1. Linares | Tradiciones
8 SÁBADO, 16 DE ABRIL DE 2011 vivalinares
mente eran afinadas en la nota «do»,
mientras que actualmente se afinan
en «re». Su sonoridad, clara y penetran-
te, estaba perfectamente adaptada a las
interpretaciones al aire libre a pesar de
su limitada capacidad para controlar el
sonido. En la actualidad, las trompetas
sondelatónconboquillasdebronceysu
mantenimiento y reparación se lleva a
cabo en la localidad cordobesa de Bae-
na. Los trompeteros actuales efectúan
tres tipos de toques, denominados ente-
ra, media y floreada. No obstante, este
últimotoque(«lafloreada»)estáenfran-
co declive y bastante adulterado, ya que
a decir de los trompeteros más antiguos,
nohaynadieconlossuficientes«pulmo-
nes»(léaseloquesecreaoportuno…)co-
mo para ejecutarlo con la debida destre-
za. Por último, hay que indicar que los
toquessesuelenefectuaralllegaraalgu-
na esquina, tras escuchar una saeta y
por supuesto, precediendo a las distin-
tas bendiciones que efectúa la imagen
del Nazareno. Además, durante toda la
madrugada del viernes Santo, están re-
corriendo el casco urbano de la pobla-
ciónconsuatronadorymonocordesoni-
do, hasta el momento en que se unen
con la banda de cabecera de la herman-
dad en el lugar conocido como las Ocho
Puertas y desde allí, se dirigen hasta la
iglesia de San Francisco.
¿Cómoeselsonidodelatrompeta?,di-
fícil expresarlo con palabras. Quizá la
LostrompeterosdelNazareno
Los
trompeteros
deLinares
hicieronsu
apariciónenla
segundamitad
delsigloXVII
EnelUní,los
trompeteros
recorríanlas
callesdurante
lamadrugada
delViernes
Santopara
anunciarla
procesiónde
lamañana
‘‘
REGRESOALPASADO porAndrésPadillaCerón,consejerodelCentrodeEstudiosLinarenses(CEL) yautordellibro‘LinaresNazareno’
constancia de una manifestación muy
similar a la de los trompeteros de Lina-
res:lasllamadastrompetasdelamentos,
verdaderas protagonistas del viernes
Santo. Por otra parte, el dato más anti-
guonosloaportaelhistoriadorubetense
VicenteMiguelRuizFuentesysetratade
un documento por el que la cofradía de
la Soledad y un trompetero, formalizan
un contrato, en la lejana fecha del 15 de
Marzo de 1563. En el texto del mismo se
especifica que el mencionado individuo
debía: «Servir en la cofradía de la Sole-
dad... de trompeta desde el día de Pas-
cua Florida y en todas las fiestas que la
dichacofradíacelebracadaañoqueson;
fiesta del Espíritu Santo, de ceniza, Vier-
nesdeRamos,delacomunióndelJueves
Santo, procesión del Jueves Santo en la
noche... ».
Igualmente se sabe que en Córdoba
capitalyenLuque,elcortejoprocesional
de sus cofradías del Nazareno, se habría
con unas trompetas de Latón. No solo se
daría esta manifestación sonora en An-
dalucía, ya que también se tiene cons-
tancia de que en el mismísimo Madrid
salíantrompeterosenlasprocesionesde
Semana Santa. Esto es lo que nos cuenta
esteantiquísimotextopublicadoenDia-
rio de Madrid de 7 de mayo de 1790 : «La
multitud de contrahechos trompeteros
queespantanaloschiquillosconsuagu-
da caperuza y son el hazme reír de las
gentes con sus absurdas clarinadas».
Trompeteros en 1964. En primer plano el querido y recordado cabo Pepe Ruano.. ARCHIVO COFRADÍA DEL NAZARENO
persona que más supo acercarse a defi-
nirsusonoridadfue JuanSánchezCaba-
llero,quienenelanuarioCruzdeGuíade
1956 decía: «¿Son vibrantes y agudas?
