Un padre castigó a su hija de 5 años por desperdiciar papel dorado para envolver un regalo. A la mañana siguiente, la niña le dio a su padre una caja envuelta con el papel dorado diciendo que estaba llena de sus besitos. Aunque la caja estaba vacía, el padre se conmovió por el gesto de amor incondicional de su hija. Después de la muerte prematura de la niña, el padre conservó la caja y sacaba besos imaginarios de ella para consolarse.