
que estudian la Tora, que Dios le puso su propia corona y le dio setenta y
dos alas y numerosos ojos, hasta creer (como el mormonismo declara) que
fue quien fundó la ciudad de Sion y antes del diluvio fue trasladado al cielo
con todos los habitantes de la ciudad.
Para los antiguos griegos, Enoc es aquel personaje equivalente a Hermes
Trimegisto, y fue quien instruyó a los seres humanos en el arte de la
construcción de las ciudades, y también declaró varias leyes de gran valor y
utilidad.
Otros relatos antiguos judíos dicen que Enoc fue un rey entre los hombres,
cuyo gobierno o reinado duró doscientos cuarenta y tres años, y se destacó
por ser un rey lleno de sabiduría y se ocupó de enseñarla a todo aquel que
quería conocerla.
¿Qué nos dice la Biblia acerca de Enoc?
a) Enoc, el hombre que caminó con Dios.
Cuando miramos el mundo actual, los avances de la ciencia, condiciones
muy similares a Sodoma y Gomorra, y muchas otras señales que el Señor
profetizó acerca de los tiempos finales, tenemos que mirar con una
perspectiva escatológica nuestro futuro. La iglesia debe caminar con
discernimiento e inteligencia espiritual, pues estos son tiempos particulares.
Enoc nació y vivió para Dios, Génesis 5:18 “Vivió Jared ciento sesenta y
dos años, y engendró a Enoc”.
El nombre Enoc significa: “dedicado, consagrado, instruido”. Palabras que
nos dejan ver primero la piedad de su padre Jared, quien dedicó este hijo a
Dios. Además por la Biblia podemos ver también que la vida de Enoc fue
una vida dedicada a Dios.
El objetivo de Enoc en la tierra fue vivir para hacer la voluntad del Señor.
El hecho de que su nombre también signifique “instruido” nos enseña que
mantuvo un corazón enseñable y con un continuo deseo de aprender las
cosas de Dios.
Fue una persona que Dios honró mientras estuvo en la tierra, lo llevó a su
presencia sin vivir la muerte y lo honra mencionándolo en la Escritura en
tres libros diferentes: Génesis, Carta a los Hebreos y en la epístola de Judas.
Estamos entonces ante una persona especial y honrada por Dios, pues el
Señor honra a los que le honran.
Podemos caer en el error de buscar la gloria de los hombres o el
reconocimiento del mundo, pero esa gloria es pasajera, temporal y vacía. En
cambio la bendición que viene de Dios no añade tristeza con ella.
La Biblia nos dice que en cierta ocasión “muchos de los gobernantes
creyeron en Jesús, pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser
expulsados de la sinagoga, porque amaban más la gloria de los hombres que
la gloria de Dios” Juan 12:42-43.
El que vive para la gloria del mundo, cosechará retribución del mundo; más
el que vive para la gloria de Dios recibirá bendición en ésta tierra y gloria
en el reino venidero.
b) Enoc vivió en la tierra 365 años.
Génesis 5:21-23 “Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos
años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos
sesenta y cinco años”.
La Biblia nos dice que cuando Enoc engendró a su hijo Matusalén tenía
sesenta y cinco años, y después de ese evento “caminó Enoc con Dios”. La
pregunta que surge es entonces ¿qué sucedió allí que llevó a Enoc a caminar
con Dios?
Seguramente Enoc tenía una vida consagrada a Dios, pero a sus sesenta y
cinco años hubo algo que provocó una mayor intimidad con el Señor y un
mayor deseo de hacer su voluntad, de tal manera que su vida estaría
completamente en función de Dios y de sus propósitos.
La Biblia no nos dice específicamente que sucedió en aquel momento, lo
que nos dice es que después de engendrar a Matusalén Enoc caminó con
Dios. La palabra “engendrar” básicamente significa “poner una semilla en”
en este caso en la madre de Matusalén.
El nombre “Matusalén” tiene dos significados:
1) Hombre de la jabalina. ¿Qué es la jabalina? Es una lanza diseñada para
ser arrojada. Podemos ver aquí la figura de un guerrero, de un soldado que
va al frente de batalla con la fuerza y equipo para enfrentar al enemigo.
2) Muerte – enviar. Por eso “a su muerte será enviado”. ¿Qué sería enviado
cuando Matusalén muriera? ¿qué era aquello que estaba siendo profetizado
que sería enviado a la tierra? Esto nos habla del diluvio.
Intérpretes de la Biblia enseñan que en el mismo año de la muerte de
Matusalén fue enviado el diluvio. Por eso fue el hombre que más vivió (969
años) mostrando así Dios su inmensa paciencia para con los hombres
esperando que se arrepintieran.
Matusalén fue entonces un mensaje profético que anunciaba la necesidad de
arrepentimiento ante el inminente juicio que vendría. Así como nosotros
somos un mensaje al mundo, pues somos el pueblo que espera la segunda
venida de nuestro Señor Jesucristo, anunciamos al mundo que es necesario
el arrepentimiento para evitar el juicio que vendrá sobre la tierra.
Quizá el nacimiento de aquel hijo provocó en Enoc una mayor conciencia
de su papel en la tierra, y decide entonces caminar con Dios como nunca
antes lo había hecho. Enoc mismo se convirtió en un profeta, al parecer el
primero sobre la tierra.
Judas 1:14-15 nos enseña “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde
Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares,
para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas
sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que
los pecadores impíos han hablado contra él”.
Vemos aquí la profecía de Enoc en su tiempo, en la cual expone el juicio
que vendrá sobre los impíos. También usó Dios a Noé antes del diluvio
anunciando la necesidad del arrepentimiento, pues el Señor habla de
muchas veces y de muchas maneras no queriendo que el hombre perezca,
sino que proceda al arrepentimiento.
La Biblia nos enseña que Enoc fue un profeta antediluviano, era un hombre
inspirado por el Espíritu Santo, escuchaba Su voz porque era amigo de
Dios. En los trescientos años que caminó con el Señor experimentó
maravillosas verdades y revelaciones del cielo.
Cuando decidimos caminar con Dios nuestra vida se desarrolla en función
de la voluntad divina, y nos convertimos en instrumentos o canales de
bendición para muchas personas. Caminar con Dios no sólo es bendición
para nosotros, sino para todos aquellos que nos rodean.
Debemos resaltar lo que Biblia nos enseña: “Caminó Enoc con Dios”. El
orden en que aparecen las personas “Enoc y luego Dios” nos deja ver la
iniciativa y compromiso de Enoc.
Éste hombre desarrolló amistad con el Señor, y aunque vivía en la tierra su
caminar era diferente a los demás, sus pasos iban dirigidos a la voluntad de
Dios y por eso seguramente iba en sentido contrario a las mayorías de su
época.
Los pies de Enoc no caminaban por el sendero del mal, sus pies no se
dirigían al bar o discoteca, sus pies no eran ocultos para hurtar o engañar.
Más bien era un hombre que caminaba a la luz de Dios. Él caminaba con el
Señor, sin apartarse ni a la izquierda ni a la derecha.
c) ¿Cómo pudo Enoc caminar con Dios hasta el fin?
Hebreos 11:5, 13 “Por fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue
hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo
testimonio de haber agradado a Dios” – “Conforme a la fe murieron todos
éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y
creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran extranjeros y
peregrinos sobre la tierra”.
Antes de ser traspuesto Enoc tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Una vida agradable a Dios es un poderoso mensaje al cielo y en la tierra.
