1. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende por
una economía «más humana, más igualitaria, capaz de contribuir a
mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010 algunas de sus
publicaciones fueron traducidas a varios idiomas. Una de las más
destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y por «su
sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento comprometido
con los problemas de la cotidianidad».
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
En un país muy lejano donde un dictador había llegado a someter a su propio pueblo
hasta el punto de llegar a la hambruna, apareció un activista que comenzó a luchar
contra el régimen empleando las redes sociales y ocultándose detrás de una máscara
para no ser identificado.
Creó una campaña virtual contra los autócratas, con el lema: ¡métanle un clavo en la
cabeza a los dictadores, con cianuro y, eso los convertiría en héroes nacionales!.
Su plan funcionó y muchos sugirieron ideas de cómo lograr cumplir con tal propósito.
Fue así como en algunas naciones utilizaron armas neumáticas cogiendo dormido a los
dictadores y, con la complicidad de personas cercanas a estos insertaron clavos
envenenados en sus cabezas.
En vista de tal situación los autócratas se pusieron alertas para evitar un destino
semejante y, en todo momento andaban con cascos y rodeados de guardaespaldas.
Debido a tales controles, otras personas se ingeniaron armas de largo alcance por
donde disparaban pequeñas puntas metálicas envenenadas capaces de atravesar los
yelmos, sin producir ruido alguno logrando su objetivo, obligado a los tiranos a evitar
espacios abiertos.
Así comienza este cuento que no es cuento y por eso lo cuento.
FUNDACIÓN SUEÑOS DE ESCRITOR
David Francisco Camargo Hernández
Cuento que no es
cuento
Por eso lo cuento
¡ MATEN AL TIRANO
CLÁVENLE UN PUNZÓN
EN LA CABEZA !
3. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende por
una economía «más humana, más igualitaria, capaz de contribuir a
mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010 algunas de sus
publicaciones fueron traducidas a varios idiomas. Una de las más
destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y por «su
sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento comprometido
con los problemas de la cotidianidad».
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
FUNDACIÓN SUEÑOS DE ESCRITOR
David Francisco Camargo Hernández
¡ MATEN AL TIRANO
CLÁVENLE UN PUNZÓN
EN LA CABEZA !
En un país muy lejano donde un dictador había llegado a someter a su propio pueblo
hasta el punto de llegar a la hambruna, apareció un activista que comenzó a luchar
contra el régimen empleando las redes sociales y ocultándose detrás de una máscara
para no ser identificado.
Creó una campaña virtual contra los autócratas, con el lema: ¡métanle un clavo en la
cabeza a los dictadores, con cianuro y, eso los convertiría en héroes nacionales!.
Su plan funcionó y muchos sugirieron ideas de cómo lograr cumplir con tal propósito.
Fue así como en algunas naciones utilizaron armas neumáticas cogiendo dormido a los
dictadores y, con la complicidad de personas cercanas a estos insertaron clavos
envenenados en sus cabezas.
En vista de tal situación los autócratas se pusieron alertas para evitar un destino
semejante y, en todo momento andaban con cascos y rodeados de guardaespaldas.
Debido a tales controles, otras personas se ingeniaron armas de largo alcance por
donde disparaban pequeñas puntas metálicas envenenadas capaces de atravesar los
yelmos, sin producir ruido alguno logrando su objetivo, obligado a los tiranos a evitar
espacios abiertos.
Así comienza este cuento que no es cuento y por eso lo cuento.
Cuento que no es
cuento
Por eso lo cuento