Presentación del ciclo de charlas en el que viajaremos por las grandes ciudades europeas del siglo XIX, tomando como punto de partida a un escritor célebre. En esta primera entrega trataremos el Madrid de la época del escritor Mariano José de Larra, conociendo cómo era la ciudad durante el siglo XIX, sus teatros, sus cafés y la sociedad del momento. Actividad realizada en el Museo del Romanticismo entre abril y junio de 2016.
planeacion de encuentros pedagogicos atencion primera infancia
Ciclo de charlas "Ciudades y escritores europeos del siglo XIX". I. El Madrid de Larra
1. CICLO DE CHARLAS
“CIUDADESY ESCRITORES
EUROPEOS DEL SIGLO XIX”
Carmen Cabrejas Almena
Museo del Romanticismo
El Madrid de Larra
2. Mariano José de Larra, 1835
José Gutiérrez de la Vega
(Museo del Romanticismo)
3. Mariano José de Larra
- Nacido en Madrid en 1809, su familia hubo de emigrar a Francia (en primer
lugar a Burdeos y posteriormente a París) en 1813 dado el cargo de cirujano
militar al servicio de José Bonaparte que había desempeñado su padre.
Gracias a la amnistía concedida por Fernando VII en 1818, la familia regresó
a Madrid.
- Larra recibió su primera formación París y Madrid, e inició estudios
universitarios en Valladolid, que abandonó en el año 1825, trasladándose de
nuevo a la capital.
- En 1828, con el lanzamiento del folleto mensual El Duende Satírico del Día,
editado por él, comenzó a despuntar como periodista crítico con la sociedad
de su tiempo. En los años siguientes, su labor como articulista en diversos
periódicos le convirtió en uno de los escritores más admirados, aunque
también escribió obras de teatro, poesía y novela.
- En 1829 contrajo matrimonio con Josefa Wetoret, con quien tuvo tres hijos.
Sin embargo, el gran amor de su vida fue Dolores Armijo, con quien
mantuvo una relación que duró varios años.
- El 13 de febrero de 1837, desencantado con la sociedad de su tiempo y con
el abandono de su amante, Larra se suicidó. Tenía solamente veintisiete
años.
4. Fotografía de la Casa de la Moneda, calle Segovia, 23, en 1860 (Fuente:
https://urbancidades.wordpress.com)
Placa conmemorativa en la calle Pretil de los Consejos, 11, Madrid (Fuente:
http://www.memoriademadrid.es/)
5. José María Avrial, Vista del Palacio Real desde la montaña de Principe Pío, 1836
(Museo del Historia de Madrid)
6. Vista de Madrid, tomada desde el Camino de Segovia. Principios del s. XIX
(Museo del Romanticismo)
7. Vista de la maqueta de León Gil de Palacio del Madrid de 1830
(Museo de Historia de Madrid)
(Fuente: https://artedemadrid.wordpress.com)
8. Plano con las reformas urbanas realizadas en el centro histórico de Madrid durante el siglo XIX
Detalle del anteproyecto del Ensanche de Madrid, de Carlos María de Castro, 1857
(Fuente: http://urban-networks.blogspot.com.es/)
9. Eugenio Lucas, La traída de las aguas del
Lozoya, ca. 1858 (Museo del Romanticismo)
Ángel Alonso Martínez, Puerta del Sol, a punto de
terminar las obras de reforma, 1862 (Colección Olmedilla)
“Inauguración del tranvía, llegada de los coches al barrio de Salamanca”, y “Construcción de casas en el
barrio de Salamanca”, La Ilustración Española y Americana, 1871
10. Certificado de matrícula y asistencia a la Cátedra de
Lengua Griega, curso de 1825-1826
(Museo del Romanticismo)
Calle de Toledo, siglo XVIII
Fuente: IES San Isidro
11. Larra periodista
Como escritor, la principal labor de Larra, y
también su mayor legado, fueron sus artículos
periodísticos. Con solo diecinueve años empieza
a publicar su propio folleto, El Duende Satírico
del Día (que solo conoció cuatro números, pues
fue prohibido por la censura), y en los
Años siguientes colaboró con periódicos como
La Revista Española, El Español o El Mundo.