Hebreos 11 nos enseña sobre los héroes de la fe del Antiguo Testamento y
se destaca la fe de Abel, Enoc, Noé, Abraham, entre otros, y el versículo
trece nos revela una actitud que hubo en la vida de Enoc.
El versículo trece nos enseña que Enoc vivió como extranjero y peregrino
en la tierra, es decir Enoc fue consciente de que era extranjero en la tierra
por cuanto su ciudadanía era celestial, y fue peregrino porque su destino era
estar y vivir con Dios en su reino. La convicción de su patria celestial y de
su destino eterno con el Señor transformó su vida de manera que caminaba
con Dios.
Noé fue motivo de burla cuando predicaba entre sus contemporáneos
diciendo que venía un diluvio, pues no había lluvia en aquel tiempo. Era
considerado el loco que construía un arca porque su Dios se lo había
ordenado. La vida de fe será siempre criticada por el que no la conoce.
La burla y la crítica son las armas del hombre natural más fáciles de usar
por aquel que no comprende las cosas espirituales. Jesús fue criticado,
Pablo enfrentó gran oposición, la iglesia primera fue perseguida, pero la
palabra de Dios permanece para siempre y todo lo que el Señor ha dicho así
será.
Los versículos cinco y seis de Hebreos 11 están unidos: “Por la fe Enoc fue
traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y
antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca
a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”
Esto nos recuerda que la fe de Enoc lo llevó a acercarse a Dios creyendo
que era real, que él existía, y que galardonaba o recompensaba a los que le
buscan.
Por eso no es en vano tu búsqueda de Dios. Por tu fe, aquella que te lleva a
buscarlo, el Señor te premiará, te honrará entre muchos, te galardonará
dándote lugares de privilegio, como lo hizo con Enoc.
Fortalécete en Dios y persevera, la perseverancia es de gran valor para
Dios, pues ella en sí misma es una evidencia de tu fe. El Señor Jesús le dijo
a la iglesia de Filadelfia y nos dice hoy a nosotros:
“He aquí, yo vengo pronto; reten lo que tienes, para que ninguno tome tu
corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí”. También dice el Señor: “He aquí yo vengo
pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su
obra”.
d) Dios traspuso a Enoc al cielo.
Génesis 5:24 “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó
Dios”.
Este texto nos enseña sin duda algo impresionante, un día Enoc
desapareció. Un día ya no estaba más, y creo sin duda que lo buscaron por
todas partes, como hicieron los discípulos de Elías cuando éste fue
arrebatado por Dios en un carro de fuego. Luego se convencieron de que
Dios se lo había llevado.
Enoc desapareció un día, y nos dice la Biblia que eso sucedió porque Dios
se lo llevó. La expresión “le llevó” de Génesis 5:24 se traduce de la palabra
hebrea “laqah” que además quiere decir: tomar , comprar , arrebatar , llevar
a alguien consigo .
Palabras que nos recuerdan que fuimos comprados a precio de sangre para
Dios, que seremos arrebatados y estaremos para siempre con el Señor, y que
Jesús vendrá como novio por su novia, la iglesia, para llevarla a celebrar las
bodas del Cordero.
Por eso Jesús dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis”.
Dios traspuso a Enoc para que no viera muerte, él no seguiría el camino de
todos. Nos dice además la Escritura que: “no fue hallado” (lo buscaron,
pero no lo encontraron) es decir no fue un cambio de lugar o región, él fue
llevado al cielo por Dios mismo.
Dice el texto bíblico: “Porque lo traspuso Dios” fue un traslado divino,
“traspuso” es una palabra que se traduce del término griego “metatídsemi”
que también significa: transferir, transportar, arrebatar, transformar. Por eso
la NVI dice: “Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la
muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó”.
Algo similar ocurrió con Elías (2 Reyes 2): “He aquí un carro de fuego con
caballos de fuego apartó a los dos y Elías subió al cielo en un torbellino” (a
quien también buscaron y no lo hallaron).
Así como nuestro Dios levantó a Enoc y a Elías, Cristo volverá y su iglesia
será levantada. Enoc y el profeta Elías son figura de la iglesia que será
levantada. Es entonces muy importante caminar con Dios. Jesucristo vuelve
por segunda vez, y como iglesia debemos estar dispuestos y preparados
como la novia se prepara para su boda.
Algunas veces pasaremos por pruebas y enfrentaremos obstáculos que con
la fuerza de Dios podremos superar, y debemos tener presente las palabras
de Dios que nos dicen: “las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.
Jesucristo vuelve por segunda vez, debemos mantener nuestro corazón
preparado y caminar con Dios. Todas las palabas del Señor se cumplirán y
por eso ciertamente los muertos en Cristo resucitarán primero y los que
vivamos seremos arrebatados y estaremos con el Señor para siempre.
No podemos olvidar las palabras del Espíritu Santo a través del apóstol
Pablo:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” 1 Tesalonicenses 4:17-18.
Ante todo esto debemos mantener preparado nuestro corazón para la
segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
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2ª Sección del Libro de Enoc:
Libro de las parábolas
Esta sección, es sin duda, de una naturaleza mesiánica, pues si bien, no se
menciona directamente al Hijo de Dios, se utilizan referencias como:
“Elegido”, “Justo” y “Mesías”, “Hijo del Hombre”, y el contexto de los
personajes lo pone en evidencia.
El Libro de las Parábolas predice la venida del Hijo del Hombre quien
traerá el juicio, la caída de los reyes y soberanos, y los pecadores serán
avergonzados. Son tres parábolas, las dos primeras describen el castigo
sobre los pecadores, mientras que la tercera anuncia la salvación y
bendición para los justos.
El libro de las parábolas de Enoc, es un libro complejo de explicar. La
palabra “parábola” tiene su antiguo origen en el griego, e indica una
narración de un suceso que permite dar un mensaje de valor moral mediante
una analogía, comparación o representación similar.
En esta primera parábola, Enoc habla sobre el fin de los tiempos (una
especie de “Apocalipsis”), expone como los justos son separados de los
pecadores, al llegar la luz del cielo, y también relata cómo ve al
Elegido.
Capítulo treinta y ocho:
1.
La primera parábola. Tiempo en el que sucederá que aparecerá la
asamblea de los justos, y los impíos y pecadores serán entonces
juzgados por sus obras de maldad y pecado, y serán arrojados de la faz
de la tierra.
2.
Será el tiempo cuando el Justo se presente ante los ojos de todos los
justos, de aquellos elegidos cuyas acciones dependen del Señor;
tiempo en el que brillará la luz para los habitantes sobre la tierra,
aquellos que son los justos y elegidos.
Capítulo treinta y nueve:
1.
Y sucederá en aquel tiempo que la descendencia de los santos y
elegidos bajarán del cielo, y entonces su linaje se convertirá en uno
con el linaje de los seres humanos.
2.
Y sucedió que a Enoc el fueron entregados los libros del celo y de la
ira, y los libros del destierro y de la angustia, y expresó el Señor:
“Nunca más alcanzarán compasión”.
3.
Entonces, el viento me alzó sobre la faz de la tierra, las nubes me
envolvieron, y me dejó allí en la frontera de los cielos.
( Comentario: Básicamente, Enoc es llevado en un torbellino al cielo, lugar
o escenario en el que puede ver al Elegido, quien vive bajo las alas del
Señor de los espíritus, quien por sus características hace referencia al
Mesías.
Es muy interesante observar, cuán importante era para la cultura del
momento la figura del Mesías, pues toda la escritura o manuscritos
apócrifos hallados que datan de aquellos tiempos antiguos señalan, hacen
referencia o destacan la figura del Aquel que había de venir a establecer la
justicia y la verdad como fundamentos de la vida humana).