No. Algo así como el quejido bronco de
un gladiador vencido en la arena; como
un lamento agonizante; como una vin-
dicta pública, proclamando al mundo la
mayor injusticia de todos los tiempos.»
Orígenes
Tenemos la certeza de que esta manifes-
tación de arte musical se remonta al si-
gloXVII ypruebadeelloesquelastrom-
petasqueseutilizanrespondenalmode-
lo de «trompeta larga barroca», que se
ha descrito anteriormente. Por otra par-
te, se ha podido encontrar una mención
alosantiguostrompeterosenlosEstatu-
tos que la cofradía del Nazareno aprobó
en el año 1798. En este documento se in-
dica que en la madrugada del viernes
SantodebíadepasarporcasadelAlférez
«un Trompetero de los que ha de tener la
cofradía». Estas ordenanzas eran, en re-
alidad, una adaptación de otros anti-
guos estatutos 1772 que, a su vez, eran
una reforma del los primitivos ordenan-
zas de 1601. Por toda esta sucesión de
normativasnospodemoshacerunaidea
de la antigüedad de esta costumbre.
Además y por otro lado, están las refe-
rencias que sobre esta costumbre, exis-
ten en localidades vecinas. Sin ir más le-
jos, en la ciudad de Úbeda tenemos
C
onstituye la tradición linarense
que más ha sabido resistir el paso
deltiempoytambiénlamáscono-
cida por el público en general.
Consisteenqueciertonúmerodeherma-
nos, revestidos con la túnica nazarena,
tocanunastrompetasdelatóndemásde
un metro de largo, con las que efectúan
diversos toques de sonido grave. El des-
arrollo de esta costumbre tiene lugar
desde las primeras horas de la madruga-
da del viernes santo y se prolonga hasta
que se encierra la procesión del Nazare-
no. En la actualidad, los trompeteros se
dividen en tres grupos (tercios) com-
puestos por ocho individuos en el caso
delaVirgenySanJuan,mientrasquepa-
ra el tercio de Jesús, su número se eleva
hasta nueve. Los tercios de trompeteros
son dirigidos por un cabo, que distribu-
yealosindividuosyorganizaeldesarro-
llo de la procesión, así como de los ensa-
yos. El oficio de cabo es uno de los más
prestigiosos dentro de la cofradía, ya
que se puede decir que los trompeteros
pertenecen a una casta especial, por su
gallardía y constancia.
El instrumento que se utiliza actual-
mente deriva de la trompeta natural o
trompeta larga barroca, cuyo uso empe-
zó a generalizarse en la transición de los
siglos XVI a XVII. Este instrumento esta-
ba vaciado en metal y su sección era ci-
líndrica hasta el pabellón, en donde se
ensanchaba progresivamente. Original-
2. vivalinares SÁBADO, 16 DE ABRIL DE 2011 9
tiene, los trompeteros, atronadores co-
mo en los mejores tiempos».
Es decir que la costumbre de los trom-
peteros ya venía de lejos y hasta deduci-
mos que no estaba libre sufrir ciertos al-
tibajos. El primer testimonio gráfico de
su presencia en una procesión, lo tene-
mos en una fotografía de 1901 en la cual
y escondidos entre el gentío, se puede
apreciar a algunos de estos trompeteros.
Los Trompeteros tras la Guerra Civil
ElprimerañoenqueelNazarenohizoes-
tación de penitencia, tras el paréntesis
de la Guerra Civil, fue 1943 y ya en esta
Semana Santa hicieron su aparición los
trompeteros. Existe una carta de 21 de
abril de 1943 por el cual el hermano ma-
yor de la cofradía, solicita permiso al al-
caldepararealizar«sustradicionalesto-
ques de pasión» desde las una de la ma-
drugada hasta la hora de salida de la
procesión. Por este documento sabemos
que desde ese primer año, se restableció
la parte más llamativa de la tradicional
costumbre del Uní, es decir recorrer las
calles de Linares en la madrugada del
viernes Santo para anunciar la proce-
sión de la mañana. Durante toda esa no-
che, los trompeteros tenían paso franco
en las viviendas de sus conocidos en
donde se les convidaba a vino y bacalao.