Creó también un nuevo diario, El Pobrecito
Hablador, que editó entre 1832-1833 y donde
publicó artículos tan conocidos como “El
castellano viejo”, “Vuelva usted mañana” o “El
casarse pronto y mal”.
En sus artículos, analiza la realidad política y
social de su tiempo, siendo un documento
histórico que nos permite conocer, entre otras
cosas, las costumbres y formas de ocio de los
madrileños del siglo XIX.
Componiendo el periódico y El primer ejemplar
Leonardo Alenza, 1835
(Museo del Romanticismo)
12. Cabeceras de prensa madrileña del siglo XIX
La prensa española oscila en las primeras
décadas del siglo XIX entre momentos de
estancamiento y escasez (debido sobre
todo a la férrea censura de la mayor
parte del reinado de Fernando VII), y
otros de gran efervescencia (coincidiendo
con el Trienio Liberal y los primeros años
de la Regencia de María Cristina) en los
que se multiplican las publicaciones,
aunque muchas de ellas tendrán una
corta vida.
La situación de la prensa y la censura
será una de las grandes cuestiones que
Larra aborde en sus artículos.
La prensa en Madrid en época
de Larra
13. Portada del primer número de El Duende Satírico
del Día, editado por Larra en 1828
(Biblioteca Nacional)
14. Recibo por la compra de papel para el Duende
Satírico del Día
Mariano José de Larra
(Museo del Romanticismo)
Cuenta de gastos del folleto “Buenas noches”
Mariano José de Larra o Manuel Delgado
(Colección particular)
15. El Siglo, 7 de marzo de 1834 (Biblioteca Nacional)
“Y, por último, deducimos de todo
lo dicho y de la muerte que alcanza
a nuestro buen Siglo, a pesar de
toda su ilustración y grandeza, que
el siglo es chico como son los
hombres, y que en tiempos como
estos los hombres prudentes no
deben hablar, ni mucho menos
callar”
“El Siglo en blanco”
Revista española, 9 de marzo de 1834
16. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres publicados en los años 1832, 1833 y 1834
en el Pobrecito Hablador, la Revista Española y el Obervador por D. Mariano José de Larra
Madrid, Imprenta de Repullés, 1835
(Ejemplares de la Biblioteca Nacional y del Museo del Romanticismo)
17. Caroline de Valory
La miniatura
(Kelvingrove Art Gallery and Museum)
En muchos de sus artículos, Larra aborda cuestiones relacionadas con el ocio que practican los
madrileños. La visión del periodista es casi siempre la de un hombre cosmopolita que no se
siente satisfecho con las costumbres de sus coetáneos, especialmente en comparación con otras
capitales europeas.
“El café” es el primer artículo extenso que Larra escribe en El Duende Satírico del Día, donde
analiza el ambiente y las tertulias de estos locales que él también frecuentaba. Durante las
primeras décadas del siglo XIX numerosas fondas y botillerías madrileñas se van a transformar
en cafés más modernos, que se convertirán en centro de la vida política y artística de la ciudad.
El ocio en Madrid
Los cafés
18. Madrid. El café romántico. “El Parnasillo”. 1836
(Fuente: http://www.elparnasillodelprincipe.com/)
“Me apresuro a examinar el
gusto del público en materia
de cafés. Reparo con singular
extrañeza que el público tiene
gustos infundados: le veo
llenar los más feos, los más
oscuros y estrechos, los
peores, y reconozco a mi
público de las fondas. ¿Por
qué se apiña en el reducido,
puerco y opaco café del
Príncipe, y el mal servido de
Venecia, y ha dejado
arruinarse el espacioso y
magnífico de Santa Catalina, y
anteriormente el lindo de
Tívoli, acaso mejor situados?
De aquí infiero que el público
es caprichoso”.
“¿Quién es el público y dónde se le
encuentra?”