Capítulo cuarenta y uno:
1.
Después de estas cosas, pude observar como las obras de los seres
humanos en una balanza son pesadas; también pude ver todos los
asuntos y misterios de los cielos; así como vi la manera en que está
dividido el reino.
2.
Con mis ojos pude ver cuando fueron arrojados los impíos y pecadores
pues habían menospreciado el nombre del Señor, y no podían quedarse
allí debido al castigo que había venido del Señor. Allí estaba la morada
de los santos y la habitación de los elegidos del Señor.
3.
Mis ojos también pudieron contemplar los secretos del trueno y del
relámpago. Además, de los misterios del viento y de la manera en que
son distribuidos para soplar sobre la faz de la tierra.
( Comentario: En el cielo Enoc puede ver miles y miles, por no decir
millones, de ángeles, y en esta multitud se destacan los cuatro ángeles:
Miguel, Gabriel, Rafael y Fanuel, quienes realizan funciones específicas en
relación con los hombres.
También les es dado conocer los secretos de los elementos; la morada o
residencia de los elegidos; los depósitos del sol y de la luna, además de los
lugares por donde salen y se ponen cada uno de ellos; los rayos y las
estrellas en multitud).
Capítulo cuarenta y seis (Libro de Enoc):
1.
En aquel momento, pude ver a alguien que llevaba una Cabeza de los
Días, y blanca como lana pura era su cabeza. Otro le acompañaba, su
parecer era como el de un hombre, y en su cara habitaba la gracia en
abundancia, como la que tienen los ángeles santos.
2.
Entonces, fue cuando le pregunté al ángel que iba conmigo, aquel que
me enseñaba todas aquellas cosas secretas con respecto al Hijo del
Hombre: ¿Quién es aquel que va con la Cabeza de los Días, cuál es su
origen, y por qué camina con él?
3.
Entonces el ángel que iba conmigo me respondió diciendo: Aquel es el
Hijo del Hombre, es quien tiene la justicia, y ésta vive con él, es quien
enseñará y revelará todos los misterios y secretos escondidos; pues el
Señor lo ha escogido, y dará la mayor dignidad y honra por
siempre.
Capítulo cuarenta y siete:
1.
En aquellos tiempos llegará desde la tierra al cielo la oración de los
justos, y la sangre por ellos derramada subirá hasta la presencia del
Señor.
2.
En estos días los santos se unirán en una sola voz, los santos que
moran en lo alto de los cielos rogarán, levantarán oración y alabarán,
darán gracias al Señor y bendecirán el santo nombre del Señor, lo
harán en nombre los justos y de la sangre que de ellos ha sido
derramada.
3.
En aquellos tiempos comparecieron todas las huestes que moran en lo
alto de los cielos, pude ver el momento en el que la Cabeza de los Días
se sentó en el trono de su gloria y honra, toda su corte estaba delante
de su presencia, y los libros de los vivos fueron abiertos delante de
él.
(Comentario: Enoc, puede ver al que tenía la Cabeza de los días, y al Hijo
del hombre (Título, que en la Biblia se utiliza para referirse a Jesús de
Nazaret), quien posee la justicia y juzgará con juicio justo a los reyes de la
tierra, poderosos y gobernantes, quienes no serán librados del juicio.
En cambio, los justos se alegrarán porque ha llegado la respuesta a sus
ruegos y oraciones. La justicia se establece como fundamento y norma para
regir a los que estaban sobre la faz de la tierra.
En esta sección Enoc contempla los secretos del cielo, conoce la montaña
de hierro, la montaña de cobre, la otra de plata y la de oro, así como la
montaña de estaño y la de plomo.
El ángel le explica a Enoc que aquellas montañas delante del Elegido serán
como la cera ante el fuego, y nadie será salvo por el oro ni por la plata, ni
podrá escapar. Referencia al Mesías en su venida para juzgar la injusticia y
maldad).
Capítulo cincuenta y cuatro (del Libro de Enoc):
1 Entonces, volví mis ojos hacia otra parte de la tierra y vi allí un valle
profundo con fuego ardiente,
2 y vi, cómo eran llevados los reyes y los poderosos, y comenzaron a
arrojarlos en este valle profundo con fuego ardiente.
3 Pude ver allí con mis ojos, cómo eran fabricados sus instrumentos:
cadenas de un peso inconmensurable, preparadas para las tropas de Asael,
cuando sean lanzados al abismo de condenación.
(Comentario: Enoc en su recorrido por el cielo, conoce el lugar del fuego
ardiente, allí se le explica cómo son forjadas las cadenas que llevarán los
seguidores del diablo y todos los pecadores cuando sean lanzados a la
condenación. Escenario y elementos de los cuales también se hace mención
en la Biblia.
La visión que Enoc tiene del infierno, hace énfasis sobre todo en los
elementos de tortura para las almas pecadoras, por eso se hace mención de
cosas como: látigos y cadenas de bronce y de hierro; el infierno es
mencionado como el valle de fuego, un profundo abismo sin regreso para
aquellos seguidores de Lucifer).
Tercera parábola.
En esta sección, Enoc narra acerca de los justos y elegidos quienes después
de la muerte hallarán su anhelada justicia y estarán con el Señor de los
espíritus (que es el nombre que Enoc usa para referirse a Dios).
Es también aquí, donde Enoc tiene la visión del diluvio de Noé. Se destaca
en esta parte, la presencia de dos monstruos, uno de carácter masculino
(Behemot) y el otro femenino (Leviatán).
Enoc, muy inquieto por estos seres, pregunta al ángel cuales son los poderes
de estos monstruos, a lo cual se le responde con una expresión singular:
“Mientras espera su eco, el trueno hace pausas; trueno y relámpago son
inseparables, unidos por medio del espíritu y no están separados”.
Enoc describe como en su camino encuentra ángeles que miden y cuentan
los misterios de la tierra; también hacen mención de los hechos realizados
por los Vigilantes y cómo les enseñaron a los seres humanos secretos y
habilidades que finalmente los llevaron a pecar contra Dios, y así recibieron
también el castigo, pues esto generó el diluvio de Noé.
Finalmente hace mención de aquel que sería Salvador del mundo, y como
permanecerá y prevalecerá su justicia, y caminará con el hombre justo.
Capítulo sesenta (del Libro de Enoc):
1.
Llegó el tiempo cuando pude ver cómo un poderoso temblor conmovió
la bóveda de los cielos; y las huestes del Altísimo, como las multitudes
de ángeles, por miles se contaban angustiados debido a aquella gran
agitación y fuerte conmoción. Era el año quinientos de la existencia de
Noé, en el décimo cuarto día, del séptimo mes.
2.
Y los ángeles, así como los justos permanecían alrededor del trono de
la gloria del Señor, pues la Cabeza de los Días estaba sentado sobre el
trono de su gloria y poder.
3.
En aquel momento, me embargó el temor, y me sobrecogió un gran
temblor, mis riñones se derritieron, al igual que mis entrañas, y caí
entonces, sobre mi rostro.
4.
En aquel mismo momento, fue enviado Miguel, uno de los santos
ángeles, quien me ayudó a levantarme. Mi aliento de vida regresó a mí,
pero yo no tenía la fuerza, ni la capacidad de resistir la visión de
aquellas huestes, de su agitación, ni de la conmoción que sucedía en el
cielo.
5.
