2. Fue una corriente del pensamiento que se desarrolló en la Edad Media baja (siglos XVII y XVIII);
inspirada y fundamentada en el pensamiento de Descartes (racionalismo), sacando de allí sus ideas
básicas. La modernidad se caracterizó por la racionalización de la existencia tanto es así que llego a
hablarce de la "La diosa razón". El modernista es un hombre, básicamente optimista, no acepta el
mundo en el cual le tocó vivir, pero tiene esperanza de cambiarlo.El hombre moderno convencido de
que se puede cambiar la sociedad compromete su presente por un futuro mejor, para él y
para "todos".Fue una época de grandes dictaduras y tiranías, posiblemente por el compromiso de los
hombres con la sociedad. El hombre moderno no tiene demasiadas posibilidades de conocer el
mundo por lo tanto se maravilla, se cuestiona, a sombra y motiva con la información proveniente de
otraspartesdelmundo.
El Modernismo
En América, la definitiva salida de los españoles
planteaba el dilema de norteamericanizarse o
reafirmarse en su carácter hispánico o, más en
general, latino, para lo cual se remontan las
fuentes a los clásicos de Grecia y Roma, cribados
por los modelos franceses. Las ciudades copian a
París y los escritores buscan nuevas referencias
culturales en la contemporánea poesía francesa
3. Antecedentes históricos
al quehacer de nuestros pueblos, y será Bolívar en ese tiempo histórico de la
emancipación, quien -ya plenamente americano- simbolice a toda esa generación de la
independencia que inicia el proceso de una expresión propia. Generación que se la
llamó "ilustrada", romántica, heroica y con una original concepción del mundo. Pero
¿qué es el modernismo? Veamos las interpretaciones que se han hecho de la
significación del movimiento, que ha sido ligado, en la búsqueda de conexiones de
fondo, con un proceso de tipo religioso que se manifiesta hacia 1880, llamado también
"modernismo", y que pretendía una explicación a fenómenos diversos: política,
filosofía, religión, literatura, ciencia. Alguna epidérmica vinculación puede establecerse
en la medida en que el modernismo que nosotros conocemos trabaja con la materia
verbal y de su reordenamiento espera obtener significaciones. En el libro de Carlos A.
Loprete (La literatura modernista en la Argentina) se enumeran las principales
interpretaciones críticas que se han hecho del modernismo. Federico de Onís le
adjudica calidad de pasaje del siglo XIX al XX, pues al resolver la crisis de las letras y del
espíritu hispánicos manifiesta un carácter amplio, y es claramente una resultante de un
proceso total y profundo.
La emancipación latinoamericana de las posesiones española y
portuguesa marcará el primer momento importante para perfilar
una expresión de tendencia americanista, conciencia y forma de lo
propio y auténticamente americano, tiempo y espacio incorporado
4. Desarrollo del Modernismo
En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos: v
Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel
Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la
prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español. v Culminación: En
1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado grandes
innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina y
España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como
movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América
como en España.
En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío
que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica. v
Continuación: La segunda generación modernista.
Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela
del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían
muerto prematuramente, los escritores de esta
segunda generación continuarían la obra con sus
aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo
Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y
Julio Herrera y Reissig.
5. Características del
Modernismo
• Amplia libertad creadora.
• Sentido aristocrático del arte. Rechazo de la vulgaridad.
• Perfección formal.
• Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por
encima de la realidad cotidiana
• Actitud abierta hacia todo lo nuevo.
• Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura
hacia la pintura, la música, la escultura).
• Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y
exóticos. Se constituyen como temas la mitología, la Grecia
antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.
• Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las
impresiones que causan las cosas y no las cosas mismas).
• Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos
gastados por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso
poco frecuente; simplificación de la sintaxis; aprovechamiento
de las imágenes visuales; entre otras
• Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se
prefirieron la versificación irregular, el verso libre y la libertad
estrófica, que dio a la silva variedades desconocidas.
6. Rubén Darío
Felíx Rubén Garcia-Sarmiento, conocido
como Rubén Darío, nació el 18 de enero en
Metapa, Nicaragua, pero su familia se mudó
a León un mes después de su nacimiento. A
la edad de 12 años Rubén Darío publicó sus
primeros poemas "La Fe", "Una Lágrima" y
"El Desengaño".
En 1882, cuando Rubén tenía solamente 15 años, se presentó ante el Presidente
Joaquin Zavala porque deseaba estudiar en Europa. Pero el Presidente, después de
oir un poema muy crítico sobre la situación de su patria y de la misma religión, le
dijo: " Hijo mío, si asi escribes ahora contra la religión de tus padres y de tu patria ¿
que será si te vas a Europa a aprender cosas peores?". Y por esto, Darío no fue a
Europa. Después se casó con Rosario Murillo, y se mudaron a El Salvador, donde
encontró a Francisco Gavidia. Gavidia le presentó la poesia Castileña. Darío escribió
aproximadamente cien historia cortas y varios volúmenes de poesía y crítica
literaria. Su experimentación con los versos y sus innovaciones métricas, lo colocan
entre los mejores poetas latinos.
