1. UNIVERSIDAD DEL BÍO BÍO
FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE ARTES Y LETRAS
CARRERA DE PEDAGOGÍA EN CASTELLANO Y COMUNICACIÓN
Perspectiva de género y educación:
¿Hemos avanzado?
Asignatura : Investigación educacional cuantitativa.
Profesor : Alexis Rebolledo C.
Carrera : Ped. En Castellano y Comunicación
Integrantes : Wenndy Concha M.
Alejandra Jara H.
Período : II semestre 2011
2. Resumen:
En el presente trabajo se hace una investigación, una revisión detallada de la evolución
del tema de la perspectiva de género y educación en los últimos cinco años (período
2005-2010), a través de lo cual se logran vislumbrar los distintos factores sociales,
culturales y políticos que convergen en los distintos centros educativos, y que
mantienen en validez los distintos estereotipos sociales, en los cuales se encasillan tanto
a hombres como a mujeres.
Palabras clave: Educación femenina, estereotipos sociales, discriminación.
Perspectiva de género y educación
El tema de la perspectiva del género en la educación, ha sido un tema contingente desde
que las mujeres comenzaron a salir del hogar para ingresar a los distintos
establecimientos y niveles educativos, es por lo tanto imprescindible para la labor
docente, informarse acerca de este tema, y las implicancias que genera en alumos/as y
profesores dentro de las aulas.
En el 2005, se encuentran publicados una cantidad de artículos en relación con el tema
ya nombrado, que es considerable. Uno de los más interesantes, es el de Flores Bernal
(p.27) quien nos señala que: “A medida que se resuelven las dificultades de integración
de las mujeres en la educación, el problema pasa a ser, no de cuantas mujeres estudian,
sino, de cuál es la calidad de la educación”, dando a entender que el problema de la
mujer en el área educacional a cambiado de prisma: ya no se coloca en duda la
conveniencia de que estas asistan a clases, el problema viene a ser “que” educación se
les entrega; siguiendo la misma línea, nuestra autora aclara que: “Si bien existen
escasas diferencias formales en los programas educativos de hombres y mujeres, los
mecanismos de discriminación, se relacionan con el contenido sexista de los textos
escolares, con los materiales didácticos y con la relación del profesorado con sus
alumnos , lo que reproduce roles y concepciones discriminatorias de la mujer” (p.27)
3. Dándose a entender así, que en conflicto de la educación femenina, paso de ser algo
explicito, a algo intrínsecamente implícito en el currículum educacional. Citando a
Bourdieu, Flores Bernal señala: “cuando dichas definiciones de lo femenino y lo
masculino no son modificables, los efectos de estas construcciones en nuestra cultura y
en la sociedad en general, son los de la violencia simbólica” (p.30), Incluyendo así el
concepto de violencia simbólica (formas de violencia no ejercidas directamente
mediante la fuerza física, sino a través de la imposición por parte de los sujetos
dominantes a los sujetos dominados de una visión del mundo, de los roles sociales, etc.)
En este tema; “violencia simbólica” es el concepto que engloba a la perfección el
problema que sufre el género femenino, en este caso, en el área educativa, pero a nivel
macro, en todos los espacios sociales. Flores Bernal, hace hincapié en este punto,
señalando que: “El contexto escolar constituye uno de los espacios que más
poderosamente influye en la identidad personal de hombres y mujeres y en su proyecto
de vida” (p.33). Más adelante la autora hace referencias al curriculum oculto y a la
preferencia (supuesta) de los docentes por los alumnos varones, para concluir que: “solo
un concepto de igualdad construido desde el reconocimiento de la diferencia individual,
con independencia del género permitirá el desarrollo de las potencialidades y la
expresión de la riqueza propia de los seres humanos, sin limitaciones derivadas de su
sexo” (p.45).
El mismo año la “Revista de educación” (nº 317) publica dos artículos, en el cual no se
especifica autoría, y que tratan el tema del género. El primero de ellos titulado “Una
maternidad sin deserción”, señala que: “En los relatos de alumnas madres y
embarazadas, se exponen claramente los roles de género. Son ellas quienes deben
quedarse a cargo de los hijos, posteriormente, si pueden han de continuar con sus roles
de estudiante y mujer” (p.57).