Fue entonces, cuando el ángel Miguel me habló diciendo: ¿Por qué te
asustas con la visión de estos acontecimientos? El tiempo de su
compasión ha sido hasta este momento, el Señor ha sido
misericordioso, compasivo, y lento para ejecutar su ira sobre los
impíos que moran sobre la tierra.
(En aquel día podrán salir dos monstruos separados; uno será masculino y
el otro será femenino. Es llamado Leviatán, el monstruo femenino, es aquel
que mora en el fondo del mar, encima de las fuentes de las aguas.
Respecto al monstruo masculino, su nombre es Behemot, es el que reposa
su pecho en Duindaín, un inmenso desierto, el cual está ubicado en la
región oriental del jardín donde moran los elegidos y los justos, lugar de
donde fue levantado mi abuelo, séptimo desde Adán.
Entonces, le rogué a otro ángel que me enseñará el poder y función de
aquellos dos monstruos, y cómo en un mismo día fueron separados, y
lanzados uno a la tierra árida y seca del desierto, y el otro fue lanzado al
fondo profundo del mar.
( Comentario: Enoc es enseñado por otro ángel quien le da a conocer el
secreto de los vientos, como son separados y como son pesados; también le
enseña el poder que tiene la luz de la luna, relacionado con la justicia; la
diversidad de las estrellas; los poderes del trueno y del rayo, pues uno ruge
y el otro resplandece; el espíritu del mar, entre otras manifestaciones o
poderes como el granizo, la nieve, etc).
Capítulo sesenta y cinco (del libro de Enoc):
1 [En aquellos días Noé contempló que la tierra estaba amenazada de ruina
y que su destrucción era inminente;
2 De allí partió y se fue hasta los extremos de la tierra; le gritó con voz
fuerte a su abuelo Enoc, y le dijo tres veces con voz amargada:
“¡Escúchame, escúchame, escúchame!”.
3 Entonces le hablé diciendo: “Dime, ¿Qué es lo que está pasando sobre la
tierra para que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo pereceré con la
tierra misma”.
(Comentario: Una vez más podemos ver, que el libro presenta la
recompensa del Señor de los espíritus sobre los justos, y su protección
sobre ellos. Dios le promete a Noé que al terminar sus justo juicios sobre la
tierra, preservará su raza.
Los ángeles que han pecado y han hecho lo malo delante del Señor, serán
encerrados en un ardiente valle en el occidente, junto a las montañas de
oro, plata, hierro, estaño y de metal fundido).
Capítulo sesenta y siete (del libro de Enoc):
1 [En aquellos días la palabra del Señor del universo vino a mí, y me habló
diciendo: “Noé, tu destino ha llegado hasta mí, un destino sin mancha, un
destino de amor y rectitud.
2 En este momento los ángeles están construyendo una casa de madera y
cuando terminen aquella tarea, extenderé mi mano sobre ella y la preservaré
y la semilla de vida germinará de ella y se producirá un gran cambio, y así
la tierra no quedará desocupada.
3 Entonces, yo consolidaré tu linaje delante de mí por todos los siglos,
diseminaré a los que viven contigo y no será estéril, sino que será bendecida
y multiplicada sobre la superficie de la tierra en el nombre del Señor de los
espíritus.
Capítulo sesenta y ocho:
1.
Después de estas cosas, Enoc, mi abuelo, reunió para mí en un libro
toda la explicación de los secretos y misterios que le fueron enseñados
y revelados, en un libro, llamado el libro de las Parábolas.
2.
En aquel tiempo el ángel Miguel le habló diciendo al ángel Rafael: El
poder del Espíritu del Señor me traslada y me conmueve, debido al
severo juicio por los secretos revelados y el castigo y juicio de los
ángeles.
¿Quién será el que pueda tolerar el fuerte juicio que ha sido ejecutado y
delante del cual ellos se deshacen?
Capítulo sesenta y nueve:
1.
Luego de aquel juicio ellos estarán embargados de aturdimiento, y los
harán tiritar, por cuanto ellos pecaron revelando aquellas cosas a los
seres humanos que moran sobre la tierra.
2.
Ahora, estos son los nombres de aquellos ángeles Vigilantes:
Shemihaza: quien era el más importante y en el orden con relación a él,
Artaqof, Ramael, Kokabel, Yehadiel, Yomiel, Turiel, Tumiel, Sahariel,
Shamsiel, Satoel, Ananel, Matrael, Harmoni, Asael, Baraqel, Zeqel, Daniel,
y Ramael.
3.
Y aquellos que continúan son los nombres de sus ángeles, de los que
lideran las tropas de cien y de cincuenta.
4.
El ángel primero es Yeqon, fue quien logró incitar a todos los hijos del
cielo para que ellos descendieran a la tierra, y logró seducirlos con las
mujeres, hijas de los hombres de la tierra.
5.
El ángel segundo es Asbeel, fue éste quien expresó un consejo maligno
a los hijos del cielo, y los llevó por el camino de la corrupción con las
mujeres, hijas de los hombres.
Capítulo setenta y uno:
1.
Pude ver a los hijos de Dios en el cielo, porque sucedió que mi espíritu
fue traspuesto y subió a los cielos, allí los vi caminar sobre las llamas
de fuego, también vi que su rostro resplandecía como el cristal, y sus
ropas era muy blancas.
2.
En aquel maravilloso lugar puede ver dos ríos de fuego, el resplandor
de aquel fuego irradiaba como el jacinto, entonces caí postrado sobre
mi rostro en la presencia del Señor.
3.
En aquel momento, tomó mi mano derecha el ángel Miguel quien me
levantó del suelo y me llevó al interior de todos los secretos, y me
enseñó los misterios de los justos allí.
(Comentario: Esta primera sección se llamó el Libro de las Parábolas
(llamado por otros: El Mesías y el reino), contiene profecías acerca de la
venida del Hijo del Hombre, la caída de los poderosos, reyes y gobernantes
y por supuesto el día del Elegido. Es interesante tener en cuenta, que esta
sección es la única que no se encontró en los rollos de Qumrán.
Respecto a los ángeles caídos según el libro de Enoc, debemos tener en
cuenta algunos aspectos importantes, como el significado de sus nombres,
sus funciones y el efecto en estos por causa de su caída. Por ejemplo:
Rameel: significa “Mañana de Dios”, quien se convierte en Azazel, nombre
que puede referirse a “fuerza de Dios”, pero en el sentido contrario que se
usa. Puede indicar: “fuerza contra Dios” o “insolente o arrogante contra
Dios”. En el pensamiento moderno se identifica a Azazel con satanás.
Araqiel, significa: Tierra de Dios, quien llega a convertirse en
“Aretstikapha” que significa: Mundo de distorsión, en el capítulo sesenta y
ocho. En estos casos podemos concluir, o por lo menos ver, que los nombres
de estos ángeles tienen relación con su función antes de la caída.
Es muy importante tener claridad respecto a los ángeles caídos y los
demonios, la Biblia también muestra diferencias entre estos. ¿Cuál es el
origen de los ángeles caídos? ¿Cómo surgieron los demonios? ¿Son
realmente seres diferentes?
Te invito a ver el estudio que hemos anexado al final de este libro, titulado:
“ Teorías respecto al origen de los demonios y los ángeles caídos ”).
(Te invitamos a conocer todos nuestros libros publicados aquí en: LIBROS
DEL PASTOR GONZALO SANABRIA ).
