El documento resume la parábola bíblica del buen samaritano, en la que Jesús enseña que nuestro prójimo incluye a cualquier persona que necesite ayuda, no solo a aquellos dentro de nuestro propio grupo. Relata cómo un sacerdote y un levita ignoraron a un hombre herido, mientras que un samaritano, que normalmente era visto como un extraño, lo ayudó y cuidó de él. Jesús enseña que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.