1. CARTA AL REY MAGO MARIO DRAGHI.
Manfred Nolte
Admirado Sr. Draghi, querido Rey Mago:No es probable que esta carta llegue a
sus manos, ni tampoco es importante, ni siquiera aconsejable, porque no lo es
mezclar realidades y mitos, aunque las mágicas fechas navideñas que están a
punto de abandonarnos se presten a soñar despiertos y a expresar gestos de
agradecimiento a quienes practican ese raro oficio de repartir dádivas e
ilusiones, como es el caso de los Reyes Magos y también el suyo.
A escribirle me mueve una veneración difusaapoyada en diversos pasajesdesu
impresionante currículocomenzando por sus estudios básicosen el Instituto
Massimiliano Massimo de Roma. Más de una vez, en entrevistas y declaraciones
a la prensa, ha reconocido Vd. que la educación recibida de los Jesuitas le había
dado "espesor cultural, equilibrio y coherencia de pensamiento", sentimiento
que me es familiar.El quedarse huérfano de Padre y Madre y a cargo de dos
hermanos pequeños,apenas cruzada la pubertad,solo puede mover a
simpatía.Luego su trayectoria académica, primero en Roma al graduarse en
Ciencias Económicas y, con una beca, su posterior estancia en el prestigioso
M.I.T. donde seríatutelado por los NóbelFranco Modigliani y Robert Solow - sus
futuros directores de tesis- compartiendo aula con Kenneth Rogoff o Ben
Bernanke y trabajando hasta la madrugada en los sótanos del centro de proceso
de datos del Instituto más famoso del planeta. Dicen que era Vd. un estadístico
empedernido y que solo confiaba en los números y en los trabajos empíricos.
Con la marca de primer Doctor en economía de nacionalidad italiana por el MIT,
ejerce en la cátedra en Florencia durante 13 años, seguida de una estancia de 6
años como Director ejecutivo del Banco Mundial en Washington, paraaceptar
posteriormente la Dirección General del Tesoro de su país.Fue aquella una
época turbulenta en que Italia estuvo a punto de suspender el pago de su deuda,
pasó por dos devaluaciones consecutivas y tuvo que abandonar el ERM, el
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2. mecanismo de cambios europea, del que también debió apearse el Reino Unido.
Es de aquel período, cuando las medidas que auspicia para sacar al país del
atolladero incurrido, le valen por primera vez el título de „Supermario‟. A
aquella coyuntura alude el entonces Canciller del Exchequer británico Norman
Lamont, colega suyo, quien le describe como “una persona inteligente, creativa,
de talante positivo, siempre a la búsqueda de soluciones, buen escuchador,
creador de consensos, dispuesto a entender los puntos de vista de los demás,
nada dogmático y además de carácter encantador”.Bueno, faltaba en el
palmarés el atributo de „influyente‟ que Forbes le otorgaría con el número 9 del
mundo en 2013, pero dudo mucho que haya sido este un premio que despertase
su interés. Tras cuatro años en Goldman Sachs, aceptó la máxima gestión del
Banco de Italia en 2006 hasta tomar posesión de la Presidencia del Banco
Central Europeo el 1 de noviembre de 2011. Realmente una espectacular
combinación de gestión institucional, mandato público y bagaje académico que
le ha valido hasta el presente el aplauso y la aclamación unánime en todos los
puestos que se le han venido ofreciendo.
Pero esta veneración indisimulada no bastaría para elevarle a la categoría de
Rey Mago, si no hubiera Vd. desplegado al mismo tiempo una intensa e
inteligente actividad benefactora, en el sentido más etimológico de la palabra:
del „bien hacer‟ político muy en especial en la resolución de los arduos
problemas del Euro, y con él, el de los países periféricos que militaban en
aquelladivisión y también, como es natural, de España. En el momento de
acceder a su despacho de Frankfurt, la moneda única se hallaba malherida, el
crecimiento de la zona se mostraba anémico, Trichet venía de subir
inexplicablemente los tipos de interés, Grecia se sometía a los avatares de un
segundo rescate y la economía española veía como paulatinamente su
credibilidad exterior iba deteriorándose, el bucle infernal banca-deuda se
intensificaba y la prima de riesgo superaba los 400 puntos básicos, que pronto
serían muchos más.