3ª Sección del Libro de Enoc “El Libro astronómico”:
Libro astronómico
Llamado también el Libro de las Luminarias Celestiales o Libro de
Luminarias. Este libro expone las descripciones del movimiento de los
cuerpos celestes, conocimiento que le fue revelado a Enoc por Uriel,
cuando éste ángel lo guiaba por el Cielo. Describe también un calendario
solar hebreo antiguo, que al tener diferencias con el calendario tropical, no
se pudo conciliar con este último.
Este libro describe el movimiento de los astros, las relaciones entre estos, y
determinada esta relación por su clase, función, tiempo, etc. Cada uno de
acuerdo a su nombre, lugar de su salida y según sus meses.
Este libro expone que Uriel enseña a Enoc la astronomía, el secreto de las
estrellas, la perfección y armonía del Sol y los planetas que lo rodean.
Debido a su perspectiva religiosa, el pueblo hebreo explicaba los
fenómenos celestes sometidos y dependientes completamente del Creador.
Capítulo setenta y dos:
1.
Uriel, el santo ángel que estaba a mi lado, me enseñó dándome
revelación con exactitud de todas las leyes y cómo pueden observarse
las luminarias celestiales todos los años de la tierra por siempre, hasta
que sean cumplidos los días, y la nueva creación que existirá hasta los
tiempos de la eternidad. Este es el libro que revela el movimiento de
las Luminarias del Cielo, las relaciones existentes entre estas, todo de
acuerdo a su rango, tipo, dominio y estación, cada una por su nombre,
lugar de sus salidas y por sus meses.
2.
Este es el primer orden de las luminarias del cielo, es decir, la
luminaria del sol, la cual nace en las puertas al oriente de los cielos, y
su poniente ocurre en las puertas al lado occidental de los cielos.
Capítulo setenta y tres:
1.
Respecto a la otra luminaria, la cual es la luna, pude ver la ley que
gobierna sobre ella.
2.
Aquella luz con la que resplandece en el cielo le ha sido dada con
prudencia, vi también el carro sobre el cual va montada, y su
circunferencia es similar a la circunferencia celestial.
3.
Cuando la luz de la luna está en su plenitud corresponde a la séptima
parte de la primera luminaria, el sol. De igual modo, sus días son como
aquellos días de la primera luminaria, el sol. Cada mes, el momento de
nacer y su poniente son modificados.
Capítulo setenta y ocho:
1 [Los siguientes son los nombres del sol: el primero es Oranyes y el
segundo nombre es Tomás;
2 y los cuatro nombres de la luna son: el primero es Asonya, el segundo es
Ebela, el tercero es Benase, y el cuarto es Erael].
3 Las dos grande luminarias son estas, su circunferencia es como la
circunferencia del cielo y la talla de sus dos circunferencias es similar.
4 Hay siete partes de luz dentro de la circunferencia del sol que le son
agregadas de más con respecto a la luna, y con completa mesura le es
transferida a ella hasta la séptima parte extraída al sol.
Capítulo ochenta y dos:
1.
Ahora, escúchame hijo mío Matusalén, y guarda con cuidado el libro
que recibes de la mano de tu padre, y dáselo a las generaciones de la
tierra. En este momento te narro y escribo todas las cosas, te lo enseñó
todo y sus correspondientes libros.
2.
Esta sabiduría es superior y sobrepasa sus pensamientos, he aquí te
doy sabiduría a ti y a tu descendencia, para que ellos a su vez, la
transmitan a sus hijos por las generaciones.
3.
Esta sabiduría será un deleite para todo aquel que la coma, pues será
mejor que todo alimento exquisito. Aquel corazón que la entienda no
dormirá, más bien prestará toda su atención para poder aprender esta
excelsa sabiduría.
(Comentario: Este libro fue escrito probablemente alrededor del siglo
segundo A.C. Debemos tener en cuenta que de acuerdo a los rollos o
manuscritos encontrados en las Cuevas de Qumram, al parecer iban
copiados en un mismo rollo: “Libro de los Vigilantes”, “Libro de los
Gigantes”, “Libro de los Sueños” y “La Epístola de Enoc”, mientras que el
“Libro Astronómico” iba en un rollo aparte, quizá por la naturaleza de su
contenido e identidad propia.
Debemos tener presente entonces, que esta sección expone de manera
detallada el antiguo calendario solar hebreo. Este texto “El Libro
astronómico” no fue considerado válido para formar parte dela libros
inspirados por Dios, pero es sin duda, un libro de gran contenido
histórico).
4ª Sección del Libro de Enoc
“Libro de los Sueños”
En esta parte Enoc describe dos visiones apocalípticas que recibe a través
de sueños. En la primera anuncia que la tierra será destruida, y la segunda
es básicamente una historia del ser humano y del pueblo hebreo hasta el
final de los tiempos. En esta narración Enoc utiliza animales simbólicos
como actores de estos eventos.
Este libro fue escrito alrededor de los años 160 y 125 A.C. Esta sección
hace referencia a dos visiones de tipo apocalíptico; la primera visión Enoc
se la cuenta a su hijo, Matusalén, y le explica al detalle su visión de la
destrucción de la tierra.
En la segunda visión, Enoc describe la descendencia de Adán hasta Noé.
Narra esta historia a través de animales simbólicos. Es una historia de los
seres humanos e Israel hasta los tiempos finales.
La perspectiva hacia el futuro de los hebreos ha sido una visión de cómo la
venida del Mesías y el fin de los tiempos siempre están próximos, es una
visión de juicio sobre la maldad e injusticia, y recompensa para los justos y
piadosos.
El Libro de los Sueños de Enoc, ha sido interpretado también como la
revuelta macabea cuando los judíos rechazaron la adoración a los dioses
griegos, revuelta que implicó muchas batallas. Según la Iglesia ortodoxa
etíope fue escrito antes del diluvio descrito en el libro de Génesis.
Libro de los sueños.
Capítulo ochenta y tres:
1.
Escucha, ahora, hijo mío, Matusalén, pues te enseñaré todas las
visiones y misterios que me han acontecido.
2.
A mi vida vinieron dos visiones, éstas sucedieron antes de tomar mi
esposa, una difiere completamente de la siguiente. La primera sucede
cuando estaba aprendiendo a escribir, y antes de tomar a tu madre tuve
la segunda visión.
3.
Entonces, vi aquella visión en la que el cielo se detenía bruscamente,
se soltaba y caía entonces sobre la faz de la tierra. Esta visión sucede
cuando estaba acostado en casa de mi abuelo Mahalalel.
4.
Vi entonces, que cuando el cielo caía sobre la tierra, ésta era tragada
por un poderoso abismo, grandes árboles eran cortados de sus troncos
y eran lanzados en aquel abismo grande, las montañas y las colinas
estaban suspendidas unas sobre otras, había gran conmoción.
5.
En aquel momento una entró en mi boca y entonces grité con fuerza:
La tierra ha sido arrasada y devastada.
(Comentario: Dentro de la visión judía, siempre se expone el juicio para el
impío, aquel que hace injusticia y violencia; mientras que indica
recompensa en esta tierra para los justos y rectos, y vida y bendición en la
eternidad.
En la visión apocalíptica judía la figura del Mesías resalta, figura que
aparece a lo largo de toda la Biblia, e incluso en toda la literatura apócrifa
o no canónica. La luz del Mesías aparecerá derribando las estructuras
humanas y trayendo una transformación salvadora).
Capítulo ochenta y cinco (Libro de Enoc):
1 Hijo mío, después de esto pude ver otro sueño, y todo este sueño te lo voy
a mostrar.
2 Entonces, Enoc levantó su voz y habló a Matusalén, su hijo, diciendo: “A
ti quiero hablarte, hijo mío, escucha mis palabras y pon atención a la visión
del sueño de tu padre.
