2. Tipos de variantes
Las lenguas no son entidades rígidas, absolutamente uniformes
para todos los hablantes e invariables en las diferentes situaciones
comunicativas, sino que, por el contrario, se hallan diversificadas
internamente en múltiples variedades.
La lengua de que se sirve cada comunidad idiomática es un
instrumento que encierra enorme complejidad. En ella se registran
tres tipos de variantes o diferencias
(geográficas, sociales, individuales) que pueden ser más o menos
profundas:
• a) Diferencias lingüísticas que dependen del espacio
geográfico, llamadas variantes diatópicas o dialectales.
• b) Diferencias lingüísticas entre los diversos grupos que integran la
comunidad, denominadas variantes diastráticas o sociales.
• c) Diferencias entre los usos o modalidades lingüísticas que
convienen a cada momento: variantes diafásicas o de estilo.
3. Variantes diatópicas o dialectales
Este tipo de variantes es el que relaciona al hablante con su origen
territorial, es decir, la lengua adopta formas expresivas diferentes
según las áreas en que se utiliza.
Para comprender la complejidad de estas variantes diatópicas
conviene distinguir entre los conceptos de lengua, dialecto y habla
regional.
• a) La lengua como un sistema de signos verbales.
• b) El dialecto es un sistema lingüístico derivado de una lengua y
que no cumple las condiciones necesarias para considerarla otra
lengua. En ese sentido el andaluz o el murciano serían dialectos del
castellano.
• c) Las hablas regionales son el conjunto de peculiaridades que
presenta una lengua en una región determinada y que supone un
nivel lingüístico de menor coherencia que el dialecto.
4. Variantes diastráticas o sociales
Las variedades diastráticas son las que relacionan el estudio de la lengua con el de las características de
los diversos grupos que integran la sociedad. Todas las lenguas poseen diferentes variedades que vienen
determinadas por la variedad social, es decir, están condicionadas por factores como la clase social a la
que se pertenece, la educación, la profesión, la situación económica, etc.
Todos los estudios que se han realizado han demostrado que la lengua y el entorno social se condicionan
mutuamente. De este modo, la diversidad estaría determinada por causas sociales y culturales de carácter
extralingüístico, pero también lingüístico.
• Desde el punto de vista extralingüístico, las variedades sociales más relevantes son:
– a) El hábitat: Esta circunstancia establece diferencias esenciales entre la lengua rural (mucha más
relajada en la entonación y menos cuidada en la pronunciación), la urbana y la de los inmigrantes.
– b) La edad: Los jóvenes emplean un lenguaje mucho más renovador que se basa fundamentalmente
en el léxico. Podría considerarse una jerga juvenil, ya que gran parte del léxico se abandona al llegar
a la edad adulta.
– c) La profesión: Los hablantes que pertenecen a diversas profesiones emplean variedades lingüísticas
denominadas jergas profesionales.
– d) El nivel sociocultural: A mayor nivel social, mayor posibilidad de acceder a las fuentes de la
cultura.
En definitiva, más que la relación entre clase social y uso de la lengua, parece que está más clara la
relación que existe entre formación cultural y uso de la lengua. En este sentido, podemos hablar de
grupos sociales de formación cultural superior o media que suelen emplear variedades elaboradas
de la lengua porque dominan muchos registros ,y grupos con poco formación cultural que sólo saben
comunicarse por medio de variedades restringidas.
5. Variedades diastráticas o sociales
• Desde un punto de vista lingüístico las variedades sociales
más comunes son:
• a) El nivel culto o alto, que es aquel que utiliza la lengua
siguiendo la norma establecida y que es propio de personas
que presentan una elevada competencia lingüística.
• b) El nivel medio o estándar, que es una forma de habla
espontánea y habitual que se corresponde con el uso
coloquial de la lengua.
• c) El nivel vulgar, que es la variedad empleada por las
capas más modestas y peor escolarizadas de la sociedad.
Pobreza léxica, gramática sencilla, incorrecciones e
imprecisión.
6. Variedades diafásicas
lengua oral y lengua escrita
Se denominan variedades diafásicas a las diferentes modalidades que
adopta la lengua según las circunstancias en que se produce el acto
comunicativo: situación en la que se habla, interlocutores que intervienen
en el diálogo, destinatario del texto…
En relación a la situación en que se desarrolla el acto comunicativo es
fundamental la distinción entre lengua oral y lengua escrita.
• La lengua oral se usa cuando los interlocutores están presentes
y, por lo tanto, es posible hacer alusiones a un entorno que todos
conocen.
• La lengua escrita se da cuando el receptor está muy alejado en el
espacio o en el tiempo. Todos los recursos gestuales, que ayudaban a
aclarar la expresión en el oral, son ahora imposibles. El lenguaje
escrito, por lo tanto, debe ser mucho más explícito que el lenguaje oral.
7. Variedades diafásicas
los registros y los lenguajes específicos
En relación al nivel sociocultural y a la situación comunicativa en
que se encuentren los hablantes podemos distinguir entre:
• Registro coloquial-familiar, que es el que se emplea en
situaciones ordinarias o cuando entre los hablantes se da una
situación de intimidad o afectiva.
• Registro culto, que se emplea en comunicaciones
especiales, que transmiten conocimientos superiores y es propio de
la lengua literaria.
• Lenguajes específicos, que son aquellos usos de la lengua que
están condicionados por su área de aplicación, tanto temática como
sociocultural.
– Los argots o jergas. Cohesión, diferenciación y secreto.
– Los lenguajes sectoriales. Lenguaje jurídico-
administrativo, político, periodístico, deportivo, militar…
– Lenguajes científico-técnicos.