El Pobrecito Hablador, 18 de agosto de
1832
19. Leonardo Alenza
Fragmentos del friso que decoraba el Café de Levante
(Museo Lázaro Galdiano, imágenes superiores;
Museo del Prado, imagen inferior izquierda; Museo del Romanticismo, imagen inferior derecha)
20. ¿Quiere usted que le diga yo lo que nos darán en cualquier
fonda adonde vayamos? Mire usted: nos darán en primer
lugar mantel y servilletas puercas, vasos puercos, platos
puercos y mozos puercos: sacarán las cucharas del
bolsillo, donde están con las puntas de los cigarros; nos
darán luego una sopa que llaman de yerbas, y que no
podría acertar a tener nombre más alusivo; estofado de
vaca a la italiana, que es cosa nueva; ternera mechada,
que es cosa de todos los días; vino de la fuente; aceitunas
magulladas; frito de sesos y manos de carnero, hechos
aquéllos y éstos a fuerza de pan; una polla que se dejaron
otros ayer, y unos postres que nos dejaremos nosotros
para mañana”
“Fonda nueva”, Revista Española, n.º 88, 23 de agosto de 1833
Las fondas
23. Los teatros
El teatro es otro de los elementos que
juega un papel fundamental en los
artículos de Larra, ya desde la época
de El Duende Satírico del Día. Como
gran aficionado, se lamenta en varias
ocasiones de la situación de escasez
que vive la escena madrileña de su
época.
Pero además de en sus artículos, el
teatro está presente en la obra de
Larra a través de la crítica teatral (por
la que conocemos sus impresiones de
algunas de las obras fundacionales del
Romanticismo, como Los amantes de
Teruel o La conjura de Venecia) y de
su labor como traductor y autor
teatral, a menudo con el seudónimo
Ramón de Arriala.
Noche de representación en el Teatro del
Príncipe en la primera mitad del siglo XIX
24. Teatro de la Cruz y Teatro del Príncipe, 1845 (Museo de Historia de Madrid)
25. Antonio Mª Esquivel, Ventura de la Vega leyendo una obra en el Teatro del Príncipe, 1846- 1847
(Museo del Prado, en depósito en el Museo del Romanticismo
26. No más mostrador, 1831
Macías, 1834
Mariano José de Larra
(Biblioteca del Museo del Romanticismo)
27. Manuscrito de El rapto, ópera del año 1832 con libreto de Mariano José de Larra y música de
Tomás Genovés (Col. Particular)
28. Manuel Cabral Aguado y Bejarano, Teodora Lamadrid en Adriana Lecovreur, 1853
Federico de Madrazo, Julián Romea, 1845-1850
Antonio Mª Esquivel, Bárbara Lamadrid, 1837
(Museo del Romanticismo)
29. Mapa interactivo elaborado por la Fundación Juan March con los teatros musicales de Madrid del siglo XIX
Imágenes del Teatro del Príncipe, el Coliseo del Buen Retiro, el Teatro de los Caños del Peral y el Teatro
del Circo
30. “Así es que amanece el lunes, y parece
que los habitantes de Madrid no han
vivido los siete días de la semana sino
para el día en que deben precipitarse
tumultuosamente en coches, caballos,
calesas y calesines, fuera de las puertas,
y en que creen que todo el tiempo es
corto para llegar al circo, adonde van a
ver a un animal tan bueno como
hostigado, que lidia con dos docenas de
fieras disfrazadas de hombres, unas a pie
y otras a caballo, que se van a disputar el
honor de ver volar sus tripas por el viento
a la faz de un pueblo que tan bien sabe
apreciar este heroísmo mercenario. Allí
parece que todos acuden orgullosos de
manifestar que no tienen entrañas, y que
su recreo es pasear sus ojos en sangre, y
ríen y aplauden al ver los destrozos de la
corrida”
“Corridas de toros”, El Duende Satírico del Día,
31 de mayo de 1828
Las corridas de toros
Pharamond Blanchard
“División de plaza” y “El arrastradero”, de la serie Corridas de
toros, ca. 1852 (Museo del Romanticismo)
31. Alfred Guesdon
Vista de Madrid con la plaza de toros de la Puerta de Alcalá, ca. 1855
(Museo de Historia de Madrid)
33. Antonio Cavanna y Pastor
Francisco Montes, 1836
(Museo del Romanticismo)
34. Imagen de una linterna mágica en el Tratado de
Física Experimental de Adolphe Ganot, 1851
La fantasmagoría y otros espectáculos ópticos
- “Pero dígame usted, señor viajero:
¿como cuántos teatros vendrá a haber
para tantos escritores?”