3 Vi una visión sobre mi cama, ante de tomar a tu madre Edna, y he aquí
que un toro salía de la tierra y ese toro era blanco. Tras el toro salió una
novilla, y con ella dos terneros, uno de los cuales era negro y el otro rojo.
(Comentario: Con el capítulo ochenta y cinco se da inicio al relato de la
segunda visión del sueño de Enoc, que contiene la historia del mundo hasta
la fundación del reino por el Mesías. Esta segunda visión es una narración
alegórica de la historia de Israel.
Enoc utiliza aquí animales para representar a las personas, y utiliza seres
humanos para representar a los ángeles. Según muchos intérpretes del
Occidente, ciertas secciones de este libro describen de manera clara y
evidente, la revuelta macabea del año 167 A.C.).
Capítulo ochenta y seis (del libro de Enoc):
1 Fije mis ojos en el sueño de nuevo, y pude ver cielo por encima y he aquí
que una estrella cayó del cielo en medio de los toros grandes y comió y
pastoreó en medio de ellos.
2 Fue entonces, cuando pude ver que estos toros grandes y negros, todos
ellos intercambiaban sus pastos, establos y becerros y comenzaron a vivir
unos con otros.
(Comentario: A partir de esta parte, Enoc narra la visión de la historia del
pueblo de Israel, narración que muchos ven o interpretan como la revuelta
macabea para liberarse de la opresión. Por eso, ubican este libro en la
época de los macabeos (años 163-142 A.C.).
Sin embargo, la Iglesia Ortodoxa Etíope (iglesia que ha aceptado este libro
dentro de su canon de fe) enseña que este texto fue escrito antes del diluvio
enseñado en el Libro de Génesis).
Capítulo ochenta y nueve:
1 Vi, entonces, cuando uno de los cuatro seres fue hasta donde uno de los
toros blancos y le enseñó y él construyó para sí un barco y habitó en su
interior. Los tres toros entraron con él en el barco que fue cubierto y
techado por encima de ellos.
2 Estaba yo mirando, cuando vi siete chorros echando mucha agua sobre la
tierra.
3 y he aquí, que fueron abiertos los depósitos de agua del interior de la
tierra y comenzaron a brotar y a subir las aguas sobre ella. Seguí mirando
hasta que la tierra fue cubierta por aquellas aguas,
4 debido a la oscuridad y por la niebla que se cernía sobre ella.
5 Entonces, aquellos toros fueron sumergidos, alejados y aniquilados en
aquellas aguas.
Capítulo noventa:
1 Estaba observando y vi hasta que treinta y cinco pastores emprendieron el
pastoreo y ellos cumplieron estrictamente sus turnos, desde el primero, cada
uno las fue recibiendo en sus manos, a fin de apacentarlas cada pastor en su
respectivo turno.
2 Después de estas cosas, observé en una visión que venían todas las aves
rapaces del cielo: águilas, buitres, gavilanes y cuervos; las águilas guiaban a
todas esas aves, y se pusieron a devorar a estas ovejas, a picarles los ojos y
devoraban todas sus carnes.
(Comentario: Para mayor comprensión de este relato, debemos considerar
el significado de los animales y de sus respectivos colores (teniendo en
cuenta que en la Biblia también, en muchos textos, se usa un lenguaje
simbólico lleno de significado), por ejemplo:
El color blanco indica pureza; el color negro hace referencia al pecado y a
l maldad; el color rojo indica sangre y martirio. El toro puede indicar
(según el color y contexto) aquello que se opone a Dios, o que se rinde a él.
El Señor y las ovejas nos hablan del Mesías y de su pueblo. El resto de
animales salvajes son por lo general, pueblos enemigos de Israel.
Esta sección “El Libro de los Sueños” para la Iglesia Ortodoxa Etíope fue
escrito antes del diluvio descrito en el libro de Génesis de la Biblia, pero ha
sido fechado por la mayoría en la época de los macabeos (163-142 A.C.
aproximadamente). La primera visión relata el diluvio, y la segunda es la
historia del mundo hasta que se establece el reino del Mesías.
Por eso otra interpretación de esta sección, es que estos últimos capítulos
hacen referencia a la batalla del Armagedón, en la que todas las naciones
del planeta marcharán contra Israel y Jerusalén, en la que el Mesías se
manifestará para salvar a su pueblo).
5ª Sección del libro de Enoc
Las Cartas de Enoc.
Este libro recibe varios nombres, pues ha sido llamado también: “El Libro
de las Semanas”, “El Apocalipsis de las Semanas” y “La Epístola de Enoc”.
En este libro, Enoc hace mención a la venida del Mesías y habla del
Apocalipsis.
En el tiempo de los macabeos (contexto en el que seguramente fue escrito
este libro, entre los años 110 y 70 A.C.) el concepto común era que la
historia de la humanidad seguía una línea simétrica a la de la creación en
siete días. Esto permitió entonces, tomar la semana como una unidad que
rige todas las actividades y vida humana.
En este relato Enoc llama a sus hijos, a quienes les cuenta lo que vendrá
hasta la eternidad. Por todo eso, deben amar la verdad y la justicia, ya que
el juicio viene sobre la violencia y la injusticia que se extiende sobre la faz
de la tierra. Los pecadores serán destruidos, y los justos recompensados.
Esta sección divide la historia de la humanidad en diez semanas, en las que
se interpretan las cosas pasadas, y de modo escatológico se plantea el
futuro. La parte que se destaca es la décima semana en la que aparecerá un
nuevo cielo para siempre en bondad y justicia.
Esta Carta de Enoc expone una teología muy cercana a la doctrina
encontrada en los rollos de Qumrán, y otra parte que hace referencia a la
responsabilidad de cada persona delante de Dios.
Una perspectiva que data de tiempos antiguos y que ha sido conservada
entre los judíos, griego, cristianos y latinos, es que se ha considerado que la
duración del mundo ha de extenderse por seis mil años. La cronología
bíblica expone todo estos tiempos, y establece la fecha de la creación, y de
igual manera la de su duración.
Las Cartas de Enoc.
Capítulo noventa y uno:
1 Ahora, Matusalén, hijo mío, debes convocar en torno a mí a todos tus
hermanos, reúne a mi alrededor a todos los hijos de tu madre, porque la
palabra me llama y el espíritu se ha derramado sobre mí, para que os revele
todo lo que pasará, hasta los tiempos de la eternidad.
Capítulo noventa y dos:
1 Esto fue lo que escribió Enoc, y le entregó a su hijo Matusalén, y a todos
los que habitan la tierra firme para que obren el bien y la paz:
2 “Debido a los tiempos, no os angusties en vuestro espíritu, porque el Gran
Santo ha dado un tiempo para todas las cosas.
3 De su sueño se levantarán los justos, y avanzarán por senderos de justicia
y todos sus caminos y palabras serán de rectitud y gracia.
4 Gracias otorgará a los justos el Señor, y les dará su eterna justicia y su
poder; Él permanecerá en bondad y justicia y marchará con luz eterna”.
Capítulo noventa y tres:
1 Enoc retomó su discurso y continuó diciendo:
2 “A propósito del Elegido del mundo y de los hijos de la justicia, que ha
crecido de una planta de verdad y de justicia, os hablaré y os daré a conocer
yo mismo (Enoc), hijos míos, según he entendido y se me ha revelado todo
por una visión celestial y por la voz de los Vigilantes y los Santos. He leído
y he comprendido todo en las tablas celestiales”.