El legado heredado de su antecesor francés radicaba en la contradicción deun
Instituto Central que debía instrumentalizar una política monetaria que diese
cabida a grupos heterogéneos de países que atravesaban fases dispares del ciclo
económico. El BCE debía contentar a los países centrales de la Eurozona, y al
mismo tiempo colaborar en la salvación de los „periféricos‟. El nobel Friedman
ya había alertado que el mercado común europeo ejemplificaba una situación
desfavorable al uso de una moneda común. Las naciones integrantes mostrarían
mucho mayor lealtad y vinculación a sí mismas que a la idea de Europa, por lo
que finalmente, el proyecto del euro exacerbaría las tensiones políticas
convirtiendo los „shocks‟ divergentes –en ausencia del instrumento de la
devaluación- en divisiones políticas.
Desde el inicio, su irrupción en escena fue cauta, serena, pero contundente.
Tuvo Vd. que recordar a propios y extraños que su mandato iba más allá de la
mera estabilidad de los precios. Que el „Eurosistema‟ también dirige sus
esfuerzos a preservar la estabilidad y a promover la integración financiera
europea. Que, en consecuencia, no era tolerable la falta de transmisión de la
política monetaria, ni la fragmentación de los mercados nacionales, ni la
inexistencia del mercado interbancario,ni la situación de quiebra de la dinámica
crediticia. A partir de esta premisa mental se convierte Vd. en un mecenas
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3. incondicional del Euro y sus usuarios más afectados. A los días de su
nombramiento baja los tipos básicos de refinanciación hasta el 1% pero además
adopta varias decisiones cruciales: inundar de liquidez el mercado con dos
vadstosprogramas (LTRO) a 36 meses hasta un billón de euros, al 1%,
reduciendo a la mitad, hasta el 1%, las reservas obligatorias y ampliando la
gama de colaterales exigidos. Volverá Vd. a bajar los tipos en julio de 2012(al
0,75%), en mayo de 2013(al 0,5%) y recientemente(noviembre de 2013) hasta el
record histórico del 0,25%, anunciando nuevas operaciones de refinanciación y
promulgando nítidamente el aviso a navegantes („forward guidance‟) de que los
tipos oficiales del BCE se mantendrán bajos durante un largo periodo de tiempo.
Pero cuando Vd., querido Profesor, se hace meritoriode la mágica orla de Rey
Mago es con ocasión del discurso del 26 de julio de 2012 ante un auditorio de
inversores en Londres, en un entorno de pánico en los mercados de deuda
soberana, y el euro en peligro de desintegración. La cuarta economía de la
eurozona – España- se situaba al borde del colapso exterior, cotizando una
prima record de 649 puntos básicos y tipo del bono a 10 años al 7,63%, después
de haber accedido a un rescate condicionado de su sistema financiero. Es
entonces cuando Vd. entra en acción. “Dentro de nuestro mandato, -advirtió-el
BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y
créanme, va a ser suficiente.” Su velada amenaza adquirió forma con el anuncio
el 6 de setiembre de las características técnicas de su programa condicional de
compra de bonos a tres años (OTM) que ejerció un efecto fulminante sobre los
mercados de deuda pública rebajándolos a niveles asumibles con los
fundamentales de los países afectados.
Querido Rey Mago Draghi: el programa de compra de bonos(OTM) es sin duda
el programa más exitoso de la historia de los Bancos Centrales. Lo realmente
paradójico es que no ha sido utilizado nunca ya que el mero amago desplazó del
horizonte el riesgo sistémico del euro y calmó los mercados hasta el día de hoy.
Naturalmente que hay otras razones concomitantes, pero nada que devalúe
elmérito insólito de su actuación.
Ganada la batalla en el plano financiero, son muchos los retos que se abren a
Europa y al Instituto que Vd. preside en los meses venideros. Días atrás, el
Nóbel Krugman publicaba en su blog lo siguiente, a propósito del devenir del
euro: “como europesimista que soy hay un resquicio para que el proyecto
funcione, aunque el costo –económico, humano y político- será enorme. Pero la
voluntad del BCE de erguirse y cumplir con su trabajo ha dado un respiro a
Europa.” El halago es valioso en razón de su procedencia. Con la obligada
modestia que las distancias de autoridad imponen, acepte Vd. también el
aplauso de los muchos que como yo valoran la clarividencia y el coraje de su
trabajo al frente del BCE.Gracias Sr. Dragui, Supermario, querido Rey Mago.
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