Señalándose así la inequidad social -genérica al cual está sometida la mujer, en el
contexto educacional, es la madre la que mayormente sufre las consecuencias de un
embarazo en esta etapa, aun sabiéndose que la concepción es un acto que involucra a
hombres y mujeres; en esta misma línea el segundo artículo presente en la misma
revista, también sin autor señalado, titulado “Pasos legales hacia la no discriminación”
nos dice que: “Ningún establecimiento de educación, cualquiera sea su nivel, podrá
negar el ingreso, matricula, acceso y normal proceso de una embarazada o madre
4. lactante, debiéndose otorgar la protección y facilidades apropiadas a su respectivo
estado” (p.70). Mostrándose de esta forma el interés del marco legal, por evitar la
discriminación hacia las mujeres en las instituciones educativas.
También en el 2005, Gil Villa señala un hecho muchas veces omitido: “en la práctica las
niñas reciben una educación distinta: se les permite menos romper con la norma” (p.81),
este hecho es una situación que bien podría calificarse como violencia simbólica: las
jóvenes se encuentran más oprimidas que los varones.
Ya en el 2006 la “Revista de educación” nos presenta nuevamente un breve artículo (sin
autor especificado) Titulado “Equidad de género ¿en qué parte del camino estamos?” el
cual señala que: “La escuela sigue siendo un espacio de reproducción de jerarquías de
género” (p.14) y en relación con los textos escolares, afirma que: “Una escasa presencia
de imágenes de hombres en roles domésticos, comporta una forma de invisibilidad en
este ámbito” (p.17).
El mismo año un artículo de Jiménez Llanos junto a Guzmán Rosquete, señala que (en
relación a la autoevaluación): “Asumiendo que, inevitablemente, continúe existiendo un
cierto poder, nada impide que alumnos y alumnas ocupen un lugar más importante,
negociando, equitativo y por lo tanto generador de conductas y de valores no violentos”
(p.74) , brindándonos así una útil herramienta para evitar discriminaciones en el proceso
educativo: la autoevaluación. Que le permite a cada joven evaluarse en comparación a si
mismo.
En el 2007, Salomone, en la REP señala que: “Las alumnas todavía no han alcanzado el
mismo nivel de rendimiento que los chicos en matemáticas y ciencias” (p.439),
revelando así esta autora el conocido mito de la inferioridad intelectual de las mujeres;
la autora concluye que : “ si estas diferencias son el resultado de la biología, o una
ansiedad causada por fuerzas psicológicas… todavía no se sabe con certeza” (p.443)
Dando por sentado entonces, aquella inferioridad intelectual femenina, en las áreas
científicas.
El mismo año y en la misma revista Gordillo Alvares Valdés, apunta que: “En la
actualidad se han puesto en entredicho principios que hasta la época reciente parecían
5. intocables: la necesidad de educar para la igualdad entre los sexos” (p.447). Señala
también que: “Ante la situación descrita, la respuesta educativa…ha sido la
coeducación, esto es, la manera de lograr una igualdad entre los sexos haciendo que
estén juntos” (p.450), mostrando así una “aparente” solución al problema.
Ibáñez -Martín otro autor que publica en esta misma revista, se opone a Gordillo
Alvares y muestra una clara preferencia por una educación separada de hombres y
mujeres, por lo cual interroga: “¿Es cierto que la separación por sexos en la escuela
constituye un comportamiento discriminatorio…?”(p.479), posteriormente señala que:
“Es oportuno no olvidar lo que ya dijimos de las chicas: la convivencia escolar de
chicos y chicas aumenta el poder de los estereotipos sociales” (p.506).
Llegando al 2007, Sastre, en colaboración con Arantes y Gonzales declaran que: “La
violencia escolar, en tanto ejercicio de una práctica interpersonal de dominación-
sumisión, forma parte de una violencia social estructural que tiene raíces comunes con
la violencia de género” (p.199). Más adelante las autoras señalan como un paso a dar:
“Incorporar en todos los curricula una formación que facilite el desarrollo de las
habilidades necesarias para identificar y actuar contra la violencia de sexo” (p.211).
En 2008, Aguilera, señala la necesidad de debatir e investigar el tema del género al
interior de la escuela: “No seguir reproduciendo los pesos sociales y culturales de la
sociedad de antaño, esa que asignaba roles públicos y privados a hombres y mujeres”
(p.13), y entrega también un dato interesante (en relación con el “Informe global de
brecha de género 2008”): “Chile fue capaz de pasar desde el lugar 86 en 2007 al 65 en
2008, avanzando 21 lugares en el ranking, que incluye 130 países evaluados en equidad
entre hombres y mujeres” (p.14), mostrándonos así la cruda realidad de la
discriminación femenina en Chile, estamos apenas en la media, es cierto que se ha
avanzado, pero aún falta mucho, recién vamos en la mitad del camino.