(Comentario: A lo largo del Libro de Enoc se expone y se enseña de
manera contundente la prevalencia de la justicia y la rectitud, como
requisitos para vivir en paz y con la bondad de Dios.
Por eso, el Señor también repetidamente expone su juicio ante la violencia
e injusticia de los habitantes de la tierra, y su protección y bendición sobre
los justos y rectos de corazón. Esta sección expone una vez más, que los
pecadores serán castigados y avergonzados, mientras que los justos serán
protegidos y bendecidos).
Capítulo noventa y siete (Libro de Enoc):
1 Ahora, justos, creed porque los pecadores serán avergonzados y perecerán
el día de la iniquidad.
Sabed, oh pecadores, que el más Alto está pendiente de vuestra destrucción
y que los ángeles del cielo se alegran por vuestra caída y perdición.
Capítulo noventa y ocho:
1 Precisamente por todo esto, juro ahora ante vosotros, para los sabios y
para los tontos, que tendréis extrañas experiencias sobre la tierra.
Porque, acontecerá que vosotros los hombres, os pondréis más adornos que
una mujer y más ropas de colores que una muchacha. En la realeza, en la
grandeza y en poder; en la plata, en el oro y en el púrpura; en el esplendor y
en los manjares, estos como el agua serán derramados.
Capítulo noventa y nueve:
1 Anuncio desgracia para vosotros, los que actuáis con impiedad, alabáis la
mentira y la ensalzáis: pereceréis y no habrá vida feliz para vosotros!
2 Hay desgracia para vosotros, los que tuercen y pervierten las palabras de
verdad, trasgreden la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre la
tierra serán pisoteados!
3 En estos días, debéis estar listos, oh justos, para levantar vuestras
oraciones y ponerlas como testimonio ante los ángeles, para que ellos
puedan recordar los pecados de los pecadores ante el Más Alto.
(Comentario: En la primera parte de la sección de la epístola se describe
la sabiduría del Señor, cómo el justo será finalmente recompensado,
además del castigo sobre el mal, y los dos caminos: el de la justicia y el de
la injusticia.
Posteriormente, hallamos palabras o mensajes proféticos contra los que
practican el pecado, e incluso vemos a la creación condenando sus
conductas, y con certeza se presenta el destino después de la muerte).
Capítulo ciento tres (Libro de Enoc):
1 A vosotros justos, juro ahora, por la gloria del Grande, del Glorioso, del
Poderoso en dominio y por su grandeza:
2 “Conozco el misterio, lo he leído en las tablillas del cielo, he visto el libro
de los santos y he encontrado escrito y registrado en ellos:
3 que todo el bienestar, la alegría y la gloria están preparados para ellos y
escritos para los que han muerto en la justicia; numerosos bienes os serán
dados en recompensa de vuestros trabajos y vuestro destino será mejor que
el de los vivos.
Capítulo ciento cuatro:
1 Os lo juro, en el cielo los ángeles se acuerdan de vosotros para bien, en
presencia de la Gloria del Grande.
2 Esperad, aunque primero habéis sido afligidos con la desgracia y el
sufrimiento, ahora brillaréis como las luminarias del cielo. Apareceréis y
brillaréis y la puerta del cielo se abrirá ante vosotros.
Capítulo ciento cinco:
1 En aquellos días el Señor les otorgó, entre los hijos de la tierra para leerlas
y para darles testimonio sobre su sabiduría, diciéndoles: “Enseñádselo,
porque seréis sus guías y recibiréis las recompensas; entre todos los hijos de
la tierra vosotros tendréis toda recompensa.
Alegraos pues, hijos de la justicia, tendréis paz. Amén”.
(Comentario: Este libro señala el aspecto personal del individuo en su
responsabilidad, y por eso además vemos que describe con frecuencia a los
pecadores como ricos, y a los justos como los oprimidos; en esto, esta
sección es muy similar a Libro de las Parábolas.
Esta sección llamada “La Carta de Enoc” divide la historia en diez
semanas, dando una interpretación singular al pasado y mostrando el
futuro escatológico. Según nos enseña la Biblia, a Dios le tomó una semana
crear la tierra; y descansó en el séptimo día, por lo que se concluye que le
tomó en realidad seis días.
Ya que un día es para el Señor como mil años, se concluye que la profecía
narra la historia de los seis mil años posteriores a Enoc, los cuales
concluyen con el juicio final y el fin de este mundo).
Fragmento del Libro de Noé
Esta sección es tomada del Apócrifo de Génesis (texto no canónico),
llamado también Manuscrito de Lamec, el cual es uno de los textos hallados
en los manuscritos del Mar Muerto o rollos de Qumran.
Contiene el episodio en el que se relata el nacimiento de Noé de su madre
Bathenosh. Su esposo Lamec sospechó que el hijo nacido era fruto de la
unión de Bathenosh con un ángel caído (llamados: Vigilantes), asunto que
ella negó.
Este libro predice los crímenes de la raza humana, y la llegada de los
tiempos mesiánicos con el final triunfo de los justos. Estos fragmentos se
han conservado del denominado también: “Apocalipsis de Noé”, relata la
depravación sobre la faz de la tierra antes y después del diluvio.
Capítulo ciento seis (Libro de Enoc):
1.
Habiendo transcurrido cierto tiempo, yo Enoc, decidí tomar una mujer
para mi hijo Matusalén, y esta le dio a luz un hijo a quien llamó
“Lamec”, por cuanto dijo: La justicia ha sido menospreciada hasta el
día de hoy”. Y sucedió que cuando Lamec llegó a su edad madura, su
padrea Matusalén, tomó para él una mujer, quien quedó embarazada y
le dio un hijo.
2.
Y este niño al nacer tenía una piel más blanca que la blanca nieve, y su
carne era más roja que la mismas rosas. También su cabello era
especial, pues era tan blanco como la lana en su pureza, era un cabello
que brillaba y era espeso. En el momento en que abrió sus ojos lleno
de luz toda aquella casa como hace el sol, y la casa resplandecía.
3.
Y aconteció que cuando este niño nació abrió su boca y le habló al
Señor de toda justicia, además se levantó de las manos de la mujer que
había atendido el parto.
Capítulo ciento siete:
1 Yo pude ver escrito en las tablas del cielo que generación tras generación
obrará el mal de este modo, y habrá maldad hasta que se levanten
generaciones de justicia, la impiedad y la maldad terminen y la violencia
desaparezca de la tierra y hasta que el bien venga a la tierra sobre ellos.
Ahora, ve a Lamec, hijo tuyo, y háblale diciéndole que este niño es, de
verdad y sin mentiras, su hijo”.
Entonces, cuando Matusalén hubo oído la palabra de Enoc, su padre, que le
había revelado todas las cosas secretas, él regresó y la hizo conocer y le dio
a este niño el nombre de Noé, pues él debía consolar y dar descanso a la
tierra de toda la destrucción.
Capítulo ciento ocho:
1.
Para los que han de venir después de Matusalén, aquellos que han de
guardar la ley en los postreros días, y para su hijo, Enoc escribió otro
libro.
2.
Vosotros habéis actuado de modo correcto haciendo el bien, pero es
necesario esperar estos días mientras que el final sea cumplido para
aquellos que cometen maldad, y hasta que se derribado el poder de los
que cometen pecado.
(Comentario: Los capítulos 106 y 107 corresponden a una sección que
aparece en los manuscritos de Qumrán separados del texto anterior por
una línea en blanco, por lo que interpretes lo concluyen como un
complemento o apéndice.