7. Narrativa Modernista
Fue después de 1880 cuando se perfiló en Venezuela un movimiento literario de más
ambiciosa inspiración. En el género narrativo, el descubrimiento del naturalismo
inspiró a Tomás Michelena una novela: Débora (1884) y a Manuel Vicente Romero
García, su obra Peonía (1890), primera tentativa de novela criolla integral. Otros
autores dentro de la tendencia serían Gonzalo Picón Febres (El sargento Felipe,
1899), y Miguel Eduardo Pardo (Todo un pueblo). También están presentes Argenis
Rodríguez, José Vicente Abreu, Laura Antillano, Francisco Massiani, Denzil Romero,
Ednodio Quintero, Alberto Jiménez Ure, Gabriel Jiménez Emán, Armando José
Sequera y Antonia Palacios, autora de la más importante obra narrativa de pluma
femenina después de Teresa de la Parra.
También se destaca la narrativa paródica y densa
de Luis Britto García, pasando por la importante
obra de José Balza, un experimentador incansable,
y por la de Oswaldo Trejo, atrevidamente textual.
Se impone citar a Humberto Rivas Mijares y a
Gustavo Díaz Solis, a Pedro Berroeta, a Oscar
Guaramato, a Antonio Márquez Salas, a Alfredo
Armas Alfonzo, Manuel Trujillo, Orlando Araujo y a
Adriano González León, la gran promesa del grupo
Sardio y de la generación de 1960.
8. Las fuentes de la experiencia
modernista
campaña por la destrucción de la rígida preceptiva de las unidades, se aproxima,
gracias a su combatividad y también en cuanto al tema, al romanticismo social; la
segunda, en cambio, afirma una tendencia a la decoración, al lujo verbal y, en
suma, a la gratuidad. La voluntad cultural del 80 logra sus resultados: hay una
mayor alfabetización y un acceso mayor a los objetos culturales, hay un ideal
cultural. Y estas son ya condiciones favorables para recibir por un lado innovaciones
y puestas al día, por el otro un movimiento cuyos elementos principales apelan a
un superconsumo. Es decir, que el modernismo estaría instalado en lo actual y sería
tina de las expresiones de lo actual. Y eso parece cierto sobre todo en sus
comienzos, cuando Lugones, "cachorro de hecatónquero" como diría Darío, lanza
sus primeros rugidos estéticos y promete un mundo de Formas nuevas. Lo
extranjero, tamizado ya en el sistema de Darío, vendría a incorporarse a una
voluntad de ser estética incrustada en un tiempo que la exige.
El proceso comienza en la culminación
del romanticismo. El mismo año de 1830, Víctor Hugo
estrena el Hernani, con el gran triunfo conocido, y
publica Las Orientales. Son dos obras de carácter
opuesto, ambas emanadas de las contradicciones
románticas: la primera, mediante la cual culmina la
9. Ídolos Rotos
Se presenta la actitud de fracaso del personaje porque no
lograba "demostrar que existía un abismo insalvable entre
los intelectuales del país y la realidad venezolana". La
crítica recibió en forma adversa esta obra, puesto que
presenta una gran dosis de sarcasmo y a unos personajes
de interés para aquella Caracas.
La novela "Ídolos Rotos" de Manuel Díaz Rodríguez editada
en 1901, en París, es una de las novelas más representativas
de la narrativa modernista en América. "Ídolos Rotos" ha
sido una de las novelas más pesimistas que se ha escrito en
nuestro país, ya que representa "el cuestionamiento social,
político y cultural" de Venezuela durante el Gobierno del
General Cipriano Castro. El autor, presenta a una Venezuela
que no tiene salvación. El eje central se manifiesta en el
personaje Alberto Soria (artista) cuyos ideales no son
escuchados en un país como Venezuela.
10. El modernismo propiamente
dicho
regulares en La Nación publicadas desde 1889. Sus primeros trabajos escritos en la
ciudad porteña aparecieron en La Tribuna de Mariano de Vedia, y más tarde en la
Revista Nacional, aunque siguió escribiendo en el diario de las Mitre.A Darío y sus
admiradores se debieron algunas de las revistas más famosas del modernismo
aparecidas en Buenos Aires: la Revista de América (1894) fundada por él y por Ricardo
Jaime Freyre. La Biblioteca (1896-1898) creada y dirigida por Paul Groussac (1848-
1929). El Mercurio de América (1898-1900), fundada por Eugenio Díaz Romero. En
ellas aparecieron algunas de las composiciones más famosas del movimiento y
numerosos cuentos, prosas poéticas y capítulos de novelas escritos por Darío y sus
camaradas literarios.
Llegamos así a nuestro movimiento modernista. Ya se ha
visto que la historia de este movimiento en la Argentina
empieza con la llegada de Rubén Darío a Buenos Aires en
1893 convertida así, durante unos años, en la capital
americana del movimiento. El poeta era conocido ya por
las prosas de Azul (1888), y por sus colaboraciones