-”Amigo mío, en París hay una infinidad
de espectáculos públicos; hay catorce
teatros de primer orden y diecisiete
panoramas, dioramas, cosmoramas,
fantasmagóricos, jugadores de manos,
etcétera, etcétera, y nueve bailes
públicos permanentes, y...”
-”¡No más! ¡No más!”
“¿Qué dice usted? Que es otra cosa”
La Revista Española, 10 de mayo de 1833
36. Francisco Ortego, “El Tuti-li-mundi”, El Museo Universal, 28 de julio de 1861
(Hemeroteca Digital)
37. Francisco Bayeu
El paseo de las Delicias, 1785-1786
(Museo del Prado)
Paseos y jardines
públicos
Entre las formas de ocio más
arraigadas de los madrileños
desde el siglo XVIII estaba la de
los paseos al aire libre por zonas
como el Prado o las Delicias. Esta
costumbre se va a ver
incrementada en el siglo XIX con
la creación de una serie de
jardines de recreo, a imitación de
los existentes en otros ciudades
europeas, que albergaban
multitud de entretenimientos y
espectáculos en su interior.
38. Luis Paret y Alcázar
El Jardín Botánico desde el Paseo del Prado, ca. 1790
(Museo del Prado)
39. León Gil de Palacio
Maqueta de Madrid, 1830
Vídeo por el recorrido de la zona del Paseo del Prado
(Museo de Historia de Madrid)
40. “Jardines de Recoletos. Teatro y circo de Madrid”, La Ilustración Española y Americana, 1870
(Hemeroteca Digital)
41. Rafael Botella Coloma, El jardín público de Madrid llamado El Paraíso, en noche de baile, 1862
(Museo de Historia de Madrid)
42. Interior del salón de conciertos y bailes de Los
Campos Elíseos de Madrid
El Museo Universal, 16 de julio de 1865
Vista de la ría y de la casa de baños de los Campos
Elíseos de Madrid. El Museo Universal, 26 de Junio de
1864
43. La moda francesa en 1830
Paul Gavarni
(Museo del Romanticismo)
Modas y sociedad
Larra dio una gran importancia
a la moda como forma de
expresión cultural, y por eso
colaboró con la revista El
Correo de las Damas, en el año
de su fundación, en 1833. En
esta publicación, se muestra
satisfecho de la adopción de
las modas europeas en el
vestir, que para él simbolizan
también la extensión de las
nuevas ideas liberales.
44. Detalles de la levita y el chaleco de Mariano José de Larra
(Museo del Romanticismo)
45. Calixto Ortega, Ilustraciones para “El elegante” y “La coqueta”, artículos de Los españoles
pintados por sí mismos, 1843 (Museo del Romanticismo)
46. Figurines de sombreros de Modes de Paris. Petit
courrier des dames, 1820-1830
Maja, Antonio Mª Esquivel, ca. 1830
47. Portada de El hombre fino al gusto del día o Manual
completo de urbanidad, cortesía y buen tono, 1830
(Biblioteca del Museo del Romanticismo)
“Ya habrá conocido el lector, siendo tan
perspicaz como yo le imagino, que mi amigo
Braulio está muy lejos de pertenecer a lo que
se llama gran mundo y sociedad de buen
tono (…) No hay que hablarle, pues, de estos
usos sociales, de estos respetos mutuos, de
estas reticencias urbanas, de esa delicadeza
de trato que establece entre los hombres una
preciosa armonía, diciendo sólo lo que debe
agradar y callando siempre lo que puede
ofender. Él se muere «por plantarle una
fresca al lucero del alba», como suele decir,
y cuando tiene un resentimiento, se le
«espeta a uno cara a cara». Como tiene
trocados todos los frenos, dice de los
cumplimientos que ya sabe lo que quiere
decir «cumplo» y «miento»; llama a la
urbanidad hipocresía, y a la decencia
monadas”
“El castellano viejo”
El Pobrecito Hablador, 11 de diciembre de 1832
49. Ejecución de Rafael de Riego en la
Plaza de la Cebada
La muerte en
Madrid
La cuestión de la muerte,
como no podía ser menos,
ocupó un lugar importante
en varios artículos de
Larra. Es de destacar la
descripción que hace de
las ejecuciones en la Plaza
de la Cebada en “Un reo
de muerte”, y las
reflexiones que le provoca
el peregrinaje de los
madrileños por los
cementerios en “Un Día de
Difuntos”, que refleja la
creación de espacios de
enterramiento extramuros
de la ciudad durante el
siglo XIX.
