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tribuna
rajeron el desarrollo de los sistemas de producción
modernos, el cambio del modelo familiar en el que to-
dos se apiñaban alrededor del fuego y la luz del hogar
común a la independencia del individuo gracias a la
bombilla de su habitación, el fin del aislamiento de las comunidades
que pasaron a estar unidas a través del automóvil…
Cada nuevo salto tecnológico ha supuesto la destrucción de mode-
los productivos que se quedaron obsoletos y el nacimiento de otros
nuevos. Y por supuesto, cada una de estas revoluciones generó un
cambio profundo en el entorno laboral de su época: erosión de la
industria del caballo afectando a criadores, cocheros, palafreneros,
guarnicioneros, veterinarios… desaparición de las fábricas de velas,
de hielo, de la industria del vapor… pero en paralelo desarrollo de las
profesiones de mecánicos, electricistas, de la inmensa industria del
automóvil, de la aeronaútica, de la industria de electrodomésticos y
posteriormente de las telecomunicaciones e informática...
Con el desarrollo de Internet nos toca vivir un momento laboral similar,
con la diferencia de que los anteriores cambios tecnológicos necesitaron
tribuna
Nacho de Pinedo
CEO del ISDI y Optimista Digital
Nacho de Pinedo
La máquina de vapor, el
desarrollo de la electricidad,
el motor de explosión…
Todos y cada uno de estos
desarrollos tecnológicos
vinieron acompañados de
un dramático cambio en los
paradigmas de la sociedad,
empresa e individuo de sus
respectivas épocas.
T
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generaciones para cuajar, y en cambio el entorno
digital se está implantando profundamente en
apenas el lapso de una generación.
La digitalización es una necesidad com-
petitiva real y acuciante para la empresa
española. Con la especial
circunstancia de que España
necesita hacerlo a mayor ve-
locidad que nuestro entorno,
ya que el gap competitivo
empieza ser preocupante-
mente evidente.
Pero nos falta talento di-
gital. Es una disciplina nue-
va de la que no ha habido
tiempo de generar cantera de
profesionales ni de ajustar
la oferta y la demanda. Co-
mo muestra un botón: en el
entorno de profundo desem-
pleo que estamos viviendo en España, cre-
cen imparablemente las ofertas de empleos
digitales en la Bolsa de Trabajo del MIB…
La empresa puede elegir tres vías para
obtener talento digital: i) desarrollando un
know-how digital propio a base de prueba
y error, ii) contratando nuevo talento digital
en el mercado, o iii) adaptando el talento
existente en la empresa hacia la realidad de
Internet a través de la formación.
El desarrollo de kow how interno a base de
prueba y error es el método más intuitivo y en
el que la mayoría de los profesionales digitales
existentes se han forjado. Pero construir expe-
riencia es un proceso caro, poco eficiente en este
entorno de austeridad, y sobre todo lento, poco
recomendable en el actual panorama competiti-
vo que no perdona errores, y en el que no es el
pez grande el que se come al chico, sino el pez
rápido el que se come al lento.
La contratación de talento digital en el merca-
do, proporciona de manera rápida profesionales
con conocimiento o experiencia digital, ya sea
porque provienen de empresas de Internet o se
han formado a su costa en programas profesio-
nales de alto rendimiento como el MIB. Pero
Las empresas
tradicionales todavía
no saben valorar la
importancia de esas
posiciones digitales y
hacen ofertas muy bajas
que los profesionales
ignoran o cogen
por necesidad
3. hoy por hoy todavía es muy complejo
casar la demanda con la oferta y los
head hunters tradicionales están to-
davía muy poco introducidos en este
sector. Para empezar, las empresas no
saben lo que están buscando ya que hay
un nulo conocimiento de los perfiles de
puestos de trabajo digitales. Por otro
lado hay una gran escasez de profesio-
nales los cuales además tienen reticen-
cia a moverse a sectores poco digitales.
Por si fuera poco, existen pocos lugares
dónde saber encontrarlos (la bolsa de
trabajo del MIB es uno de ellos). Y
por último en la mayoría de los casos
las empresas tradicionales todavía no
saben valorar la importancia de esas
posiciones digitales y hacen ofertas
muy bajas que los profesionales igno-
ran o cogen por necesidad, pensando
en cambiarse lo antes posible, ya que
saben que el tiempo está de su parte.
La formación del personal exis-
tente, siempre y cuando sea seria y
fundamentada en experiencia real de
profesionales (y no en teorías acadé-
micas de salón), permite generar una
curva de aprendizaje rápida, sortear
errores básicos y aplicar metodo-
logías probadas. Además consigue
reciclar, actualizar y retener dentro
de la empresa a experimentados pro-
fesionales que conocen bien la orga-
nización, el producto y el mercado,
y que rápidamente pueden reorientar
la mentalidad de la empresa desde
dentro. Pero tristemente la empresa
tradicional española no es muy pro-
clive a siquiera contemplar la posibi-
lidad de invertir tiempo o dinero en la
formación de sus empleados: menos
de un 15% de los alumnos de máster
están financiados total o parcialmen-
te por sus empresas.
Como colofón a todo este pano-
rama surge una necesidad anterior:
la de concienciar y formar a los de-
cisores de las empresas: presiden-
tes, consejeros delegados y direc-
tores generales. En la actualidad,
por falta de conocimiento sobre el
entorno digital, las personas que
ocupan estas posiciones, general-
mente muy hábiles en la gestión
de su negocio, dudan y postergan
eternamente la toma de decisiones
sobre la transformación de su em-
presa a la economía digital. Y en
el panorama actual este es el más
caro de lo errores: en un entorno
en movimiento, quedarse parado es
retroceder. Para hacer frente a esta
necesidad el ISDI ha desarrollado
el PADIB (Programa de Alta Di-
rección en Internet Business). Una
experiencia formativa desarrollada
ad hoc para este colectivo de alto
nivel, que no tiene el tiempo ni
probablemente la necesidad de rea-
lizar un master de 400 horas, pero
que necesita urgentemente una vi-
sión estructurada y estratégica del
entorno, de sus oportunidades y
especialmente de los peligros que
surgen de no hacer nada.
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