Porestemotivo,erafrecuenteencontrár-
selos durante esta legendaria noche en
cualquier lugar del centro de Linares,
por donde deambulaban en grupos o en
solitario. La otra parte de este ancestral
Uní y quizás la menos conocida, la cons-
tituía el ensayo que se realizaba durante
las noches de cuaresma por diversos lu-
gares del casco viejo de la ciudad, espe-
cialmente en la plaza de las Siete Esqui-
nas.
Por lo tanto y teniendo en cuenta los
precedentes citados, es seguro que los
trompeteros de Linares harían su apari-
ción en la segunda mitad del siglo XVII.
A partir de esta época y siguiendo un
proceso similar al de otras cofradías es-
pañolas,lahermandaddelNazarenoex-
perimenta un proceso de barroquiza-
ción, que le hizo adoptar esta costum-
bre. La misión original del toque de
trompetas fue similar a la actual: anun-
ciar la llegada de la procesión o de la
imagen de Jesús, constituyendo una no-
ta de boato y pompa a la que la cofradía
linarense no pudo sustraerse. Por otra
parte y si nos fijamos en el modo en que
actúan los trompeteros, descubrimos
que se trata de un proceso bastante ar-
caico, no solo por los instrumentos que
tocan (trompetas barrocas) sino por los
tétricos y monocordes sonidos que se
emiten.
Las primeras referencias escritas que
nos hablan de los trompeteros, tal y co-
mo los conocemos en la actualidad, se
las debemos el historiador linarense Fe-
derico Ramírez, quien en su obra Apun-
tes... nos dejó un relato bastante pinto-
rescodelaceremoniaconocidacomo«El
Paso». En dicho acto y según Ramírez,
lostrompeterosnoparabandehaceruso
deesteinstrumento.Sitenemosencuen-
ta que esta ceremonia fue suprimida en
los años 1865-66 y que Ramírez nació en
1850, es muy posible que el relato que
nos hace de la misma, fuese fruto de sus
observaciones directas. Otra referencia
ciertaaestatradicióndelostrompeteros
nos la da el periódico Linares de 21 de
abril de 1881: «Las fiestas de Semana
Santa estuvieron muy concurridas; el
númerodepenitentesyhumildesfuetan
crecidocomoenotrosaños;lafeseman-
Arriba a la izquierda,
- Portada del libro
‘Linares Nazareno’, a
la venta en librerías.
. Trompeteros en
1950.
. Trompeteros a cara
descubierta en
1960.FOTO ESPEJO -
- Sobre estas lineas,
Procesión del
Nazareno en 1901.
IMÁGENES DEL ARCHIVO DE
LA COFRADÍA DEL
NAZARENO
Durante la etapa de la posguerra, el
terciodetrompeterosestabaconstituido
por un total de catorce individuos, con
un cabo al frente. Por este número, su-
ponemos que solamente contarían con
trompeteros las imágenes del Nazareno
y María Santísima, careciendo de este
elemento humano la de San Juan, al me-
nos durante estos primeros tiempos. El
primer cabo de trompeteros que ejerció
comotalenestaetapa,fueAntonioPera-
les,elfamosísimo«caboPerales»,perso-
nacarismáticayparadigmadelbuenna-
zareno.Durantelosañoscuarentadelsi-
glo XX, son continuas las referencias a
estepersonajeenlasactasdelacofradía,
en donde siempre se le otorgaba un voto
de confianza para ejercer su labor.
Un curioso contratiempo surgido en-
tre los trompeteros y el clero local, tuvo
lugar en la procesión de 1947. En ese
año,seimpidióeltoquedelastrompetas
durante la primera parte de la procesión
ya que coincida con la celebración de un
Vía-CrucisorganizadoporAcciónCatóli-
ca. Esto tuvo que contrariar a tan ague-
rrido cuerpo, puesto que al año siguien-
te, se toma el acuerdo de proponer al pá-
rroco que concediese permiso para «en
los intervalos del Vía-Crucis, tocar los
trompeteros».