50. Tumba de Mariano José de Larra, Ramón Gómez de
la Serna y José Gerardo Manrique de Lara en la
Sacramental de San Justo
“Vamos claros, dije yo para
mí, ¿dónde está el
cementerio? ¿Fuera o
dentro? Un vértigo espantoso
se apoderó de mí, y comencé
a ver claro. El cementerio
está dentro de Madrid.
Madrid es el cementerio.
Pero vasto cementerio donde
cada casa es el nicho de una
familia, cada calle el sepulcro
de un acontecimiento, cada
corazón la urna cineraria de
una esperanza o de un
deseo”
“El Día de Difuntos”
El Español, 2 de noviembre de 1836.
51. José Gutiérrez de la Vega, Dolores Armijo, 1828 (Museo de Historia de Madrid)
Mariano José de Larra, El doncel de Enrique el Doliente, 1834 (Biblioteca del Museo del Romanticismo,
edición de 1852)
53. Placa conmemorativa en la calle Santa Clara, Madrid
“Declaramos en toda forma vivir en
la calle de Santa Clara, casa número
3, en la cual pensamos seguir
viviendo hasta que se hunda; donde
se nos puede prender por la mañana,
desde las nueve en adelante; y en
fin, adonde nos retiramos tarde por
la noche y solos los dos, Fígaro y
dicho Larra (…) admitimos anónimos,
calumnias, billetes amorosos, cartas
de convite, esquelas de entierro,
comunicados, desafíos, motines,
puñaladas, órdenes de destierro,
ministros (esto es, alguaciles, que a
los otros no recibimos) y demás, con
equidad y a gusto de los
consumidores”
“Fígaro a los redactores de El Mundo”
El Mundo, 27 de diciembre de 1836
54. RECURSOS DE INTERNET
• Álbum con una selección de piezas legado de Larra en el
Museo del Romanticismo
• "El día de difuntos de 1836" de Mariano José de Larra,
incluido en "Obras completas de don Mariano José de
Larra", publicadas por Montaner y Simón en 1886
• Reportaje con motivo de la exhibición de la levita de
Larra en el Museo del Romanticismo
• “Sobrevolando el Madrid de 1830”, vídeos con
recorridos por la maqueta de León Gil de Palacio del
Museo de Historia de Madrid
55. Bibliografía
• BESAS, P., Historia y anécdotas de las fondas madrileñas, La Librería, 2009.
• DEL CORRAL, J., La vida cotidiana en el Madrid del siglo XIX, La Librería,
2001.
• HERRERO, C., Paseo literario por el Madrid de Larra, La Librería, 2009.
• Larra. Fígaro de vuelta. 1809-2009 (catálogo de exposición y actas de las
conferencias del bicentenario), Biblioteca Nacional de España, 2009.
• Larra XIX Cajas, Museo del Romanticismo, 2009.
• MIRANDA DE LARRA, J., Larra. Biografía de un hombre desesperado,
Aguilar, 2009.
• MORAL RUIZ, C. DEL, “Ocio y esparcimiento en Madrid hacia
1900”, en Arbor, n.º 666, junio de 2001, CSIC, pp. 495-518.
• SIERRA, J. C., El Madrid de Larra, Sílex, 2006.
• VAREY, J. E., Cartelera de los títeres y otras diversiones populares de Madrid,
1758-1840: estudios y documentos, Boydell & Brewer, Támesis, 1995.