En 2008, López Morales, expone claramente el problema del género: “En la sociedad
opera el sistema de jerarquización que ordena el mundo en una oposición binaria en la
cual lo masculino es lo valorado y lo femenino no encuentra lugar sino en la exclusión y
privación” (p.23) en este articulo centrado en los textos escolares de lengua castellana y
comunicación, también se plantea que: “además de una selección de autores
6. predominantemente masculina y de mostrar una visión de lo masculino y femenino en
términos tradicionales, no se proponen actividades que hagan reflexionar a los alumnos
y alumnas sobre los roles de las mujeres y hombres en los distintos ámbitos de la vida
humana” (p.41).
Ya en el 2009, se puede apreciar que el tema del género es un problema que no se
resuelve; la “Revista de educación” (nº340), muestra un artículo cuyo autor se
desconoce, que señala lo siguiente: “Si los cerebros de varones y mujeres fueran tan
distintos y esto determinara nuestros logros difícilmente nos encontraríamos con países
conde la brecha de género no es tal. Incluso hay algunos donde las mujeres son
superiores. Por otra parte estudios demuestran que las mujeres pueden superar
significativamente a los varones en matemáticas y en ciencias…cuando acceden a
buenas oportunidades y mejores niveles de recursos educativos” (p.39), vislumbrándose
que la clave para una posible reducción de la desigualdad educativa y social entre
hombres y mujeres está en la calidad de la educación que estos reciben.
Terminando nuestro recorrido en 2010, Palacios Ibáñez, (en relación con el desinterés
de las mujeres por la ciencia) señala que: “Puesto que la ciencia se desarrolló en un
contexto sociopolítico y cultural que le imprimió a esta actividad un sello de
desigualdad y de exclusión social relegando lo femenino a una posición marginal…no
resulta extraña la poca presencia femenina en el medio” (p.69), dándose así claras luces
acerca del “por qué” de la supuesta inferioridad femenina en áreas matemáticas o de
ciencias.
Este artículo culmina el recorrido de cinco años sobre el tema de la perspectiva de
género en la educación. De manera personal las autoras de la presente revisión
bibliográfica concluyen que el problema del género es un dilema que aún comienza a
resolverse, sin embargo tomando en cuenta cómo ha cambiado la realidad
femenina en los últimos cien años, los estudios realizados nos entregan una visión
alentadora debido al sencillo, pero importante hecho de que se realicen investigaciones
y estudios acerca del tema; cierto es que la perspectiva de género y la educación son
temas de gran complejidad incluso estudiándolos por separado, por lo cual hay que
comprender el lento desarrollo de estrategias para resolver este conflicto presente en
todas las sociedades del orbe.
7. Bibliografía
Aguilera, J. (2008). “Mujeres y hombres en pleno respeto”, Revista de educación nº334.
Anónimo, “Pasos legales hacia la no discriminación”, (2005). Revista de educación
nº317.
Anónimo, “Una maternidad sin deserción” (2005). Revista de educación nº317.
Anónimo, “Equidad de género ¿en qué parte del camino estamos?”, (2006). Revista de
educación nº322.
Anónimo, ¿Cómo llegar a un rendimiento igualitario?, (2009). Revista de educación
nº340.
Flores Bernal, R. (2005). “Violencia de género en la escuela, sus efectos en la
identidad, la autoestima y el proyecto de vida”, Revista iberoamericana de educación,
nº38.
Gil Villa, F. “La rebelión de las adolescentes” (2005), Cuadernos de pedagogía
nº351.
Ibáñez- Martín, J. (2007). “Convicciones pedagógicas y desarrollo de la personalidad
de mujeres y varones”, Revista española de pedagogía nº 238.
López Morales, B. (2008). “Los textos escolares de lengua castellana y comunicación
en la formación de las identidades sexuales”, Horizontes educacionales, vol.13, nº1.
Llanos, Guzmán y Rosquete (2006). “autoevaluación, poder y género”, Cuadernos de
pedagogía nº358.
8. Palacios Ibáñez, L. (2010). “Epistemología y pedagogía de género: el referente
masculino como modo de construcción y transmisión del conocimiento científico”,
Horizontes educacionales, vol.14, nº1.
Salomone, R. (2007). “Igualdad y diferencia: la cuestión de equidad de género en la
educación”, Revista española de pedagogía nº 238.
Sastre, Arantes y Gonzales, (2007). “Violencia contra las mujeres, significados
cognitivos y afectivos en las representaciones mentales de adolecentes” infancia y
aprendizaje, vol.30, nº2.