El año 1951 sería el último que saldría
el popular Cabo Perales, ya que debido a
su avanzada edad, fue relevado por Se-
bastián Sánchez. No obstante, en el año
1952 se nombró cabo honorario de trom-
peteros al «veterano hermano Sr. Pera-
les».Poresemismotiempo,haytambién
un intento de terminar con el Uní, con-
minando a los trompeteros a que hicie-
ran los ensayos en su casa. A esta dispo-
sición, poco caso se le habría de hacer,
puesto que al año siguiente y en el acta
de 26 de febrero de 1953 se vuelve a apro-
bar un acuerdo similar: «Se da cuenta a
los trompeteros el acuerdo de la Junta
Directiva de no poder tocar por la calle,
ensayando en sus domicilios hasta el
miércoles santo que serán recogidas [las
trompetas] por el cabo, quien les hará
nuevamente entrega de ellas en la ma-
drugada del Viernes Santo».
Se ve que, tanto en los ensayos de la
cuaresma, como en la madrugada del
viernesSanto, nuestroscastizostrompe-
teros se habrían extralimitado en sus
funciones. Y no faltó quien achacara es-
ta prohibición a las quejas de un juez de
primera instancia que vivía en la calle
Peral y que, molesto por estos inocentes
toques, no dudó en avisar a la Policía Ar-
mada. En cualquier caso, suponemos
que esta medida de la prohibición no se-
ría de mucha aplicación y que los lina-
renses pudieron seguir disfrutando de
losensayosydelUní.,aunque¡ay!acier-
ta distancia de tan susceptible juez.
Si se observan fotos de esta gloriosa
época, se aprecia que los trompeteros
ibanconlacaradescubierta,aligualque
algunos penitentes que llevaban estan-
dartes, faroles y «marías». Por eso, en el
año 1962 y quizás influenciados por las
directrices del Concilio Vaticano II, se
propuso en la Junta General que todos
loshermanosllevasenlacaracubierta.A
esta proposición se opusieron los trom-
peteros, alegando que «ellos no podían
tocarconlacaratapada».Elacuerdoque
finalmente se adoptó fue que todos los
penitentes saliesen con la cara cubierta
«con la sola excepción de los citados
trompeteros». Y así se mantuvieron has-
ta mediados de la década de los años se-
tentadelsigloXX,épocaenqueyanotu-
vieronmásremedioquecubrirselacara,
demostrando que esto no era impedi-
mento para el buen ejercicio de su mi-
sión.
Sepuededecirquelaépocaheroicade
los trompeteros del Nazareno empieza
en el año 1943 y termina con la llegada
delanuevaimagendeVíctordelosRíos.
A partir de 1961, se vive una efímera eta-
pa de esplendor que a los pocos años en-
tra en declive, decadencia que duraría
hastaelaño1975.Desdeeseañoseinicia
una lenta recuperación, con la adopción
de cierto grado de seriedad, llegando así
a la década de los años ochenta del siglo
XX. En esta época, se pone otra vez de
moda formar parte de tan castiza tropa,
de forma que muchos jóvenes cofrades
tomaríanelrelevodelosveteranostrom-
peteros. Por ese mismo tiempo también
se retomó la costumbre de ensayar du-
rante las noches de cuaresma por las ca-
lles de Linares, llevando así los sonidos
del Uní a todos los rincones de la ciudad
minera.Deestamaneranoslorecordaba
en el boletín El Nazareno (diciembre,
1988) el delegado de trompeteros: «Em-
pezamos nuestros ensayos en tiempo de
Cuaresma por las calles de Linares y de-
bidamente autorizados. Anunciamos
con nuestros roncos sonidos, que la Se-
mana Santa está muy cerca.»
En los albores del siglo XXI, se puede
decir que el tercio de trompeteros es una
delasinstitucionesmásdisciplinadasde
la cofradía del Nazareno, sabedores de
que son portadores de una tradición de
más de cuatro siglos. ■