El relieve de la Tierra es el resultado de procesos endógenos (internos) y exógenos (externos) que actúan a lo largo de millones de años. Los procesos endógenos incluyen el movimiento de placas tectónicas, que pueden converger creando cadenas montañosas, diverger creando dorsales oceánicas, o deslizarse horizontalmente creando fallas. Los procesos exógenos modifican el relieve existente mediante la erosión, el transporte y la sedimentación de materiales impulsados por agentes como