Este texto, seguramente, viene de un libro que en su origen fue separado,
pero que fue organizado por el redactor como un relato propio de Enoc.
El capítulo ciento ocho no fue hallado con los otros manuscritos en las
cuevas de Qumrán, por lo que se considera una obra del redacto final.
Texto que destaca la generación de luz (justicia), quienes vienen a ser la
parte opuesta de los pecadores, cuyo destino son las tinieblas eternas).
Comentario Final al Libro de Enoc: Considerando una sinopsis breve de
este libro, podemos decir que este texto es la recopilación de varios escritos
presentada en su conjunto desde la antigüedad, en la forma de un relato
continuo de ciento ocho capítulos.
Supuestamente, fue escrito originalmente en el idioma hebreo, surgiendo
luego varias copias griegas, etíopes y latinas, escritos que han permanecido
(prácticamente sin modificaciones) a pesar del transcurrir del tiempo.
Básicamente, el tema de este libro ha girado en torno a las visiones que tuvo
Enoc al ser llevado al cielo por los ángeles, allí recibió mucha información
y se le explicó diversos asuntos.
Como por ejemplo: Los vigilantes del cielo (ángeles) que tomaron para sí
mujeres de la tierra pecando contra Dios; todas las cosas o misterios que le
fueron enseñados respecto a los poderes de las plantas y sus raíces, las
orbitas de los planetas, estrellas y constelaciones, la futra conducta de los
seres humanos y sus respectivos juicios, entre otros asuntos.
El libro concluye narrando la historia acerca de la persona de Noé, la
maldad sobre la faz de la tierra, y el juicio del diluvio sobre toda la tierra.
Pero al final, llegará una generación de justos que acabarán con el pecado y
toda injusticia sobre la tierra.
Anexo 1: Teorías respecto al origen de los demonios y los
ángeles caídos
Respecto a la existencia de los demonios, hay diversas perspectivas,
veamos estas posiciones y finalmente lo que la Biblia expone:
a) Los demonios son espíritus sin cuerpos de habitantes de una tierra pre-
adánica. Pero es importante mencionar que no existe evidencia de tal
periodo.
También la evidencia bíblica dice que Adán es claramente “el primer
hombre” (1 Corintios 15:45 “Así también está escrito: Fue hecho el primer
hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante”). Así que
no hubo habitantes en la tierra antes de Adán, él fue el primer hombre sobre
la tierra.
b) Los demonios son los gigantes nacidos de ángeles y mujeres antes del
diluvio (según Génesis 6:2-4). Pero esta idea, es difícil de aceptar por varias
razones: En Génesis seis los hijos de Dios que se casaron con las hijas de
los hombres es una referencia al matrimonio y Cristo claramente enseñó
que los ángeles son seres asexuales que no se casan, Mateo 22:30
“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino
serán como los ángeles de Dios en el cielo”.
c) Otra línea de interpretación enseña que en Génesis seis los hijos de Dios
hacen referencia a los descendientes de Set y los hijos de los hombres es
una referencia a los descendientes de Caín. Porque fueron los de Set
quienes empezaron a llamar el nombre de Dios no los de Caín.
Génesis 4:26 “Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós.
Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Dios”.
d) Los demonios son espíritus de hombres inicuos que han muerto. Esto no
puede ser cierto porque según Lucas 16:19-31, todos los espíritus de los
muertos van al Hades, buenos o malos, y de allí no pueden salir.
e) Finalmente debemos concluir que son los ángeles caídos. Mateo 25:41
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. También tenemos otra
referencia en: Apocalipsis 12:8,9
“Pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue
lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y
satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus
ángeles fueron arrojados con él”.
Los primeros puntos de vista, no tienen fundamento claro en las Escrituras.
La Biblia no expresa tales explicaciones de manera evidente y cierta. En
cuanto al último punto de vista, es probable que los demonios o espíritus
inmundos sean ángeles caídos que fueron autorizados para obrar durante un
período de tiempo.
La mayoría de los intérpretes de la Biblia y eruditos coinciden en que los
demonios son los ángeles que fueron lanzados del cielo junto con Satanás
por su rebelión.
Sin embargo, llama la atención que la Biblia tampoco nos dice claramente
que los demonios son los ángeles caídos. Debemos tener en cuenta que la
Biblia tiene un objetivo principal: “todas estas cosas están escritas para que
creáis que Jesús es el Hijo de Dios y creyendo en él tengáis vida eterna”
(Juan 20:31).
Es importante tener presente que aunque los demonios y el diablo están
asociados en su labor, son seres distintos y separados, con características
propias y aún con niveles de autoridad diferentes.
Mateo 25:41 “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”.
Se les llama de diversas maneras en la Biblia: Demonios (Mateo 9:33);
espíritus (Lucas 9:39); espíritus inmundos (Marcos 5:2) y espíritus malos
(Lucas 7:21).
Definición del concepto “Demonología”:
El origen etimológico de la palabra demonología lo encontramos en el
griego y más exactamente en la unión de dos palabras: “daimon” que
significa “demonio” y “logía” que vendría a traducirse como “ciencia” o
“estudio”.
De esta manera se determina entonces que la demonología es la ciencia que
estudia el origen, la naturaleza, personalidad, cualidades que tienen los
demonios, así como sus estrategias y futura condenación.
La demonología entonces comprende todo el estudio referente a los
espíritus inmundos o demonios, términos usados en las Sagradas Escrituras
para referirse a éstos seres espirituales. La primera vez que aparece el
término demonio en la Biblia es en Levítico 17:7
“Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios , tras de los cuales
han fornicado; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades”.
La demonología cristiana es la sección de la teología que estudia, investiga
y analiza la verdad revelada en las Sagradas Escrituras respecto a los
demonios (o espíritus inmundos). Su estudio se encuentra relacionado con
la angelología (que es la disciplina centrada en el estudio de los ángeles).
Debemos tener en cuenta que en la definición más profunda del concepto
“demonio” en el pasado, en la cultura griega y antes del Cristianismo, era
una palabra que se empleaba para definir a una divinidad de tipo menor, ya
fuera buena o mala.
Sin embargo, este concepto se asentó como algo absolutamente negativo,
como diabólico, cuando se produjo la llegada de la mencionada doctrina
cristiana.
Aunque este tema lo encontramos claro y transparente desde el Antiguo
Testamento, vemos que es más desarrollado en el Nuevo Testamento, pues
una parte importante del ministerio del Señor Jesús fue echar demonios.
Muchas de las personas que eran traídas al Señor Jesús (según narran los
evangelios) venían influenciadas y en otras ocasiones poseídas por espíritus
inmundos, por ejemplo: Mateo 8:16, Marcos 1:33, 1:39 y 3:13:15.
Mateo 8:16 “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados;
y con la palabra echó fuera los demonios, y sanó a todos los enfermos”.
El diccionario Vine del Nuevo Testamento, enseña: Es probable que
“daimon” (término griego bíblico que traduce demonio) provenga de una
raíz similar “da” que significa: conocer, y de ahí significaría “uno que
conoce, sabe o discierne”.
Un ejemplo de esto lo vemos en Marcos 1:24, donde el demonio expresa o
evidencia el conocimiento que tiene de Jesús, “Diciendo: Ah ¿qué tienes
con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres,
el Santo de Dios”.
Básicamente la demonología es la rama de la teología sistemática que se
encarga del estudio de los demonios y sus relaciones, haciendo alusión a sus
orígenes, naturaleza y obra.
Algunas entidades demoniacas reveladas en la Biblia:
1) Beelzebú: Mateo 12:24.